"El cómic está destinado a jóvenes y estudiantes de Educación Secundaria (entre 12 y 16 años) y condensa de manera inteligente, y desde el más absoluto rigor histórico, la enorme cantidad de acontecimientos que han tenido lugar desde nuestros orígenes. Próximamente se editará el II volumen: De los Reyes Católicos hasta la actualidad".
“Dejando aparte antecedentes más remotos, basta remontarse a la Reconquista y la progresiva repoblación de la cuenca del Duero, para asistir al nacimiento de un pueblo singular que poco a poco extendió su lengua y sus tradiciones a un extenso territorio que llegó a abarcar desde Asturias hasta Andalucía” (José Manuel Fernández Santiago, Presidente de las Cortes de Castilla y León y de la Fundación Villalar-Castilla y León, pág. 7)
“Aquí están contados y plasmados, de una manera asequible, a la vez que concisa y atractiva, los hechos más importantes de nuestro pasado. Me refiero a aquellos hitos decisivos de nuestra historia particular que, dentro de los límites de Castilla y León como pueblo, pasaron después a formar parte de la historia general de España como una nación moderna. Sin ninguna duda, nuestros niños y nuestros jóvenes tendrán en esta historia en cómic una referencia a la que acudir por el rigor de los hechos aquí descritos” (Manuel Fernández Álvarez, revisor de contenidos y del guión, pág. 9)
Posteriormente se habla continuamente de los "celtas de la meseta", o "pueblos de la meseta", presentados prácticamente como un conjunto, aunque sí que se nombran de pasada los nombres de algunos de esos pueblos.
“ROMA AÚN TUVO QUE SOMETER A CÁNTABROS, ASTURES Y GALAICOS, PUEBLOS QUE EN PARTE HABITABAN LAS ZONAS PERIFÉRICAS DE LA CUENCA DEL DUERO, Y QUE RESISTIERON HASTA 19 A. C.” (pág. 23)
Se menciona que
“UNA VEZ TERMINADA LA CONQUISTA, LAS TIERRAS DE LA MESETA PASARON A FORMAR PARTE DE LA REPÚBLICA DE ROMA, ENMARCADAS ADMINISTRATIVAMENTE EN LA PROVINCIA CITERIOR” (pág. 24)
De las posteriores divisiones, y de los conventus no se dice nada, porque claro, habría que hablar de los ástures, y no interesa, oiga. Además, si se hubiera puesto la división de Diocleciano se verían divididos los territorios de Castilla y León y claro, eso tampoco conviene.
“CASTILLA, POR EL MOMENTO, NO PASABA DE SER UN CONJUNTO DE CONDADOS QUE DEPENDÍA DE LOS REYES DE LEÓN” (pág. 36).
Con el surgimiento de Castilla como condado se habla de la aparición del castellano, pero ni una palabra del leonés. Y ya figura el castillo dorado sobre fondo rojo, lo que constituye un gravísimo anacronismo, ya que ese blasón no apareció hasta finales del s. XII. Su uso tiene como fin que el lector vaya identificando "nacionalmente" a esa Castilla primigenia, y esa sensación se refuerza en la ilustración de la Batalla de Simancas, donde la manipulación ideológica es flagrante (pág. 38):
Ya antes Fernán González aparece como un igual del rey Ramiro II, y porta un castillo heráldico en el pecho. El auténtico protagonista de estas páginas es el conde castellano, y el rey leonés aparece como una especie de personaje secundario cómico que se humilla ante él para pedirle ayuda (!!!).
Ramiro II hace prisionero a Fernán por sus traiciones, y después le suplica ayuda: muy lógico. |
EN CUALQUIER CASO, EN SUS ÚLTIMOS AÑOS DE GOBIERNO, FERNÁN GONZÁLEZ YA ACTUABA EN LA PRÁCTICA COMO SI FUERA UN REY.
Y A SU MUERTE, SU HIJO HEREDARÁ EL CONDADO SIN QUE LEÓN SE OPONGA. CASTILLA HABÍA ALCANZADO UNA GRAN LIBERTAD DE ACCIÓN RESPECTO A LOS MONARCAS LEONESES; POR ESA RAZÓN FERNÁN GONZÁLEZ ES CONSIDERADO EL PADRE DE CASTILLA Y SUS GESTAS SERÍAN NARRADAS EN EL FAMOSO POEMA QUE LLEVA SU NOMBRE. (pág. 39)
Por supuesto, no se menciona para nada que el Poema de Fernán González es un poema antihistórico y mitificador de muchos siglos después. Nada se dice de sus múltiples traiciones para no manchar su inmaculada imagen de héroe castellano.
En cuanto a Sancho Garcés III de Pamplona (que no Navarra, como se empeña en decir el texto), se habla de su coronación en León como emperador, pero nada se dice de su posterior huida frente a Bermudo III (pág. 46).
Se sigue repitiendo como dogma de fe que Fernando I fue el primer rey de Castilla, aunque con matices:
“EFECTIVAMENTE, SEGÚN LAS INTERPRETACIONES HISTÓRICAS TRADICIONALES, FERNANDO HEREDA EL CONDADO DE CASTILLA CON EL CARÁCTER DE REINO; ES DECIR, FERNANDO I, PERTENECIENTE A LA DINASTÍA JIMENA DE NAVARRA, SERÍA EL PRIMER MONARCA DE CASTILLA” (pág. 46).
“BERMUDO III MORIRÁ EN LA BATALLA SIN DEJAR DESCENDENCIA. FERNANDO I, HACIENDO VALER LOS DERECHOS DE SU ESPOSA SANCHA, SERÁ CORONADO REY DE LEÓN, DANDO LUGAR A LA 1ª REUNIFICACIÓN DE LEÓN Y CASTILLA”.(Pág. 47)
Se sigue jugando con el concepto de que una mentira repetida mil veces puede convertirse en una realidad. Esa supuesta primera reunificación de León y Castilla sólo supuso el regreso del condado castellano a la órbita leonesa tras unos pocos años de gobierno pamplonés.
“SEGÚN OTRAS INTERPRETACIONES HISTÓRICAS MÁS RECIENTES, FERNANDO I SIGUIRÍA (sic) SIENDO CONDE DE CASTILLA HASTA LA DERROTA Y MUERTE DE BERMUDO III, Y SÓLO ALCANZARÍA LA DIGNIDAD DE REY AL HACER SU ENTRADA EN LEÓN”.
Es llamativo que comience a cambiarse el discurso oficial, aunque, eso sí, lo vemos reducido a una especie de nota al final, mientras en el tebeo se sigue reflejando la milonga de que Castilla fue reino ya con Fernando I. Por cierto, a partir de esa página, Fernando I y sus tropas portan escudos y banderas cuartelados, o con un castillo y un león, que como se sabe fueron creación de Fernando III, bien avanzado el siglo XIII. Serán cosas del "absoluto rigor histórico" que se prometía al comienzo del cómic:
Alfonso VI y Urraca aparecen retratados como personajes torvos, con ojos oblicuos (¿con qué motivo?), frente a la majestuosidad de Sancho II (pág. 49):
La lindeza se repite en la pág. 50 con un Alfonso VI patético y cobarde en la batalla:
En la misma página, Alfonso VI se lo pasa pipa en su delicioso destierro toledano:
Pero qué pijo eres, Alfonsín |
Con la muerte de Sancho, Alfonso VI se convierte en bueno (progresivamente desaparecen los ojos oblicuos) y en la pechera luce el escudo partido de Castilla y León. En el mapa de la pág. 54 el reino figura como “Reino de Castilla y de León”, y en la misma página Alfonso toma Toledo con un estandarte cuartelado (!!) al que todavía le quedaban unos 150 años para existir:
Alfonso VI, presidente de la Junta de Castilla y León, toma Toledo en 1085. |
Chuck Cid Norris se adelanta 120 años e inventa los trabuquetes antes de tiempo.¡Qué tío! |
Sin ningún rubor, el reino ya es llamado Castilla y León, y Alfonso VII figura con un escudo partido de Castilla y de León, aunque esporádicamente se menciona al reino de León:
“EFECTIVAMENTE, EL CONDADO DE PORTUGAL, ANTES GOBERNADO POR SU TÍA TERESA Y AHORA POR SU PRIMO ALFONSO ENRÍQUEZ, QUIERE INDEPENDIZARSE DEL REINO DE LEÓN”(pág. 63).
¿¿Pero qué te han hecho en la sobrevesta, Alfonso VII?? |
Curioso destino para el primer monarca del que sabemos que portaba el león como símbolo. Además, en la toma de Almería los soldados enarbolan una bandera cuartelada, como si fuera la del reino. Alfonso VII estará revolviéndose en la tumba:
¿Las borracheras de Villalar? No, la toma de Almería. |
Esos ojillos te delatan como leonés malo, malo... |
LA CURIA EXTRAORDINARIA CONVOCADA EN LEÓN POR ALFONSO IX EN 1188 ES CONSIDERADA EL GERMEN DE LAS CORTES DE CASTILLA Y LEÓN.
Robemos al pueblo lo que es del pueblo haciendo como que contamos con el pueblo. |
A partir de ahí ya se habla de Castilla y León tan ricamente, aunque aún quedan algunos despropósitos más. Por ejemplo, en la página 91 se narra el celebérrimo acto heroico de Guzmán El Bueno, pero en ningún momento se dice que era leonés. Por si fuera poco, en la pág. 92 sale con un escudo cuartelado (!!):
Guzmán el Bueno de "Castillaleón". |
En todo el libro no hay ninguna mención al leonés como lengua romance, pero sí hay muchas al castellano, que aparece como única lengua del reino. La única excepción anecdótica es el galaico-portugués de las Cantigas de Santa María de Alfonso X. Menos mal que el leonés aparece reconocido como tal en el Estatuto, porque si fuera por la Fundición Villalar...