En el programa del pasado miércoles entrevistamos a Isabel Cantón, coordinadora del libro "Las escuelas de la comarca de La Cepeda". Isabel es Catedrática de Universidad en el Área de Didáctica y Organización Escolar, y nos contó que la obra fue realizada a lo largo de tres años por dos antiguas alumnas suyas, Sheila Hidalgo González y Cristina González García, a las que por desgracia no pudimos tener con nosotros ese día.
El libro recorre la historia de las escuelas en La Cepeda, desde 1880 (primera escuela documentada) hasta 1980 (construcción del grupo escolar de Sueros). También se repasa rápidamente la historia de las escuelas rurales en España, así como de las leyes que las regularon. Si hay algo que queda meridianamente claro es que nuestro país muy pocas veces se ha tomado en serio la educación, y mucho menos la de entornos rurales. Y por desgracia la situación sigue así hoy en día: sólo hay que ver lo que ocurre con los centros de nuestro pueblos, que quedan abandonados por falta de alumnos, y los pocos que quedan muchas veces se ven obligados a recorrer grandes distancias hasta el núcleo de población más grande.
En el estudio dividieron las escuelas en tres modelos diferentes, según la tipología del edificio: pastoriles, campesinas o agrícolas y monásticas.
"Las pastoriles son edificios de finales del XIX o principios del XX que tienen formas arquitectónicas muy básicas en el croquis con un solo espacio-aula sin elementos adyacentes. Presentan una estructura de redil: un cuadrado y los niños en bancos alrededor de las paredes; están construidas en la Cepeda alta todas de piedra en la Cepeda baja de tierra y ladrillo, a imitación de las casas del pueblo, tienen ventanales no muy grandes para evitar el frío; la enseñanza era frontal común y con el mismo libro para todos. Los alumnos eran muy numerosos y los mayores enseñaban a los pequeños. Los Maestros eran de extracción social muy baja, los demás ponían sustituto y no iban a hacerse cargo de la escuela. Pertenecen a este grupo La Silva, Castro, Brimeda, Motealegre o Manzanal".
De las campesinas señalan que "tienen la estructura derivada del Plan Nacional de Construcciones Escolares mezclado con la idiosincrasia de las casas de labranza de los pueblos. Están hechas con materiales de construcción dependiendo del lugar: piedra en los lugares más montañosos y ladrillo y tapial en el resto". Y a ellas pertenecen las de Villameca. Villar y Tabladas en los Barrios de Nistoso (1930) Ferreras o Morriondo.
Al tercer grupo, el de las monásticas, pertenecen "la escuela de Donillas, la de Ferreras, la de Brañuelas y la Escuela de Sueros de Cepeda, que es a la vez la más antigua y la más moderna pues inicia sus tareas en 1880 pero la construcción es de 1940; y la segunda es de 1980 la última de las construidas. En este caso son ya grupos escolares con tres o más unidades; tienen viviendas para los maestros; las clases se imparten por cursos con libros para cada año académico, poseen amplios ventanales y son edificios diseñados por arquitectos del Ministerio con gran homogeneidad con otros lugares de España".
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