Este precioso mapa de 1625 incluye una división de los reinos y territorios por colores, por lo que las fronteras están muy claras. León, una vez más, supera los límites de la actual provincia por el sur y llega hasta el Duero, aunque en cambio pierde el extremo más occidental de El Bierzo. Asturias figura con identidad propia; no así Extremadura, que una vez más es incluida en Castilla la Nueva (Castilia Newe en el inglés antiguo en el que está el mapa). A los lados nuevamente figuran ilustraciones de los paisanos y paisanas de España de la época, y en la parte superior, de algunas ciudades.
Volviendo al presente, no deja de llamar la atención que un territorio tan histórico como es el Reino de León simplemente haya desaparecido desde 1983, y que tan sólo perdure como apellido de la comunidad autónoma más grande, despoblada, desarticulada, ineficaz y pesimista de toda España. A mucha gente (periodistas, políticos...) le resultan extrañas las reivindicaciones leonesistas, y se preguntan en voz alta si no sería mejor aparcar las discusiones sobre identidad, y ponerse a trabajar todos juntos en la solución a los mismos problemas. Disiento totalmente de este punto de vista: la identidad es lo primero. Sin identidad, no hay ilusiones ni ganas de trabajar en común. Sin identidad, vence el pesimismo, y eso es lo que hoy en día vive la sociedad leonesa. Mientras los señores de la Junta no sean capaces de ver una realidad tan evidente, seguirán tirando millones de euros al año en sumideros como la Fundación Villalar intentando convencer a los leoneses de que en realidad León no existió nunca, y de que hemos sido castellanoleoneses desde 1230 (o antes, incluso) Lo que más me duele es que ese dinero que están tirando no es el suyo: es el de todos.
Volviendo al presente, no deja de llamar la atención que un territorio tan histórico como es el Reino de León simplemente haya desaparecido desde 1983, y que tan sólo perdure como apellido de la comunidad autónoma más grande, despoblada, desarticulada, ineficaz y pesimista de toda España. A mucha gente (periodistas, políticos...) le resultan extrañas las reivindicaciones leonesistas, y se preguntan en voz alta si no sería mejor aparcar las discusiones sobre identidad, y ponerse a trabajar todos juntos en la solución a los mismos problemas. Disiento totalmente de este punto de vista: la identidad es lo primero. Sin identidad, no hay ilusiones ni ganas de trabajar en común. Sin identidad, vence el pesimismo, y eso es lo que hoy en día vive la sociedad leonesa. Mientras los señores de la Junta no sean capaces de ver una realidad tan evidente, seguirán tirando millones de euros al año en sumideros como la Fundación Villalar intentando convencer a los leoneses de que en realidad León no existió nunca, y de que hemos sido castellanoleoneses desde 1230 (o antes, incluso) Lo que más me duele es que ese dinero que están tirando no es el suyo: es el de todos.
4 comentarios:
En estos casos yo me hago la siguiente pregunta: A la hora de realizar estos mapas. ¿En qué se basaban? Acaso la concepción de la época es que el territorio de Salamanca y de Zamora en gran parte, eran Castilla La vieja¿. Falta de informacion? Sentimiento de la propia gente quizás? (esto último lo dudo, pero bueno,no lo descarto ya que soy bastante ignorante en estos temas). ¿Porqué Salamanca, como he leído muchas veces, no ha estado incluida en el Real Adelantamiento de LEón. (creo que era así, y que sólo era incluida la provincia de León o León y Zamora)?.......... Acaso Salamanca se desvinculó de la región leonesa debido a su Universidad y por tanto su cierta "internacionalidad", dejando atrás otro tipo de identidades que no fueran las de: CORONA DE CASTILLA O ESPAÑA ?
POr lo que tengo visto, Salamanca fue considerada parte de Castilla la Vieja desde el siglo XV hasta mediados del siglo XVI. Ignoro los motivos, pero Miguel Ángel yo estamos indagando sobre ello: desde luego, no formaba parte del Adelantamiento del Reino de León, pero puede deberse a que donde había núcleos de población grandes con corregimientos (=ayuntamientos) poderosos, no podían actuar los Adelantados.Esto ocurría con la ciudad de Zamora, que era la frontera sur. De todas formas, en algunos mapas verás cierta indefinición (como si los autores no supieran dónde meter a Salamanca), y lo mismo ocurre con Extremadura (muchas veces incluida en Castilla la Nueva).
Gracias Chao por la respuesta. Y ánimo, a ver si entre Miguel Angel y tu sacais algo en claro de esos siglos sobre Salamanca, que me interesa.
Un abrazo.
es muy interesante que alguien se ocupe de analizar estos mapas con una finalidad muy concreta
deberia publicar algo más :)
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