LEÓN EXISTE... EN PORTUGAL

04 marzo, 2010

Como ya he dicho en otras ocasiones, si hay un país donde se reconoce al reino de León, por desgracia ése no es España, sino Portugal. Imagino que ello se debe a no haber estado contaminados por el bombardeo continuo de una  historiografía empeñada en deificar y glorificar una Castilla imaginada desde las crónicas de Alfonso X.  

En cualquier caso, es muy reconfortante pasearse por el país vecino y encontrarse referencias a nuestro reino medieval, así como a nuestros reyes, sin que se les añada y anteponga "Castilla" o "castellano". He visto varios ejemplos en este sentido: el último fue durante nuestra visita a Sintra, donde se hablaba de Alfonso VI como lo que fue, es decir, un rey leonés. 

Pero a lo que iba: más recientemente, Josebe Díaz encontró otro ejemplo más en un folleto de la Universidad de Coimbra, donde se habla de los distintos pueblos que dominaron Portugal, y entre los que vienen mencionados, como es de ley, los leoneses. Os lo dejo aquí como testimonio de algo que tenía que ser totalmente normal en nuestro propio país, aunque por desgracia no es así. 
Muchas gracias a Josebe por este testimonio y por la imagen. 

FIRMAS EN FAVOR DE UNAS D.O.T. PROPIAS PARA LA MONTAÑA LEONESA

03 marzo, 2010

En estos días ha comenzado una iniciativa para recoger firmas en contra de las Directrices de Ordenación Territorial de la Montaña Cantábrica Central que pretende aprobar la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial. Asimismo, se propone que haya unas DOT propias para la Montaña Leonesa. Podéis informaros más a fondo y aportar vuestra firma si lo deseáis en esta página.

EL VÍNCULO LEONÉS (VIII): LA MONTAÑA DE SERBAL

02 marzo, 2010

Hoy en Radio León nos hemos ido a la montaña: más concretamente, a La Montaña de Serbal, que es la página de un gran conocedor de los montes, lagos y caminos de Asturias y León. Y es que "Serbal" es el pseudónimo de Carlos de Paz Ramos, un leonés (paramés , para más señas) que lleva mucho tiempo en Asturias, y que ha recorrido a lo alto y a lo ancho las principales montañas de la Cordillera Cantábrica, ese gran macizo que en la Antigüedad y en la Edad Media muchas veces fue considerado una prolongación de los Pirineos.

Lo primero que se aprecia en cuanto se entra en la página, es que a Carlos no le asusta subirse a los picos en invierno, ya que en su última entrada a día de hoy nos relata su ascensión al Pico Murcia  en plena ciclogénesis explosiva, con restos de aludes, y todo ese tipo de cosas que hacen que el montañismo sea cualquier cosa menos aburrido. En cualquier caso, tampoco es que Carlos sea un amante del riesgo: como veréis si visitáis su página, muchas de las rutas son accesibles para la mayoría de la gente y no entrañan casi ningún riesgo (salvo el de quedarse "enganchado" a la montaña, claro).  

Aunque lo que más abunda son las entradas dedicadas al montañismo, Carlos también tiene muchas dedicadas a sus reflexiones y sus sentimientos más personales. En este sentido, destacaría el post titulado "El Camino", donde narra sus experiencias cuando hizo el Camino de Santiago hace unos meses.

Una de sus zonas favoritas es Somiedo, pero Carlos también tiene una gran predilección por montañas leonesas como el Bodón, Torrecerredo, el Susarón, Peña Galicia... y el omnipresente Teleno. Impresionan las fotos que nos muestra del Lago Truchillas completamente congelado. Y es que la fotografía es otra de las grandes pasiones de Carlos,  y ya en sus primeras entradas, allá por diciembre de 2007, nos contaba sus dudas a la hora de decidirse por un equipamiento fotográfico concreto. En cualquier caso, de su capacidad para sacar buenas tomas es buen testigo el hecho de que una de sus fotos, hecha con una sencilla cámara compacta, fuera publicada en la revista National Geographic.

Pero Carlos también nos muestra el lado más peligroso de la naturaleza, como en el post dedicado a la memoria de Juanjo y Dani, que fallecieron recientemente durante su ascenso al Curavacas. También podéis encontraros referencias a otros accidentes, caídas de rayos, encuentros con lobos, etc., etc., aunque en realidad lo que más abunda en la web es el amor por la montaña y la naturaleza, todo ello aderezado con estupendísimas fotos.

Una cita ineludible para todos los amantes de la naturaleza leonesa. Os podéis descargar el programa en este enlace del programa Hoy por hoy León.


RIAÑO VIVE, LA LUCHA SIGUE

27 febrero, 2010

Me acaban de pasar el enlace de este vídeo creado por Agustín Lasai, el infatigable defensor del Valle de Riaño, y autor del blog "Riaño Vive", así como de un canal en Youtube. Me lo pasó Aratamios Baxende. Muchas gracias a ambos, porque sin su labor este vídeo no habría sido posible. Gente como esta es la que tanta falta hace a nuestra tierra: héroes anónimos cuya callada tarea no siempre recibe el reconocimiento que se merece. 


SE PUBLICA EL LIBRO DE POESÍA "LA MEMORIA FRÁGIL", DE JOSÉ MARÍA JURADO

25 febrero, 2010

Hace unos pocos días, mi amigo José María Jurado ha publicado su libro de poesías "La memoria frágil". Por lo que sé, la mayoría de esos poemas fueron creados en la época en que se forjó nuestra amistad, en los mágicos y trágicamente desaparecidos bosques de la Sierra de Gata (¡qué tiempos los de "La Tríada"!). Hace muchos años que no le veo (desde su boda), por lo que me gustaría hacerle un post homenaje copiando la entrevista que le hicieron en "El Periódico de Extremadura". Podéis leer algunas de sus reflexiones en su web.

“Nunca se ha editado mejor y más poesía que ahora”

JAVIER ORTIZ epextremadura@extremadura.elperiodico.com CÁCERES

JOSÉ MARÍA Jurado. Ingeniero de Telecomunicaciones nacido en Sevilla en 1974 y crecido en Cáceres, publica ahora “La memoria frágil”, un poemario de su primera época.


–Ingeniero de Telecomunicaciones y poeta. ¿Hay dos ocupaciones más distintas?
–No lo son tanto: los buenos poetas también se comunican a distancia, no hay ondas de radio, pero casi. Por otro lado el verso demanda una calibración del ritmo, el sonido y el sentido semejantes a las de una solución matemática o a la de un proyecto técnico bien hecho. Hay mucha emoción y mucha belleza en la Ingeniería.

–Acaba de presentar “La memoria frágil”. ¿Publicar es vanidad o necesidad?
–Publicar es un accidente necesario, la magia de la poesía sucede en la escritura del poema, allí está uno solo, sin categorías.

–¿Qué queda de usted en aquellos versos que escribió hace 15 años?
–Una mirada extrañada frente al mundo y una fascinación por la multiplicada belleza de la vida. Todos los temas de mi poesía de ahora estaban apuntados ya en este libro, aunque yo entonces no podía saberlo.

–Una de citas. ¿Realmente son malos tiempos para la lírica (Golpes Bajos) o la poesía sigue siendo un arma cargada de futuro (Gabriel Celaya)?
–Nunca se ha editado mejor y más poesía que ahora, y sin embargo se ha agravado su carácter minoritario e incluso sectario. Para que la poesía recupere su sitio los niños deberían aprender de memoria canciones y poemas en la escuela porque la buena Literatura nos hace mejores y más felices. La poesía del siglo XXI ha nacido, además, sin referentes morales y estéticos: necesitamos otro Juan Ramón Jiménez.

–Nació en Sevilla, creció en Cáceres, maduró en Madrid como universitario y hace unos años regresó a Sevilla para trabajar. ¿Fue cerrar el círculo?
–Cada ciudad, incluso el menor paisaje que visitamos, va trazando una geometría específica en nuestra biografía. Estos dibujos, que no están hechos sólo de azar o necesidad, nos identifican con la precisión de una huella dactilar. Yo busqué deliberadamente regresar a Sevilla porque en Sevilla los círculos se abren en espirales, y se lo digo sin exagerar...

–En ese recorrido vital hay otro lugar clave: Descargamaría...
–En el libro hay un poema dedicado a esa tierra amada. Gracias al Padre Pacífico aquellos campamentos, acampadas y pascuas de la Sierra de Gata ocupan un espacio sagrado en la memoria nada frágil de muchas generaciones de cacereños. Mis primeros poemas aparecieron el periódico “Hermano Papel”, que editábamos en los campamentos, y del que luego fui director con 16 años.

–¿Cómo percibe Extremadura desde fuera?
–Extremadura en la distancia es como un pueblo lejano cuya silueta maternal y segura no se borra nunca del horizonte: son los paisajes amados, la casa del corazón por decirlo como Rilke.

–¿Se imagina volver?
–Creo que nunca me he ido del todo: mis padres viven en Cáceres y cada vez que puedo voy a verlos.Tengo buenos amigos y hay una honda raíz que permanece. Además, 20 años no es nada...

EL VÍNCULO LEONÉS (VII): VALLE DE SABERO

23 febrero, 2010

Esta página quiere dar a conocer las bellezas de este pequeño pueblo minero que, pese a sus avatares, sigue estando vivo". Así comienza el portal "Valle de Sabero", del que hemos hablado en nuestra sección "El vínculo leonés" de Hoy por Hoy León

Creado en 2002 por el leonés "consorte" Jesús Silva, su primera intención fue la de denunciar el atentado contra el patrimonio y el buen gusto que constituye desgraciadamente el famoso "cubo" que se adosó a la Ferrería de San Blas. Dicha ferrería fue la primera instalada en España con altos hornos al cok, y allí se encuentra ahora el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León. De hecho, este polémico tema constituye uno de los "platos fuertes" de la página, y está presente en numerosos artículos, noticias y fotografías. 

Pronto a este objetivo reivindicativo se le unió otro de tipo más constructivo: unificar las páginas existentes sobre Sabero. Y es que "Valle de Sabero" es una de esas páginas en las que el lector puede bucear entre cientos de artículos, documentos y fotografías de todo tipo. Destacaré secciones como la "Hemeroteca Histórica", con ejemplares de periódicos incluso del siglo XIX; el "Foro de Discusión", aunque últimamente parece un poco parado; los "Documentos de interés" (homenajes a personajes de la zona, lápidas vadinienses, la espada de Sabero, Sabero y la Inquisición, etc., etc); y, sobre todo, la sección "Temas Curiosos", que incluye aspectos casi etnográficos, y docenas y docenas de curiosidades sobre Sabero y su comarca, e incluso cosas generales sobre León.

En fin: una página imprescindible para los oriundos de la zona, y para todos aquellos que quieran conocer un poco mejor algunos aspectos de nuestra provincia. Os podéis descargar el programa desde este enlace.

INTERESANTÍSIMO DOCUMENTO CON RETRATOS DE ALFONSO VII, FERNANDO II, SANCHO III Y EL CONDE PONCE DE CABRERA

22 febrero, 2010

Este domingo, de forma totalmente inopinada, me he encontrado en Internet con la foto de un documento interesantísimo, con la siguiente signatura: The Hispanic Society of America, New York, B.16.  Su interés radica en el dibujo con que finaliza: un auténtico retrato de la familia real de Alfonso VII, algo totalmente atípico en la diplomática leonesa, aunque recuerdo un documento en el que aparece Sancha, la hermana del Emperador . 

En la ilustración aparece en el centro el abad Willelmus, recibiendo la donación de manos del Emperador, quien figura a la derecha, portando una especie de rama que me recuerda mucho a esa especie de Árbol de la Vida que tanto abunda en las monedas leonesas de la época (en ocasiones flanqueado por sendos leones). A Alfonso lo protege uno de los principales personajes de su corte: el conde Ponce de Cabrera, de origen catalán, que fue su mayordomo, y que también ostentó el título de Príncipe de Zamora, como puede leerse en este interesantísimo artículo de En el Ángulo Oscuro. A la izquierda del abad, casi como si de dos gemelos se tratase, podemos ver los dos hijos del Emperador: Sancho III, futuro rey de Castilla, y Fernando II, futuro rey de León. Si os fijáis, Sancho está abrazando con su brazo izquierdo a su hermano: pueden verse los dedos de la mano agarrando su hombro.

El interés iconográfico de esta representación es múltiple. En primer lugar, se puede apreciar que es de estilo románico, lo que prácticamente garantiza que, independientemente de su autenticidad, nos encontramos ante un documento de la época. 

En segundo lugar, aporta un dato de gran interés para la historia de la Heráldica, ya que el conde Ponce, el mayordomo, porta un escudo protoheráldico con el signo parlante de su linaje: una cabra. Además, el animal está dispuesto en una postura casi rampante, para ocupar el mayor campo del escudo de armas del conde. El documento figura como concedido en el año 1148, es decir, en los albores del surgimiento de la disciplina heráldica.

Otro aspecto iconográfico de interés lo constituye la rama que portan tanto el Emperador como su hijo Fernando: ¿Simboliza sencillamente el acto de la donación? ¿O es tal vez un símbolo de poder? En  cualquier caso, ¿por qué lo lleva Fernando en lugar de Sancho, que era el primogénito? Sobre este tema me gustaría hacer una reflexión: Muchas veces se piensa que Alfonso concedió Castilla a su hijo Sancho por ser el principal reino, pero esa teoría rechina demasiado con otros aspectos. Después de todo, Fernando recibió León, la prestigiosa capital del Imperio, así como la mayor parte del aparato estatal de su padre: por ejemplo, también heredó al conde Ponce de Cabrera como mayordomo, así como a los mejores notarios y escribanos del reino (aspecto este muy bien estudiado en la obra "El latín de la Cancillería de Fernando II"). También conviene recordar que durante gran parte de su reinado, Fernando fue el principal rey de la Hispania cristiana, y que se intituló "Rex Hispaniarum" (Rey de las Hispanias) y "Rex Hispanorum" (Rey de los Hispanos). Tal vez lo que hizo Alfonso fue simplemente repetir el reparto territorial de su bisabuelo Fernando I, quien al parecer se limitó a seguir la costumbre navarra de conceder al hijo el primer territorio que había recibido de su padre, Sancho Garcés III.

Otra cosa que me llama la atención es el dibujo de Alfonso VII, ya que se encuentra en una postura bastante extraña, dando la sensación de que el dibujante se basó en otra ilustración en la que el rey aparecía sentado en un trono. Por otra parte, el retrato del abad recuerda mucho a las lápidas y altorrelieves abaciales que todavía pueden verse en algunos monasterios (vg: el de Moissac)

En cualquier caso, las tan numerosas peculiaridades me hacen pensar que nos podemos encontrar ante la copia del documento que realizaron en el monasterio benedictino o cisterciense que se benefició de la donación, ya que es muy diferente de los emitidos por la cancillería imperial. El diploma aparece como confeccionado en Toledo, pero es muy extraño porque aparece fechado tanto en Era Hispánica como según el Año de la Encarnación, uso este último totalmente ajeno tanto al reino de León como al de Castilla, y que podría apuntalar la tesis de un origen extranjero del escriba y/o ilustrador. Además, y por si fuera poco, la fecha dada en Era Hispánica y la de la Encarnación no coinciden: la primera dice "Era millesima centesima octogesima VIIIª" (año 1150), mientras que la segunda da el año 1148 ("Anno ab incarnatione Christi millesimo centesimo XLº VIIIº"). En fin, un documento que valdría la pena investigar.
 

Viaje A Donde Sí Se Habla Leonés (I): Cabreira

19 febrero, 2010

El domingo pasado apareció un espléndido reportaje sobre la lengua de Cabreira (La Cabrera) en la Revista del Diario de León, y que venía firmado por el periodista Emilio Gancedo y el bañés Jonatan Rodríguez. Por desgracia, los contenidos de la Revista no se suelen colgar en la web del periódico, aunque en esta ocasión sí que es posible leer el reportaje en línea
En cualquier caso, os lo copio entero tal y como apareció en el blog Tierra Alantre la mesma Fala. La foto es de Norberto.


Durante estos últimos meses, y por razones que, la mayor parte de las veces, muy poco tienen que ver con la filología y sí mucho con la política, el tema del leonés ha sido llevado de un lado para otro, como en volandas, entre despachos políticos y titulares de prensa. Y por eso la pregunta que se impone ahora es la siguiente: ¿No sería buena cosa acudir a las -ya escasas- zonas en las que aún se habla para ver qué es y cómo es esta lengua? El Diario inicia aquí una miniserie de reportajes que se adentra, pues, en los lugares en los que sí se «fala». El primero: La Cabrera/Lla Cabreira. 

-¿Quéi tal? 

-Home... ¡menos mal que se te vei el pelu! 

Esto es la Cabrera, concretamente, el pueblo de La Baña. La Cabrera es una comarca de unos 900 kilómetros cuadrados ubicada en el extremo suroccidental de la provincia de León, colindante con Orense y con Zamora. Tradicionalmente se ha venido dividiendo en Cabrera Alta (que corresponde con la cuenca alta del río Eria, es decir, el municipio de Truchas); y la Cabrera Baja (valle del río Cabrera con sus afluentes, equivalente a los municipios de Benuza, Encinedo y Castrillo de Cabrera). En tiempos del Reino de León, la comarca se subdividía en tres entidades jurídicas de sugestivo nombre: Ribeira (Ribera), Llouxada (Losada) y Cabreira (Cabrera), también llamada Merindad de Peñarramiro. 

La Cabrera es un territorio muy montañoso, está inscrito en pleno macizo galaico-leonés y lo enmarcan cumbres que rozan los 2.200 metros (Teleno, 2.188 metros; Peña Trevinca, 2.127; Las Portillinas, 1.956, El Morredero, 1.762...). El paisaje enlaza lo atlántico con lo interior y, pese a su gran riqueza natural, hecha de pastos, brezales, robledales y bosques de ribera, resulta de escasa rentabilidad agrícola, por lo que los cultivos de subsistencia y la diversificación componían, hasta los años setenta del pasado siglo, una presencia humana que siempre consideró muy dura la supervivencia en estos valles. El gran aislamiento geográfico y la lejanía con respecto a las grandes vías de comunicación hizo el resto, creando el mito -y el tópico- de la Cabrera como lugar apartado y atrasado (no en vano, Ramón Carnicer llamó «Donde las Hurdes se llaman Cabrera» a la obra que recoge su viaje por la comarca, editado en 1970). El centeno, las huertas, una ganadería de vacas, ovejas y cabras y hasta viñas en las laderas soleadas era el panorama que tradicionalmente podía verse aquí hasta que la despoblación, como en tantos otros lugares, vació estos pueblos, algunos de ellos casi por completo. 

-¿Fuste güei a trabayá? 

-Nu... ando un poucu malu... y amás güei nu yía día d'andá pulla caleya... 

Es decir, que «hoy no es día de andar por la calle», responde un paisano de La Baña a la respuesta de si fue hoy a trabajar. Las canteras de pizarra que se establecieron, sobre todo en esta localidad, han supuesto una amplia fuente de trabajo y casi el único sustituto -junto al muy incipiente turismo rural- a unas agricultura y ganadería ya meramente testimoniales. La contrapartida viene dada por la vista de laderas enteras cubiertas de restos y escombros procedentes de la extracción, tratamiento y laminado de una pizarra que, mayoritariamente, servirá para techar casas y edificios de Centroeuropa. Gallegos, portugueses, zamoranos y leoneses, y gentes de muchas otras procedencias trabajan en alrededor de catorce explotaciones. La Cabrera, junto con las comarcas vecinas de El Bierzo y la gallega de Valdeorras, conforma el primer productor de pizarra a nivel mundial. 
    -¿Cúmo van los tous rapaces? 
    -Bien, están agora ñu colexiu, ña escuela. 
    Cerca de donde dos vecinos se preguntan por el trabajo, una señora le pregunta a otra por cómo marchan sus hijos. En la Cabrera se habla cabreirés. Y las gentes de estos pueblos mantienen posiciones un poco ambivalentes con respecto a su habla propia. Para unos es algo tan exclusivamente diferente y propio de cada lugar que hasta llega a recibir sólo nombres locales (en La Baña, uno de los lugares donde mejor se conserva, dicen que hablan bañés); otros, en cambio, lo explican como si fuera una mezcla de gallego y castellano, incluso «hablar mal», «hablar de pueblo» o «como antes», y le aplican nombres despectivos como «chapurriáu» o «falotas». 
    Pero el cabreirés no es, en realidad, ninguna mixtura de lenguas ni ningún síntoma de ignorancia. Más bien al contrario. El cabreirés es, sencillamente, leonés; y la Cabrera es una de las dos comarcas de la provincia donde mejor se conserva, por no decir que es una de las dos comarcas (la otra sería el Alto Sil), donde el leonés sigue estando vivo socialmente, donde puede oírse en la calle. 
    -Fuei al médicu ayeri, y yía un médicu buenu... 
    -Pues you ando mala d'esta pierna... 
    -Pa qu'andará una pulla vida, pueis namás que pa sufrir. ¡Ay Señor, cuando t'alcurdarás de mí! 
    Sin embargo, el cabreirés, el leonés de la Cabrera, a pesar de seguir vivo, está completamente ausente de la vida oficial e institucional. Desde el hecho de que algún presidente de junta vecinal ha querido desterrar la lengua hasta del callejero (castellanizando «Eras» por «Eiras», por ejemplo) hasta su inexistencia en espacios culturales de la comarca (casas de cultura, Museo de la Cabrera en Encinedo); ni documentos oficiales, ni clases optativas en la escuela, ni cursos, ni talleres... en ese sentido, nada de nada. Es célebre la anécdota del niño que, en clase, no entendía por qué el dibujo de ese animal nocturno que ulula aparecía al lado de la letra «L». Para él, ese ave se llama «curuxa» (la coruja de otras zonas de León) y nunca había oído lo de «lechuza». 
    Es decir, que el cabreirés, el leonés de esta comarca, es una verdadera joya lingüística, un tipo de patrimonio que sumar a los valores naturales, a la música (gaita de fole, y chifla y tamborín, ambos conjuntos instrumentales conviven en armonía aquí), a la arquitectura tradicional (las sugerentes casas de patín, corredor cerrado, piedra y losa, llouxa, que, inexplicablemente, están siendo destruidas y sustituidas por extraños chalets impersonales y desnaturalizados) y a las costumbres ancestrales, pero que, a diferencia de estos otros, aún no se sabe cómo dar a conocer, cómo poner en valor. Se han escrito libros (la traducción del Principito, el clásico de Saint-Exupéry, «El Prencipicu»), diccionarios (el Vocabulario de La Baña) o la nueva literatura de ficción basada en gran parte en esta variante («Epífora», «Breve hestoria d'un gamusinu», de Xosepe Vega) que se suman a los clásicos (la novela costumbrista «Entre brumas», de José Aragón, con abundantes pasajes en cabreirés) o el técnico «El habla de la Cabrera Alta» de Concha Casado... y, no obstante, todavía no se ha impuesto con plena convicción la verdad, el hecho de que falar cabreirés constituye uno de los más originales, importantes y decisivos valores sociales y culturales de esta comarca, ya que proporciona una insustituible información sobre la evolución del latín al romance, además de ser vehículo de expresión de una comunidad humana concreta que en sólo sobre el orgullo de su pasado, raíces y tradiciones, puede construir un futuro pleno y verdaderamente consciente de su lugar en el mundo. 
    Y con eso, «buenas ñueites, y cun un burru t´acoches siete ñueites». 
    Rasgos lingüísticos 
    El cabreirés, además, posee rasgos propios dentro de lo que es todo el dominio lingüístico astur-leonés. Por ejemplo, la palatalización (que es uno de los fenómenos que sirven para singularizar esta lengua con respecto a las de su entorno; llobu frente a lobo, llágano frente a légamo, lluna frente a luna) es realmente acentuada y afecta también a la «ene» (ñalga, ñiñu, ñariz, ña -en la-, ñueite -noche-, etc.), como pasa o pasaba en otras comarcas leonesas y asturianas aunque de una manera más extrema todavía (y así, a veces afecta incluso a los artículos, Lla Baña). También hay que apuntar que el cabreirés varía ligeramente en cada valle. Por ejemplo, en Corporales la tercera persona singular del presente de indicativo del verbo ser es «ye» (como en el asturiano central actual, o como en el León central -la Cepeda, Órbigo- antes de que se difuminara a lo largo del siglo XX), mientras que en el municipio de Encinedo sería «yía», como en el occidente de León y Asturias. Otra forma curiosa es el conjunto -uei- donde normalmente el asturleonés occidental hace -ui- (mueito, mucho; trueita, trucha). 
    La leyenda de Xuanicu L'Osu 
    Yérase un matrimoniu de recién casaos que vivía ñu monte, cuidando'l fatu p'ahí p'arriba, pa lla fonte pioyosa, xunto al Valdebuercu. Un día, el maridu, que chamábase Xuan, hubo de baxare a Lla Baña deixando sola a lla muyer. Tenía que volvere pa lla cena, peru pasóu´l tiempu, chegóu lla ñueite y el maríu ¡quei ñun chegaba!. Fasta que ya mui tarde, cuandu sólu andaban pol mundu lla lluna p´arriba y los llobos p´abaxu, chamaron ña puerta; eilla corriéu a abrire asperando vere al sou Xuan peru ¡Virxen santísima!, ñun yera´l maríu él que chamaba, siñon un osu grandísimu, l´osu que tenía atemorizadas a llas xentes de tolos puebros y aldeas d´esti llugar. Eilla corriéu asustada a ascuendese d´aqueilla fiera del diabru peru l´osu corriéu más, tomóula coñas suas manotas y llevóusela cautiva a lla sua cueva donde fícieula lla sou muyere, ¡cómu oyenlu! 
    Cuandu ya escomenzaba ll´ alboriada chegóu Xuan a lla casa y al vere que eilla ñun taba dientru corriéu esesperáu por esos montes de Dios chamándola a gritos que partían l´alma. Peru ñon encontroula enxamás y esesperáu el probín murriéu de pena al pouco tiempu. Dende ñestoncias lla muyere, que yera xoven y fresca comu una rosina, tuviéu que vivire conu osu, chorandu ñueite y día comu una madalena. Pasou´l tiempu y un día ñacieule un fiyu al que puso-ye´l ñome de Xuan, en memoria del sou padre. Yera un rapacín preciosu, peru con una fuercia... ¡ay, madre, qué fuerzota tenía lla criatura! Y cona sua madre y l´osu que llos tenía acautivaos, vivíu Xuanín, medrando y faciéndose cada vez más grandón y más fuerte. 
    Un día, que yera fiesta de Lla Baña y l´osu había salido a cazare, lla muyere sintíu ganas de baxare al baille del puebru y ñin corta ñin perezousa dixíu-ye a Xuanín: «¡Ay, mieu rapá, si pudiéramos quitare lla llouxa...!» Nestoncias Xuanín dixíu-ye que esu facíalu él cona dea pequerrina y ¡dito y feito!. Pouco después lla madre y el fiyu chegaron a Lla Baña y presentáronse ñu baille. ¡Ñaide podía creyere ñaquel milagru!. Cuandu´l osu volviéu a lla sua cueva y viéula vacía escomenzóu a ruxire; dixían que llos sous ruxios sintiéronse en mueitas lleguas ña redonda. 
    Esesperáu rompiéu lla llouxa que facía de puerta y corriéu lluegu fasta Lla Baña en busca de lla muyere y el rapacicu, peru llos homes del puebru ya taban apreparaos con grandes palos y picos y ferramentas y cuandu´l osu chegou y viéu aqueillu, asustóuse y afuyóu espantáu. Ñaide volvíu a velu enxamás de llos enxamases pola Pioyosa, el Valdebuercu ñin por denguna parte. Xuanín y lla sua madre quedárunse a vivire en Lla Baña. 
    Eilla ñunca casóuse, lla probina, peru vivíu cuidada y protexida por «Xuanín del Osu», que asína yera comu chamabanye llas xentes. Y por dalgu debía sere, creu you, porque´l mozu escontra más años tenía, más parecíase a un osu y más gustabaye triscare por esos montes ñas ñueites de lluna grande; fasta decíase que a escondidiellas alcontrábase conu osu qué encautivó a lla sua madre cuandu yera recién casada, peru esu, si yía verdá ou ñon... ¡vaiga vusté a sabere! 
    Animales, fuentes, calles y refranes 
    Preguntamos más. Por ejemplo, los nombres de los animales domésticos y salvajes. Aquí nos encontramos con pitas (gallinas), recos y furiles (cerdos y cerdines), ouveyas, marones (ovejas, castrones), xabarines (jabalíes), llobos (lobos), rollas (tórtolas), raposos (zorros), curuxas (lechuzas), toupos (topos), andurinas (golondrinas), panxulinas (mariposas)... ¿árboles, plantas? El bedul o bedulu (adebul), rebollu (roble), mazaneiru (manzano), la cereisal o cerulal (cerezo), la carqueixa (carrasquilla), el amayulín (que es la zarza) o el sanguiñu (el cornejo). 
    ¿Y qué decir de las fuentes? La Fayeda, la Llaguna´l Pilón, de la Llaguna Seca, La Fuente Santa, Fuente d'Alba, el Caballón, La Murteira, Fuente l´Acillinu, Fuente de Santa María, del Picón, la de Valdebuéis, la de Gonta o La Pioyosa. Pero el mejor, el más poético nombre es sin duda «Onde ruxe l'augua». Y, obviamente, el tan conocido Lago de la Baña es, sencillamente, El Llagu. 
    Sonoros, guapos y curiosos nombres son también los de las calles de La Baña: gran parte de ellos no existen en el callejero oficial, pero así son conocidos por la gente del pueblo: Caleya Espiernapitas, Caleya´l Outeiru, Caleya d´Ancima de Villa, Plaza de la Paneira, Plaza de La Eira Grande, Caleya del Caminu Vieyu... y un cartel verdaderamente paradójico, titulado como «Calle Cai» (es decir, «calle calle»). Caleya, Caleyu y Cai son tres nombres para designar «calle» en leonés. 
    También pedimos que nos refieran algunos refranes: «Si nu chueve n'Agostu, nu hai magostu», «El día de tolos Santos, la ñieve pullos altos, y el día de San Andrés, a la puerta la verés». «Veintiocho de Xaneiru, Santo Tirso Verdadeiru» o «El día de San Brás, la gaya pasarás» (se refiere -nos dicen- al sol al atardecer, ya que cuando pasa la gaya -rama de árbol, cima o cumbre- del pico Verdugueo, las horas de luz solar diarias aumentan). 
    Otros lugares en los que esta lengua se manifiesta, auténtica y potente, es en la manera en la que los paisanos nombran las montañas, laderas y cumbres: L'Acillinu, Fuisusanu, Murtrabeya, Fayeda, La Cebral del Llagu, el Xibriu, Valdebuéis, L'Altu las Gobernadas, El Coupetín, L´Albar... Pero la toponimia que se ha de escribir en rótulos, carteles y mapas, esa se castellaniza (El Morredero por El Morredeiru; el puerto de Carbajal por el Altu'l Carbayal...) o se galleguiza (el puerto de Fonte da Cova se llama en La Baña «Las Fontanicas»). 
    Preguntamos en La Baña por los nombres de los barrios y los prados y tierras que los rodean, otra buena forma de conocer este leonés vivo: aquí nos hablan del Barrio de Piñiella, formado por las tierras de La Barreira, La Vallina, Las Pozas, Las Eiras del Barreiro, El Barreiro, El Prau´l Rubiu, Las Piñiellas, La Barriada y la Fraugua. El Barrio de San Pedru tiene L'Outeiru, La Cru'l Outeiru y Vildéu. El Barrio de Cazaleyas está compuesto por La Funtaniella, La Solana, Las Llagunas, La Veiga y La Vallina. El Barrio de la Llama tiene El Caminu Vieyu, El Prau la Llama y Viforcos, y el Barrio de Canciella, la Sienra, La Valluerca, Veigalostrigos, El Tumbiu y Los Barriales. 
    Una excelente forma de comprobar cómo suena y se comporta el cabreirés, además de escuchar las conversaciones por la calle, es preguntarles a los vecinos por los nombres tradicionales de los pueblos de esta comarca. Éstos son algunos: Trueitas (Truchas), Trueitiellas (Truchillas), Quintaniella (Quintanilla de Yuso), Valdaviéu o Valdaviáu (Valdavido), Valleyu (equivalente al castellano «vallejo», Baíllo), Villarinu (Villarino), Encinéu (Encinedo), Robréu de Llouxada (Robledo de Losada), Ambasauguas (Ambasaguas), Santulaya (Santa Eulalia), Castrufenoyu (Castrohinojo), Llouxadiella (Losadilla), Ñugare (Nogar), Ñoceda (Noceda), Manrubiu (Marrubio), Llomba (Lomba)... Es de notar que a medida que el río Cabrera avanza camino de encontrarse con el Sil van apareciendo rasgos del gallego hasta Puente de Domingo Flórez, donde esa lengua es ya la tradicional o popular. El leonés occidental y el gallego oriental, aunque próximos y con los habituales préstamos lingüísticos que se dan entre todas las lenguas que se «tocan», pueden parecerse y presentar algunas formas similares, pero, obviamente, no son lo mismo; son dos lenguas bien estudiadas por la Filología desde hace más de un siglo. 
    La leyenda del desencanto 
    «Yiera un fríu día d'iviernu cuando un cazador salióu de la súa casa a cazá ño monte. Cerca de los Campaneirus d'Entrañu sintióu cantá a una moza, aquella voz yiera una maravilla, nunca un home había escueitáu cousa tal. Poucu a poucuu, fóise acercando a aquella voz, hasta que deixóu de suná. Entre unos leves susurros al principiu y con una crara voz lluegu, una muyier yi dicía: 'Acércate, nu téñades miedo, que'l mieu cuerpu yía una culuebra muei grande. Cuando me veyas salí tienes que escupime ña cabeza y en ese momentu you vulveréi a convertime en muyier'. El cazador, nerviosu, pero cun ganas de outiar aquella moza de tan bunica voz, esperóu paciente la salida de la culuebra. Cavilando cuál sería el tamañu del animal, de pronto vióu aparecé delantre d'él la culuebra más grande que viera nunca. Cheno de pánicu, escapóu a la carreira. Lu que nunca chigóu a sabé este cazador yiera qu'aquella culuebra tan grande escundía a una bella princesa mora que fora encantada, y que ña condición para romper l'encantu yiera ñecesario qu'un home yi escupiese ña cabeza».

EL VÍNCULO LEONÉS (VI): POR AMOR AL ARTE,... LA HISTORIA Y LA ARQUEOLOGÍA

17 febrero, 2010

En el programa de este martes en Hoy por Hoy León hablamos con Mónica Castro acerca de su blog. Nos contó que en principio lo abrió para informar a sus amigos de fuera de los horarios de visita de los principales monumentos leoneses, pero que con el tiempo fue añadiendo información, y casi se ha convertido en un referente para la gente que prepara una visita a nuestras tierras. 

A ello ayuda mucho el hecho de que trata de mantener la información lo más actualizada posible, lo que contrasta con las webs de nuestras instituciones: como ejemplo, Mónica nos contó que la Oficina de Turismo de la Junta sigue figurando en Internet como localizada en la Plaza de Regla, cuando ya lleva varios meses en el Palacio de los Guzmanes.

Por desgracia, no tuvimos tiempo para hablar de su último "invento": un mapa turístico de la ciudad de León en Google Maps, que parece de lo más útil e interesante.

Como veis, la labor de Mónica es más que meritoria, sobre todo sabiendo que vive fuera de la provincia, y que tiene que dedicar al blog parte de su tiempo libre cuando visita León.

Una vez más, los blogs se muestran como una magnífica herramienta de divulgación cultural. Os podéis descargar el programa aquí.


Ver LEON TURISTICO en un mapa más grande

LISTA DE REYES LEONESES ¿CUÁNTOS REYES TUVO LEÓN? ¿Y CUÁNTAS DINASTÍAS?

16 febrero, 2010

En principio, ésta podría ser una lista de los reyes privativos de León:

-García I (910-914)
-Fruela II (924-925)
-Alfonso Froilaz (925)
-Alfonso IV (925-931)
-Ramiro II (931-951)
-Ordoño III (950-956)
-Sancho I (956-958)
-Ordoño IV (958-960)
-Sancho I (2º reinado: 960-966)
-Ramiro III (966-984)
-Bermudo II (984-999)
-Alfonso V (999-1028)
-Bermudo III (1028-1037)
-Alfonso VI (1065-1109)
-Urraca I (1109-1126)
-Fernando II (1157-1188)
-Alfonso IX (1188-1230)

Según esta lista, en total el Reino de León contó con 19 reyes diferentes a lo largo de sus 320 años de existencia como estado medieval independiente. Sin embargo, esta cuenta puede aumentar si tenemos en consideración a tres monarcas que no suelen figurar en las listas:

-Sancho Garcés III: rey de Pamplona que durante unos meses del año 1034 reinó en la ciudad de León.
-Sancho II, el hermano de Alfonso VI que consiguió la corona leonesa en 1072, aunque murió ese mismo año en el cerco de Zamora.
-Alfonso I el Batallador, rey aragonés marido de Urraca I de León que en ocasiones gobernó el reino.

Así la cuenta subiría a 22 reyes, aunque todavía podríamos añadir un vigésimo tercero:

-Juan I, que reinó en Galicia, León y Sevilla de 1296 a 1301 durante la minoría de edad de Fernando IV.

Pero se podría tratar de profundizar en detalles más polémicos sobre esta lista. Por ejemplo, ¿Por qué ésta ha de iniciarse con García I? Los 12 reyes que le precedieron en el trono asturiano eran de su misma dinastía, con lo que la división entre reyes asturianos/reyes leoneses se muestra bastante arbitraria, ya que descansa sobre un simple cambio de capitalidad. De hecho, no es raro encontrar testimonios del pasado en los que los reyes asturianos aparecen englobados dentro de la monarquía leonesa: ese es el motivo, por ejemplo, de la escultura de Pelayo en el Arco de la Cárcel de la capital leonesa, ya que era considerado el primer rey de León. Y, si no recuerdo mal, los reyes de Asturias aparecen con el escudo de León en el Salón de los Reyes en el Alcázar de Segovia.

Centrémonos ahora en las divisiones en dinastías. Según la clasificación ya clásica, se suele dividir la historia del reino de León en tres:
  • La primera sería la Dinastía Asturleonesa, heredada del reino astur, y que perduraría hasta la muerte de Bermudo III en 1037, durante sus luchas contra su cuñado Fernando I. 
  • La segunda sería la Dinastía Navarra, que abarcaría los reinados de Fernando I, Alfonso VI y Urraca I. 
  • La tercera y última sería la Dinastía Borgoñona, que subiría al trono con la coronación de Alfonso VII (año 1126), y que llegaría más allá de la unión de las coronas leonesa y castellana. 
Pero en realidad esta división responde a un punto de vista decimonónico, machista y anticuado, pues bautiza y crea estas dinastías en función del varón que entra a reinar, cuando en realidad en los periodos de cambio son las mujeres las portadoras de la legitimidad dinástica: si Fernando I puede reinar, se lo debe en exclusiva a su matrimonio con Sancha I. Si Alfonso VII llega al trono, no se lo debe a su padre borgoñón, sino a su madre la reina Urraca I. Por ello tampoco es incorrecto considerar que, en realidad, no hubo rupturas dinásticas, y así lo debieron percibir los contemporáneos. En esos momentos de la Edad Media, ni siquiera existía el concepto de "dinastía"...

Para más información, os recomiendo estos dos libros míos: