"SAN MIGUEL DE ESCALADA (913-2013)" EN HOY POR HOY LEÓN

26 marzo, 2015

El programa de ayer estuvo dedicado a un libro de reciente aparición publicado por la Universidad de León, y titulado “San Miguel de Escalada (913-2013)”, y que pretende ser la obra definitiva sobre este monumento que hace poco cumplió sus 1.100 años. 

Para ello hablamos con uno de los coordinadores de la obra: don Vicente García Lobo, catedrático de Paleografía y Diplomática de la Universidad de León. 


Cualquier persona que se interese por el beato de Escalada y busque información sobre este magnífico libro miniado del siglo X se topará de inmediato con una vieja polémica sobre el lugar en el que fue elaborado: algunos defienden que su autor, un talentoso monje llamado Magius, lo compuso en el monasterio cercano a la capital leonesa, mientras que otros argumentan la inexistencia de un scriptorium (espacio especializado en producción de códices) en ese lugar y que en realidad fue alumbrado en otro cenobio del reino, el de San Salvador de Tábara, actual provincia de Zamora, donde también trabajó el artista.

Ahora, un libro que recoge los trabajos sobre el templo de una decena de expertos de universidades nacionales e internaciones, San Miguel de Escalada (913-2013), y que se da a conocer hoy en el Club de Prensa de Diario de León, incluye un capítulo en el que el catedrático Vicente García Lobo ofrece una exhaustiva argumentación y defensa de la existencia de un activo scriptorium en el monasterio de la ribera del Esla. De hecho, la profesora Gregoria Cavero, coordinadora de la obra junto a García Lobo, destacó este artículo por lo completo que resulta y por el análisis que hace del códice desde una gran variedad de enfoques, incluido los ángulos de escritura. «Elimina cualquier duda con respecto al scriptorium de Escalada», aseguró. Pero también se refirió a la aportación de Isidro Bango Torviso sobre la arquitectura enmarcada entre los siglos VIII al XI, experto para quien resulta inapropiada la etiqueta de «mozárabe», prefiriendo, por más ajustada a la realidad, la de «altomedieval». A su vez, Hortensia Larrén y Emilio Campomanes dan cuenta de las campañas de excavaciones que tuvieron lugar en el monasterio entre 1983 y 2004; Matthias Untermann describe los capiteles de Escalada, tanto los reaprovechados como los hechos ad hoc; Jean Vezin aporta luz sobre pinturas e inscripciones; Manuel Valdés investiga los miniaturistas leoneses del siglo X y Fernández Flórez analiza el beato de Escalada y otros beatos relacionados con éste. Al mismo tiempo, la propia Gregoria Cavero bucea en la dedicación del monasterio, un aspecto tampoco extento de controversia por el día en el que fue consagrada la iglesia —el 20 de noviembre de 913, día de la consagración, cayó en sábado y no en domingo— pero Cavero ha descubierto que, según la costumbre de aquel tiempo, bien pudo hacerse en ambos días: «Por poner un ejemplo, la catedral de Santiago se consagró en lunes», comentó.

LA DESAMORTIZACIÓN DE COMUNALES EN "HOY POR HOY LEÓN"

18 marzo, 2015

En el programa de hoy hemos hablado de uno de los rasgos más distintivos del pueblo leonés, a pesar de que es muy desconocido para mucha gente, mientras que para otra es algo tan normal que pasa desapercibido. Me refiero a los comunales, ese peculiar tipo de propiedad que ni es privada ni es pública, sino que pertenece al común o conjunto de todos los vecinos de una localidad, y que por lo general está administrada por las juntas vecinales (llamadas "concejos" hasta hace un tiempo en  nuestra tierra). Una grandísima parte  de la provincia de León es de propiedad comunal, lo que representa una gran diferencia frente a otros territorios no solo españoles, sino de toda Europa occidental, de donde prácticamente desaparecieron a lo largo del siglo XIX. 

Estuvo con nosotros (vía telefónica) uno de los mayores expertos en la materia, D. José Antonio Serrano Álvarez, que es Licenciado en Historia Contemporánea y Doctor en Historia Económica. Su tesis doctoral trataba precisamente sobre los comunales en la provincia de León entre 1850 y 1936. Actualmente trabaja como consultor en el sector de la cooperación al desarrollo. Ha realizado varias publicaciones sobre comunales en la provincia de León, y concretamente una de ellas, recibió en 2005 el Primer Premio de la Sociedad Española de Historia Agraria para Jóvenes Investigadores. Además es uno de los responsables de la magnífica e imprescindible página  COMUNALES Y CULTURA RURAL EN LEÓN: UNA HERENCIA QUE CUIDAR Y CONSERVAR

Los políticos liberales, sobre todo los progresistas, creían que la propiedad de la tierra no debía ser de las “manos muertas” (clero, ayuntamientos…), sino de gente con deseo de invertir y modernizar las explotaciones; sólo así se podría aumentar la producción agraria. Para ello se decretó una desamortización de los bienes (tierras y edificios) de esas “manos muertas” consistente en nacionalizarlos y después venderlos en subasta al mejor postor. Los gobiernos liberales la emprendieron por dos causas: obtener dinero, ya que la Hacienda estaba arruinada por las guerras -de Independencia y carlistas- y conseguir apoyo político de la burguesía y la aristocracia para el régimen liberal.

Se habla de una especie de "desamortización invisible" cuando durante la Guerra de Independencia muchos pueblos se vieron obligados a vender parte de su patrimonio comunal para sobrevivir a la guerra. Hubo algunos tímidos precedentes de desamortización con Godoy, José I y en el Trienio Liberal (inmuebles de conventos y tierras de monasterios) pero el rey Fernando VII las devolvió al volver a afianzarse en el trono. 

Así pues, la primera gran desamortización "oficial" fue la de Juan Álvarez Mendizábal a partir de 1836. Afectó sobre todo a los bienes eclesiásticos, especialmente del clero regular. La mayor parte de los monjes y frailes fueron exclaustrados, siendo abandonados sus monasterios y conventos. Continuó después con Espartero.

Una segunda desamortización fue la de Madoz y  es en la que nos hemos centrado hoy; se desarrolló a partir de 1855. Fueron vendidos otros bienes del clero y, sobre todo, bienes comunales Se subastaron terrenos y montes comunales, y también los propios (tierras que el ayuntamiento o el concejo podía alquilar al que quisiera cultivarlas). El objetivo primordial de esta desamortización era financiar la red de ferrocarriles que se iban a construir. Los compradores y principales beneficiados fueron, en su mayor parte, nobles y burgueses, que comenzaron a formar una nueva clase terrateniente. Los campesinos que adquirieron tierras fueron pocos. Además, con la desamortización de Madoz empeoró la situación de muchos labradores pues perdieron el derecho de uso de los bienes comunales (usar los pastos, recoger leña), que servían como complemento de su economía. 

Os podéis descargar esta interesantísima entrevista en este enlace

LOS VADINIENSES Y "LOBOS DE DACIA" EN "HOY POR HOY LEÓN"

12 marzo, 2015

En el programa de ayer hablamos del misterioso pueblo de los Vadinienses, de estirpe cántabra y antiguos habitantes de la Montaña Oriental Leonesa. Recibían su nombre de Vadinia, una de las ocho ciudades o "civitates" que Ptolomeo dijo que pertenecían a la nación de los cántabros. Fuera de esta referencia de Ptolomeo, las lápidas funerarias son el único testimonio del territorio ocupado por la Gens Vadiniense que se distribuía en León por la Montaña Oriental hasta un poco por debajo de Cistierna, por el este hasta el Carrión y al oeste hasta el alto Porma. 

Y es que de vadinienses trata la novela titulada "Las aventuras de Vado, el Carombo y Lucua Mano Negra: Lobos de Dacia", escrita por Héctor Torío del Río, que además se ha iniciado en la escritura creativa con esta obra. Héctor nació en León en 1977, es Licenciado en Filología Inglesa, y Maestro de Inglés. Trabaja como profesor en el CEIP Teodoro Martínez Gadañón de San Andrés del Rabanedo. Amante de la montaña y la escalada, también es traductor de varios libros de esta temática, pero es con "Lobos de Dacia" el libro con el que se inicia como narrador.


Héctor mezcla historia, novela y fantasía, pero de una forma muy amena que hace difícil dejar el libro. Os dejo alguna de las sinopsis publicadas sobre la obra:

Hector Torio nos ofrece una interesante historia ambientada en los primeros años de nuestra era, que nos sumerge en la vida de los primitivos pobladores de las montañas cantábricas. El relato es contado por Lucua, un vadiniense del clan de los manos podridas, territorio que hoy conocemos como Mampodre y cuenta un episodio de la vida de Vado Nebira, del clan de los carombos, que vivían en las cercanías del castro de Saliambriga (Sajambre), en las fuentes del Salia (Sella) a los pies del Vindio, en el corazón de Vadinia, en la vecindad del clan de los eiones (valdeones), enrolado forzosamente como peregrini de la legio V Alaudae en la conquista de Dacia por los romanos. La historia se envuelve en un halo de misterio en el que un chorco para lobos hace aparecer un legendario ser, varcolac o pricoliki que nos augura nuevas aventuras.

“Fuimos compañeros una vez hasta que el destino decidió separarnos. Años más tarde, nos volvimos a encontrar, pero no en el mismo bando. Siempre fue un hombre de mirada tranquila, espada afilada y culo de mal asiento. En muchos rincones del imperio el nombre del hijo de Anemido, se pronuncia con respeto y, no pocas veces, con miedo. Muchas historias te podré contar de él, joven noble, pero debes prometer guardarlas para ti. Escucha con atención, pues ningún otro niño de Roma ha escuchado nunca la historia de Vado Nebira, el carombo.”

"Lobos de Dacia" tiene 106 páginas, y puede encontrarse por 8 € en las principales librerías de la ciudad de León.

Podéis descargaros la entrevista en este enlace, y al escucharla sabréis muchos más detalles sobre este libro tan interesante.


LA INDEPENDENCIA DE PORTUGAL DEL REINO DE LEÓN EN "HOY POR HOY LEÓN"

04 marzo, 2015

En el programa de hoy hemos hablado del proceso por el cual Portugal se independizó de León, y sus repercusiones con León. Ya dediqué un par de artículos al tema en este blog, pero vamos a hacer un repaso... 


Durante gran parte de la Alta Edad Media Portugal fue uno más de los territorios de la corona leonesa: en ocasiones dependió de Galicia, aunque llegó a contar con condes propios. En el año 1095 Alfonso VI concedió el condado de Portugal a su hija Teresa (una de las hijas ilegítimas que había tenido con la berciana Jimena Muñoz) y a su marido Enrique de Borgoña (un noble francés).

Teresa, que irónicamente es conocida como “Teresa de Portugal” en España, y “Teresa de Leao (León)” en Portugal, enviudó, pero siguió controlando los destinos de Portugal, acompañada por su hijo Afonso Henriques, que era menor de edad. Parece que gobernaba como si fuera una reina, y de hecho algunas crónicas ya la reconocen como tal en esta época, si bien hay que recordar que en el reino de León frecuentemente se daba el tratamiento de reyes y reinas a los hijos del rey, e incluso a sus hermanas. Teresa tuvo continuos enfrentamientos con su hermanastra Urraca I cuando ésta ya era reina de León , y esta rivalidad pervivió entre sus respectivos hijos y herederos (Alfonso Enríquez y Alfonso VII). En 1128 estalló una guerra entre Alfonso Enríquez y su madre Teresa que se decidió en favor del primero en la batalla de San Mamede.

En 1139 Afonso Henriques después de vencer a los almorávides en la batalla de Ourique, fue aclamado como rey por sus soldados, aunque no fue reconocido como tal hasta unos meses después en las llamadas Cortes de Lamego.  Tras varias escaramuzas y amagos de batallas, leoneses y portugueses llegaron a un acuerdo en 1140, estableciéndose la frontera actual entre Galicia y Portugal.

En 1143 Alfonso I de Portugal y Alfonso VII mantuvieron un encuentro en Zamora: allí el leonés reconoció como rey a su primo a cambio de que le jurara vasallaje, ya que como emperador le interesaba tener el mayor número de reyes vasallos posibles. Además, el portugués obtuvo el señorío de Astorga, lo que tal vez era una maniobra del Emperador para mantenerlo en la órbita leonesa. En cualquier caso, ese mismo año Afonso Henriques escribió al Papa para ofrecerle su vasallaje y así librarse del sometimiento a su primo: Lucio II al principio no se atrevió a llamarle rey, aunque aceptó el vasallaje a cambio del pago de una cantidad. Sabemos que Alfonso VII protestó ante el Papado en el año 1147 ó 1148 por este asunto, pero desconocemos el transcurso de los siguientes procedimientos diplomáticos. No obstante, el Emperador no debió darse del todo por vencido, ya que según algunas crónicas en su testamento metió a Portugal como parte de los territorios que le correspondían a su hijo Fernando II (1157-1188), es decir, dentro de la Corona Leonesa. Si esta noticia es cierta, Alfonso VII pecó de optimismo, pues la separación e independencia de Portugal ya era un hecho más que consumado. 

Las luchas entre el recién nacido reino de Portugal y la corona leonesa fueron constantes, y tanto Fernando II como Alfonso IX se vieron forzados a combatirlo para evitar que les cortara la expansión por el sur, pues Alfonso I intentó tomar ciudades como Cáceres o Badajoz. En el transcurso de una de estas operaciones militares el portugués cayó prisionero de Fernando II, quien tuvo en su mano la posibilidad de deshacerse del que era su suegro y anexionarse Portugal. Sin embargo, el rey leonés prefirió liberarlo y Portugal siguió existiendo como estado independiente... hasta el s. XVI.

EL PAPEL DEL REINO DE LEÓN EN LA ANEXIÓN DE PORTUGAL DE 1580

Nuestro país vecino consiguió acabar su propio proceso de reconquista en 1249, tras la toma de Faro, lo que contrasta con lo ocurrido en la Corona de Castilla, que no lo logró hasta 1492 (más de dos siglos después) debido a las violentas guerras civiles que surgieron en su seno desde tiempos de Alfonso X. 

Esta independencia concluyó temporalmente en el siglo XVI: en 1578 había muerto sin descendientes el rey Sebastián I, ante lo cual surgieron varios pretendientes al trono luso. Uno de ellos era el rey español, Felipe II (1556-1598), ya que su madre había sido Isabel de Portugal, que pertenecía a la familia real portuguesa (era la segunda hija de Manuel I, el bisabuelo de Sebastián I). Felipe se impuso militarmente a los demás candidatos y en 1580 se anexionó Portugal. Esta unión perduró ochenta años, hasta 1640, fecha en la que Portugal se rebeló contra España y proclamó rey a Juan IV, que hasta ese momento había sido el octavo duque de Braganza. 

Poco antes de la nueva independencia de Portugal el clima político no debía ser muy favorable para la monarquía hispana en el país vecino, así que el intelectual Juan Caramuel Lobkowitz publicó en 1639 una obra de más de 400 páginas titulada "Philippus Prudens"(Felipe el Prudente), en la que quería demostrar la legitimidad de los derechos de Felipe II sobre Portugal. Uno de los principales argumentos que esgrimió Caramuel fue el hecho de que el monarca español pudo hacerse con el país legítimamente porque era el heredero directo de los reyes de León. Pero no se quedaba aquí: justificaba que Portugal se había independizado de forma ilegal de León, porque según él Afonso Henriques se había rebelado injustificadamente contra su señor natural, Alfonso VII, y además las Cortes de Lamego se habían reunido contra la legalidad vigente. Caramuel afirmó en esta obra que cualquier guerra hecha por los reyes de León (y de España) contra Portugal fue una guerra justa, porque se hizo a título de recuperación. 

En cuanto al reconocimiento papal de la independencia portuguesa en el s. XII, el autor sostiene que en todo caso Afonso Henriques fue como mucho un rey "pontificio", pero no secular, y que además había incumplido su obligación de acudir a las cortes de León. En definitiva, Caramuel mantenía que Portugal y todos sus territorios de ultramar debían ser parte de la monarquía hispánica como compensación por aquellos 436 años de "rebelión" contra los reyes de León.

El libro incluye un hermoso grabado político-astrológico en el que un león coronado (símbolo del reino de León, y por ende, de España) sojuzga a un dragón (símbolo de Portugal) y que contiene un curioso epigrama que traducido al español viene a decir más o menos lo siguiente;

"Tantas veces huyó el Dragón del signo de León, que ha de volver, y tantas veces el pescuezo soberbio volvió al pie:
No huirá: está capturado justamente; sabe defender PRUDENTE con mano armada el LEÓN sus derechos".

El dragón era el símbolo de Portugal desde tiempos de Juan I. No sabemos con exactitud en qué momento se empezó a usar el león como símbolo de España, aunque parece que fue en época de Felipe II, porque fue entonces cuando este animal comenzó a ser citado como "el león de España", y a figurar como alegoría del país en mapas y otras ilustraciones. El propio Caramuel justifica que

"el León es Príncipe de las seluas, Monarcha de los brutos, y Enperador de todos los animales (...) no conoce el miedo, y por esta razón es símbolo perfecto de España, que con corazón de leona ampara con valor a todos sus súbditos".

También cabría preguntarse si nació como símbolo hispánico, es decir, de la unión de España y Portugal, buscando la justificación de que ambos países ya habían estado unidos en la época del reino de León. Hay que recordar que una de las primeras veces que aparece mencionado es, precisamente, en el título de la obra "El león de España", de Pedro de la Vezilla Castellanos, que fue publicada en el año 1586, es decir, sólo 6 años después de la anexión de Portugal por Felipe II. 

FALLECIÓ AMADEU FERREIRA, EL NOBLE DEFENSOR DEL MIRANDÉS

02 marzo, 2015

Ayer me enteré por Antonio Cangueiro de que había fallecido Amadeu Ferreira, escritor, poeta y jurista que destacó por su defensa y promoción del mirandés, la variante de la lengua asturleonesa que se habla en Portugal. Es una noticia que nos ha apenado mucho a Tere y a mi, pues habíamos coincidido con él en varias ocasiones y teníamos muy buen trato. No me atrevo a decir que era amigo mío, aunque siempre se mostró muy afable y amigable desde nuestro primer encuentro en Lisboa en 2009. Nos conocíamos por Internet desde el año anterior, cuando le pedí permiso para traducir al español su artículo  "D. Fonso Anriqueç falaba mirandés?", y fue precisamente en ese año de 2008 cuando empecé a leer algunas de sus obras. Después nos encontrábamos a menudo en la Tierra de Miranda, casi siempre coincidiendo con los "Ancontros de Bloguers de l Praino i de Lhengua Mirandesa", siendo el Ancontro de 2012 en el que más tiempo estuvimos hablando con él. 

Por desgracia, desde hace un tiempo Amadeu sufría un tumor cerebral que le impidió asistir a los últimos Ancontros, aunque nos hacía llegar emotivas cartas e incluso en alguna ocasión hablamos por teléfono con él. He de decir que su enfermedad me afectó especialmente, pues me hacía revivir los tiempos en que la sufrió mi fallecida y querida tía Josefina. En el Ancontro del año pasado también se leyó un mensaje de su parte que hacía especial incidencia en que los mirandeses tenían que tender puentes a los falantes y a los defensores del asturleonés en todo el dominio lingüístico, pero especialmente en Zamora y en León, dada su cercanía. 

Os transcribo la nota de prensa de su fallecimiento, acompañada de alguna de las fotos mías en las que aparece. Tan sólo me gustaría transmitir mis más sinceras condolencias a sus familiares y amigos, porque he sentido su pérdida como la de un ser muy querido. 

Morreu Amadeu Ferreira, um dos maiores divulgadores da língua mirandesa

Era também poeta, escritor e jurista. Tinha 64 anos.

Morreu neste domingo, em sua casa, em Lisboa, Amadeu Ferreira, escritor, poeta, jurista e um dos maiores defensores da língua mirandesa, anunciou a família, em nota enviada às redacções.
Natural de Sendim, concelho de Miranda do Douro, Amadeu Ferreira nasceu a 29 de Junho de 1950. Há cerca de um ano que lutava contra um cancro no cérebro.

Era presidente da Associaçon de la Lhéngua i Cultura Mirandesa, presidente da Academia de Letras de Trás-os-Montes, vice-presidente da Comissão de Mercado de Valores Mobiliários (CMVM), professor convidado da Faculdade de Direito da Universidade Nova de Lisboa, membro do Conselho Geral do Instituto Politécnico de Bragança e, desde 2004, comendador da Ordem do Mérito da República Portuguesa.

Autor e tradutor de uma vastíssima obra em português e em mirandês, também com os pseudónimos Fracisco Niebro, Marcus Miranda e Fonso Roixo, Amadeu Ferreira deixa obras científicas e literárias, em poesia e em prosa. Entre muitas outras, publicou, na área do Direito, Homicídio Preveligiado e Direito dos Valores Mobiliários; em poesia, Cebadeiros, Ars Vivendi / Ars Moriendi eNorteando; em prosa, La bouba de la Tenerie / Tempo de Fogo,Cuntas de Tiu Jouquin, Lhéngua Mirandesa – Manifesto an Forma de Hino e Ditos Dezideiros / Provérbios Mirandeses.
Traduziu para a língua mirandesa obras como Os Quatro Evangelhos, Os Lusíadas, de Luís Vaz de Camões, Mensagem, de Fernando Pessoa, dois volumes de Astérix, e obras de Horácio, Vergílio e Catulo, entre muitos outros.
Foi, além disso, colaborador, sobretudo em mirandês, de diversos meios de comunicação social, nomeadamente do Mensageiro de Bragança, do Diário de Trás-os-Montes, do PÚBLICO e da rádio MirandumFM e publicou mais de três mil de textos, quase exclusivamente literários, em blogues como Fuontes de l Aire,Cumo Quien Bai de Camino e Froles Mirandesas.

A sua biografia e o seu mais recente livro, Belheç / Velhice, tem lançamento marcado para dia 5 de Março, na Faculdade de Direito da Universidade Nova de Lisboa.

Me gustaría haber escrito este artículo en leonés, pero me lo ha impedido la falta de tiempo. Siempre le recordaré rodeado de sus amigos, y en su memoria ahí dejo algunas de las fotos que le hice: 





 

Amadeu con Juan Carlos González.
Amadeu frente a su casa familiar en Sendin.