Los magufos tiene una extraña pasión por encontrar caras por todas partes: unas veces las descubren en una loncha de jamón, otras en un trozo de "pescaíto frito", o en una pared del metro, etc. (véase esta muestra)
Pero a veces la Tierra se les queda pequeña y llevan su "rostrofilia" al espacio exterior. El caso más sonado de esta afición se produjo cuando comenzaron a hacerse públicas las imágenes tomadas por la nave Viking I y en la zona conocida como "Cidonia" apareció esta formación que muchos tomaron por una auténtica esfinge marciana mirando hacia el cielo. El hecho de que la cámara utilizada sólo proporcionara una resolución inferior a 43 metros por píxel, y el que casi todos los pequeños puntos negros (como los que conforman la fosa nasal y la barbilla) fueran errores de transmisión no parecieron arredrar a los inquebrantables magufos. Sin embargo, aunque corrieron ríos de tinta sobre la cara, y se publicaron multitud de libros sobre el tema, la decepción tuvo que ser total cuando en los años 1998 y 2001 los científicos dirigieron la cámara de la Mars Global Surveyor a Cydonia, y obtuvieron estas imágenes en mucha mayor calidad que su predecesora (1,56 metros por píxel)
Sin embargo, que no cunda el desánimo, porque sí que hay muchas caras en Marte: aquí os dejo dos más recientes y mucho menos siniestras que la de Cidonia, y un buen perfil de mi admirada Rana Gustavo de Barrio Sésamo (en el centro: la foto es antigua y creo que es de la Viking). Y es que Marte está llena de sorpresas: sólo hay que tener paciencia y un poco de imaginación.
Un tema diferente son "los" caras que se disfrazan de" himbestigadores" y se inventan misterios donde no los hay... pero esa es otra historia.
(Podéis leer al completo cómo fue el tema de la esfinge marciana en este artículo).
Pero a veces la Tierra se les queda pequeña y llevan su "rostrofilia" al espacio exterior. El caso más sonado de esta afición se produjo cuando comenzaron a hacerse públicas las imágenes tomadas por la nave Viking I y en la zona conocida como "Cidonia" apareció esta formación que muchos tomaron por una auténtica esfinge marciana mirando hacia el cielo. El hecho de que la cámara utilizada sólo proporcionara una resolución inferior a 43 metros por píxel, y el que casi todos los pequeños puntos negros (como los que conforman la fosa nasal y la barbilla) fueran errores de transmisión no parecieron arredrar a los inquebrantables magufos. Sin embargo, aunque corrieron ríos de tinta sobre la cara, y se publicaron multitud de libros sobre el tema, la decepción tuvo que ser total cuando en los años 1998 y 2001 los científicos dirigieron la cámara de la Mars Global Surveyor a Cydonia, y obtuvieron estas imágenes en mucha mayor calidad que su predecesora (1,56 metros por píxel)
Sin embargo, que no cunda el desánimo, porque sí que hay muchas caras en Marte: aquí os dejo dos más recientes y mucho menos siniestras que la de Cidonia, y un buen perfil de mi admirada Rana Gustavo de Barrio Sésamo (en el centro: la foto es antigua y creo que es de la Viking). Y es que Marte está llena de sorpresas: sólo hay que tener paciencia y un poco de imaginación.
Un tema diferente son "los" caras que se disfrazan de" himbestigadores" y se inventan misterios donde no los hay... pero esa es otra historia.
(Podéis leer al completo cómo fue el tema de la esfinge marciana en este artículo).
1 comentarios:
Esto demuestra mi teoría de que una raza de super-ranas colonizó Marte hace siglos. ¿Avisamos a Iker?
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