En el programa de este pasado miércoles henos tratado sobre una novela que tiene mucho de historia y tan solo una pizca de fantasía. Se trata de "Operación Fuego Mágico", del leonés Rubén García Robles, militar de profesión e historiador de formación, y que trata sobre la planificación de un atentado contra Francisco Franco aprovechando la ceremonia de despedida de la Legión Cóndor en el aeródromo de la Virgen del Camino (22 de mayo de 1939). Puede decirse que ésta es la parte de ficción, y todo lo demás es fruto de una investigación de más de cuatro años en archivos militares y otras fuentes, e incluso de entrevistas personales (familiares de Rubén vivieron los acontecimientos en primera persona).
Uno de los aspectos novedosos del libro es que profundiza en los motivos económicos y comerciales por los que Hitler acabó prestando ayuda a Franco. La obra de momento no está disponible en librerías, pero puede adquirirse en Internet, en sitios como la propia editorial o en Amazon o en la Casa del Libro. Al final de esta entrada os dejo como siempre el enlace para escucharlo. Os hago un repaso de la trama y algunos detalles a través de los artículos que han ido saliendo en la prensa:
La novela arranca en la época actual con un primer capítulo que sitúa al servicio de vigilancia de la Guardia Civil tras los pasos de una persona que cada 6 de febrero deposita unas flores en la tumba de un piloto de la Legión Condor. "Quieren saber si es un grupo neonazi para tenerlo controlado. Acaba el primer capítulo con la incógnita sin despejar, aunque en realidad se trata de un piloto republicano de nombre Josep Falcó que tras su regreso a España, como forma de respeto, llevaba flores a la tumba de Friedrich Windemuth, una manera de mostrar su respeto a un hombre que había luchado con valor. Aún siendo su enemigo, él sabía reconocer el coraje de aquel piloto alemán al que había derribado un 6 de febrero de 1939", comenta el autor de ‘Operación Fuego Mágico’, para quien este noble gesto quería recogerlo en el libro como el "gesto máximo de reconciliación entre personas que habían luchado en bandos contrarios, defendiendo ideologías opuestas, y que eran capaces, al menos por parte de Falcó, de un reconocimiento del valor del otro", destaca García Robles, que está convencido de que "algo de esto nos haría mucha falta aquí en España.
La decisión de respaldar al bando nacional se adoptó en el transcurso de las jornadas de música wagneriana celebradas en la ciudad alemana de Bayreuth. En aquella ciudad tuvo lugar un encuentro esencial para que Alemania acabara por secundar a los militares golpistas españoles. El capitán de aviación Francisco Arranz Monasterio, el representante del partido nacionalsocialista en Marruecos, Alfred Langenheim, y Johannes E.F. Bernhardt, un comerciante alemán arruinado, convencen a Hitler la noche del 25 de julio de 1936 para que les ayude.
Las explotaciones mineras de wolframio, zinc y piritas, la mayoría en manos del Reino Unido y Francia, es la carta que juegan los conspiradores en aquella velada de ópera para convencer a Hitler. «Bernhardt ofrece sus empresas como pantalla para que se produzca el intercambio de recursos materiales y humanos alemanes (aviones de combate, aviones de transporte de tropas, piezas de artillería, carros de combate y avanzadas transmisiones) por materias primas españolas (lanas, pieles, minerales, acceso a puertos del Atlántico y Mediterráneo), sin que Hitler pierda su imagen popular entre los países europeos».
"León era un centro neurálgico donde llegaban aviones, transmisiones, carros de combate, piezas de artillería, todo el material con el que apoyaron el levantamiento de los generales sublevados", recuerda el autor, que para su transporte se construyó por parte de presos de la cárcel de San Marcos un ramal de vías hasta la propia base aérea, "un centro de tremenda importancia para toda la logística de la Legión Cóndor".
Por las 298 páginas del libro, que el autor presenta el próximo jueves en El Corte Inglés, desfilan personajes tan inquietantes como la espía rusa Olga Chejova, sobrina política de Antón Chéjov, que llegó a codearse con las altas esferas nazis gracias a su exitosa carrera en el cine alemán; Wolfram von Richthofen, primo del laureado Manfred von Richthofen (conocido como el Barón Rojo), jefe de la temible Legión Cóndor acampada en León y, posteriormente, mariscal de campo de la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial; o el citado Johannes E.F. Bernhardt, hombre de negocios que entrega en mano a Hitler la primera carta en la que Franco pide al Führer la ayuda efectiva de Alemania.
‘Operación Fuego Mágico’ ha precisado de un arduo trabajo de documentación por parte del autor leonés sobre cómo vivían los pilotos de la Legión Cóndor en León y de su tendencia a organizar carreras de coches por la Venta de Remellán o matando el tiempo libre visitando al ‘dentista’, su manera de reseñar sus frecuentes visitas a los burdeles de la ciudad. "Muchos de esos pilotos procedían de la Prusia, que había quedado muy afectada durante el periodo de entreguerras y por el crack del 29, y pertenecían a familias adineradas que habían quedado totalmente arruinadas. Los hijos de esa gente se convirtieron en pilotos y llegaban a España en rotaciones de nueve meses para conseguir siete mil marcos y poder comprarse un coche en su país, ascender en la escala social, alternar por determinados clubes, casarse con una mujer adinerada... algo que contrasta con la situación de los presos en las cárceles de San Marcos y Santa Ana"
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