Esta semana comenzó con una magnífica noticia para la cultura leonesa: la asociación Faceira, en colaboración con la Cátedra de Estudios Leoneses (CEL), ha dado a la luz "Añada: revista d'estudios llioneses", que tiene la peculiaridad de usar el leonés como lengua vehicular. No es una obra divulgativa, como en ocasiones se ha dicho, sino que es una revista científica, cuyos artículos están sometidos a la rigurosa revisión por pares. Ha sido fundada y dirigida por un amigo y compañero de Faceira, el musicólogo José Ignacio Suárez García, a quien hay que agradecerle su entusiasmo y buen saber hacer. También me gustaría mencionar la desinteresada labor de Xairu López con la maquetación, y a Fernando Álvarez-Balbuena por su intensa colaboración.
La revista está disponible en línea, y os animo a que os asoméis al índice para que veáis la alta calidad de los artículos.
Pero hoy os quería hablar de mi artículo en Añada: se titula "La "memoria de treguas" de los tres Alfonsos: un paso en el camino a la independencia de Portugal", y básicamente es un análisis pormenorizado de un documento que encontré en el Archivo Histórico Nacional, y una investigación para averiguar sus autores y la posible fecha de redacción. Y es que es un documento bastante singular: ya en la primera línea se dice que es una "memoria de treguas", pero en ningún momento aporta el nombre de los autores de esas treguas, ni el año de redacción. Aunque en un principio parece que es una tregua acordada entre dos reyes (el "rex de aragon" y el "rex de leon"), en seguida aparece un tercero en discordia: el "infante de portucal", a quien tiene que hacer justicia el rey de León, devolviéndole un castillo que le había capturado.
No voy a entrar en detalles, pero por una serie de características del diploma (intitulaciones, tipo de letra...) he deducido que los protagonistas son nada menos que Alfonso I de Aragón (exmarido de Urraca I de León), Alfonso VII de León, y Afonso Henriques (Alfonso Enríquez), que sería el primer rey de Portugal. En realidad el rey aragonés solo hace el papel de árbitro, y los verdaderos protagonistas de las treguas son el rey leonés y el portugués, al que todavía no se le asigna el título regio, sino solo el de "infante". La fecha de redacción estaría entre 1128 y 1134, y en el artículo lanzo la hipótesis del 14 de abril de 1129, lo que confiere una gran importancia a este documento como un hito en la historia de la independencia de Portugal, como veremos.
LA INDEPENDENCIA DE PORTUGAL
Pero antes de seguir, veamos cómo se independizó Portugal de la corona leonesa. El germen está en tiempos de Alfonso VI de León (1065-1109), cuando este rey casó a dos de sus hijas con sendos nobles borgoñones: a Urraca, hija legítima, la unió a Raimundo de Borgoña, y a Teresa, hija ilegítima habida con la berciana Jimena Muñoz, con Enrique de Borgoña. Al primer matrimonio le concedió el gobierno de Galicia, y al segundo el del condado de Portugal (que en esta época estaba limitado al tercio norte del actual estado luso). Centrémonos en esta última pareja: tras la muerte de Alfonso VI, Enrique y Teresa trataron de aprovecharse de los conflictos entre Urraca I de León y su marido, Alfonso I de Aragón, para hacerse con más territorios. A pesar de todo, Enrique y Teresa se reconciliaron con Urraca en 1112, y se le sometieron. Enrique falleció en la primavera de ese mismo año, de manera que su viuda gobernó Portugal en solitario, si bien con el tiempo cada vez iría cobrando más importancia su hijo, Afonso Henriques, nacido en 1109. Por cierto, esta Teresa es conocida como "Teresa de Leão" (Teresa de León) en el país vecino...
Hubo mucha rivalidad entre Teresa y su hermanastra Urraca I: por ejemplo, en el verano de 1121 Teresa invadió el sur de Galicia, ocupándola hasta el valle del Miño. Parece que fue entonces cuando Teresa comenzó a usar el título de reina, si bien era una costumbre muy leonesa llamar reinas a las hijas de los reyes, independientemente de que su cargo fuera efectivo o no. Urraca se enfrentó a su hermanastra y la venció con contundencia, sitiándola en Lanhoso, pero se conformó con obligarla a firmar un tratado que renovaba su vasallaje a la corona leonesa. En 1125 Afonso Henriques, su hijo, fue armado caballero en Zamora.
Urraca I de León falleció en marzo de 1126, siendo sucedida por su hijo Alfonso Raimúndez. Tras ser coronado como Alfonso VII, viajó hasta Zamora para asegurarse de que su tía Teresa no le abriera un nuevo frente en Portugal mientras pacificaba el reino. Firmó con ella las llamadas Paces o Treguas de Ricovado (Ricobayo), en el actual término de Muelas del Pan, por las que seguramente se renovaba el tratado de Lanhoso, acordándose la paz por un tiempo determinado. Pero parece que Teresa no había renunciado a sus posibles derechos al trono, como hija (aunque bastarda) de Alfonso VI, por lo que la paz no duraría mucho: nada más firmar esta tregua Teresa se dedicó a reforzar sus castillos en Galicia, previendo futuros conflictos.
En 1127 Teresa volvió a las andadas, invadiendo partes de Galicia. Sobre la forma de actuar de la condesa portuguesa dice la Historia Compostelana que “no se dignaba a prestar ningún servicio por el reino que en nombre de aquél debía tener, sino que, poderosa en hombres, armas y riquezas, atacaba con ejército armado las fronteras de Galicia y las ciudades y fortalezas que estaban junto a Portugal”. Entre septiembre y octubre Alfonso VII castigó duramente el territorio de su tía a lo largo de seis semanas, exigiendo el reconocimiento de su autoridad. Durante esta expedición Teresa se demostró incapaz de contener a las tropas leonesas, refugiándose en Coímbra o en Viseo. En Guimarães la defensa la dirigió Afonso Henriques, su hijo: desconocemos el transcurso de las operaciones militares, pero el hispanista y medievalista Bertrand Reilly demostró que tras ellas Afonso formó parte de la comitiva de Alfonso VII, ya que en noviembre confirmó varios de sus diplomas en Compostela. A partir de ese momento Afonso Henriques fue cobrando mayor protagonismo, hasta el punto de que se enfrentaría y vencería a su propia madre en la batalla de São Mamede, a las puertas de Guimarães, el 24 de junio de 1128, momento que es considerado por algunos historiadores lusos como la fundación del reino independiente de Portugal.
En cualquier caso, Afonso se aprovechó de las luchas entre Alfonso VII y su padrastro, Alfonso I de Aragón, y realizó incursiones por Galicia durante años. Alfonso VII firmó con él una paz en Tuy en 1137, aunque la situación siguió siendo inestable. En 1139 Afonso Henriques vence a los musulmanes en Ourique, y es proclamado rey por sus enfervorizadas tropas en 1143 Alfonso VII le reconoció a Afonso Henriques el título de rey en el Tratado o Conferencia de Zamora, concediéndole además el señorío de Astorga a cambio de que se convirtiera en su vasallo. A partir de entonces el portugués aparecerá mencionado como rey en la documentación leonesa.
El 13 de diciembre de 1143 Afonso Henriques, oficialmente ya Alfonso I de Portugal, en una jugada maestra se declara “miles Sancti Petri” (caballero de San Pedro). Ello significaba que se hacía vasallo de la Santa Sede, afirmando que no reconocía ningún otro poder eclesiástico o secular, con lo que rompía su vasallaje a Alfonso VII. A cambio el Papa debía defender la honra y dignidad de su tierra, y recibiría anualmente cuatro onzas de oro. Su primo el Emperador protestó en 1148 por este trato de favor, aunque desconocemos los detalles. El papa Lucio II aceptó el vasallaje del portugués y su dinero, pero no le reconoció el título real.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE "LA TREGUA DE LOS TRES ALFONSOS"?
Como hemos visto, se pueden barajar tres fechas diferentes para el nacimiento de Portugal como reino independiente:
- 24 de junio de 1128, cuando Afonso Henriques vence a su madre en la batalla de São Mamede.
- 25 de julio de 1139, con la victoria de Afonso Henriques sobre los musulmanes en la batalla de Ourique.
- El 5 de octubre de 1143, con el Tratado de Zamora, en el que Alfonso VII le reconoce a Afonso Henriques el título de rey.
Algunos proponen una cuarta fecha bastante más tardía:
- 23 de mayo de 1179, cuando el papa Alejandro III reconoce a Portugal como un reino independiente en la bula "Manifestus Probatum".
Si queréis saber más sobre este interesante documento, os animo a que leáis el artículo en "Añada".