Hoy he comenzado una nueva temporada como colaborador de Radio León Cadena SER tras las vacaciones estivales. El tiempo sigue pasando y casi me parece mentira pensar que comencé mi colaboración hace ya casi siete años, si bien por aquel entonces era en la sección dedicada a blogs y webs leoneses. Ahora inicio el cuarto año al cargo de la sección de Historia de León, y lo hemos hecho hablando de la más reciente incorporación al Museo de Riaño, que se realizó en el mes de agosto.
El Museo de Riaño es de titularidad municipal, si bien está gestionado por un grupo de entusiastas voluntarios pertenecientes al colectivo Montaña de Vadinia, que entre otras cosas han logrado recuperar el antruido tradicional de la zona. En esta ocasión lo que han recuperado ha sido nada menos que una lápida vadiniense, que se convierte así en la quinta de su colección arqueológica. Nuestro invitado ha sido Pedro Luis González Manuel, miembro de la asociación, y uno de los dos artífices de lograr convencer al dueño de la pieza, Carlos Sánchez, de que la cediera. Es ésta una tarea nada fácil y muy poco agradecida, porque es casi habitual escuchar en los pueblos de la comarca que Fulano o Zutano tiene una lápida o un fragmento en su casa, pero que automáticamente se niega a cederla para su uso expositivo. Como notificaron en la nota de prensa, la nueva estela vadiniense se encontraba en la localidad de Verdiago, sirviendo de cargadero en el hueco de una alhacena en la cocina del edificio. Esta lápida ya era conocida, e incluso fue estudiada con anterioridad por M. C. González y J. Santos. La Estela, al igual que otras dos halladas, proceden del "Castro" próximo a la actual localidad de Verdiago; la insistencia de Pedro Luis González Manuel ha tenido al fin el éxito de conseguir que D. Carlos Sánchez cediera la citada Lápida al Museo riañés.
Se trata de una piedra de las llamadas "de río" en cuarcita de color ocre oscuro con granulación fina; su altura total es de 1,14 m., con una anchura media superior a los 34 centímetros y un grosor de 22. La piedra se halla en parte muy ahumada debido a un incendio en el edificio del que procede, motivo por el cual también presenta algunos daños que afectan al texto de la misma. La traducción llevada a cabo por el investigador D. Evelio González Miguel, es la siguiente; Monumento de TURROMO, Vadiniense, hijo de COMO, de XXV años. Lo puso (el monumento), su hermano PUDES. (o PUDESO)? Este es el sitio (de su sepultura). No conocemos su cronología, pero dado que los nombres propios parecen de tradición indígena es probable que esté en torno al siglo II d.C.
Aprovechamos para hablar con Pedro acerca del Museo, que cada vez es más conocido por su sección etnográfica, y que debería ser de obligada visita cuando se anda por la zona. También recordamos los pocos datos que sabemos sobre el misterioso pueblo vadiniense, perteneciente a los cántabros y vinculado a la ciudad de Vadinia (sobre cuya localización hay un montón de hipótesis). Según las inscripciones aparecidas estaban situados al norte y al sur de la Cordillera, aunque hay huecos sin restos epigráficos en el centro de ese territorio. Además, han aparecido lápidas vadinienses en zonas teóricamente ástures, lo que aumenta los interrogantes, aunque no hay perder de vista que cántabros y ástures eran pueblos hermanos y aliados.
En este enlace podéis acceder al podcast del programa.