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SUPUESTO HIMNO A LEÓN ANTERIOR AL ACTUAL

06 agosto, 2022

Hace muchos años me pasaron este supuesto himno a León que al parecer cantaban las señoras más ancianas de Puente Castro cuando iban a la escuela... En concreto, las informantes fueron Macrina y Gelina, y lo cantaban en el colegio de pequeñas. Me lo cantaron en su día, pero solo recuerdo el soniquete del estribillo.

VIVA LEÓN
Como tu nombre es tu nobleza,
ciudad invicta de León
la majestad es tu grandeza,
que de la historia el galardón.

Su primer glorias son tus glorias velas
y escritas aquí están.
España ha escrito las memorias
de los Ordoños y Guzmán.

¡Viva León viva León!
viva ese nombre y digno pueblo,
¡Viva León viva León!
lleva la historia al galardón.

Son tus mujeres seductoras y hechiceras
como las rosas de tus persiles
que concebidas fueron ellas las primeras
las más hermosas las más gentiles.

Aroman, ellas cuando pasan el ambiente
una mirada de sus ojos inmortal
que al más ateo convirtieron en creyente
por sus encantos sugestivos ideal.

¡Viva León viva León!
viva ese nombre y digno pueblo,
¡Viva León viva León!
lleva la historia al galardón
¡Viva León!

LAS JUDERÍAS EN LA PROVINCIA DE LEÓN (JUDERÍAS Y JUDÍOS DE LEÓN EN LA EDAD MEDIA III)

24 enero, 2013

El principal y casi único estudioso que ha habido sobre el tema ha sido D. Justiniano Rodríguez Fernández, con sus dos monumentales obras “La judería de la Ciudad de León”(1969) y “La juderías de la Provincia de León”(1976), ambas publicadas en la colección “Fuentes y estudios de Historia Leonesa”. 


La lista completa de juderías documentadas en la provincia de León es la que sigue (en orden alfabético): Alija del Infantado, Almanza, Astorga, Barrios de las Salas, Bembibre, Benavides de Órbigo, Cacabelos, Castrocalbón, Cea, Grajal de Campos, La Bañeza, Laguna de Negrillos, León, Mansilla de las Mulas, Palacios de la Valduerna, Pobladura de Pelayo García, Ponferrada, Sahagún, Valderas, Valencia de Don Juan, Vega de Valcárcel, Villafranca del Bierzo, Villamañán y Villaverde de Arcayos.
Las juderías de la actual provincia de León según Justiniano Rodríguez.
De estas veinticuatro, nueve están en el Camino (en orden de peregrinación): Sahagún, Mansilla de las Mulas, León, Astorga, Bembibre, Ponferrada, Cacabelos, Villafranca del Bierzo, y Vega de Valcárcel.

Aspectos generales 
Las juderías o aljamas leonesas se localizan principalmente:

a)En el Camino de Santiago o en sus proximidades. Es evidente que los judíos conocían la importancia económica del Camino.

b)Ribera del Cea, debido probablemente al repoblamiento mozárabe desde el sur: junto a los mozárabes vendrían judíos huyendo de las persecuciones musulmanas en los tiempos difíciles.

c)Ruta de la Plata en sus dos ramales en nuestra Provincia (Benavente-Villamañán-León, y Benavente-La Bañeza-Astorga). Algunas aljamas se sitúan en las cercanías de ambos ramales. Resulta curioso que a D. Justiniano se le pasara por alto la importancia de esta Ruta en cuanto a los asentamientos judíos.

En todo caso, se aprecia con facilidad la tendencia de los hebreos a situarse cerca de las grandes vías de comunicación de la época. Otra muestra de ello es su alejamiento de las zonas montañosas, más deprimidas económicamente en esta época y con menor movimiento de gentes.

Cabe destacar la cohabitación pacífica y tolerancia en el territorio de la actual provincia, ya que hubo una ausencia casi total de pogromos y persecuciones. Tan solo hay documentadas dos: una en Cea en 1127, y otra en León en 1449 (que respondió a intereses políticos, como veremos).

Las actividades económicas de los judíos leoneses aparecen reflejadas en los documentos medievales (compraventas de casas y propiedades rústicas, arrendamientos, etc.) A diferencia de otras zonas españolas y europeas, muchos cultivan la tierra. Poseen molinos. Los dedicados al préstamo, la usura y la recaudación de impuestos se localizan en los grandes núcleos de población (sobre todo en León, Sahagún y Mansilla, en el Camino), pero no parecen ser demasiados respecto a la población judía total. Pagaban algunos impuestos más que los cristianos, pero este tipo de discriminación también ocurría en territorio musulmán, por lo que no debió de haber muchas protestas.

-Población: a tenor de la distribución de impuestos entre los hebreos leoneses, en nuestra Provincia habría unas 761 familias en 1474. Si aceptamos que cada familia tenía una media de 6 miembros, en total serían 4566 habitantes, aunque actualmente se barajan cifras más bajas.  La mayoría vivían en León, Sahagún y Ponferrada.

-La expulsión de 1492: no se sabe con certeza, pero los judíos leoneses debieron optar en su mayoría por marchar a través de la frontera portuguesa. Sí que hay referencias que indican que los judíos de Villafranca salieron por los puertos gallegos (La Coruña, Ferrol), pero el grueso de los hebreos de León debió salir de la provincia por Sahelices y Puebla de Sanabria. Al parecer, muy pocos regresaron aceptando el bautismo, aunque no sabemos qué porcentaje optó por esta medida desde el primer momento del Decreto de Expulsión.

Tan sólo recorreremos las principales juderías del Camino en el orden que las visitaría un peregrino.

-SAHAGÚN
Los primeros judíos de esta localidad seguramente llegaron con la repoblación de Sahagún llevada a cabo por Alfonso VI en 1087, tal vez procedentes de Toledo.

La primera referencia documental habla de 30 familias en 1126 que eran vasallas del monasterio, y su número fue en aumento. En 1152 se les concede el Fuero de León (como a todos los judíos de Reino), pero el abad Domingo les crea uno propio ese mismo año. Alfonso X les dio otro fuero muy extenso, aboliendo los anteriores, pero al final los sometió al Fuero Real de 1255.

El tesorero del rey Pedro I, Samuel el Leví, probablemente era de Sahagún, ya que tenía numerosas posesiones en la villa.

-Actividades que desarrollaban los judíos en la villa: orfebres, tenderos,  terratenientes y recaudadores.

-La judería: D. Justiniano dedujo que las calles Cantarranas, Tenerías y Zapaterías eran términos lindantes de la aljama, y tal vez parte de ella, o sea, al norte de la villa.

-El cementerio: los documentos dicen que estaba super mercatum, es decir, sobre el mercado. El terreno fue concedido por el abad Gutierre, lo que fue muestra de generosidad, aunque al parecer era una tierra estrecha y pequeña. Debía estar en una loma pequeña a la derecha del camino de Peceñil, a mayor altura que el mercado. Sería interesante localizarlo y, de ser posible, excavarlo, ya que podrían hallarse inscripciones funerarias que dotaran de mayor atractivo turístico a la villa.

-La sinagoga: abandonada tras la expulsión, pasó a manos de la Cofradía de la Santísima Trinidad, que la reconvirtió en la Iglesia de Santa Catalina, aunque por desgracia no sabemos dónde se localizaba. D. Justiniano apuntó la posibilidad de que sea la actual iglesia de Santa María la Nueva, conocida como “la Peregrina”, aunque pocos se la toman en serio.

-Población: en el siglo XV sufrió varios vaivenes, de tal forma que en 1439 se llegó a afirmar que los judíos de Sahagún eran pocos y pobres. En tiempo de la expulsión tenían muchas deudas, aunque también les debían dinero, por lo que los Reyes Católicos enviaron un comisionado para solucionar estos problemas tras emitir el Edicto de Expulsión.

Hay una curiosa anécdota sobre la vida de esta judería: en 1399 se envió al presbítero Martínez Balbás como misionero a la aljama para que predicara a los judíos. Tan pesado y mareante debía ser el hombre con sus sermones, que los hebreos y otros habitantes de la villa lograron que Enrique III emitiese una orden de prisión contra él, aunque Martínez consiguió refugiarse en el Monasterio, donde acabó convirtiéndose en monje.

-MANSILLA DE LAS MULAS
Como es norma en nuestra provincia, quedan escasos vestigios judíos. En el siglo XV los hebreos de esta localidad se ocupaban de la recaudación de diezmos y rentas eclesiásticas. Eran prestamistas a muy alto interés, y el concejo de Mansilla protestó contra ello a los Reyes Católicos. Todo ello nos hace suponer que no debían de ser muy populares entre la población.

Al parecer habitaban en las cercanías de las iglesias de San Lorenzo y de Santa María. No debían de ser muchos, pero tenían holgura económica, ya que en el siglo XV se documenta que poseían más de 500 cabezas de ganado.

-LEÓN
Los judíos leoneses habitaban en un comienzo en el suburbio de Puente Castro, que de hecho se llamaba Castro de los Judíos en la Edad Media. Las primeras referencias documentales sobre ellos aparecen en el siglo X. Fueron atacados por las huestes de Alfonso VIII de Castilla y Pedro I de Aragón el 23 de julio de 1196 y resistieron valientemente hasta el 25, día en que fue tomada la fortaleza y saqueada la judería. Los supervivientes que no consiguieron huir por los riscos del lado del río fueron asesinados o hechos esclavos. Fue tan concienzuda la destrucción de Puente Castro, que estuvo prácticamente deshabitado hasta el siglo XV. Después de este suceso, la judería pasó a León ciudad, como veremos.

Sinagoga: su localización nos es desconocida dentro de Puente Castro. Antes del descubrimiento del cementerio, aparecieron ocho lápidas funerarias en el talud del depósito de agua, que son los mejores ejemplos de epigrafía hebrea en España: buena parte de ellas se encuentran en un museo de Toledo. Posteriormente ha aparecido alguna más a raíz de las obras de la ronda. 

León ciudad: el núcleo de la judería estaba delimitado por las calles de Misericordia, Cuesta de Castañón, Juan de Arfe y Plaza de las Tiendas. También había judíos en la calle Santa Ana, en la calle de Rodezneros, y en los alrededores de la iglesia de San Martín. En 1481 se propuso segregar a los judíos fuera del casco urbano, pero parece que no se llevó a cabo.

D. Justiniano creyó descubrir que la sinagoga estaba en la Calle Misericordia (antes Cal de Moros), cerca de la Puerta de Cal de Moros (actual Plaza de Riaño).

Localización de la judería en la ciudad de León según Justiniano Rodríguez.
-Profesiones que desarrollaban: orfebres, curtidores, carpinteros, peleteros, tintoreros, pintores... Pero sobre todo prestamistas y usureros.

Testimonio de la convivencia pacífica es el hecho de que hay testigos judíos en contratos entre cristianos, y testigos cristianos en contratos entre judíos. También abundan los contratos entre cristianos y hebreos.

-Persecución: hubo un pogromo antijudío el 25 de mayo de 1449 dirigido por Suero de Quiñones (no el de las Justas de Hospital) y Lope Rodríguez de la Rúa, ambos enemigos declarados del rey, y que debieron iniciar la persecución y matanza como una afrenta al monarca. En cualquier caso, contaron con el apoyo y colaboración de una multitud de cristianos, muchos de los cuales eran convecinos de los judíos leoneses. El rey castigó a los cabecillas, pero de poco les sirvió a los asesinados. No sabemos cuántos murieron, pero los daños fueron cuantiosos. Hay que enmarcar esta acción en el contexto de la serie de pogromos que recorrieron España a partir del siglo XIV, aunque también hay que reconocer que es el único caso documentado en León en este infausto período.

En Semana Santa leonesa existe la costumbre de salir a tomar limonadas diciendo que se va a "matar judíos". Esta expresión parece que procede de estos tiempos, en los que al acercarse el Viernes Santo los sacerdotes pronunciaban encendidos sermones en contra de los judíos, que habían crucificado a Jesús (olvidándose de que el propio Jesús, la Virgen y los Apóstoles eran judíos): estos discursos provocaban que la gente saliese enardecida hacia las juderías para vengar la muerte de Cristo en la piel de sus convecinos judíos. La mayoría de las veces éstos ya habían salido de la ciudad en esas fechas, por lo que realmente pocas veces debió de llegar la sangre al río. Como compensación, los alborotadores se consolaban con unas limonadas , y con cada una decían que "mataban un judío".  Otros dicen que esta expresión nació en Navarra con motivo de la expulsión de los judíos... Quién sabe...

En tiempos de la Expulsión, había en nuestra ciudad entre 400 y 600 hebreos. Para vergüenza de León, el corregidor Juan de Portugal exprimió de muy diversas maneras a los judíos antes de que salieran de la ciudad. Como consuelo nos queda que el regidor Francisco Vaca lo denunció ante los Reyes Católicos, y  Juan fue investigado, aunque no sabemos con qué resultado.

-ASTORGA
Ya hay menciones de población judía en 1043, y la sinagoga aparece mencionada por primera vez en 1073. El cementerio se localiza en 1092 entre la muralla, la Iglesia de Santa Colomba y San Esteban, y el Camino Francés. En 1111 aparece un nuevo cementerio en los documentos, lo que hace suponer un rápido crecimiento de la judería.

Se puede hablar de la existencia de dos grupos de judíos: uno de ellos estaría en el ángulo SE, junto a Puerta Sol, es decir, en la entrada del Camino de Santiago en la ciudad. Su asentamiento se conocía con el nombre de Castro o Castillo de los Judíos, y estaba bajo dominio del gobernador de la ciudad (si bien tras una serie de pleitos pasarán a formar parte del señorío eclesiástico en 1313). El otro grupo se situaba en las cercanías de Puerta Obispo, y estaban bajo señorío eclesiástico.


Los hebreos de Puerta Sol estaban encargados de la custodia de la puerta de la muralla, y participaban en los turnos de vigilancia de toda la ciudad.

La aljama se dedicaba sobre todo a las actividades agrícolas, comerciales y médicas. No hay referencias de la existencia de recaudadores ni de usureros, aunque sí que hubo prestamistas ocasionales (no profesionales)

Hubo pleitos entre las aljamas de Ponferrada y la de Astorga por las contribuciones de las pequeñas aljamas de Bembibre y los Barrios de Salas, pero al parecer ganó la ponferradina.

Según se infiere de algunos documentos, hubo un notario público de la iglesia de Astorga adscrito a los judíos en exclusiva.

-Sinagogas: hubo dos. La primera debía estar frente a Puerta Obispo y muy cerca del Camino y del cementerio antiguo. La otra debía estar en las proximidades de la iglesia de San Bartolomé (extremo SE).

-BEMBIBRE
Dice D. Justiniano que la iglesia de San Pedro fue una sinagoga. Esta aljama aparece ensombrecida por la de Ponferrada, ya que ésta será la representante de todas las poblaciones judías del Bierzo.

En 1490 empezaron a levantar una nueva sinagoga en el centro de la población, lo cual estaba prohibido desde las Partidas de Alfonso X. Cuando iba a ser inaugurada, los vecinos cristianos irrumpieron dirigidos por eclesiásticos y profanaron el templo judío. Dispusieron un altar y celebraron misa. Finalmente, la justicia seglar amparó a los hebreos, y éstos pudieron restablecer la sinagoga, aunque pudieron usarla menos de dos años debido al Edicto de Expulsión.

Durante la Expulsión de 1492 un par de judíos de Bembibre aprovecharon para marchar dejando a deber la gran suma de 90000 maravedíes, dos docenas de quesos, etc.

-PONFERRADA
La principal característica de esta comunidad parece que fue su total mezcla con la población cristiana, ya que no se cumplían las normas de separación.  Pero en 1488 se les echó del casco urbano y se les obligó a vivir aislados en el Campo de los Judíos (o Barrio de los Judíos). Aquí seguramente construyeron una efímera sinagoga nueva. Esta segregación se realizó a instancias del concejo, de los justicias, regidores, oficiales y hombres buenos de la villa, es decir, que fue solicitada por prácticamente toda la comunidad cristiana, lo que nos hace pensar en la existencia de algún episodio histórico concreto que desencadenaría esta ola de odio segregacionista.


La sinagoga y el cementerio estaban en el Monte de los Judíos, al noroeste de la ciudad vieja, cerca de la confluencia del Sil y del Boeza, y próximos al mercado viejo.

Resaltar que a efectos tributarios, cada vez que aparece en los documentos la expresión “la aljama” o “los judíos de Ponferrada” en realidad se está haciendo referencia a todas las poblaciones hebreas del Bierzo.

-CACABELOS
Esta aljama también aparece asociada a las de Ponferrada, Barrios de Salas, Bembibre, Villafranca y Valcárcel. Es deducible que tuvo escasa población judía, y de poca importancia económica. Además, está claro que en El Bierzo se produjo una despoblación de judíos a finales del siglo XV, ya que descendió la recaudación tributaria.

-VILLAFRANCA DEL BIERZO
No hay menciones de judíos hasta el siglo XII, pero a partir de esta fecha se vislumbra un importante núcleo judío. En 1175 el señor era Nuño Peláez, y delegó en tres alcaldes, uno de los cuales era hebreo: esta situación se repitió en el futuro. Es algo totalmente inusual.

Esta población también aparece solapada por la aljama de Ponferrada en materia tributaria.
Algunos judíos de Villafranca se vieron implicados en una red ilegal que trataba de sacar los metales preciosos y las joyas de los expulsados, actividad que estaba prohibida.

Algunos salieron por la Coruña, y otros pocos por Portugal. Unos pocos se convirtieron al cristianismo en el exilio, regresaron, y recuperaron sus bienes (o lo que quedaba de ellos).

-VEGA DE VALCÁRCEL
Se establecieron aquí por el Camino de Santiago. Entidad pequeña y establecimiento tardío. No hay noticias de ningún tipo sobre sus integrantes.

LOS JUDÍOS EN PUENTE CASTRO Y MAPA DE LAS JUDERÍAS LEONESAS

30 agosto, 2006

Hoy me he dado cuenta de que hasta ahora no había incluido el primer artículo que escribí. Os expongo aquí una versión actualizada de aquella mini-investigación que realicé sobre mi barrio en el primer año de carrera de Historia. El mapa final lo hicimos Tere y yo para la exposición de "San Froilán y su tiempo".

LOS JUDÍOS EN PUENTE CASTRO
La judería o aljama de Puente Castro fue la más antigua e importante de la ciudad de León: esto es lo único que sabemos a ciencia cierta de su origen, ya que no tenemos constancia documental de su fundación ni de sus comienzos. Realmente, la escasez de documentación acerca de esta judería resulta llamativa: el único dato histórico preciso que conocemos sobre ella es la fecha de su destrucción a manos de castellanos y aragoneses en 1196. Tras esta masacre, los judíos supervivientes se instalaron en el famoso barrio de Santa Ana, pero su población nunca llegó a ser tan numerosa como cuando estuvieron en nuestro barrio.
Sabemos poco de la judería, y ello a pesar de que Puente Castro se llamó “Castro Iudeorum” (Castro de los Judíos) durante toda la Edad Media, y el nombre se mantuvo incluso después de su destrucción. El historiador Justiniano Rodríguez señala que muy posiblemente la sinagoga se encontraba en la actual Calle de la Misericordia, pero su localización exacta es desconocida. Sin embargo, es más probable que estuviese situada en el cerro de la Mota, ya que según las excavaciones de los últimos años, parece que fue allí donde estuvo asentada la judería.
Los judíos de Puente Castro desarrollaron un gran comercio económico y social con la ciudad de León. Se dedicaban a la orfebrería, al comercio de mercados y a la elaboración de cueros finos. Poseían prados, tierras de cultivo, viñedos y molinos. Es de destacar el hecho de que estas gentes llegaron a alcanzar un alto nivel de estimación social y de reconocimiento público entre los habitantes de nuestra ciudad, lo cual contrasta con su situación en el resto de la Península (persecuciones, malos tratos, segregación racial, etc.). Desde el siglo XI los reyes leoneses aceptan de buen grado a los judíos, incluso les profesan cierta simpatía, aunque esto no impide que les cobren un impuesto anual consistente en quinientos maravedíes leoneses, una “buena piel” y dos guadamecíes (un guadamecí es un cuero adobado y adornado con dibujos). Este impuesto se pagaba al rey, hasta que Fernando I se lo cede a la Catedral para iluminar sus altares : esta tarea costaba treinta maravedíes, y el resto se repartía entre el Obispado y otros prelados de la Iglesia de la ciudad.
La judería de Puente Castro disponía de libros hebreos muy importantes : Abrahan Zacut, historiador judío, hizo referencia a ciertos manuscritos religiosos muy antiguos (podrían datar del siglo VII) que eran “guardados celosamente” por los judíos de nuestro barrio.
El poblado estaba en la ladera sur del cerro de la Mota, y lo culminaba un castro (pequeña fortificación de carácter defensivo). Este castro medieval estaba construido sobre otro romano, que a su vez seguramente se levantaba sobre uno de origen astur. Parece que el castro estaba ocupado por mercenarios judíos al servicio del rey de León, aunque este dato no está comprobado.
Los judíos fueron atacados por las huestes de Alfonso VIII de Castilla y Pedro I de Aragón el 23 de Julio de 1196, y resistieron valientemente hasta el día 25, día en que fue tomada la fortaleza y saqueada la judería. Los supervivientes que no consiguieron huir por el lado del río, fueron asesinados o hechos esclavos. Fue tan concienzuda la destrucción de Puente Castro, que estuvo prácticamente deshabitado hasta el siglo XV.
Antes del descubrimiento del cementerio, aparecieron ocho lápidas funerarias, que son los mejores ejemplos de epigrafía hebrea en España (la mayoría de ellas se encuentran en un museo de Toledo). Los restos humanos encontrados apuntaban hacia el Este (como era costumbre entre estas gentes) y estaban enmarcados por gruesos cantos rodados. Llama la atención que dos de las inscripciones señalen que sus propietarios fueron asesinados (probablemente para ser robados), y que uno fuera el hijo del príncipe de la aljama.
Señalar que prácticamente sólo hay una obra publicada sobre el tema : “La judería de la Ciudad de León”, de Justiniano Rodríguez Fernández, publicado en la colección de Fuentes y Estudios de Historia Leonesa (1969). Todavía no se han publicado los resultados de las excavaciones del cementerio judío, aunque se espera que salga a la luz en breve la memoria de las excavaciones arqueológicas del castro en sí.

ARTÍCULO SOBRE PUENTE CASTRO EN LA REVISTA "MUY INTERESANTE"

24 agosto, 2006

Tengo el honor de anunciaros que en la Muy Interesante nº 304, del mes de septiembre (ya disponible en los quioscos), han publicado un articulín hecho a medias entre Abraham Alonso, Tere y un servidor. Está en la página 20, sección "Observatorio", y trata sobre la aljama medieval de Puente Castro.
Para mí es como un sueño hecho realidad ver mi nombre en el artículo y en la lista de colaboradores de este número. También es agradable pensar que dos millones de lectores conocerán la existencia de mi barrio por vez primera. Os animo a que la compréis y disfrutéis de los demás contenidos de esta magnífica revista de divulgación científica, que desde hace más de 15 años es mi publicación favorita.