La semana pasada fui a visitar "La memoria del tiempo: fotografía y sociedad en Castilla y León (1836-1936)", que está localizada en el Centro Leonés de Arte (palacete de Avda. Independencia, 18). Ya el título me hacía temer lo que finalmente encontré: un anacronismo institucionalizado con apariencia de exposición. Y es que no creo que haga falta explicar a estas alturas de la película que Castilla y León sólo existe desde 1983, pero por si acaso vuelvo a repetirlo.
La muestra exhibe un amplio grupo de fotografías antiguas de las provincias leonesas y de algunas castellanas, con un gran valor artístico, testimonial y hasta histórico: eso nadie lo pone en duda. Todo ello, sin embargo, y en mi opinión, queda invalidado por el capcioso título, ya que no hace más que tratar de propagar una clara intencionalidad política: seguir convenciéndonos de la absurda idea de que Castilla y León existe desde hace mucho, mucho tiempo (algo que, por otra parte, estoy harto de encontrarme
en los libros de texto dedicados a la Historia).
El folleto que dan a la entrada de la exposición no puede decirlo más claro: "Ancha es Castilla", se titula. En el texto se abunda en la continua confusión entre Castilla y la actual comunidad autónoma de Castilla y León, con joyas como éstas:
"(...) Hemos tratado en este proyecto de recrear la imagen de Castilla y León"
Bueno, es muy difícil "recrear" una imagen de algo que no existía. ¿Qué le parecería a la gente una exposición que se titulara "La memoria del tiempo: grabados y sociedad en la Unión Europea (ss. XVI-XVII"? Sonaría sencillamente absurdo trasladar un marco administrativo actual en un pasado remoto, ¿no es cierto? Pues exactamente eso es lo que hace esta exposición dirigida por el conquense Publio López Mondéjar.
Sin ningún tipo de pudor, se habla de "los grandes maestros castellano-leoneses" (sic), olvidando tal vez que este neogentilicio ya ni siquiera aparece en el Estatuto de autonomía, y que mucho menos se puede aplicar a autores que vivieron y murieron mucho antes de que se forjara esta comunidad autónoma.
Ahora bien, adivinad qué fundación está detrás de esta muestra. Sí, lo habéis clavado: la
Fundación Villalar. No sé por qué, pero me lo tenía que haber imaginado...
Como ya dije en su momento, esta exposición corrobora que este año ha acabado la tregua que nos habían concedido a los leoneses con el 1100 aniversario del reino de León.
Pero veamos otra flor del folleto que tampoco tiene desperdicio:
"Este es también el propósito central del presente trabajo, que trata de contribuir a la recuperación del patrimonio fotográfico castellano-leonés (...) para la definitiva elucidación de la historia de la fotografía en Castilla y León y para reconstruir la imagen antigua de la región"
Sinceramente, creo que es difícil poner tantos anacronismos juntos.
Si alguien quiere ver la muestra (como he dicho, visualmente vale la pena, si previamente nos olvidamos de la propaganda política nacionalista), el horario es de martes a sábado de 11 a 14 horas, y de 18 a 21. Domingos y festivos, de 11 a 14. Cierra los lunes.