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AL-ÁNDALUS COMO HISPANIA: UN EJEMPLO DE TIEMPOS DE SANCHO I

27 febrero, 2022

Me da pena tener tan parado el blog, y me he propuesto reactivarlo con algunas de las curiosidades que me voy topando al redactar la tesis. 

Es bien sabido que durante los primeros siglos del reino asturleonés se usaba el término "Hispania" para al-Ándalus, es decir, para los territorios musulmanes. Hoy os traigo un ejemplo que me encontré en el Becerro Gótico de Sahagún (el códice que usé como base para hacer mi letra Visigótica Leonesa): en el recto del folio 136 se traslada un diploma de Sancho I donde dice lo siguiente: 


Como vemos, el documento está fechado en 

"die.VIº kalendas maii era. D CCCC LXL VIIII. anno regni. IIIIº. et de aduentu ispanie. IIº." 

El año señalado es el 999, pero como viene dada en Era Hispánica, 999-38=961 de nuestra era, que efectivamente era el cuarto (o quinto) del reinado de Sancho I "el Craso". Conviene recordar que este monarca reinó en dos periodos diferentes: del 956 al 958, y del 960 al 966. La interrupción se debió a la rebelión y triunfo de su rival Ordoño IV, ya que Sancho era muy impopular por su gordura. Sancho se vio obligado a huir a al-Ándalus, donde fue sometido a un estricto régimen alimenticio hasta que perdió el peso necesario para volver a cabalgar y dirigir operaciones militares. Finalmente, Abderramán III le proporcionó un ejército y pudo recuperar el trono en el año 960. 

Es por ello que el documento dice que el año 961 es el cuarto de su reinado, y el segundo desde su regreso desde Ispania ("aduentu ispanie"), esto es, de al-Ándalus. Habría que esperar al siglo siguiente para que se comenzara a identificar a Hispania con la península ibérica...





LA ÚLTIMA CLASE DE D. VICENTE GARCÍA LOBO

07 diciembre, 2017

El pasado 29 de noviembre  el catedrático de Paleografía y Diplomática de la Universidad de León, Vicente García Lobo, impartió su última lección en el Aula Magna de la Escuela Universitaria de Trabajo Social, de la que fue director un buen puñado de años. Haciendo un juego de palabras, la tituló "Alma Mater o Mater ‘Dealmata’".
Por una serie de casualidades nunca tuve a D.Vicente como profesor en la ULE, ni en la carrera de Biblioteconomía ni en la de Historia, pero sí que fui su alumno en los cursos de Paleografía que impartía la Fundación Sánchez Albornoz. 

Este es su perfil biográfico:  Vicente García Lobo es asturiano de nacencia: nació en Casorvida (Lena, el 1 de abril de 1947. Hijo de Celso García ,Fernández y María Purificación Lobo Pérez . En 1958 ingresó en el Seminario Menor de Covadonga donde estudió dos años Humanidades. Estudió en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde completó la especialidad de Historia. Impartió clases de Paleografia y Diplomática en la Universidad a Distancia. Se casó con Carmen Morilla Rodríguez, y tuvieron cinco hijos. En 1.982 ganó por oposición la cátedra de Paleografia y Diplomática de la Universidad de León. 

García Lobo ha desarrollado una larga trayectoria docente e investigadora en la ULE. Fundador de la Escuela Española de Epigrafía Medieval, de la que hoy es reconocido como creador y su principal contribuyente desde el punto de vista metodológico y divulgativo, cuenta con más de 150 publicaciones en su haber. 

Académico de la Real Academia de la Historia desde 1990, se inició en las tareas investigadoras de la mano de Marín Martínez, con quien realizaría una de las principales aportaciones a la historia de la provincia de León con su estudio doctoral sobre el Monasterio de San Miguel de la Escalada. 
Creador del proyecto de investigación Corpus Instriptionum Hispaniae Mediaevalium, reconocido internacionalmente y participado por las universidades de León, Burgos, Valladolid, Complutense de Madrid, Poitiers, Siena Lisboa, se le sitúa como uno de los padres de la Epigrafía Medieval en España.

Como él mismo nos dijo en el programa, en total lleva 50 años en el mundo universitario, contando desde sus tiempos de estudiante. Es muy conocida su pasión por San Miguel de Escalada, a quien dedicó su tesis y un buen montón de publicaciones. 

Tal y como reflejó la ULE en la nota de prensa sobre el acto, entre sus trabajos se pueden destacar los que se relacionan a continuación:

- Como referente de la Historia de León sus estudios sobre ‘Santa María de Arbas: proyección social, religiosa y cultural de una canónica’. 
- Artículos sobre San Miguel de Escalada como ‘El scriptorium’ de San Miguel de Escalada y su relación con el Obispado de Astorga’, o ‘La asistencia social de la Iglesia durante la Edad Media: la hospitalidad monástica’. 
- De epigrafía cisterciense: ‘Las inscripciones del monasterio de Carracedo’, o ‘Las inscripciones diplomáticas (siglos VI a XII)’. 
- De Epigrafía Medieval: ‘Introducción y álbum’, en colaboración con su discípula, María Encarnación Martín López. 
Su dedicación investigadora fue pareja a su vocación universitaria, que le llevó a ocupar diversos cargos en la Universidad de León, como Vicerrector de Estudiantes, Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras, Director del Departamento de Patrimonio y de la cultura escrita, o Director del ‘Colegio Mayor San Isidoro’. 

Finalmente hay que reseñar que, como Director de la Escuela Universitaria de Trabajo Social, Vicente García Lobo adecuó los estudios a las exigencias europeas, metiendo la escuela de lleno en el siglo XXI, haciendo posible la formación acreditada de varias generaciones de trabajadores sociales y facilitando su acceso al mundo laboral. 


LA HERMANDAD LEONESA DE 1313 Y SUS ANTECEDENTES (LAS HERMANDADES DEL REINO DE LEÓN IV)

09 julio, 2013

En esta cuarta entrada dedicada a las hermandades concejiles del reino de León me gustaría recalcar el hecho de que en este año de 2013 estamos en el séptimo centenario de la Hermandad celebrada en Benavente en 1313, aunque es un tema tan desconocido para el público en general que parece que nadie ha reparado en esta efeméride. Es una lástima, porque además podría vincularse a la situación actual de las juntas vecinales, herederas de aquellos concejos medievales tan combativos que incluso llegaban a amenazar de muerte a los oficiales regios que portaran cartas y documentos que fueran contra sus libertades y fueros.

-Las Cortes de 1302.

Las Cortes de Medina del Campo en 1302 solo fueron para Toledo, León y Extremadura. Los procuradores pidieron que en adelante se unificaran las reuniones de Cortes, y Fernando IV lo aceptó, justificando que las había continuado haciendo por separado “por partir peleas y rreyertas” (para evitar peleas entre los representantes de las diferentes ciudades y reinos). En estas Cortes Fernando juró cumplir los fueros, libertades y buenas costumbres de los distintos reinos, comprometiéndose a no cometer desafueros y a anular los documentos emitidos que vulneraran los derechos de los concejos. También aceptó mantener a expensas suyas en su corte a hombres buenos de Castilla, de León y de Extremadura para que vigilaran el cumplimiento de estas disposiciones en sus respectivos reinos. Con ello se hacía innecesario mantener las Hermandades. Sin embargo, según González Mínguez en ese mismo año hubo otras Cortes en Burgos sólo para Castilla, y en ellas el monarca reconoció a la Hermandad General de las Villas de Castilla. En cualquier caso, las hermandades no vuelven a aparecer en el resto de su reinado. Los nobles, aprovechando la debilidad del poder real, campan a sus anchas y saquean el reino, provocando el caos. En 1311, quince prelados de León y de Castilla se plantean fundar una hermandad para que “la tierra sea tornada en justicia e en bon estado”, pero no tenemos más noticias de ella.  

-La Hermandad del reino de León de 1312.

En septiembre de 1312 falleció Fernando IV, dejando como sucesor a su hijo Alfonso, que era todavía un bebé “de edat de un año et veinte et seis dias”, con lo que se abrió otro periodo de inestabilidad en el trono. Dos facciones de nobles se pelean entre sí en lo que se llamó “el fecho de la tutoría” para establecer quién sería el tutor del niño: por un lado, su madre doña María de Molina (la reina madre), y por otro su tío el infante don Juan, que hasta 1300 se había intitulado rey de León, Galicia y Sevilla. Ambos acordaron que la resolución del conflicto se haría en una nueva convocatoria de Cortes en Palencia, en la primavera de 1313, pero mientras llegaba ese momento cada uno intentó atraer a los concejos a su bando. En este sentido la labor del infante don Juan fue mucho más efectiva, y María de Molina se centró en ganarse el apoyo del entorno de la familia real y del rey de Aragón.

Como era de esperar, en estos convulsos momentos renacen las Hermandades: todavía no había acabado el año 1312 cuando surgió la primera, nuevamente del reino de León, agrupando los concejos de León, Zamora, Salamanca, Benavente, Alba de Tormes, Ledesma, Villalpando, Mansilla, Olmedo, Granadilla, Sayago, Mayorga y Astorga. Conocemos esta Hermandad gracias a un documento conservado en el Archivo Municipal de Ledesma (carpeta 2, documento nº12,). En ese mismo Archivo se conserva otro (carpeta 1, nº2) por el que se deduce que la reunión fundacional tuvo lugar en Mayorga, pues en él el concejo de Ledesma acepta los acuerdos a los que llegaron allí sus procuradores y los del resto del reino de León. 

-La Hermandad del reino de León de 1313.

Poco tiempo después, el 15 de enero de 1313, se formó en Benavente una nueva hermandad del reino de León, pero esta vez sólo compuesta por los concejos de León, Zamora, Benavente, Astorga y Mansilla, a los que se unirá Alba de Tormes el día 16. El “ayuntamiento” de concejos había sido convocado por el infante don Juan, que también había logrado la adhesión a su bando de don Juan Nuñez, el infante don Felipe (hijo de Sancho IV) y Pedro Ponz. Es, por tanto, una peculiar hermandad realizada entre concejos y nobles. Por fortuna se conserva el cuaderno completo de esta Hermandad en el Archivo Histórico Municipal de León (documento nº64 del Catálogo).

Portada del Cuaderno de Hermandad, doc. nº 64 AHM de León.

La dos primeras páginas del Cuaderno (y mis dedazos).  doc. nº 64 AHM de León.
La primera razón que esgrimen los firmantes para formalizar esta Hermandad son, una vez más, los “quebrantamientos de nuestros fueros e de nuestras libertades e de franquezas” y los desórdenes que se arrastraban “desde el tienpo del rey Alfonso, padre del rey don Sancho”. Los concejos justifican la unión con los nobles para “que seamos todos de un coraçon e de una voluntad a servicio de nuestro señor el rey don Alfonso [XI] e a guarda del so señorio”

Tras esta introducción se desarrolla el contenido normativo a través de varias disposiciones:

1ª-Compromiso de ayuda mutua entre los concejos y los nobles mencionados frente a posibles amenazas del rey, su tutor, o futuros reyes.

2ª-Actuación conjunta de las dos partes firmantes en las Cortes venideras. Don Juan y los suyos se comprometen a defender a los concejos de los posibles ataques de otros nobles.

3ª-Se prohíbe a los concejos firmantes usar la fuerza unos contra otros, o contra los nobles unidos a la Hermandad. 

4ª-Los hermanados se niegan a aceptar cualquier carta o documento del rey o de los nobles “que sea contra nuestros fueros e priuilleios (…) nin contra nuestras libertades e husos e costumbres”. Si el que presentara la carta no fuere vecino de alguno de los concejos firmantes, se ordena “quel recabden el cuerpo” (que lo hagan prisionero) y que no se obedezcan las órdenes del documento. Como vemos, una medida menos drástica que la que se imponía en la Hermandad de 1295, que decía "que lo maten por ello, e todos los otros Conçeios que nos paremos a ello, asi como se todos fuesemos en matarlo”. 

5ª-Las fortalezas o “alcaçeres” de las villas estarán en manos de “omes bonos” vecinos y moradores en esas mismas villas. 

6ª-La justicia será administrada por los jueces de las villas y ciudades participantes, siguiendo siempre los fueros locales. Sólo podrían intervenir jueces forasteros por petición de los concejos, pero eso sí, habrían de ser elegidos entre “los homes bonos del reyno de Leon de villa e de fuero de señorio del”.

7ª-Las merindades deben ser ejercidas por “omes bonos que sean naturales de la tierra e de las villas del reyno de Leon, que sean de bona fama”. De todas formas, sus decisiones estarían sujetas al control de los jueces y alcaldes locales.

8ª-Se acuerda lo mismo que en la disposición anterior para otros oficios públicos: “que la notaria e la vista del reyno de Leon e las alcaldias de su casa que sean dadas a omes bonos e entendudos del Regno mismo, que sean de fuero e del señorio del rey”. 

9ª-Se prohíbe construir fortalezas, torres o casas fuertes en el Reino en suelo realengo, abadengo o de behetría. Si alguna de estas construcciones se hubieran levantado después de la muerte del rey Sancho, los firmantes acuerdan derribarla entre todos.

10ª-Se establecen las condiciones “por que todos los omes bonos del Reyno de Leon avemos de reçebir tutor”. Es la disposición más larga de todas, y se acuerda, entre otras cosas, que si el tutor del rey cometiese desafuero “que lo fagan saber a los conçeios de Leon e de Çamora que lo fagan saber a los conçeios de Duero alende e los de Leon de Duero aquende que fueren en esta hermandad”. Se trataría el asunto reuniendo en un máximo de 15 días a todos los procuradores de la Hermandad en Benavente. Si el tutor/a del rey hiciese caso omiso de lo que se acordase allí, los concejos y los nobles de la Hermandad lo/a repudiarían.

11ª-La Hermandad puede ampliarse con el permiso de los firmantes. Vale con que lo confirmen dos concejos cercanos al aspirante, o uno de los nobles y un concejo, siempre que se acepte lo contenido en el Cuaderno de Hermandad.

12ª-Se establece Benavente como capital de la Hermandad donde tendrán lugar las reuniones anuales: “que fagamos ajuntamiento en Benavente cada año por día de pasquella”, es decir, el domingo siguiente al de la Pascua de Resurrección (Ruiz de la Peña señala equivocadamente que la reunión se hacía el día de Pascua). El concejo que no enviara procuradores debería pagar dos mil maravedís de multa.

En la parte final del Cuaderno de Hermandad se especifica que de los nobles tan sólo se hallaba presente el infante don Juan, pero que tenía poder para representar a todos los demás. Se añaden sendas disposiciones adicionales admitiendo en la Hermandad al Concejo de Alba (de Tormes) y al infante don Felipe, don Fernando (hijo del infante don Fernando), y don Alfonso (hijo del infante don Juan).

El Cuaderno lleva una gran cantidad de sellos de cera que por desgracia están bastante mal conservados. De todas formas son reconocibles los de los infantes don Juan y don Felipe. En el texto se indica que varios de los concejos no pudieron poner su sello.


Algunos de los sellos del Cuaderno de Hermandad. El más grande es el del infante don Juan.

El texto de este Cuaderno recuerda mucho al de hermandades anteriores y posteriores, porque sus objetivos seguían siendo los mismos: la defensa de los fueros y libertades de los concejos, y suplir el vacío de poder que dejaba la monarquía en épocas de crisis. Lo que diferencia a esta Hermandad respecto a las demás es la presencia y participación de nobles, que llevó a Suárez Fernández a afirmar que no fue una hermandad independiente. Sin embargo, coincido con Ruiz de la Peña al señalar que cumple los mismos criterios y requisitos que las hermandades anteriores, contando a mayores con el respaldo (mutuo, eso sí) de una facción de nobles. Es decir, la Hermandad Leonesa de 1313 no está sometida a los nobles, sino que se pone en plano de igualdad, algo que queda meridianamente claro en el Cuaderno. 

Poco después de la leonesa, y también a instancias del infante don Juan, se creó una hermandad castellana de la que no se conserva su cuaderno. Ambas se reunieron en Sahagún constituyéndose casi como unas Cortes alternativas a las oficiales. Tuvieron que trasladarse a San Pedro de las Dueñas ante la amenaza militar del infante don Pedro. Tenemos noticias de que posteriormente existió otra hermandad de Extremadura, y tal vez otras de Asturias y de Galicia. Lo más probable es que por aquél entonces la Hermandad Leonesa hubiera visto incrementado el número de integrantes, aunque por desgracia no conservamos más documentos relativos a ella. 

La Hermandad Leonesa de 1313 y las de los otros territorios contribuyeron a preparar el camino para la Hermandad General de 1315, que como veremos tuvo una composición dúplice, distinguiendo entre León y Castilla.

EL REINO DE LEÓN SEGÚN LOS ESTATUTOS MEDIEVALES DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

04 septiembre, 2011

Fuchicando por la web del Archivo de la Universidad de Salamanca encontré una sección dedicada a los estatutos históricos de dicha institución. Por curiosidad eché un vistazo a los que concedió el papa Martín V el 20 de febrero de 1422, y en ellos comprobé de primera mano un dato que ya había leído antes: que el rector debía ser del reino de León un año, y del reino de Castilla al siguiente. Esta división también se observaba en la elección de los ocho consejeros, ya que cuatro habían de ser de procedencia leonesa, y otros cuatro de origen castellano. Según la monografía "Historia de la Universidad de Salamanca", este sistema de elección procede de tiempos de Benedicto XIII ("El Papa Luna"), pero en tiempos anteriores el sistema era todavía más dúplice, ya que toda la Universidad estaba dividida entre dos naciones: la leonesa y la castellana. Cuando la institución ganó prestigio y empezó a llegar gente de otras procedencias, los portugueses fueron englobados en la nación leonesa, y los aragoneses en la castellana. Cada una de estas "naciones" tendría su rector, con lo que el gobierno de la Universidad era prácticamente una diarquía.

Benedicto XIII anuló este interesante sistema y estableció un único rector, que como hemos dicho un año tenía que ser de la nación leonesa y otro de la castellana. A continuación incluyo un fragmento de los mencionados Estatutos de Martín V, así como la transcripción que he hecho:


[...] Ordinamus quod in Studio Salamantinensis perpetuis temporibus Vnus sit Rector et / Consiliarii Octo quolibet Anno et quod Rector ipse Vno de Castelle et / alio Annus de Legionis Regnis existat et sic successiue perpetuo obserue/tur. Verum si aliquando persona utilis et ydonea Uniuersitati de Regno Legionis/ non reperiatur pro Rectore uel econtra de Regno castelle eligatur uel et / econuerso quod Rectoris et Consiliariorum uel duarum partium imperium / iudicio relinquimus in hoc casu. Consiliarii uero quolibet Anno de diocesis/ Legionensis Ouetensis Salamantinensis Zamorensis Cauriensis Paccensis uel Ciuita/tensis duo de diocesis Compostellanensis Astoricensis Auriensis Mindoniensis Lucensis/ uel Tudensis aut de Regno Portugalie alii duo de diocesis Toletanensis Ispalensis/ Cartaginensis Cordubensis Giennensis Gadicensis Placentinensis seu Conchensis alii / duo reliqui uero duo Consiliarii de diocesis Burgensis Calagurritanensis Oxomensis/ Seguntinensis Palentinensis Abulensis seu Segobiensis aut de Regnis Aragonie/ Nauarre uel alia quacumque natione extranea eligantur.

Resulta interesante ver la enumeración de las diócesis de procedencia de los consejeros de las dos naciones leonesas: aunque ambas carecen de nombre, coinciden a grosso modo la primera con el reino de León y la segunda con el reino de Galicia. Así, la de León incluye: León, Oviedo, Salamanca, Zamora, Coria, Badajoz y Ciudad Rodrigo. La nación "leonesa" de Galicia estaría compuesta por Santiago de Compostela, Astorga, Orense, Mondoñedo, Lugo, Tuy, y la gente de Portugal. 

Otro dato de interés es la extensión territorial de la segunda nación castellana, que se corresponde más o menos con Castilla la Vieja: Burgos, Calahorra, Burgo de Osma, Sigüenza, Palencia, Ávila y Segovia. Lo señalo porque  siempre ha habido dudas sobre si Palencia pertenecía al reino de León o al de Castilla: según este documento, parece clara su castellanidad.

LEONESA CANCILLERESCA: UNA NUEVA TIPOGRAFÍA MEDIEVAL PARA EL 1100 ANIVERSARIO DEL REINO

18 agosto, 2010

Me complace presentaros una nueva tipografía que he creado en honor al 1100 aniversario del reino de León. Como recordaréis los que lleváis siguiendo un tiempo este blog, no es la primera que realizo, ya que en el 2006 creé otra a la que llamé “Visigótica Leonesa”. Con la perspectiva que da el tiempo, no estoy muy satisfecho de ella, pero hay que tener en cuenta que la realicé “a golpe de ratón”, por lo que quedó con un aspecto bastante irregular. 

En esta ocasión he contado con una tableta digitalizadora que me ha facilitado mucho la tarea a la hora de dotar a la tipografía de una mayor fluidez y (creo) elegancia. De todas formas, tiene bastantes defectos, porque hay que tener en cuenta que sigo siendo un aficionado al diseño tipográfico, y el resultado dista mucho de ser profesional. Sin embargo, mi intención ha sido hacer un tipo de letra lo más fiel posible al de los documentos de las cancillería regias de Fernando II y Alfonso IX, concretamente a los correspondientes a los años finales del s. XII.


Para ello he usado como modelo básico el documento nº 1065 del Archivo de la Catedral de León (imagen superior: como todas las demás, pulsad para agrandar), un privilegio que concedió Fernando II en el año 1186 a todos los clérigos de la capital. Cabe destacar que la redacción de este documento fue obra del canciller Petri Vele (Pedro Vélez), que también fue el responsable de la cancillería regia durante los primeros años del reinado de Alfonso IX. Es decir, que casi con total seguridad también fue él el encargado de redactar los decretos (“decreta”) de las famosísimas Cortes de 1188. En cualquier caso, el tipo de letra tuvo que ser el mismo. La letra visigótica se había comenzado a dejar de utilizar durante el reinado de Alfonso VI (1065-1109), y en su lugar se empleó la letra carolina, que se había extendido por gran parte de Europa. A finales del siglo XII esta tipografía ya estaba evolucionado a la famosa letra gótica, lo que es muy visible en los documentos emanados de la cancillería real leonesa. Esta letra tardo-carolina no tiene un nombre específico, aunque algunos hablan de “minúscula diplomática”: considero que éste no es un nombre muy afortunado, ya que podría adjudicarse a cualquier letra minúscula empleada en diplomas (documentos públicos). Por ello he optado por bautizar esta tipografía como “Leonesa Cancilleresca”.

Las letras minúsculas reproducen lo más exactamente posible las contenidas en el documento nº 1065 de la Catedral, y las mayúsculas son las que aparecen en las inscripciones del signo rodado del mismo, y en otros de similares características. El signo rodado es una rota o rueda central en la que se solía disponer el símbolo del rey o del reino. 

En la parte superior, un fragmento del documento 1065. Debajo, el mismo texto escrito con la tipografía Leonesa Cancilleresca

En la línea superior, mayúsculas del signo rodado del doc. 1065 de la Catedral. En la inferior, el mismo texto en tipografía Leonesa Cancilleresca.

En la versión de la tipografía que he llamado simplemente “Leonesa Cancilleresca” he sido lo más fiel posible a la letra medieval, respetando aspectos como:

-Ausencia de puntos sobre las íes y las jotas.
-Casi nula separación entre caracteres.
-Excesiva altura de los astiles (=palos), como en el caso de b, l, y h.
-Desproporcionado tamaño de las mayúsculas, que casi triplica el de las minúsculas.
-Existencia de un punto sobre la “y”, que siempre aparece en los documentos.

Ahora bien, para facilitar la legibilidad también he acuñado otra versión de esta misma tipografía, a la que he llamado “Leonesa Cancilleresca Modern”, más legible y acorde con nuestro tiempo, y que tiene las siguientes diferencias con la anterior:

-Las íes y las jotas tienen puntos sobrepuestos.
-Hay una mayor separación entre caracteres.
-Los astiles han sido recortados.
-Las mayúsculas se han reducido hasta tener un módulo (tamaño) que sólo dobla al de las minúsculas.
-Eliminación del punto sobre la “y”.
Comparación de módulos entre la tipografía Leonesa Cancilleresca (arriba) y su hermana Leonesa Cancilleresca Modern (abajo).


Ambas versiones están disponibles de forma libre y gratuita en mi página "Los Telares de R.Chao", aunque al final de esta entrada os facilito los enlaces para su descarga directa. La gente puede elegir cuál descargarse y cuál emplear de las dos, dependiendo de si prefieren ser más o menos fieles al tipo de letra medieval original. No creo que sea muy conveniente utilizarla en documentos largos, ya que en esos casos al igual que las demás letras “góticas” puede causar fatiga al lector.

Soy consciente de que existen varios defectos. Uno de ellos es el tamaño de los números y el de algunos signos como los paréntesis, que encajan mal con el tamaño de las mayúsculas. El problema se puede solventar aumentando el tamaño de la fuente en esos casos concretos hasta igualar el tamaño de las mayúsculas.

Como ya he dicho, he intentado ser lo más fiel a la letra medieval, pero, a pesar de todo, he tenido que tomarme algunas licencias: he sacrificado las eses altas, muy parecidas a las efes, y en su lugar sólo he usado las eses finales, más similares a las actuales. También he tenido que crear la jota, pues es una letra que no existe en latín: para ello me basé en las íes largas que aparecen de cuando en cuando en los documentos medievales.

Esta fuente se puede instalar en sistemas Windows, Macintosh y Linux. Su uso es prácticamente libre, ya que la licencia es Creative Commons By, es decir, que sólo pido que, cuando sea posible, se cite la autoría si se va a emplear en algún tipo de trabajo. De todas formas, no descarto cambiar la licencia a GNU. Se puede decir que es una aportación personal al 1100 aniversario del reino de León. La elaboración de esta tipografía me ha llevado casi cuatro meses (comencé en abril), utilizando para ello mis ratos libres. Y es que ha habido que crear cada carácter uno a uno, incluyendo el alfabeto de minúsculas, el de mayúsculas, y los principales signos ortográficos, de puntuación, matemáticos, etc. Y después he tenido que colocar cada carácter en su correspondiente casillero para que se correspondiera con su equivalente en el teclado.

Por supuesto, he contado con la aprobación del Archivo de la Catedral para usar el documento 1065 con este fin, por lo que desde aquí me gustaría agradecer su inestimable colaboración.

Espero que os guste esta tipografía en cualquiera de sus dos versiones. Me divierte pensar la cara que habrían puesto el notario Bernardo y el canciller Pedro Vélez si les hubieran dicho que más de ochocientos años después su letra podría ser usada por cualquier persona. 

Tenéis un precioso ejemplo de las posibilidades de la fuente en esta página que amablemente ha realizado Kseso?

Descárgate la letra Leonesa Cancilleresca en este enlace
Descárgate la letra Leonesa Cancilleresca Modern en este enlace

En ambos casos hay que dar al icono de Descargar, después acceder al archivo, pulsad sobre él, y seleccionad el botón "Instalar". A partir de ese momento ya estará disponible como tipografía en el Word, Photoshop, etc. 

ADENDA:
Contrariamente a lo que alguno ha puesto en Menéame, la fuente SÍ que tiene ñ y Ñ., así como $, €... Además, también se puede poner la l y la h sopunteadas para escribir en asturleonés. { y } (a la derecha de la ñ, en combinación con Alt Gr) están sustituidas por la h y H sopunteadas, y [ y ] (a la derecha de la p): también hay que combinar con Alt Gr) por la l y la L sopunteadas


PD: Me han llegado consultas sobre si se pueden usar  estas tipografías para rótulos de productos comerciales, logotipos, etc. La respuesta es que por supuesto que sí, pero la condición es que la tipografía no se puede registrar, ya que ha de seguir quedando a libre disposición de tod@s.

PD': Como ya dije en el post, sé que no es una tipografía perfecta (ni mucho menos), así que agradecería la colaboración de diseñadores gráficos "de verdad" para mejorar cosas como el interlineado, kerning, etc., tal y como ocurrió con la Visigótica Leonesa y la inestimable colaboración de Ismael Funes Aguilera.

Por otra parte, permitid que os recomiende estos dos libros míos: 

HISTORIA DE LA ESCRITURA EN EL REINO DE LEÓN: 1. ÉPOCA ASTUR Y ROMANA

06 febrero, 2007

1.1. LA ESCRITURA ENTRE LOS ASTURES

Es casi seguro que este pueblo prerromano, al igual que los demás del Noroeste hispano, desconocía la escritura o, al menos, no disponía de una propia. En todo caso, los relativamente numerosos hallazgos de denarios ibéricos hacen pensar en la (remota) posibilidad de que algunos (escasísimos) astures conocieran la escritura ibérica, aunque por desgracia nunca podremos saberlo con certeza.

En todo caso, no estará de más echar una ojeada al sistema de escritura ibérico como curiosidad, ya que es un alfabeto bastante original, y constituye el único ejemplo de una escritura propia hispana.

La escritura ibérica existió desde el siglo IV al I a.C., y se caracteriza por ser básicamente silábica, esto es, que cada signo equivale a una sílaba, salvo excepciones como las vocales (cada vocal cuenta con su propio signo). Originaria de Levante, llegó al menos hasta el actual País Vasco y amplias zonas de la Celtiberia. En el caso de que llegara hasta la Asturia (actual Asturias, León y Norte de Zamora), tuvo que ser en época tardía, y los astures probablemente sólo vieran letras de este alfabeto en los denarios de comienzos de la dominación romana. Estos denarios abundan en diversos yacimientos leoneses, y parecen indicar que los astures participaron como mercenarios en las guerras celtibéricas y/o en las sertorianas, y que recibieron estas monedas como pago. Otra pista en este sentido es que los denarios siempre proceden de dos o tres únicas cecas (sobre todo acuñaciones de Turiasu, como si fueran acuñaciones dedicadas especialmente al pago de mercenarios).

1.2. ESCRITURAS ROMANAS
Según la época y el soporte utilizado, los romanos emplearon una cierta variedad de escrituras. Por supuesto, cuando éstos conquistaron la Península Ibérica, las trajeron consigo. Así, podemos encontrarnos inscripciones en “antigua escritura romana” (también conocida como “capital mayúscula”, y que coincide a grandes rasgos con nuestras mayúsculas actuales), en “nueva escritura romana”, etc.

Pero para el caso de León nos interesan especialmente las escrituras uncial y semiuncial, ya que ambas fueron empleadas en el denominado “Palimpsesto de la Catedral de León”, y pudieron influir grandemente en escrituras posteriores. También en letra uncial está otro libro conocido como “Codex Ovetensis”.

Pero volviendo a la escritura uncial, ésta se utilizó sobre todo en códices (o libros manuscritos) desde fines del Imperio Romano hasta el siglo IX d.C. aproximadamente. Este tipo de letra parece que recibió influencias muy concretas del alfabeto griego, y convivió con la semiuncial, que también fue utilizada principalmente en códices.
Por su influencia en la futura letra visigótica, cabe destacar la escritura de las pizarras visigodas aparecidas en las provincias de Salamanca, Cáceres y Ávila.

HISTORIA DE LA ESCRITURA EN EL REINO DE LEÓN: INTRODUCCIÓN

15 diciembre, 2006

La mayoría de la gente parece creer que en la Edad Media se empleaba la letra gótica en exclusiva o, en todo caso otra no muy diferente a la nuestra. Sin embargo, como veremos, ésta es una visión muy alejada de la realidad. Por ejemplo, durante el periodo de existencia del Reino de León como estado medieval independiente (910-1230) se sucedieron y, en ocasiones se superpusieron tres tipos de letra diferentes: la visigótica, la carolina y la gótica. Este proceso fue común a toda la Hispania cristiana, aunque las grafías y cronologías de cada una de ellas variaron según el reino y el lugar geográfico. Así, por ejemplo, aunque la letra visigótica comienza a desaparecer a principios del siglo XII, en partes de León, Asturias y Galicia se siguen encontrando documentos en esta letra hasta el siglo XIII.
La disciplina que estudia las escrituras antiguas es la Paleografía (del griego “palaios”, antiguo, y “grafé”, escritura), y se suele incluir en los currículos de las carreras de Historia, Biblioteconomía y Documentación, e Historia del Arte. Para el lego en esta materia, existen muchas y aparentemente insalvables dificultades a la hora de tratar de leer un documento medieval. En primer lugar, está la dificultad de encontrarse ante una forma de escribir totalmente extraña según nuestros parámetros actuales. En segundo lugar, la lengua utilizada en estos documentos hasta bien entrado el siglo XIII fue única y exclusivamente el latín (por más macarrónico que fuese en ocasiones). Y en tercer lugar, porque los textos contienen tal multitud de abreviaturas, nexos entre letras, etc. que abruman enormemente a los paleógrafos noveles.
En esta serie de artículos me centraré en los tipos de escritura que se emplearon en León, especialmente en la época en la que contó con rey propio, aunque trataré brevemente las etapas anteriores y posteriores. Si el tema os parece interesante, os recomiendo encarecidamente los dos tomos de “Paleografía y Diplomática” de la UNED, dirigidos por el fallecido Tomás Marín. Para tener una perspectiva europea puede valer el libro de Marc Drogin titulado “Medieval Calligraphy: It´s history and technique” (Dover Publications), aunque cuenta con la desventaja de estar en inglés.
Ejemplo de escritura visigótica

LETRA VISIGÓTICA LEONESA PARA WINDOWS

24 mayo, 2006

Como hoy es mi cumpleaños, voy a celebrarlo presentando en sociedad un tipo de letra (o fuente) para Windows en el que llevo trabajando un tiempo. La he llamado "Visigótica Leonesa" porque me he basado en la letra hispana medieval conocida como "visigótica", cuya máxima utilización coincidió con el apogeo del Reino de León (siglos X-XIII), si bien los escribanos del resto de reinos cristianos peninsulares también la emplearon en diferentes variantes. En el caso leonés, al principio esta letra adoptó formas bastante cursivas, lo que dificulta la correcta comprensión de los documentos al lector moderno que no tenga preparación en Paleografía (disciplina que estudia las escrituras antiguas). Para la realización de esta fuente me he basado principalmente en el tipo de letra visigótica del Becerro Gótico de Sahagún, que toma formas más redondeadas y estéticas (pinchad en la imagen para verla ampliada). Sin embargo, ha sido imposible informatizarla sin introducir algunos cambios: la letra "a" en visigótica tiene una forma muy similar a la de la "u", y la "s" se parece mucho a la "r" (véase el ejemplo de la derecha: "Adefonso rege i(n) legione regnante"), por lo que no he tenido más remedio que utilizar sus versiones más tardías (similares a nuestras "a" y "s"). Por otro lado, en la Edad Media se encadenaban las letras, pero para mayor claridad yo las he separado. A pesar de éstas y otras pequeñas modificaciones que he hecho para conseguir una mayor legibilidad y elegancia, creo que es una letra que respeta estos orígenes históricos. Probablemente en un futuro cercano abordaré la tarea de hacer una fuente visigótica 100% "histórica", aunque su lectura resultará francamente difícil a los no iniciados en la Paleografía.
Os explicaré brevemente cómo ha sido el proceso de elaboración. En primer lugar, de entre varios documentos seleccioné las letras más claras y representativas, tanto minúsculas como mayúsculas, y confeccioné un alfabeto. Después dibujé cada letra (una a una) en el photoshop: ésta fue la tarea más ardua, porque hay que hacerlas todas del mismo tamaño, y respetando sus proporciones. Una vez acabado el alfabeto, con un programa especializado en la creación de fuentes de Windows fui metiendo cada letra en su correspondiente casilla del teclado, guardé el resultado, limé los fallos, y... ¡hopla!, la fuente ya estaba acabada.
Su instalación es muy sencilla: os la descargáis en este enlace, pulsáis en el icono de descargar el archivo, lo ejecutáis, le dais a "INSTALAR", y a partir de ese momento, podréis utilizarla para crear documentos en Word, rótulos en Corel o Photoshop, etc., etc. como si fuera una fuente más, ya que os aparecerá en la lista de fuentes de cada programa. En "Los Telares" también encontraréis un artículo más detallado acerca del proceso de su diseño.
Espero que os guste, y que la empleéis en alguna ocasión. Os agradecería su difusión. Os dejo una imagen como ejemplo del resultado que da emplearla en el Word.

PD: Vaaale. Siento el título de este artículo: la fuente no es sólo para Windows. También furrula en Linux (un sistema operativo que algún día que tenga tiempo libre me gustaría conocer) y en Mac.

PDD (2023): En 2010 hice la tipografía Leonesa Cancilleresca, y creo que vale la pena que la echéis un vistazo.