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EL MITO DEL DESIERTO DEL DUERO

18 septiembre, 2025

Don Claudio en su desierto (IA)
La crónica Rotense nos dice que Alfonso I de Asturias (739-757), tras sus correrías por una treintena de ciudades bajo dominio musulmán “se llevó consigo a los cristianos a la patria”. Esta frase fue interpretada por el historiador Claudio Sánchez-Albornoz para postular que esa maniobra consiguió crear un despoblado estratégico en el valle del Duero que sería muy útil para evitar las incursiones musulmanas, pues ante la falta de población y de sus cosechas los invasores no podrían avanzar hasta la cornisa cantábrica. 

Este medievalista, tomando y ampliando la idea de historiadores del siglo XIX como el portugués Alexandre Herculano o el holandés Reinhart Dozy, defendió vehementemente la existencia del “desierto estratégico”, consiguiendo que fuera aceptada por una gran parte de los medievalistas del siglo XX. Sin embargo su teoría tuvo varios detractores desde el principio, ya que presenta numerosas inconsistencias y puntos débiles. 

En primer lugar, resulta poco creíble el traslado de una gran cantidad de población desde la meseta hasta al norte, porque requeriría una dirección, unos medios y unas infraestructuras inimaginables para la Hispania del siglo VIII. Ese desierto creado artificialmente rondaría los 130.000 km2 por lo que sería una operación de tal envergadura que resultaría difícilmente aplicable incluso en el siglo XXI. Implicaría el traslado de más de medio millón de habitantes a una zona de 25.000 km2 en la que vivirían menos de 125.000 personas. 

Por otro lado, la “genialidad” de ese desierto del que habla Claudio Sánchez-Albornoz no parece tal si reparamos en que funcionaría en ambos sentidos, impidiendo las incursiones cristianas sobre territorio de al-Ándalus. Sabemos que estos ataques y razzias fueron continuos, y que en el sentido contrario los musulmanes atacaron territorio asturiano en varias ocasiones, con lo cual de haber existido no demostró una gran utilidad. Sánchez-Albornoz señaló que la mayor parte de las incursiones musulmanas tuvieron lugar por los extremos occidentales y, sobre todo, orientales del reino, lo que indicaría una voluntad de bordear el desierto, especialmente para llegar a la zona de Álava, que fue devastada en numerosas ocasiones. Pero se olvida convenientemente de que también existieron ataques frontales a través del Duero, y asimismo olvida que los caminos que llevaban a Álava también debían atravesar ese desierto.

Luis López Santos ya demostró en 1952 que los pueblos de la diócesis de León del siglo XIII seguían el santoral visigodo, con los mismos santos patronos anteriores a la invasión musulmana. Ello sería imposible si se hubiera producido esa despoblación durante décadas o siglos. En este mismo sentido se puede argumentar que sin población en la meseta se habrían perdido en el olvido los topónimos o nombres de lugares de origen prerromano, romano y germánico, cosa que tampoco ocurrió

Pero es que además tenemos noticias de ataques musulmanes a las ciudades de Astorga y León en épocas anteriores a su repoblación oficial por Ordoño I (850-866). En concreto Abd al-Karim en el 795 

“llegó hasta Medina-Asturiqa [la ciudad de Astorga] en el interior de Yilliqiyya, donde le llegó noticia que Adfuns (Alfonso II) reunía la gente de su país (…) dando anuncio a los habitantes de la llanura para que se retirasen a los altos montes del lado de la costa”. 


Este fragmento del historiador Ibn Idari demuestra sin lugar a dudas que la zona norte de la meseta estaba habitada. Tras una batalla con victoria andalusí, Abd al-Karim marchó desde allí contra Asturias, desvelando con esta campaña la inutilidad estratégica del supuesto desierto. Por su parte Ibn Idari e Ibn al-Athir hablan de un ataque musulmán a la ciudad de León algunos años antes de que reinase Ordoño I:

“En el año 231 [año 845-846 d.C.] hizo algazuar en la expedición de verano a Galiquia a Muhammad Ebnu-lAmir Abdi-r-rahman que la rodeó, sitiando la ciudad de Liyūn [León], que combatió con almajaneques [una especie de catapulta de tracción humana]; y cuando conocieron (los sitiados) que estaban perdidos, salieron de noche y se acogieron a los montes y a los lugares pantanosos, y él quemó lo que había en ella, y como pensara destruir su muro halló que tenía diez y siete o diez y ocho codos [casi diez metros], y lo dejó y se metió por el país de la cristiandad, robando y cautivando.”

Los soldados andalusíes ante Liyūn (IA)
Estos testimonios descartan por completo que ambas ciudades estuviesen en manos musulmanas después de las guerras civiles entre bereberes y árabes. Y demuestran que las comarcas septentrionales de la meseta norte no estaban desiertas, a pesar de lo que diga la crónica Rotense. Ahora bien: ¿Por quién estaban habitadas? Aunque no tenemos más testimonio que la Albendense, hemos de suponer que por súbditos de los reyes asturleoneses, lo que demostraría una pervivencia de la Gallaecia como marco ya inicial del reino cristiano, y que explicaría el uso del nombre de esa provincia romana por parte de los musulmanes y de otras potencias extranjeras. Algunos historiadores, en cambio, piensan que tanto en esas ciudades como en las zonas rurales vivían gentes independientes de cualquier poder centralizado que con el tiempo se vieron absorbidas por el reino asturleonés. En cualquier caso, es innegable que las ciudades al sur de la Cordillera contarían con una población muy escasa, y que no jugarían un gran papel en el sistema organizativo y administrativo del reino hasta su repoblación “oficial” en tiempos de Ordoño I. 

Sánchez-Albornoz también usaba como argumento a favor del desierto las repoblaciones y fundaciones de pueblas y polas, aduciendo que se realizaban en zonas despobladas. Sin embargo sabemos que se llevaron a cabo a lo largo de toda la Edad Media, y por toda Europa, y muchas veces en zonas densamente habitadas. Y es que las repoblaciones no consistían en ocupar lugares deshabitados mediante el traslado de gentes de origen foráneo, sino más bien en reorganizar políticamente esas zonas, introduciéndolas de pleno en el sistema administrativo del reino asturleonés. 

Las crónicas cristianas no mencionan la existencia de semejante desierto. Se puede aducir que estas fuentes son por lo general muy lacónicas y aportan poquísima información, por lo que obvian mencionarlo. Pero resulta muy llamativo que las crónicas musulmanas, mucho más extensas y detalladas, tampoco lo mencionen. Tan sólo existen dos posibles referencias: 

  • La primera es del historiador Abenalcotía, que dice que en tiempos de Mohamed I los rebeldes Ibn Marwan y Sadun al-Surunbaki “se mantuvieron en su yermo [o desierto] entre las comarcas musulmanas y cristianas”, aunque sabemos que Ibn Marwan tuvo su base de operaciones en la actual provincia de Badajoz, y al-Surunbaki en la ciudad de Oporto, con lo que es difícil que ese pasaje se refiera a un desierto que cubriría toda la cuenca del Duero
  • La segunda es de Ibn Idari, que afirma que Abderramán III “tardó cinco jornadas en atravesar el gran desierto a lo largo del río Duero” en una marcha que hizo desde Clunia hasta la zona de Tudela. De esta última cabe destacar que menos de la mitad de esa ruta atraviesa tierras del Duero (su extremo más oriental), por la actual provincia de Soria. Da la casualidad de que la mayor parte de la marcha se hizo por Navarra, que no pertenece precisamente a la cuenca del Duero, con lo cual es una noticia geográficamente inexacta. Por otro lado, esta marcha atravesó el camino que los musulmanes usaron en la mayoría de sus incursiones del siglo IX, lo que descarta que lo hicieran para evitar el “desierto estratégico” de Sánchez-Albornoz. 

Pero existen varios testimonios musulmanes que desmienten la existencia del desierto. Ibn Hayyan dice en su Al-Muqtabis que Abderramán III, en una de sus campañas atacó la zona de Burgo de Osma y Gormaz (Soria), y que 

“enterándose de la escasez que había este año en la región de las fortalezas del Duero del tirano Ramiro hijo de Ordoño, rey de Yiliqiyya, a las que se dirigía, y su premura en segar lo plantado en algunas para impedir que lo aprovechasen los musulmanes que los atacaban, hasta el punto de no ofrecer mantenimiento al ejército, al-Nasir [apodo de Abderramán] temiendo estrecheces para los suyos desistió de su proyectada penetración de castigo, pareciéndole más oportuno y seguro regresar”. 

Este fragmento demuestra que en la cuenca del Duero había población que mantenía cosechas, aunque en tiempo de carestía no podrían mantener ni a sus propias tropas ni a los enemigos que los saqueasen. Cuando el mismo Ibn Hayyan relata la batalla de Simancas, narra con mucho detalle el itinerario seguido por Abderramán III, cuyo gigantesco ejército (unos cien mil infantes y un número indeterminado de hombres a caballo) atraviesa directamente la cuenca del Duero. Y no solo eso: tras la leve derrota inicial, sus tropas se dedicaron a pasearse durante semanas ese teórico desierto, recorriendo unos 200 kms. de oeste a este y pasando casi un mes en total en él, sin que sepamos cómo pudo mantenerse semejante multitud en una zona supuestamente despoblada y sin cultivos. 

Por último Ibn al-Kardabus, un historiador musulmán de finales del siglo XII, expone el siguiente diálogo entre el moribundo Almanzor (Ibn Abu Amir) y su hayib o chambelán:

"Si Dios me hubiese inspirado devastar lo que conquisté y vaciar de habitantes lo que dominé, y yo hubiese puesto entre el país de los musulmanes y el país de los cristianos diez días de marcha por parajes desolados y desiertos, aunque [éstos] ansiasen hollarlos, no llegarían al país del Islam sino en jirones, por la cantidad [necesaria] de provisiones de ruta y la dificultad del objetivo". Entonces le dijo el hayib: “Tú estarás en paz en breve: ordena, pues, eso que has pensado”. Él le respondió: “¡Largo de aquí!, no me vengas con historias. ¡Por Dios!, si yo curase y ordenase lo que has indicado, en verdad la gente diría: Ibn Abu Amir enfermó, y su enfermedad adueñándose de su cerebro le ha vuelto loco y necio, ha devastado el país de los musulmanes y al evacuarlo lo ha despoblado”. 
Almanzor imaginando su desierto (IA)

Este importante (e ignorado) testimonio expresa el deseo del caudillo musulmán de haber creado un desierto estratégico para evitar las expediciones cristianas sobre al-Ándalus, lo que demuestra precisamente que semejante desierto nunca existió. También reconoce que de haberlo hecho lo habrían tomado por loco al despoblar territorio musulmán, con lo que desecha la idea por irrealizable y fantasiosa. 

Aún admitiendo que la submeseta norte efectivamente debió estar muy poco poblada (con una densidad de población que podría rondar los cinco habitantes por kilómetro cuadrado), hay que matizar mucho la existencia de semejante constructo, o sencillamente descartarla. Esto abre muchas preguntas sobre cuál sería la organización, cultura, lengua, religión, etc. de los habitantes de las zonas fronterizas, pero al haber estado apartados de los poderes centrales es muy probable que nunca conozcamos cuál fue su historia. A falta de fuentes escritas, tan solo la arqueología está arrojando alguna luz sobre ello, corroborando que el desierto solo es un mito historiográfico....

BIBLIOGRAFÍA

-CHAO, PRIETO, Ricardo. "Historia de los reyes de León". León, 2017.

-DOZY, Reinhart P. “Historia de los musulmanes de España”. Madrid, 1984.

-FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Francisco (ed.) “Historias de al-Ándalus por Aben-Adhari de Marruecos”. Granada, 1860.

-GIL FERNÁNDEZ, Juan; MORALEJO, José L. (eds.). “Crónicas asturianas. Crónica de Alfonso III. Crónica Albeldense”. Oviedo, 1985.

-GONZÁLEZ GARCÍA, Alberto. La proyección europea del reino de Asturias: política, cultura y economía (718-910). EN “El Futuro del Pasado, n.º 5”. Salamanca, 2014. Págs. 225-298.

-LAFUENTE Y ALCÁNTARA, Emilio (ed.). “Ajbar Machmua (Colección de tradiciones)”. Madrid, 1867.

-LÓPEZ SANTOS, Luis. Santos titulares en la Diócesis de León. EN “Archivos Leoneses nº 11”. León, 1952. Págs. 5-58.

-MAILLO SALGADO, Felipe (trad.) “Historia de al-Ándalus: Ibn al-Kardabus”. Madrid, 2015.

-RIBERA, Julián (ed.) Historia de la conquista de España por Abenalcotía el Cordobés. EN “Colección de obras arábigas de Historia y Geografía que publica la Real Academia de la Historia. Tomo Segundo”.Madrid, 1926.

-VIGUERA, María Jesús, y CORRIENTE, Federico (trads). “Crónica del califa Abdarraḥmān III An-Nāṣir entre los años 912 y 942 (al-Muqtabis V): por Ibn Hayyan de Córdoba”. Zaragoza, 1981.


Por otra parte, permitid que os recomiende estos dos libros míos: 

FIESTA DE LAS LHÉNGUAS EN PICUOTE (MIRANDA DE L DOURO, PORTUGAL)

26 septiembre, 2023

Aproveitando que todavía ye güei el día de las Llenguas d'Europa, voi facer una pequeña crónica d'un alcuentru que tuviéramos estos días. Y ye qu'esti pasáu fin de sumana celebróuse la Fiesta de las Lhénguas en Picuote (Miranda l Douro, Portugal), cono subtítulu "Bozes i falas ne l spácio sturo-lhionés". Estaba organizao pola asociación "Frauga", a quien quería felicitar dende eiquí tanto pola idea cumo pola execución de lo qu'está chamáo a ser un puntu d'alcuentru d'asociaciones e instituciones defensoras de la llengua asturllionesa de todo'l dominiu llingüístico. 

You acudí´l vienres 22, na compañía de Nicolás Bartolomé, representando a Faceira. Sicasí, cheguemos a la tarde, por razones de trabayu. Xunto a António Bárbolo y Denis Soria asistimos a la presentación de Travizco, una app pa facer senderismu y turismu por Portugal, y qu'agora incorpora rutas por Picuote. Foi un pracer alcontranos con ellos tras estos años de pandemia: António foi la primer persona que sentí falar mirandés, nuna charra que diera pa l'asociación Furmientu en Zamora, y a Denis tenía ganas de atopalu pa concoelu meyor, porque ye un rapaz bien prestosu, y con él ye difícil aburrise. 
Banderines multillingües
Un de los verracos o cochinos ástures de Picuote. Nun solo los tuvieran los vettones...
Con António Bárbolo, Denis Soria y Nicolás Bartolomé.

Tras cenar disfrutemos de los prestosos conciertos de "Músicas da Raya" (grupu compuestu pol mirandés Paulo Meirinhos y el zamoranu Luis Antonio Pedraza) y de "Buxane" (grupu de folk de pal.luezu compuesto pol l.lacianiegu Sabu y pol ponferradinu Sergio)

Músicas da Raya
Buxane
Adespuéis marchemos a durmir pa Malhadas, nún albergue cedido pola organización. A la mañana del sábadu nun tuvimos tiempu pa mercar dalgunas fogazas del deliciosu pan de esi puebru. Sicasí, almorcemos en Miranda, y pudimos mercar dalgunas garrafinas d'aceite d'oliva a buen preciu (cuasi la metá del d'España).
Cheguemos a Picuote xustu pa ver el final de la "música pu las rues" y l'abertura del ciclu "La boç de las lhénguas" nel Ecomuseu Terra Mater. Entamemos con un documental d'Iniciativa pol Asturianu tituláu "De güeles a nietes. El retu de la tresmisión xeneracional del asturianu". Darréu tocóume falar en representación de Faceira, cona ponencia titulada "La situación actual del llionés y el llabor de l'asociación Faceira". 
Un servidor falando de Faceira y el llionés.
A continuación falóu Denis Soria por "El Teixu", destacando l'asturllionés cumo llengua común, y el llabor d'El Teixu. 
Denis Soria falando d'El Teixu
Adespuéis tocóu-ye'l turnu a mieu amigu Alcides Meirinhos, escritor y miembru de l'Associaçon de Lhéngua i Cultura Mirandesa, cona ponencia "Ourrieta las Palabras. Bibliotecas Bibas", onde expuso, ente outras cousas, l'enorme llabor que tien feito atropando la microtoponimia de toda la Tierra de Miranda. 
Alcides Meirinhos
Pa rematar la mañana, fecimos una charra informal ente las asociaciones, y aconceyémonos pa xantar n'amor y compañía. Eso sí, ensin dexar de "tocar la llengua".
Rematada la xanta, salimos a dar una vuelta polos puestos de las distintas asociaciones, onde se podían mercar los sous llibros, discos, etc. ¡Mueitas gracias a los rapaces voluntarios que xestionoron el puestu de Faceira!
Alcides y el puestu de l'Associaçon de Lhéngua i Cultura Mirandesa
Nicolás y el puestu de Faceira
A la tarde entamemos cona ponencia "O Portexo, lengua falada nun solo lugare", a cargu de Francisco Blanco Corrales y Óscar Justo Blanco, representando al Ayuntamientu de Porto (Zamora). Foi bien prestosu y interesante, porque you nun conociera esa variante del gallegu con dalgunos raasgos asturllioneses. Prestoron especialmente los tres textos fotocopiaos que nos apurrieran.
Francisco Blanco y Óscar Justo
Xosé Ramón Iglesias
L'Associaçon FRAUGA estuvo representada por António Bárbolo Alves, quien falóu de "la fraga, la frauga i l mirandés: 20 anhos cun la lhéngua i la cultura mirandesa"Hubo una ponencia de l'Academia de la Llingua Asturiana, a cargu de Xosé Ramón Iglesias, falando de la hestoria, funciones y planes de futuru d'esta institución. 
António Bárbolo Alves
Pa rematar participóu Jesús González Vizán, de l'Asociación Furmientu, de Zamora, quien contóu las actividades de la sua asociación, y repartióu exemplares de "El Llumbreiru"
Jesús González Vizán
Nicolás y you teníamos que tornar pa Llión, pero on tuvimos tiempu pa visitar el cercanu y afayadizu miradouro de la Peinha de l Puio, onde pudimos disfrutar de las meyores vistas sobro'l Douro con tódolos participantes de la xornada. 
Con Antonio (que cada vez aseméyase más al nunca esqueicidu Amadeu Ferreira) y Nicolás no Miradouro de la Peinha de l Puio
You ya estuviera en Picuote nel añu 2016 (nel Ancontro Anternacional d'Ambestigadores "La lhéngua mirandesa"), pero nun canso del llugar y, mueito menos, de mía amada Tierra de Miranda. 
Tornéi pa casa cansadín por una mormera, pero encantáu por retomar contactu cona xente de todo'l dominiu llingüíscu despuéis del parón de la pandemia. L'eventu llogróu anímame nunos tiempos qu'andaba murniu cono tema llingüísticu.
Dende eiquí, agradecer una vez más a los asistentes, a la FRAUGA, y sobre todo a António Bárbolo pola sua amabilidá y por ser tan buen paisanu.

"JOVELLANOS EN LEÓN. LA CIUDAD Y EL CAMINO", DE ANTONIO T. REGUERA

13 junio, 2023

El ILC (Instituto Leonés de Cultura) ha decidido dar un "emburrión" a la colección "Breviarios de la calle del Pez", actualizándola y ampliándola con nuevos títulos. Uno de ellos ha sido, precisamente, el titulado "Jovellanos en León. La ciudad y el camino", cuyo autor es Antonio T. Reguera, catedrático de Geografía Humana de la ULE, y exprofesor mío. Guardo muy buen recuerdo de él y de sus explicaciones de los solsticios y los equinoccios, de tal forma que las sigo utilizando en mis clases de Geografía de 3º de la ESO. 

Antonio tiene más de veinte libros en su haber, muchos de los cuales unen Geografía y León. Su tesis, allá por el año 87, se tituló “La ciudad de León: análisis dialéctico de su construcción y de la política de planeamiento local”. 

Tal y como puede leerse en la nota de prensa emitida por el ILC, El profesor Antonio T. Reguera Rodríguez expone y analiza muchos de los afanes del famoso escritor, político y jurista gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) en relación con la provincia de León. El volumen es el segundo publicado por la institución tras el amplio proceso de rediseño y modernización al que se sometió a esta serie editorial, plasmado en el anterior ‘Aventando cenizas. Estudio comparativo entre el Ordenamiento de León de 1188 y la Gran Carta inglesa de 1215’, de José Ramírez Santibáñez. 

En esta nueva publicación, su autor muestra cómo Jovellanos dio a conocer la gran riqueza documental que halló en los archivos y bibliotecas de la capital leonesa, preocupándose especialmente por difundir su patrimonio histórico-artístico. 

“Fue el promotor de la creación de la Sociedad Económica de Amigos del País, concebida como plataforma para el desarrollo provincial. Y promovió, gestionó y dirigió el proyecto de Camino entre Asturias y León”, sintetiza Antonio T. Reguera. El propósito del ilustrado “era el de trascender las geografías regionales y acercar a los pueblos a una misma idea de progreso. El Camino, al igual que la ciudad, significaba intercambio económico, interacción social y transmisión cultural”, explica.

El libro complementa un título anterior de la colección, ‘Jovellanos y León’ (nº40, 1989), reedición de un opúsculo publicado en 1925 por el historiador Eloy Díaz-Jiménez y que contó con introducción, contextualización y selección de los viajes de Jovellanos por tierras leonesas a cargo de Rogelio Blanco Martínez. 

“En este libro, me he centrado en sus estancias en la ciudad y en el reiterado tránsito por la ruta del Pajares, la del trazado del camino central entre Asturias y León”, indica el autor en el preludio. Y es que las reflexiones del gijonés en torno a la idoneidad, ubicación y construcción de esa importante infraestructura viaria ocupan buena parte de la obra. Las múltiples preocupaciones e intereses del político y escritor quedan reflejadas en unos escritos en los que tienen cabida desde lo geográfico a lo económico pasando por lo social, lo cultural, lo paisajístico… En un determinado momento escribe Jovellanos: “Todo es bello a una y otra parte, todo sublime, todo grande. Si se hace este camino, será el encanto de los viajeros, singularmente de aquellos que sean dados a la contemplación de la naturaleza”.

Antonio T. Reguera Rodríguez es profesor de Geografía en el Departamento de Geografía y Geología de la Universidad de León. Entre otras obras ha publicado sobre este tema, recientemente, el libro ‘Viajes, discursos y mapas. Estudios sobre la obra geográfica de Gaspar Melchor de Jovellanos’ (Berlín, Peter Lang. 2021).

Como el resto de títulos editados desde el Departamento de Publicaciones del Instituto Leonés de Cultura, ‘Jovellanos en León’ puede adquirirse en librerías y en la propia sede del ILC (calle Puerta de la Reina, 1, León) al precio de 9 euros. El catálogo con las obras publicadas por esta institución y disponibles para el público general puede encontrarse en https://www.institutoleonesdecultura.es/publicaciones/.

Fuente.
Aquí podéis escuchar la entrevista: https://cadenaser.com/castillayleon/2023/06/13/historia-de-leon-jovellanos-y-su-relacion-con-leon-radio-leon/

¿ÁSTURES OU ASTURES? ¿ÁSTURA OU ASTURA?

17 mayo, 2023

Escribí ya va bien d'años un articulín sobro la evolución histórica del topónimu "Ástura", que resultóu en "Esla".  Sicasí, güei quería falar de l'acentuación de los sous derivaos "ástur" y ´"astures" 

Está xeneralizao l'usu de “astur” y “astures”, onque nun ye correcto, ya que al traviés del estudiu del latín sabemos que la “U” de ASTŬRA y ASTŬRES yera una vocal breve, polo que la vocal tónica –aquella na que recae l'acento– tenía que ser necesariamente la precedente (en latín la tonicidá depende mecánicamente de la cantidad de la sílaba). Ye la chamada "llei de la penúltima", porque si la penúltima sílaba yera llarga, l'acentu cayía enriba d'ella; si yera breve, cayía na antepenúltima. Cumo la sílaba -TU- yera breve, polo tanto l'acentu cayía en AS-.

Onque hai algún usu de la palabra nas crónicas de Alfonsu III, polo xeneral "ástur" y "ástures" dexonon d'usase na Edá Media. Cuando fonon recuperadas muito más tarde polos eruditos, pesóu l'acentuación de la mui usada palabra "Asturias", que lleva la tónica en -tu-, de forma correcta, porque la penúltima sílaba en latín, -RI-, yera breve. Y d'ahí el usu xeneralizao de "astur" y "astures" en llugar de ástur y ástures.


VÍDEOS DE LAS JORNADAS "LAS LENGUAS DEL CAMINO: EL CAMINO DE LAS LENGUAS"

11 septiembre, 2022

A lo largo de la semana que termina han tenido lugar las III Jornadas "León, Cuna del Parlamentarismo", tituladas en esta ocasión "Las lenguas del Camino: el camino de las lenguas". Organizadas por la Concejalía de Acción y Promoción Cultural del Ayuntamiento de León, y coordinadas por un servidor, tuvieron lugar del 5 al 9 de septiembre de 2022 en el Palacio del Conde Luna de León ciudad. 

Os dejo aquí la lista de reproducción de las seis conferencias, aunque podéis visitar este enlace para ver la lista de reproducción, por si queréis seleccionar un vídeo concreto. El orden es:

-Día 5, lunes: Catalán y aranés: Ramón Sistac i Vicén .

-Día 6, martes: Aragonés: Guillermo Tomás Faci.

-Día 7, miércoles: Castellano: Inés Fernández-Ordóñez;

y Euskara: Ander Ros Cubas.

-Día 8, jueves: Leonés: Fernando Álvarez-Balbuena García .

-Día 9: Gallego: Francisco Xosé Dubert García.

En la descripción de cada vídeo podéis leer un pequeño currículum de cada conferenciante. Menos los dos primeros, los demás vídeos están disponibles en dos formatos: uno grabado con el móvil, y otro que incluye la presentación. 

EL REINO DE LEÓN EN "LOS QUARENTA LIBROS DEL COMPENDIO HISTORIAL" DE ESTEBAN DE GARIBAY

02 julio, 2020

Esteban de Garibay y Zamalloa fue un historiador vasco (aunque él se identificaba como "cántabro") del s. XVI que trató en persona a Felipe II, y que compuso distintas obras de temática histórica e incluso heráldica ("Letreros e insignias reales de todos los serenísimos Reyes de Oviedo, León y Castilla"). Gracias a ello fue nombrado Cronista real en 1592.  
En estos días he estado ojeando el primer volumen de su obra "Los XL libros d'el compendio historial de las chronicas y vniuersal Historia de todos los reynos de España", en el que hay algunas cosas que os pueden llamar la atención. Aviso que he realizado la transcripción tratando de ser fiel a la ortografía del original, limitándome a sustituir las s altas (que parecen una f) por las s modernas, y desarrollando las escasas abreviaturas:
  • -En primer lugar, y como fue frecuente durante siglos, cuenta a Alfonso I el Batallador (marido aragonés de Urraca I de León) como Alfonso VII, por lo que Alfonso VII "el Emperador" figura como Alfonso VIII, y Alfonso IX de León aparece como Alfonso X. 
  • -A los reyes asturleoneses los denomina "Reyes de Oviedo y León", “porque el reyno de Ouiedo, que agora se llama principado de Asturias, a quien en el titulo Real sucedió Leon, fue el primer reyno, que tomó titulo Real de Principes Christianos, despues que en España entraron los Moros” (p.389)
  • -Cuenta a Pelayo como primer rey de León, en virtud de una confusión histórica de la que ya os hablé a cuenta de su escultura en el Arco de la Cárcel de la capital leonesa. Sin embargo, Esteban de Garibay no se acaba de creer esta historieta, y además da su particular visión de cuál fue el primer rey de León:
"TOMADA la ciudad de León, refieren los auctores, que luego el Rey Don Pelayo se intituló Rey de León, como de pueblo mas principal, que posseya, pero esto no es cierto, aunque ninguno deue tener a cosa rara, y muy de notar, auerse intitulado los Reyes sus successores d'el titulo de vna ciudad, porque primero que el hizieron lo mesmo los Emperadores de Roma y Constantinopla, que siendo Monarchas d'el mundo, y posseyendo tantos y tan espaciosos reynos y prouincias en la Europa y Asia, y África, tomauan los titulos de Roma y Constantinopla, por ser las cabeças y casa y corte suya ordinaria. Pues de la mesma manera los R.eyes de Ouiedo y Leon, Cordoba, Seuilla, Toledo, Granada, Valencia, Murcia, y de otras partes lo hizieron en España, intitulándose d'el mayor y mas insigne pueblo, que posseyan. Assi en los priuilegios antiguos los Reyes de Nauarra se intitulauan Reyes de Pamplona,y los de Portugal de la ciudad de Porto, y los de Castilla algún tiempo se intitularon Reyes de Burgos, como consta por memorias d'el mesmo tiempo, y por tanto he querido aduertir d'ello a los Lectores. La mayor parte délos veynte y tres Reyes, que la común opinión llama de Leon, se intitularon de Ouiedo, especialmente hasta el Rey Don Ordoño el segundo, aunque lo que por mas cierto se puede afirmar es hasta el Rey Don Ramiro el segundo, que segun consta por los antiguos priuilegios y otras escripturas, que yo he podido ver, y descubrir, fue el primer Rey, que halló intitularse siempre, reynar en Leon, dexando el titulo primitiuo de Ouiedo, como lo notaremos en su historia. Esto mesmo da a entender el veer y confiderar, que ninguno de los Reyes primeros consta por algún auditor, que se viesse enterrado en la ciudad de Leon, hasta el Rey Don Ordoño el segundo, que fue el primer Rey, que se sepultó en Leon en la yglesia Cathedral de Sancta Maria la Mayor, que el mesmo auia edificado, como la historia lo yra mostrando, pero en Ouiedo es cosa cierta, como en ciudad, cabeça de lo que por alli era posseydo de Christianos, auerse enterrado la mayor parte de los Reyes, que sin fundamento legitimo, los llaman deLeon, auiendose ellos mesmos llamado y intitulado de Ouiedo. Al contrario despues que tomaron el titulo Real de Leon, todos ellos excepto el Rey Don Ramiro el tercero, que fue sepultado en el monesterio de Destriana, y despues de algunos siglos trasladado a la yglesia cathedral de Astorga, se enterraron en la ciudad de Leon, como en pueblo, cabeça d'el reyno".(p. 397)
  • También le atribuye a Pelayo el haber adoptado el león rampante, si bien con dudas:
"(...) tomó insignia propria y partjeular, conuiene a saber, vn leon rapante roxo de purpura, en campo de plata. Pudo bien tomar el Rey Don Pelayo el León roxo y ra(n)pante por armas, en significacion, a mi parecer, de que como el leon es Rey de todas las animalias quadrupedes (sic), que assi los Reyes sus successores auian de ser señores sobre los Principes barbaros de España, animales que carecen d'el sentido necessario de la lumbre de nuestra Sancta Fe. Tambien pudiera hazer con intento, que como el león de su natura es brauo, despues que en sangre humana se ceua, assi los Efpañoles despues de cebados y encarnizados en sangre barbara y infiel, siendo animosos como leones, recuperarian las tierras de España de poder de Moros.
La color roxa de leon significa sangre, con cuya effusion se auia ello de hazer, y el estar ra(n)pante podía significar la continua pelea, que con los Moros enemigos suyos y de su religion auian de tener. Que estas armas y isignias Reales fuessen de appellido, y que no el Rey Don Pelayo, sino alguno de los otros Principes sus fucessores, que dexado el titulo antiguo y primitiuo de los Reyes de Ouiedo, se llamaron Reyes de León, viniessc a tomar, no solo es difficil de creer, mas a mi juizio muy verisimil (sic), porque como a la verdad, largos años despues d'este tiempo fue la ciudad de Leon constituida por cabeça y metropoli de reyno, como en su lugar lo diremos, no me fatisfaze mucho, que d'este Principe vuiessen sido estas insignias, segun Florian, y otra grande caterua de historias, que a el siguen, lo publican, porque assi por auerse llamado primero esta ciudad Legio,segun queda escripto, como porque el Rey Don Pelayo y la mayor parte de los Reyes que hasta el Rey Don Fernando el primero le succedicron, se llamaron Reyes de Ouiedo. Digo que qualquier principio, que esta insignia Real vuiesse tenido, fue cosa acertada, tomar al león por armas por el reyno y ciudad de Leon, agora fuesse siendo insignia de apellido, porque este fuerte animal, Rey de los quadrupedes, que es el quinto en la orden y numero de los doze signos celestes, domina, y señorea particularmente sobre la mesma ciudad de León, segun la doctrina de los Astronomos, agora lo fuesse, teniendo atención, que entre los miembros d'el cuerpo domina sobre el coraçon, de que son tan animosos y señalados los Españoles, como a ambos mundos viejo y nueuo consta. Por tanto el Rey Don Pelayo, o qualquiera de los otros Reyes fus successores tuuieron justas consideraciones en tomar al leon por deuisa y insignia de sus escudos Reales" (p. 398).  
 
Pero de lo que quería hablaros hoy principalmente es de los términos en que delimita el reino de León unas páginas antes. Como veréis, habla de lo que hoy llamaríamos la Corona leonesa. Nótese que no emplea el término "reconquista", acuñado en el s. XIX, pero al igual que en otras partes de la obra sí que habla de "recuperación de España", que viene a ser lo mismo. Y que da la etimología de Extremadura propuesta por Florián de Ocampo (la correcta), pero que prefiere la de Jerónimo Zurita (la tan traída y llevada "Extrema Dorii"). Por cierto, también es muy llamativo el detalle con el que traza la frontera entre León y Portugal.

"LA ciudad de Leon al tiempo que cobró titulo Real y cabeça de reyno, comprehendió y abraçó cn si al titulo de Obiedo, y debaxo d'el nombre de reyno de Leon vino a entenderse, no solo Obiedo con sus Asturias, mas tambien Galizia con otras prouincias, y por tanto la descripcion que d'estos reynos se hará, sera debaxo de denomacion de reyno de León. El qual surtió este nombre de la ciudad de Leon, cabeça suya, pueblo insigne y bien conoscido, que segun en la narración d'el Emperador Marco Vlpio Trajano lo escreuimos, se llamó Lcgio, de donde se dixo Legion, y agora Lcon,cuyo assiento es en lo llano a pocas leguas de las vertientes de las montañas de las Asturias dc Ouiedo, de la qual ciudad dista veynte y dos leguas. El reyno de Leon, aunque en el principio de la recuperación d'España contenia terminos no muy anchos y espaciosos, defpues mediante la diligencia de fus Catholicos Reyes, vino a estenderse grandemente, tomando de poder de infieles muchas prouincias, cuyos limites son estos, scgun la opinion comun, que entre los doctos varones se platica, especialmcte de Florian do Campo. 
POR la parte Septentrional tiene al Mar Oceano, començando desde los confines de Portugal, de donde las aguas d'el rio Miño entran en el mar, corriendo todas las Marinas de Galizia y Asturias de Ouiedo hasta Llanes y Colombres.   
Por las partes de la tierra tiene a Castilla, desde estos pueblos hasta la sierra y las montañas de Pernia [la comarca palentina de Pernía], tirando la linea recta, y desde la sierra de Pernia, donde el rio Carrion tiene su origen, van las aguas d'el rio Carrion diuidiendo a Leon y Castilla, hasta que este rio cerca de la villa de Dueñas, topando con Pisuerga, pierde su nombre, y despues Pisuerga haze la mesma diuision de los reynos, hasta entrar sus aguas en Duero junto a la villa de Simancas. Despues es el limite d'estos reynos vn rio pequeño, llamado Heban [actualmente conocido como río Trabancos], que vna legua mas abaxo de la villa de Tordesillas, llamada primero Oter de Sillas, entra en Duero, y haze la particion por el corriente arriba, hafta que en el entra otro rio menor, llamado Regamon [río Regamón], junto a vn lugar, llamado Horcajo de las Torres. De alli quedando cn el districto de Castilla Flores de Auila, y el lugar de la Crux, y la mitad de Hechagarcia (?), pertenesciente al obispado de Auila, que la otra mitad pertenesciente al de Salamanca, cae en el districto de Salamanca, va la linea a Horcajo de Medianedo [Horcajo de Medianero, Salamanca], que en su diuision de reynos y obispados haze lo mesmo que Hechagracia (sic). D'esta manera corre la linea hasta las montañas, que salen de Bonilla de la sierra [provincia de Ávila], que es del districto de Castilla, en cuyas faldas está Horcajo de Medianedo, de donde assi como las mesmas montañas van corriendo,hasta dar cn Portugal,eran linderos y mojones entre los reynos de Leon y Castilla, hasta que despues los Reyes de Leon estendiendo mas sus limites de poder de Moros, añadicron a sus estados en los tiempos, que en la historia de Castilla lo señalará nuestra obra, otras tierras d'esta otra parte de las montañas en la prouincia llamada agora Estremadura. Cuya denominación tratando d'esta mefma materia, puesto caso que Florian do Campo dize, quc fue por auer sido estas montañas estremo y baluarte entre los Christianos y Moros de aquellas partes, y que por esto se dixo Estremadura, tengo yo en esto por mejor y mas firme opinion, auerse dicho, por ser estremos de Duero, como lo nota Hieronymo Curita (sic).   
ESTA prouincia, llamada agora Estremadura, excepto la mayor parte de lo perteneciente al obispado de Plasencia, es d'el districto d'el reyno de Leon, especialmcntc Montanjes [Montánchez, Cáceres], Medelin [Medellín, Badajoz], Merida y Badajoz, y Alburquerque y sus tierras, y en lo restante de los limites de tierra hasta boluer a las Marinas, donde el rio Miño entra en el mar, que es el principio de nuestra descripcion, confina el reyno de Leon en todo con el reyno de Portugal, siendo desde mas abaxo de Badajoz las aguas de vn rio pequeño, llamado Caya [Río Caya, Portugal-Badajoz], que no lexos de la mesma ciudad entra en Guadiana, limite y diuision hasta su nascimiento entre las tierras d'el reyno de León y las de Portugal. Luego la linea desde el nascimiento de Caya hasta topar con el rio Tajo, va por tierra, auicndo distancia de diez y seys leguas desde Guadiana, hasta topar conTajo, assi en todo lo que corren las aguas de Caya, como en lo que ay de tierra. Despues que con Tajo topamos, la atrauessamos, y va la raya por tierra en espacio de obra de treynta leguas hasta vn pueblo dePortugal, llamado Frexo de Espadacinta [Freixo de Espada à Cinta, Portugal] que está cerca d'el rio Duero, y luego las aguas de Duero en diez leguas son mojón y limite entre Leon y Portugal, hasta cerca de Miranda, ciudad obispal de Portugal. Despues la raya de los reynos va por tierra en doze leguas,o poco mas, hasta la villa de Bragança, que tambien es d'el districto de Portugal, y desde Bragança va la linea por tierra en otras doze leguas hasta otra villa del mesmo reyno, llamada Chaues, de la qual se continua la linea por tierra en diez y seys leguas, hasta topar con el rio Miño, seys leguas antes que entre en el mar,y en estas seys leguas las aguas d'el mesmo rio hasta fenecer en el mar, son el mojón de los reynos. Esta pues es la circumferencia d'el reyno de Leon, cuyo ámbito hemos breuememte andado, desde que Miño entra en el mar, hasta bolucr al mesmo puesto, auiendo dado buelta, a todos los limites pertenescientes a sus regiones. En las quales ay muchas principales y insignes poblaciones, pero las ciudades, que tienen sillas episcopales, son la mesma ciudad de León y Salamanca, Çamora, Coria, Ciudad Rodrigo, Badajoz, Sanctiago de Galizia, Astorga, Tuy, Lugo, Orense, Mondoñedo y Ouiedo, que son treze, y entre ellas es yglesia Metropolitana, la de Sanctiago, y dos exemptas, que son Leon y Ouiedo. De los limites d'el reyno de Castilla, porque hablaremos en el principio de fu historia, no trararemos d'ello en este lugar, remitiendolo para su propria narracion" (pp. 390-391).

VÍDEO SOBRE LAS ÓRDENES MILITARES EN EL REINO DE LEÓN

16 abril, 2020

¡Cuanta falta hacían vídeos de esta calidad! Del grandísimo Ricardo Escobar:

HISTORIA DE LOS REYES DE LEÓN: MI NUEVO LIBRO

11 abril, 2017

Hoy hace justo una semana que llegó a mis manos el primer ejemplar de "Historia de los reyes de León", mi último libro. Se trata de un encargo que me realizó Joaquín Alegre, alma mater de la editorial Rimpego. Estoy muy orgulloso, porque escribirlo ha sido una ardua tarea, ya que ha requerido un gran trabajo de investigación, documentación y redacción a lo largo de más de tres años (el primer capítulo lo inicié el 1 de octubre de 2013). 

Como su propio nombre indica, esta obra está dedicada principalmente a los monarcas del reino leonés, aunque puede llamar la atención el subtítulo: "De Pelayo (718) a Juan I (1300)". Y es que una vez más he optado por alejarme del tan manido año 910, y buscar las razones más remotas que llevaron a que León fuera el origen del principal reino de la alta y plena Edad Media hispanas. Al igual que en "El encargo del rey", estas raíces hay que rastrearlas en la Hispania prerromana, por lo que la primera parte (algo menos de 50 páginas) está dedicada a los ástures, los romanos y los reinos germánicos. 

A continuación hay otra parte, de unas 45 páginas, centrada en los "reyes asturianos", pero dejando bien claro que son inseparables de los reyes leoneses, al ser parte y origen de la misma dinastía. Esa es la razón por la que durante toda la Edad Media y casi toda la Edad Moderna se consideraba a Pelayo y a sus sucesores como reyes de León, a secas. 

La tercera parte ("Reino de León: orígenes") comienza con una exposición de cuáles fueron los distintos nombres del reino a lo largo del tiempo y del espacio, tanto en el interior como en el exterior, y abarca los reinados desde García I hasta Fernando I (1037-1065). 

La cuarta ("Reino de León: esplendor"), va desde Alfonso VI hasta Alfonso VII, y la quinta, desde Fernando II a Alfonso IX. 

Además hay un Epílogo en el que he tratado de recoger los principales acontecimientos para el reino de León desde Fernando III hasta Fernando IV, ya en el siglo XIV, incidiendo especialmente en quien fue el último rey de León, Juan I (1296-1300). 

La parte final, "Sombras de aquel reino", versa sobre diferentes aspectos que han sobrevivido del reino leonés. Como colofón hay un glosario de términos históricos e historiográficos, así como una amplia bibliografía y un compendio de las principales crónicas cristianas para la historia leonesa. 

La bibliografía, que cuenta con casi 250 referencias, la fui realizando según consultaba los distintos libros y artículos en cada capítulo. Me gustaría resaltar la gran cantidad de crónicas musulmanas y extranjeras, porque son de las principales aportaciones de la obra. 

Por destacar sólo una de las novedades, creo que es la primera vez que se incluye una traducción del tratado de paz entre Alfonso IX (que debería ser Alfonso VIII de León) y Juan Sin Tierra, firmado en 1207. No deja de ser curioso, al estar rubricado por los dos supuestos padres del parlamentarismo. 

Puede parecer un libro amplio por la cantidad de páginas, pero os aseguro que son muchas las cosas que se tuvieron que quedar en el tintero... 

"HISTORIA DE LOS REYES DE LEÓN: DE PELAYO (718) A JUAN I (1300)". Editorial Rimpego. 352 págs. Precio aproximado: 19€. 

LOS REYES ASTURIANOS COMO REYES DE LEÓN EN LA "GENEALOGIA DOS REIS DE PORTUGAL"

11 abril, 2015

Gracias a la Wikipedia he descubierto la existencia de la obra "Genealogia dos reis de Portugal", un libro inacabado que puede consultarse en la British Library. Data de entre los años 1530-1534, y consta de 13 folios con la genealogía real, con 10 miniaturas a página completa. Surgió como una colaboración entre Antonio de Hollanda de Lisboa y Simón Bening de Brujas, e incluye algunas genealogías de los reyes de León, Aragón, Castilla, etc., aunque por desgracia la mayoría están inacabadas y por ejemplo rara vez están acabados los escudos identificativos. 

En cualquier caso, el folio 3 trae a los primeros reyes que actualmente conocemos como reyes de Asturias, pero que como era habitual hasta el siglo XIX-XX figuran como reyes de León (o de León y Castilla como en este caso: "Liam e Castela"). De hecho aparecen con el escudo real de León, de plata leones púrpura linguados de gules. Os dejo la página a continuación, con algunos detalles. Podéis pulsar para ver las imágenes en mayor tamaño, aunque aquí hay una versión en mayor resolución

El folio 3 de la Genealogia dos Reis de Portugal.

Detalle del rey Pelayo, que recuerda mucho al del Arco de la Cárcel

Ermesinda, hija de Pelayo, y su esposo Alfonso I.
Su hermano Favila aparece a nuestra izquierda, asesinado por un jabalí, en vez de por un oso.

LA HERMANDAD DE LOS REINOS DE LEÓN Y DE GALICIA DE 1295 (LAS HERMANDADES DEL REINO DE LEÓN III)

06 junio, 2013

Sancho IV (1284-1295), que tanto había fomentado la formación de hermandades concejiles para debilitar a su padre, las eliminó de un plumazo a finales de 1284, adoptando las tendencias uniformizadoras de Alfonso X. Pero esta situación no duró mucho: Sancho murió en 1295, dejando como sucesor a Fernando IV, su hijo de nueve años. Esta situación de debilidad de la monarquía provocó un resurgimiento de las Hermandades, que vuelven a ser fundadas por todos los territorios de la corona. 


Un primer síntoma lo tenemos en la hermandad creada el 17 de mayo entre los concejos de Salamanca, Alba de Tormes y Zamora, auténtica precursora de la galaico-leonesa de poco después, y que podría verse como un reducido reflejo de la de finales del s. XIII. 

Y es que en el mes de julio de 1295 se crearon dos hermandades de forma casi simultánea: el día 6 nació la “Hermandat de las villas de Castiella”, y el 12 la “Hermandat de los Regnos de Leon et de Gallisia”. La castellana, organizada en Burgos, movilizó a 45 concejos, incluyendo a Valladolid y Palencia. Hubo otra similar de Extremadura y Toledo el 3 de agosto del mismo año, aunque en este caso se trataba de la Extremadura castellana; los concejos firmantes acordaron encontrarse anualmente en Alcalá de Henares. Todas estas hermandades aparecen mencionadas y confirmadas por el rey niño en los cuadernos de las Cortes de Valladolid de ese mismo año

“las hermandades que fizieron los delas uillas de nuestros rregnos de Castiella e de Leon e de Gallizia e de Estremadura e del arçobispado de Toledo otorgamos las e confirmamos gelas asi commo fizieron”. 

Como curiosidad añadiré que en esas mismas Cortes se establece que el rey tenga dos notarios para custodiar los sellos y revisar los diplomas regios: 

“el uno que sea delas uillas delos rregnos de Castiella e el otro delas uillas delos rregnos de Leon”.

Todas las mencionadas hasta ahora son consideradas Hermandades Mayores, porque ese mismo año y en los siguientes hubo otras hermandades “menores”, como la del 4 de octubre de 1295 que unía a los concejos de Murcia, Cartagena, Lorca, Alicante, Muía, Guardamar, Molina Seca y Alhama, y cuyo texto es, tal y como señala César González Mínguez, prácticamente idéntico al que veremos de la Hermandad de León y Galicia: lo cual confirma una vez más la sospecha de que la parte dispositiva se iba copiando y adaptando de unas hermandades a otras

-Integrantes de la Hermandad.

Centrándonos en la Hermandad leonesa, ésta incluía 33 concejos de Galicia, Asturias, la Región Leonesa y la Extremadura Leonesa

Lista de concejos firmantes de la Carta de Hermandad de 1295. Archivo Histórico Municipal de León, nº 49.
En concreto, la conformaron los de León, Zamora, Salamanca, Oviedo, Astorga, Ciudad Rodrigo, Badajoz, Benavente, Mayorga, Mansilla de las Mulas, Avilés, Villalpando, Valencia de don Juan, Galisteo, Alba de Tormes, Rueda, Tineo, la Pola de Lena, Ribadavia, Colunga, Grado, Puebla de Cangas (¿Cangas de Narcea?), Vivero, Ribadesella, Velver (¿Belver de los Montes?), Pravia, Valderas, Castro Nuevo (¿Castronuevo de los Arcos?), Llanes, Bayona, Betanzos, Lugo, y la Puebla de Mabayón (?). Se echan en falta ciudades de realengo de importancia como A Coruña, Santiago, Pontevedra, Cáceres, etc., aunque es difícil dilucidar por qué no formaron parte de la Hermandad. La capital se estableció en la ciudad de León, cuyo concejo custodiaría la Carta y el Sello de la Hermandad, que una vez más representa por un lado a León con un león pasante, y a Galicia con la figura de Santiago matamoros. Por fortuna tanto la carta como el sello se conservan en el Archivo Histórico Municipal de León, con la signatura nº 49. 

Anverso del sello de la Hermandad, con el león pasante (AHM de León, nº49)

Reverso del sello de la Hermandad, con Santiago matamoros (AHM de León, nº49)
-Ordenanzas.

Las ordenanzas de la Hermandad de León y Galicia son prácticamente las mismas que las de Castilla, aunque Julio Puyol notó claras diferencias a nivel léxico, seguramente debidas a las diferentes lenguas habladas en los distintos reinos. Tampoco hay grandes diferencias con el contenido de las cartas de la anterior fase de las hermandades, ya que los problemas seguían siendo básicamente los mismos, por lo que podría considerarse como fuente de estos textos las desaparecidas ordenanzas de la primigenia Hermandad de los reinos de León y de Galicia. 

La carta de Hermandad de León y Galicia de 1295 conservada en el Archivo Histórico Municipal de León (nº49)

Se afirma que las razones para su constitución son “a honra y guarda del rey Don Fernando”, es decir, reconociendo la legitimidad del  rey niño frente a otros pretendientes (como el infante don Juan). Pero a continuación arremeten contra los desafueros y las violaciones de las libertades de los concejos cometidos hasta la fecha, sobre todo por Sancho IV, de quien se quejan que “aviendo mandado alos Conçeios de sos regnos que feziesen hermandat [la de 1282] que se mantouiesen en ello, e pasandonos contra ello, e despues demandando sisa e otros pechos que eran sien razon, e sien derecho, e contra nuestros fueros, e franquezas, e libertades, e husos, e costumbres, e Previllegios, e cartas”. 

También fijan y reconocen los tributos regios, las funciones y límites de los funcionarios reales, etc. Los concejos firmantes establecen los mecanismos para ofrecerse ayuda mutua en caso de abusos por parte de los poderosos, llegando a justificar la pena de muerte para el noble en ciertos supuestos, e incluso se amenaza también con la pena capital a los funcionarios regios que presenten cartas o diplomas reales con impuestos o con órdenes que supongan desafuero: 

“Otrosi se algun ome destos Conçeios, o otro qualquier troxier carta ho [sic] cartas de nuestro señor el rey, o delos otros Reys que seran despues del, que sean contra fuero para demandar pechos, o pedido, o enprestido, o diezmos, o pesquisas, o otras cosas qualesquier desaforadas, o de emprestidos, o delas cosas sobredichas, que el Conçeio do mostar las cartas que lo maten por ello, e todos los otros Conçeios que nos paremos a ello, asi como se todos fuesemos en matarlo”. 

En definitiva, los concejos de la corona leonesa proclaman su derecho a rebelarse contra el rey en algunos casos concretos. 

En cuanto a su organización interna, las ordenanzas de la Hermandad de los reinos de León y de Galicia establecen que cada concejo enviaría cada año dos personeros o representantes a la ciudad de León “ocho días despues de cinquesmas”, es decir, ocho días después de la Pascua del Espíritu Santo o, si se prefiere, 58 días después de la Pascua de Resurrección. Se deja abierta la puerta a la posibilidad de reunirse en otra ciudad o lugar si así se aprobara en la primera reunión en la capital leonesa. Se confiaba la custodia del sello y de la propia carta con las ordenanzas de la Hermandad al “conçeio dela cibdat de León”.

Se establecieron severas penas pecuniarias para los concejos que contravinieran las Ordenanzas, y se describe el sello de la Hermandad de dos tablas anteriormente mencionado. El documento concluye insistiendo en que la institución no pensaba quedarse de brazos cruzados si el rey Fernando “o los otros Reys que vernan despues del nos quesiesen pasar en algunas cosas contra nuestros fueros, et Privillegios, et cartas, o libertades, o franquesas, o buenos husos, o buenas costumres que oviemos en tiempo del Emperador, et delos otros Reis aquellos de que nos mas pagarmos”. 

-El “Ayuntamiento” o pseudo-cortes de Palencia de 1296.

Según parece, los concejos permanecieron fieles al rey Fernando IV durante todo el periodo de guerras civiles de su minoría de edad. A comienzos de 1296 el infante don Juan, que ya aspiraba a ser rey de León, convocó Cortes en Palencia, aunque no fueron reconocidas como tales al no asistir el rey ni su madre. En ellas pretendía conseguir el apoyo de los concejos de la Hermandad de Castilla para que reconocieran la división de la Corona entre él (que pretendía Galicia, León y Sevilla) y don Alfonso de la Cerda (al que le correspondería Castilla), aunque no lo logró.

Más tarde, en 1298 los “caballeros e los homes buenos personeros de la hermandad de las villas del Reyno de León” supuestamente mandaron como mensajero a Alfonso Michel, despensero de Fernando IV, con una misiva fechada en Valladolid destinada a don Dionís, el rey de Portugal, para que apoyara la causa del rey Fernando IV: “que tengades por bien de venir por vuestro cuerpo aiudar a nuestro señor El Rey”. Y añadían al final: “e porque desto seades cierto, imbiamosvos esta carta seellada con el seello colgado de la hermandad”. Ello no deja de causar sorpresa, pues el concejo de León había permitido aposentarse en la ciudad al infante don Juan desde dos años antes, y allí seguía, intitulándose rey de León, Galicia y Sevilla. De cualquier manera, el tiro les salió por la culata, porque el rey luso apoyó a don Juan en lugar de a Fernando.

Una vez acabada la guerra civil, las hermandades no vuelven a dar señales de actividad hasta la muerte de Fernando IV en 1312. Y, una vez más, la Hermandad de León será pionera en este nuevo resurgir.