Publicaba recientemente Ileon.com que Valverde de la Virgen se hermanará con Aulnay-de-Saintonge, un pueblo francés del departamento del Charente Marítimo que tiene unos 1500 habitantes. La noticia me trajo a la mente las conversaciones sobre los hermanamientos que mantuve recientemente durante nuestras vacaciones en Múnich. Parece que en León estamos acostumbrados a descubrir cuáles son los hermanamientos de nuestras ciudades y pueblos sólo por los carteles que se ponen a las entradas, y a veces ni eso, bien porque están en sitios difíciles de descubrir, o bien porque ni siquiera existen. Y es que en este país tenemos una visión demasiado institucionalista de los hermanamientos: la gente tan sólo se entera de ellos cuando se anuncia uno nuevo en la prensa, y después del acto institucional da la impresión de que “si te he visto no me acuerdo”.
No ocurre así en Europa (para mí África acaba en los Pirineos), donde se toman muy en serio la creación de estos lazos, y donde la participación es básicamente ciudadana y popular. Por poner un ejemplo, son muy numerosos los hermanamientos entre ciudades francesas y alemanas. Cuando dos ciudades o pueblos toman la decisión de hermanarse, es frecuente que se creen sendas asociaciones de hermanamiento, que se encargarán de poner en contacto a sus respectivos habitantes para realizar todo tipo de intercambios. En medio de un ambiente festivo y entusiasta, en ambos sitios se impartirán clases del idioma de la otra ciudad, y se programarán visitas recíprocas. No es raro que, por ejemplo, la banda de música local acoja a la de la otra ciudad, pero no en hoteles a cuenta del erario público, sino en los hogares de sus integrantes. Por supuesto, el proceso es recíproco, y abarca a asociaciones y agrupaciones de todo tipo (folklóricas, musicales, culturales…), y por turnos cada año se celebra una fiesta en honor de los hermanados.
Además de la vertiente lúdica del asunto, también es algo muy beneficioso para ambas comunidades, porque pueden dar lugar incluso a contactos comerciales bipartitos. Los participantes en los intercambios suelen repetir, aprendiendo el idioma y la cultura de sus hermanados, forjando amistades, e incluso trabajando pequeñas temporadas en la ciudad hermana. Al depender básicamente de una asociación, y no de un ayuntamiento que seguramente cambiará su composición en las siguientes elecciones, los hermanamientos son mucho más fuertes y duraderos. Por desgracia para los franceses, muchas veces se imaginan que este sistema funciona igual en España, pero pronto se desengañan. Voy a poner un ejemplo: Astorga está hermanada con la ciudad francesa de Moissac. Hace años, al poco de realizarse el hermanamiento, cuando un astorgano visitaba la ciudad (célebre por el claustro y la portada del monasterio de San Pedro) descubría sorprendido que era recibido con alborozo en el museo y se le permitía el acceso de forma gratuita. Las guías lo trataban con todos los honores, y le informaban que había mucha gente en Moissac estudiando español para viajar y conocer Astorga. Tengo entendido que hoy en día eso ya no ocurre, y que allí los ánimos se enfriaron rápidamente al descubrir que su entusiasmo no era tan correspondido al otro lado de los Pirineos.
La triste realidad es que por estas tierras los hermanamientos dan la impresión de que muchas veces se hacen para cobrar la subvención de turno. Este espíritu puede rastrearse hasta en la propia noticia que citaba al comienzo, donde se dice literalmente:
“Estas uniones entre municipios son posibles gracias al programa ‘Europa con los Ciudadanos’, el cual subvenciona este tipo de enlaces”.
Si un hermanamiento depende de una subvención, cuando menos no es sincero, y difícilmente perdurará en el tiempo. Sólo si ambas comunidades se toman el asunto en serio, al margen de instituciones y subvenciones, serán verdaderamente hermanas. Esperemos que ese sea el caso de Valverde de la Virgen y Aulnay-de-Saintonge.
La magnífica iglesia de Aulnay-de-Saintonge |
1 comentarios:
Abierto plazo recepción originales para revista de estudios leoneses:
http://www.actiweb.es/ateneoleones/
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