Viaje A Donde Sí Se Habla Leonés (II): Ribas del Sil

22 marzo, 2010

Este fin de semana por fin se publicó en el Diario de León la segunda parte de los reportajes que el periodista Emilio Gancedo está dedicando a las zonas de la provincia leonesa donde todavía se "fala". Vía Tierra Alantre.

EMILIO GANCEDO
Ai ho! ¡Buenus días!
-”Buenus, ho.
-”¿Cúmu va la túa xente?
-”Bien, a Dious gracias. Ya-'l tou padre, ¿quéi?
-”Buenu, diz el médicu que tien que cuidar el fégadu.

Esto es Palacios del Sil, en el Noroeste de León. Si en la anterior entrega elegimos la localidad de La Baña para comenzar esta miniserie sobre los últimos reductos en los que, hoy en día, se habla leonés en la calle, como ejemplo de La Cabrera, en esta ocasión elegimos la capital del histórico cuncechu (concejo)palaciegu , antiguamente de «Ribas del Sil d'Arriba», como santo y seña de la otra comarca en la que aún sobrevive el viejo leonés, la lengua romance que con el correr del tiempo se perdió, aunque dejando numerosas huellas, en gran parte del resto de la provincia.

Aquí, en Palacios, este verdadero tesoro lingüístico sigue vivo y presente en la vida cotidiana, en la casa, en los útiles y herramientas que se manejan, en las labores del campo, en los nombres de los prados, de los montes, de las casas e incluso de las personas.
-”¿Esto, cómo se llama?
-”Ai mia madre, pues estu... garfietsa dicimus...

Pasa tiempo antes de que la paisana alcance a decir «cazo». La garfietsa es el cazo.
El ayuntamiento de Palacios del Sil, es decir, lo que de manera más o menos tácita se conoce como comarca del Alto Sil, forma un conjunto cultural inquebrantable no sólo con las de Laciana, Babia y Omaña en León, sino también con los valles asturianos que caen del otro lado del puerto de Leitariegos. El habla, las costumbres, la arquitectura, el folclore... son casi idénticos. Lo mismo ocurre con el idioma. Lo que aquí se habla, técnicamente según los filólogos, es asturleonés occidental, es decir, pertenece de modo indudable al gran tronco leonés pero a su parte oeste; una variedad lingüística, pues, que históricamente ha venido siendo común a las mitades occidentales de Asturias y León. La característica más llamativa de parte de estas zonas es un sonido curioso y muy significativo, mal llamado «che vaqueira» (su ámbito excede con mucho al del radio de acción de la antigua etnia de los «vaqueiros de alzada»), que se articula chasqueando la lengua contra el paladar, en vez de con los dientes, como se hace con la «che» normal. En realidad no sería una «che» sino una «elle». Nos explicamos. Una de las cosas que diferencian al asturleonés de las lenguas próximas (es decir, del gallego y del castellano) es que «palataliza» las «eles» iniciales (y algunas que están en el interior de palabra); es decir, lobo en gallego, lobo en castellano, pero llobu en asturleonés. Lúa en gallego, luna en castellano, pero lluna en asturleonés. En la zona en la que estamos, la palatalización es, digamos, «extrema» y suena ligeramente parecida a la «che». Dicho de otra manera, casi siempre que en el resto del dominio se diga «ll», aquí suena como che vaqueira. Ejemplo: llamber (lamer) en el resto; aquí tsamber;llana (lana) en el resto, aquí tsanallingua (lengua) en el resto, aquí tsingua;allegría (alegría) en el resto, aquí atsegría.
    A la hora de escribir
    Otro problema histórico ha sido la forma de representar ese fonema. Como no corresponde a ningún sonido conocido en castellano, desde antaño se ensayaron formas como «x», «tx», «chx», o la más usada en zona leonesa, «ts». La Academia de la Llingua Asturiana, que ha fijado y estandarizado el idioma en su ámbito de acción legal, es decir, el Principado, ha escogido la forma «l.l» (doble ele con dos puntos, cada uno debajo de una ele, aunque por motivos de disponibilidad tipográfica se puede escribir l.l) para indicar que corresponde, que equivale, a la palatalización que se da en el resto de la lengua. Actualmente hay un cierto debate en torno a si usar «l.l», quizá más correcta filológicamente, o «ts», más popular.
    El sonido se refleja perfectamente en el conocido dicho
    Quien nun diga tseite, tsinu, tsume, tsana/ nun yía del vatse de Tsaciana («quien no diga leche, lino, lumbre, lana, no es del valle de Laciana»)
    Además, la gran escritora de Palacios Eva González (1918-2007), dueña de una monumental obra literaria en esta lengua, ofrecida en numerosos libros y recopilaciones, dejó consignada, en un maravillosamente sonoro poema, la música de la fala:
    ¡Qué guapas las tsacianiegas!/ ¡Qué mozos los de Tsaciana!/ Cúmu nós siempres dixenun: tsume, tseite, tsinu, tsana/ tsobu, tsueza, tsambuleiru/ tsombu, tsumiacu ya tseña/ tsinar, tsomba ya tsadripa/ tsou, tsendón ya tsampazada
    Otros ejemplos provienen del extenso y rico patrimonio musical de estos valles:
    ¡Viva Umaña ya Tsaciana, viva'l Vatse de Naviegu/ Palacius del Sil ya Babia, Cebea ya Tseitariegus! ¡Viva el baitse de Tsaciana, bien tsamáu montañés, con los sous harmanus xemelus, babianu ya umañés!
    En cuanto al nombre que las gentes de la zona le aplican a su forma de hablar, quizá la más conocida sea patsuezu (pal.luezu), pero también falas antiguas o la falietsa. Su postura ante ella ha variado con el correr del tiempo, pero, tenida en más o menos orgullo, en más o menos consideración, siempre ha venido configurando buena parte de la fuerte identidad de esta tierra montañesa. Unos la habrán echado en el olvido; otros la emplearán sólo en casa, otros más hablarán en castellano usando, de vez en cuando, palabras «del país»; pero todos parecen encontrar un lejano gusto en pronunciar, de vez en cuando, las palabras de la nuesa tsingua. Además, la no despreciable literatura producida desde los años ochenta hacia acá en esta variedad lingüística, los concursos de patsuezu, las obras de teatro y hasta un programa quincenal de radio parecen estar ayudando a dignificarla y a hacer que sus hablantes se sientan orgullosos, si no de hablarla fluidamente, por lo menos sí de conocer muchas de sus palabras o de haberlas «sentido» en su entorno más cercano.
    Donde más y mejor se puede oír hablar, actualmente, es sin duda en los pueblos del cuncechu : Cuevas, Tejedo (Teixéu), Valseco (Valsecu), Matalavilla (Matalavitsa), Salientes..., donde los niños (los nenos) conocen bien lo que es unaconxial(nogal), un magüetu (ternero) o un rebotsu(roble); y en el propio Palacios. En Laciana se escucha sobre todo en la parte alta (los Caboalles). En Babia la pérdida lingüística está siendo alarmante, siendo ya un patrimonio único de la gente más mayor, castellanizándose casi todo el habla de la gente joven en fecha bien temprana, lo mismo que pasó en las comarcas de Luna (Tsuna) y Omaña.
    De nuevo, como en Cabrera, la misma conclusión: se habla, sí; pero tan poca gente que ¿hasta cuándo? ¿Cuándo morirá el último falante? ¿Cómo y por qué no se supo detener esta sangría a tiempo, sangría que corre pareja al vaciamiento total de los pueblos y a la humillación y soterramiento de la cultural rural en su conjunto?
    Así que, de la misma manera que hicimos en Cabrera, aquí seguiremos preguntando por los nombres de las cosas, de los elementos del paisaje y la cultura del día a día. Por ejemplo, ¿qué tal algunos refranes? «Marzu ventosu, abril chuviosu, sacan a mayu fluridu ya furmosu». «Mayu me muecha, mayu m'enxuga, mayu me tapa cuna sua cubertura». «Febreiru febreirudu, marzu rabudu». «L'augua de San Xuan, quita vinu ya nun da pan». «Nublina na muntaña, pescadore na cabana». «Nubles de tsana, nin chueve nin nada».
    En casa y en el monte
    Estos valles no se entienden sin las brañas, esas zonas altas de pastos hasta las que subían ganados y gentes con sus familias y enseres para pasar gran parte delbranu. En ellas, los grupos de cabanas (cabañas) acogían a las familias que allí hacían la vida: muñían(ordeñaban), mazaban el tseitefaían el queisu ya la cuachadatexían, etc. Algunas son bien famosas por su condición de punto de llegada o de tránsito de rutas montañeras y, en todo caso, por los fantásticos paisajes en las que están ubicadas y por la sugerencia de un modo de vida tan próximo y a la vez, tan lejano. No hace ni diez años que los últimos brañeiros ybrañeras subían a ellos a pasar algunas semanas. Tras un período de olvido, hoy, muchas de ellas y afortunadamente, se están volviendo a teitar y a recuperar. Es de esperar que la utsera, ese «frigorífico natural» tan característico de las cabanas, vuelva a enfríar los alimentos (y es de esperar que se siga llamando así). Éstas son algunas de las más famosas de la zona: la Braña la Fontetsada, la Braña Pedrosu, la Braña la Degotsada, la Braña'l Campu Cuevas, la Braña Tsourinas o la Braña Falanes. También los montes nos dan idea de la tsinguapropia y antigua de la tierra: El Cuetu l'Osu, Buscalfríu, El Cerisaléu, Andrías, La Boca Bustatán, El Cutsadón o El Cugotsu.
    A pesar de que nos encontremos aún con una realidad viva, esta fala está también, como vimos en Cabrera, completamente ausente de la vida oficial: no se encuentra en ningún cartel o rótulo ni en ningún anuncio municipal, y apenas si aparece en las webs de los ayuntamientos o en los folletos turísticos. Tampoco se enseña en las escuelas, ni siquiera como asignatura extraescolar u optativa, sólo hay cursos puntuales para todas las edades, habitualmente en verano. Y sin embargo, toda la zona, gracias a la obra señera de Eva González y de otros autores (los cuales se auparon, a su vez, en el legado del filólogo babiano Guzmán Álvarez, quien hoy da nombre a un Concurso de Patsuezu convocado por la asociación Xeitu), sí cuenta con una apreciable cantidad de obra escrita (a diferencia de la Cabrera) que da cuenta de lo que era la vida y la lengua en estos valles y que ha propiciado su -”relativo-” auge literario actual.
    No se pueden olvidar, en este breve repaso por el patrimonio oral de Palacios del Sil, los nombres de las fuentes (la Fuente las Canales, la Fungaxal, el Funtanón, la Fuente l'Outeiruelu, la Fuente la Puntiga o la Fuente Tsamaurén), de las calles y barrios (El Xirón, Los Paredones, Plaza del Cuncechu) o de las eras y praos anexos al pueblo (Corrada del Outeiru, Corrada del Canalón, Corradona de la Cuérguila, Corrada del Calechu, El Pumarín, El Truncu, La Era los Ximielgos, La Era l'Utre, La Era'l Campu, La Era'l Poulón...).
    ¿Y qué decir de los animales y plantas? Entre los domésticos tenemos las pitas y elgatsón (las gallinas y gallo), el gochu, la ugüecha (oveja), el cordeiru, elcarneiru, la vaca y el xatu, el magüetu. Entre los salvajes, el xabaril (jabalí), eltsobu, la raposa, el melandru (tejón), el osu, el faisán (urogallo), la culuebra, elgalfarru (milano, ave rapaz)...
    Y los nombres de árboles más repetidos, la cereisal, la manzanal, la castañal, lanisal, la guindal, el bedul (abedul), el rebotsu (rebollo, roble), el capudre (serbal de los cazadores), el umeiru (aliso), el negrillu, el freisnu, el ablanu (avellano).
    -”Ya entós, ¿quéi tse pasóu? ¿tinía mal l'arca (el pecho)?
    -”Non, mancóuse nu renaz (riñones). Cayíu ya escadrilóuse.
    -”Ai nena. Vamos pa viechos.
    Más extensa en el pasado
    Según parece, la extensión de estos rasgos lingüísticos era mucho mayor en el pasado. En las encuestas que, a principios del siglo XX, encargara Ramón Menéndez Pidal, se lee fuecha para hoja, como se dice en esta zona que estamos tratando, pero en La Magdalena, a veinte kilómetros de la capital leonesa. Además, en todo el arco de la Montaña Central -”Los Argüellos-” aún queda topónimos (nombres de lugar: cumbres, prados) que demuestra que la palatalización en «ts» era antaño también propia de esta comarca.
    Dado que se trata de un fonema de difícil articulación, en muchos casos se ha reducido ya al sonido «ch», siendo ya muy pocos los paisanos que, fuera de la Montaña Occidental, aciertan a pronunciarlo correctamente (en Cubillas de Arbas las mujeres mayores siguen hablando del Prau Gatsegos, no así los jóvenes, y en otros sitios de esta montaña ya dicen Las ChombasEl Cubiecho o La Pandiecha , sencillamente con ch).
    Hemos hablado del Alto Sil, Laciana y Babia, pero los alrededores también ofrecen datos de interés: Omaña parece que perdió la che vaqueira pero la sustituyó, en un fenómeno curioso, por la otra palatalización, la que corresponde en el resto del dominio (tsobu por llobu) y aún atesora -”aunque en caída libre, como en todo el territorio-” un patrimonio lingüístico leonés muy notable. En cambio, el ayuntamiento de Páramo del Sil sí que mantiene, en sus núcleos de población pequeños, buena parte de este habla, pese a que la intensa explotación minera, la llegada de población foránea y el casi completo éxodo rural la han arrinconado en gran medida.
    En el valle de Fornela (Furniella) empiezan ya a entremezclarse las isoglosas (líneas que separan dos áreas geográficas que se distinguen por un rasgo dialectal concreto) asturleonesas y gallegas, pero su variedad lingüística sería básicamente leonesa (huevo es uovo, molino molín, noche nueite; y no ovo, muiño o noite como en gallego, aunque hay variaciones en cada pueblo), mientras que en Ancares ya estaríamos en zona de lengua gallega con abundantes leonesismos. Cuanto más se avanza al sur, más diseminada está la lengua, y así, aún se emplean muy abundantes palabras, giros y expresiones pertenecientes a este mismo idioma en las áreas de Fabero, Noceda e Igüeña.
    Y resulta asimismo interesante la situación de Villablino, la capital lacianiega, como centro neurálgico en el que se está desarrollando una cierta concienciación sobre la necesidad de impedir que desaparezca -”de forma irreparable-” esta parte de la l.lingua como realidad viva.
    En cuanto a la producción literaria, hay que recordar que tuvieron que llegar los años ochenta para que la matriarca de las letras en asturleonés, Eva González, escribiera sus primeros poemas y cuentos. En 1980 publicó su primer libro en colaboración con su hijo, el académico Roberto González-Quevedo: Poesías ya cuentus na nuesa tsingua , primero de una serie de seis libros surgidos de esa colaboración: Poesías ya hestorias na nuesa tsingua (1980), Bitsarón: Cousas pa nenus ya pa grandes na nuesa tsingua (1982), Xentiquina (1983), Xeitus: poesías ya cuentus (1985) y Brañas d'antanu ya xente d'anguanu: poesías ya cuentus(1990). En el 2007 apareció una obra facsimilar que englobaba toda esa producción, Na nuesa tsingua; y un año después, Cuentos completos, con bellísimas narraciones, algunas de ellas inéditas. La familia ha recordado que no todas sus creaciones literarias han visto aún la luz, entre ellas una autobiografía,Hestoria de la mía vida, que previsiblemente se publicará pronto. En cuanto a su hijo, el filólogo, antropólogo, escritor y secretario de la ALLA Roberto González-Quevedo, indicar que es también dueño de una extensa obra en solitario, tanto de índole científica (La fala de Palacios del Sil, 2001) como literaria, dentro de la cual hay que destacar el poemario L.lume de l.luz (2002), el conjunto de cuentos recogidos en Pol sendeiru la nueite (2002), la antología poética Pan d'amore(2004), el libro infantil Xuan ya Maruxa (2007) o la novela El Sil que baxaba de la nieve (2007). Junto a ellos, un puñado de autores lacianiegos y palaciegos han cultivado, asimismo, esta variante lingüística, como Melchor Rodríguez Cosmen (El Pachxuezu, 1982; Cousas de viechas dóminas, 1985), Severiano Álvarez (Cousas d'aiquí, 1987; La gouta d'augua, 2009) o Emilce Núñez (Atsegrías ya tristuras, 2005), entre algunos otros, sin olvidar las obras de teatro de Francisco Javier González-Banfi Caldu de berzas y Fuei a cortexiar a Robles o el exhaustivoDiccionario del Patsuezu (2009) de Manuel Gancedo.
    -”Adious, nenu, que te vaiga bien.
    -”De güei n'un anu.
    -”¡Alón!
    Las mozas del cuncechu
    EVA GONZÁLEZ
    Buenas mozas en Teixéu
    en Mataouteiru ya en Cuevas,
    guapinas las de Palacios,
    hailas guapas ondequiera.
    En Salientes sal el sol,
    Matalavitsa la tsuna,
    en Palacios las estretsas
    ya toda la furmosura.
    Guapinas las Valsecanas,
    tamién las de Salentinus,
    hailus tamién cun buen xeitu
    nu tsugar de Vitsarinu.
    Buenas mozas en Susane,
    en Valdepráu ya Corbón,
    tuditas las del Cuncechu
    arrouban el curazón.

MONEDAS CON CECA EN LEÓN EN "FONSADO"

Me gustaría recomendaros vivamente la última entrada del blog "Fonsado", dedicada a las monedas medievales con ceca en León. Comenzando por las monedas suevas y visigodas, Fonsado hace un magnífico repaso por las acuñadas en los reinados de Alfonso VI, Urraca I, Alfonso VII, Fernando II y Alfonso IX. 

Tan sólo me gustaría añadir una pregunta que me hago a menudo y que ya reflejé en el blog en forma de comentario: ¿Cómo es posible discernir a qué Alfonso en concreto se refiere la leyenda de una moneda? Me explico: si se encuentra una moneda en un yacimiento arqueológico, y en la leyenda cita a un "Alfonsus" o similar, ¿cómo sabemos si pertenece a la época de Alfonso VI, VII, o IX? Estamos hablando de diferencias incluso de más de cien años, y me parece muy difícil que la arqueología pueda datarla con total precisión. Se suelen asignar a Alfonso VII los primeros ejemplares con tipos de león, pero me temo que ello se debe simplemente a que es el primer rey del que tenemos constancia documental de que usó este animal como símbolo regio. Sin embargo, creo que ello no descarta automáticamente la posibilidad de que algún rey anterior ya usara el león (recordemos, por ejemplo, la cabeza de león del cetro de Fernando I). ¿Y si Alfonso VI ya acuñó leones, y sin embargo estuviéramos asignándoselos a su nieto de forma arbitraria? Dejo la pregunta en el aire, porque salvo sorpresas me temo que es algo que nunca sabremos con seguridad...

LA VICTORIA DE ALFONSO IX DE LEON SOBRE EL EJERCITO DE IBN HUD EN LA BATALLA CAMPAL DE ALANGE

17 marzo, 2010

Antes de nada, aclarar que éste no es un artículo mío, sino de Miguel A. Diego, "Zacut", quien ha tenido la bondad de remitírmelo para su publicación. Me ha resultado curioso, porque precisamente hace unos días estuve fotocopiando las crónicas con información de las conquistas extremeñas de Alfonso IX con vistas a un futuro artículo sobre el tema. Zacut quiere destacar que el pasado 15 de marzo fue el 780º aniversario de la batalla. Desde aquí me gustaría agradecerle infinitamente tan soberbia aportación.

INTRODUCCIÓN
La toma de Alcántara en 1213 y los ataques ese mismo año contra Cáceres y Mérida ponen de manifiesto las intenciones de Alfonso IX de extender el Reino Leonés por el Sur, tal como se preveía en el testamento de Alfonso VII el Emperador y en el Tratado de Tordehúmos (1158), incorporando el Reino musulmán de Sevilla. En 1217 la fortaleza de Alcántara es otorgada a la Orden de Calatrava, que un año después cede, junto con todas sus posesiones y miembros en el Reino de León, a la Orden Militar de San Julián del Pereiro, que fijó allí su sede. La orden adoptó entonces el nombre del Pereiro y Alcántara y finalmente el de Alcántara, constituyendo a partir de entonces uno de los pilares leoneses en la reconquista y repoblación de la Transierra, inspirada por un decidido cruzadismo, que alcanzaba al mismo monarca, corroborado por las campañas de 1218 en las que llega hasta Sevilla y el Guadalquivir con el objetivo de quebrantar la retaguardia musulmana. La toma de otras plazas como Valencia de Alcántara (1221) y especialmente el núcleo fortificado de Cáceres (1229), abren definitivamente el camino hacia el Guadiana a las fuerzas leonesas. Alfonso IX empeñado en la conquista del territorio de la Taifa de Badajoz, emprende en 1230 la deseada conquista de Mérida, que asegura la independencia eclesiástica del Reino de León, y la de la capital musulmana, Badajoz, ambas a la misma orilla del Guadiana. El objetivo último serían Sevilla y Niebla.

Reunión de las huestes.
Pasada la Navidad de 1229, Alfonso IX partió de Alba de Tormes con un formidable ejército en el que, además de las huestes del monarca se encontraban caballeros las de las Ordenes Militares del Temple, Alcántara y Santiago, con sus maestres, a los que se unieron obispos con sus mesnadas (D. Bernardo II, arzobispo de Santiago de Compostela y los obispos de Oviedo, León, Zamora y Coria) y otras fuerzas. Se dirigieron a principios de cuaresma (hacia el 20 de febrero) al Sur con el objetivo de apoderarse de Mérida, a la que sometieron a sitio.

La toma de Mérida y la batalla campal de Alange (1230).
La noticia del asedio de Mérida debió llegarle al caudillo hispanomusulmán Ibn Hud al-Mutawakkil, vencedor de los almohades, reconocido como lugarteniente y Emir del Califato abbásida de Bagdag –tomó por enseña el estandarte negro de los abbasíies- primero en Murcia y luego en casi todo Al-Andalus (Almería, Málaga, Granada, Jaén, Córdoba, Sevilla, Badajoz, Mérida, Trujillo). Se dirigió a Córdoba, donde reunió un gran ejército de caballeros e infantes para acudir en ayuda de la ciudad sitiada, posiblemente por la calzada que parte desde Córdoba y transcurre por Azuaga y Hornachos. Ibn Hud acampó en las proximidades del castillo de Alange o en el lugar conocido como Posadas de Abenfut, ligeramente al noreste del actual Campillo de Llerena y dentro de los límites de su término municipal.
Mérida se negó a rendirse, por lo que fue atacada por el puente de la ciudad y se tomó al asalto, teniendo un papel destacado las huestes zamoranas, de Ledesma y de la Orden de Alcántara, como ponen de manifiesto el hecho de que Alfonso IX incorporara el puente de Mérida al escudo de la ciudad de Zamora, o que así conste respectivamente en la inscripción sobre la Puerta de Olivares –llamada también del obispo- en Zamora (Zamo[ren] ses fuerunt uictores in prima acie), en el Fuero de Ledesma (que indica que la milicia de Ledesma rindió buenos servicios en Mérida) y en la carta de donación que Alfonso IX hace el 30 de marzo al maestre de Alcántara, Arias Pérez, de posesiones en la ciudad de Mérida y en su proximidad ("por los muchos buenos servicios que en muchas ocasiones me prestasteis, y especialmente en la conquista de Mérida y en la batalla campal que tuve con Abenfut al otro lado del Guadiana"). El reconocimiento y donaciones por los servicios prestados en la batalla de Mérida alcanzará a personas concretas, como a Rodrigo Fernández, alférez de Alfonso IX, que recibirá Friera y la tierra de Aguilar, por llevar bien su enseña en la batalla.

La llegada de las tropas musulmanas decidió a Alfonso IX a enfrentarse a las mismas, a pesar de ser muy inferiores en número. Las fuentes afirman que el contingente de las tropas de Ibn Hud era innumerable, o que se componía de unos ochenta mil hombres (veinte mil a caballo y sesenta mil a pie). Para ello el rey leonés y las huestes que le acompañaban, atravesaron el Guadiana una noche y, a la mañana siguiente, el 15 de marzo de 1230 (de acuerdo con el Cronicon cordubense) tuvo lugar el enfrentamiento en campo abierto, una batalla campal, ‘una de las más señaladas de aquel siglo’.

Cuenta Juan Gil de Zamora que cuando Alfonso IX se prepara para entrar en combate pierde una de las espuelas, lo que todos interpretan como un mal presagio, menos el monarca que argumenta que «el rey no debe entrar en combate con espuelas como los miedosos y por esto cayó la espuela, para animarme a quitar también la otra» demostrando así que no pensaba huir sino perseverar en el combate hasta el final. ¿Estaba decidido a no perder la ciudad recién conquistada? ¿Deseaba infligir una derrota al enemigo que le permitiera avanzar hasta Badajoz y más tarde hasta el Guadalquivir? La imagen del cronista pone de manifiesto que, en cualquier caso, no estaba dispuesto a echarse atrás.

Ibn Hud vio que los leoneses se dirigían contra sus tropas a fin de entablar la batalla, ordenó sus gentes y salió a su encuentro, la batalla fue muy sangrienta y por algún tiempo dudosa, pero el valor de los cristianos superó la muchedumbre enemiga y se declaró por Alfonso IX la victoria. Tan señalada fue que hay crónicas que al hablar de Alfonso IX dicen «el que ganó la batalla de Mérida». Las crónicas recogen también la participación del Apóstol Santiago y de San Isidoro del lado de los cristianos con una hueste de ángeles apocalípticos que segaban las gargantas agarenas.

Los efectivos musulmanes sufrieron una derrota completa y salieron en desbandada perseguidos por los leoneses, resultando el mismo Ibn Hud herido. Según Moreno de Vargas, el ejército leonés infligió una gran matanza en los musulmanes que huían hacia Badajoz a una legua de Mérida, en el denominado valle de la Matanza

La toma de Mérida permitía restablecer la silla metropolitana de tan gran prestigio en la época romana y visigoda, trasladada a Compostela por la persecución de los mozárabes, pero lo impidió Bernardo, el arzobispo de Santiago.

La conquista de Badajoz (1230).
El victorioso rey leonés permaneció en Mérida hasta después del 20 de marzo, partiendo después con el ejército y los maestres de las órdenes militares, los obispos y el arzobispo de Santiago de Compostela, con sus huestes sobre Badajoz.

La conquista de la capital debió de ser rápida, pudo establecerse un asedio hacia el 19 de abril, rindiéndose la ciudad el 26 de mayo, como indica el Chronicon conimbricense o a primeros de junio, como indica el Cronicón cordubense; pero antes del 9 de junio, porque ese día ya estaba Alfonso IX en Cáceres, de vuelta hacia el norte, y empleaba el título de «rex Legionis et Badalocii».

Alfonso IX, tras la toma de la ciudad de Badajoz, decidió dejarla dentro del realengo y ceder los derechos temporales de Mérida a la Iglesia de Compostela, teniendo en cuenta su proximidad a la frontera con el reino de Portugal. La confirmación y entrega de Mérida al arzobispo de Santiago la efectúa el 20 de julio, fecha en la que pasaba por Salamanca en su peregrinación hacia Compostela cuando iba a dar gracias al apóstol por las recientes conquistas.

Últimos meses de Alfonso IX (1230).
Rendida Badajoz, la expansión hacia el sur fue incontenible, ocupando los templarios Jerez, Burguillos. Fregenal y Alconchel. El propio Alfonso IX recorrió estas zonas meridionales, pues encontrándose en el castillo de la Atalaya, cerca de Zafra, el 2 de junio de 1230 hizo donación de Mérida y de los extensísimos términos que se le señalan al Arzobispo de Santiago. El monarca diseñó por entonces los objetivos y ciudades a conquistar en la siguiente campaña del invierno de 1230-31, que pretendían llevar el Reino de León hasta el Guadalquivir. Su fallecimiento retrasó esta expansión dos décadas.

Alfonso IX murió mientras iba en peregrinación a Santiago de Compostela en acción de gracias, en Sarria (Villanueva de Lemos) el 24 de septiembre de 1230. Se frustraba así el matrimonio de su hija primogénita Sancha con el monarca aragonés Jaime I, aportando al mismo el Reino de León.

Miguel A. Diego, "Zacut"

EL VÍNCULO LEONÉS (X): A ORILLAS DEL BERNESGA

16 marzo, 2010

Hoy no nos fuimos muy lejos, porque en el programa hablamos "A orillas del Bernesga", un blog que, como su propio nombre indica, está bastante centrado en la ciudad de León. 

Nos acompañó en los estudios de Radio León Pablo Tejedor, su responsable, quien nos contó que siempre ha sido un enamorado de las infraestructuras. Y es que el blog trata sobre todo de eso, de todo tipo de infraestructuras. Creado el 15 de mayo de 2008, Pablo le imprimió un buen ritmo en ese año, llegando a 145 posts. En 2009 bajó el pistón a 53 entradas, pero parece que este año lo ha vuelto a coger con ganas. 

En "A orillas del Bernesga" se pueden encontrar TODAS las principales obras, proyectos etc. de la ciudad y de parte de la provincia: el Palacio de Congresos, el Centro Comercial "León Plaza", el aeropuerto (presente en multitud de entradas), el Inteco, el Centro de Supercomputación, el Hospital, la autovía León-Braganza (¿verá la luz alguna vez?), la Ruta de la Plata, el Cruce de Michaisa, el tan traído y llevado tranvía, etc., etc. Y es que 220 entradas, sobre todo cuando están tan curradas y documentadas,  dan para mucho. Además, la página funciona como una auténtica hemeroteca, dando la oportunidad de comprobar qué proyectos se han cumplido en los plazos previstos, cuáles van con retraso, y cuáles están durmiendo el sueño de los justos.

Como ya he dicho, el blog está centrado en León ciudad, pero también hay posts sobre infraestructuras del resto de la provincia: los polígonos industriales de Bembibre, el Bierzo, el Museo Siderúrgico de Sabero, el atropello que se va a cometer con la autovía León-Valladolid en el yacimiento de Lancia, la Sama-Velilla, etc. Como no podía ser de otra manera, se aprecia claramente una visión negativa del papel de la Junta de Castilla y León, culpable de muchos de los desaguisados ya sea por acción o por omisión. 

Se puede decir que el blog comenzó en 2008 con un tono claramente optimista, ya que los proyectos eran muchos y prometedores desde casi todas las instituciones. Hoy, por desgracia, y debido seguramente a la crisis (como muy bien apuntó Pablo), el enfoque es totalmente diferente, y el pesimismo  es la nota predominante. Esperemos que pronto eso pueda cambiar. 


EL VÍNCULO LEONÉS (IX): MI MÁGICO LEÓN BLOG

09 marzo, 2010

En el programa de hoy hemos contactado con un blog mágico. Se trata de "Mi Mágico León Blog", de Patricia Diez Gutiérrez, una chica barcelonesa de padre leonés y que, como demuestra sobradamente en su web, también se considera leonesa.

Mi Mágico León es un sitio muy nuevo, aunque esto puede resultar engañoso: en los poco más de tres meses que lleva funcionando, Patricia ya ha publicado casi 80 entradas. Y cada una de éstas destila amor por León por sus cuatro costados. Y es que nos encontramos con un blog ante el que es difícil no emocionarse. Patricia comenzó escribiendo sobre su zona paterna (Cifuentes de Rueda), pero poco a poco ha ido cubriendo toda la provincia.

En sus posts, describe los lugares de una forma fresca y original, mezclando los datos históricos y artísticos con los sentimientos que le producen. Aunque más bien habría que decirlo de al revés, ya que predomina clarísimamente el sentimiento sobre el frío dato. Patricia escribe en un tono ameno, con una prosa casi poética que atrapa la atención del lector desde el primer momento. Muchas entradas van encabezadas por una foto que no siempre es suya, pero que introduce perfectamente al tema del que va a hablar. A ello puede ayudar su formación en el mundo del turismo, y lo menos que se puede decir es que aprovechó bien la Carrera.

No sabría destacar una entrada sobre las demás: tan sólo puedo decir que me han encantado las tituladas "Pidiendo Deseos", "Pescando ilusión", "No estoy...", "En la Tierra del Buen Vivir", "Quiero estar como un cencerro", "Huelo a Teleno", "Los Cimientos del Presente" (sobre el 1100 aniversario del reino de León)... Y muchos, muchos más.

Os animo a que escuchéis la entrevista, y mejor aún, que os deis una vuelta por ese mágico León del blog de Patricia.

LEÓN EXISTE... EN PORTUGAL

04 marzo, 2010

Como ya he dicho en otras ocasiones, si hay un país donde se reconoce al reino de León, por desgracia ése no es España, sino Portugal. Imagino que ello se debe a no haber estado contaminados por el bombardeo continuo de una  historiografía empeñada en deificar y glorificar una Castilla imaginada desde las crónicas de Alfonso X.  

En cualquier caso, es muy reconfortante pasearse por el país vecino y encontrarse referencias a nuestro reino medieval, así como a nuestros reyes, sin que se les añada y anteponga "Castilla" o "castellano". He visto varios ejemplos en este sentido: el último fue durante nuestra visita a Sintra, donde se hablaba de Alfonso VI como lo que fue, es decir, un rey leonés. 

Pero a lo que iba: más recientemente, Josebe Díaz encontró otro ejemplo más en un folleto de la Universidad de Coimbra, donde se habla de los distintos pueblos que dominaron Portugal, y entre los que vienen mencionados, como es de ley, los leoneses. Os lo dejo aquí como testimonio de algo que tenía que ser totalmente normal en nuestro propio país, aunque por desgracia no es así. 
Muchas gracias a Josebe por este testimonio y por la imagen. 

FIRMAS EN FAVOR DE UNAS D.O.T. PROPIAS PARA LA MONTAÑA LEONESA

03 marzo, 2010

En estos días ha comenzado una iniciativa para recoger firmas en contra de las Directrices de Ordenación Territorial de la Montaña Cantábrica Central que pretende aprobar la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial. Asimismo, se propone que haya unas DOT propias para la Montaña Leonesa. Podéis informaros más a fondo y aportar vuestra firma si lo deseáis en esta página.

EL VÍNCULO LEONÉS (VIII): LA MONTAÑA DE SERBAL

02 marzo, 2010

Hoy en Radio León nos hemos ido a la montaña: más concretamente, a La Montaña de Serbal, que es la página de un gran conocedor de los montes, lagos y caminos de Asturias y León. Y es que "Serbal" es el pseudónimo de Carlos de Paz Ramos, un leonés (paramés , para más señas) que lleva mucho tiempo en Asturias, y que ha recorrido a lo alto y a lo ancho las principales montañas de la Cordillera Cantábrica, ese gran macizo que en la Antigüedad y en la Edad Media muchas veces fue considerado una prolongación de los Pirineos.

Lo primero que se aprecia en cuanto se entra en la página, es que a Carlos no le asusta subirse a los picos en invierno, ya que en su última entrada a día de hoy nos relata su ascensión al Pico Murcia  en plena ciclogénesis explosiva, con restos de aludes, y todo ese tipo de cosas que hacen que el montañismo sea cualquier cosa menos aburrido. En cualquier caso, tampoco es que Carlos sea un amante del riesgo: como veréis si visitáis su página, muchas de las rutas son accesibles para la mayoría de la gente y no entrañan casi ningún riesgo (salvo el de quedarse "enganchado" a la montaña, claro).  

Aunque lo que más abunda son las entradas dedicadas al montañismo, Carlos también tiene muchas dedicadas a sus reflexiones y sus sentimientos más personales. En este sentido, destacaría el post titulado "El Camino", donde narra sus experiencias cuando hizo el Camino de Santiago hace unos meses.

Una de sus zonas favoritas es Somiedo, pero Carlos también tiene una gran predilección por montañas leonesas como el Bodón, Torrecerredo, el Susarón, Peña Galicia... y el omnipresente Teleno. Impresionan las fotos que nos muestra del Lago Truchillas completamente congelado. Y es que la fotografía es otra de las grandes pasiones de Carlos,  y ya en sus primeras entradas, allá por diciembre de 2007, nos contaba sus dudas a la hora de decidirse por un equipamiento fotográfico concreto. En cualquier caso, de su capacidad para sacar buenas tomas es buen testigo el hecho de que una de sus fotos, hecha con una sencilla cámara compacta, fuera publicada en la revista National Geographic.

Pero Carlos también nos muestra el lado más peligroso de la naturaleza, como en el post dedicado a la memoria de Juanjo y Dani, que fallecieron recientemente durante su ascenso al Curavacas. También podéis encontraros referencias a otros accidentes, caídas de rayos, encuentros con lobos, etc., etc., aunque en realidad lo que más abunda en la web es el amor por la montaña y la naturaleza, todo ello aderezado con estupendísimas fotos.

Una cita ineludible para todos los amantes de la naturaleza leonesa. Os podéis descargar el programa en este enlace del programa Hoy por hoy León.


RIAÑO VIVE, LA LUCHA SIGUE

27 febrero, 2010

Me acaban de pasar el enlace de este vídeo creado por Agustín Lasai, el infatigable defensor del Valle de Riaño, y autor del blog "Riaño Vive", así como de un canal en Youtube. Me lo pasó Aratamios Baxende. Muchas gracias a ambos, porque sin su labor este vídeo no habría sido posible. Gente como esta es la que tanta falta hace a nuestra tierra: héroes anónimos cuya callada tarea no siempre recibe el reconocimiento que se merece. 


SE PUBLICA EL LIBRO DE POESÍA "LA MEMORIA FRÁGIL", DE JOSÉ MARÍA JURADO

25 febrero, 2010

Hace unos pocos días, mi amigo José María Jurado ha publicado su libro de poesías "La memoria frágil". Por lo que sé, la mayoría de esos poemas fueron creados en la época en que se forjó nuestra amistad, en los mágicos y trágicamente desaparecidos bosques de la Sierra de Gata (¡qué tiempos los de "La Tríada"!). Hace muchos años que no le veo (desde su boda), por lo que me gustaría hacerle un post homenaje copiando la entrevista que le hicieron en "El Periódico de Extremadura". Podéis leer algunas de sus reflexiones en su web.

“Nunca se ha editado mejor y más poesía que ahora”

JAVIER ORTIZ epextremadura@extremadura.elperiodico.com CÁCERES

JOSÉ MARÍA Jurado. Ingeniero de Telecomunicaciones nacido en Sevilla en 1974 y crecido en Cáceres, publica ahora “La memoria frágil”, un poemario de su primera época.


–Ingeniero de Telecomunicaciones y poeta. ¿Hay dos ocupaciones más distintas?
–No lo son tanto: los buenos poetas también se comunican a distancia, no hay ondas de radio, pero casi. Por otro lado el verso demanda una calibración del ritmo, el sonido y el sentido semejantes a las de una solución matemática o a la de un proyecto técnico bien hecho. Hay mucha emoción y mucha belleza en la Ingeniería.

–Acaba de presentar “La memoria frágil”. ¿Publicar es vanidad o necesidad?
–Publicar es un accidente necesario, la magia de la poesía sucede en la escritura del poema, allí está uno solo, sin categorías.

–¿Qué queda de usted en aquellos versos que escribió hace 15 años?
–Una mirada extrañada frente al mundo y una fascinación por la multiplicada belleza de la vida. Todos los temas de mi poesía de ahora estaban apuntados ya en este libro, aunque yo entonces no podía saberlo.

–Una de citas. ¿Realmente son malos tiempos para la lírica (Golpes Bajos) o la poesía sigue siendo un arma cargada de futuro (Gabriel Celaya)?
–Nunca se ha editado mejor y más poesía que ahora, y sin embargo se ha agravado su carácter minoritario e incluso sectario. Para que la poesía recupere su sitio los niños deberían aprender de memoria canciones y poemas en la escuela porque la buena Literatura nos hace mejores y más felices. La poesía del siglo XXI ha nacido, además, sin referentes morales y estéticos: necesitamos otro Juan Ramón Jiménez.

–Nació en Sevilla, creció en Cáceres, maduró en Madrid como universitario y hace unos años regresó a Sevilla para trabajar. ¿Fue cerrar el círculo?
–Cada ciudad, incluso el menor paisaje que visitamos, va trazando una geometría específica en nuestra biografía. Estos dibujos, que no están hechos sólo de azar o necesidad, nos identifican con la precisión de una huella dactilar. Yo busqué deliberadamente regresar a Sevilla porque en Sevilla los círculos se abren en espirales, y se lo digo sin exagerar...

–En ese recorrido vital hay otro lugar clave: Descargamaría...
–En el libro hay un poema dedicado a esa tierra amada. Gracias al Padre Pacífico aquellos campamentos, acampadas y pascuas de la Sierra de Gata ocupan un espacio sagrado en la memoria nada frágil de muchas generaciones de cacereños. Mis primeros poemas aparecieron el periódico “Hermano Papel”, que editábamos en los campamentos, y del que luego fui director con 16 años.

–¿Cómo percibe Extremadura desde fuera?
–Extremadura en la distancia es como un pueblo lejano cuya silueta maternal y segura no se borra nunca del horizonte: son los paisajes amados, la casa del corazón por decirlo como Rilke.

–¿Se imagina volver?
–Creo que nunca me he ido del todo: mis padres viven en Cáceres y cada vez que puedo voy a verlos.Tengo buenos amigos y hay una honda raíz que permanece. Además, 20 años no es nada...

EL VÍNCULO LEONÉS (VII): VALLE DE SABERO

23 febrero, 2010

Esta página quiere dar a conocer las bellezas de este pequeño pueblo minero que, pese a sus avatares, sigue estando vivo". Así comienza el portal "Valle de Sabero", del que hemos hablado en nuestra sección "El vínculo leonés" de Hoy por Hoy León

Creado en 2002 por el leonés "consorte" Jesús Silva, su primera intención fue la de denunciar el atentado contra el patrimonio y el buen gusto que constituye desgraciadamente el famoso "cubo" que se adosó a la Ferrería de San Blas. Dicha ferrería fue la primera instalada en España con altos hornos al cok, y allí se encuentra ahora el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León. De hecho, este polémico tema constituye uno de los "platos fuertes" de la página, y está presente en numerosos artículos, noticias y fotografías. 

Pronto a este objetivo reivindicativo se le unió otro de tipo más constructivo: unificar las páginas existentes sobre Sabero. Y es que "Valle de Sabero" es una de esas páginas en las que el lector puede bucear entre cientos de artículos, documentos y fotografías de todo tipo. Destacaré secciones como la "Hemeroteca Histórica", con ejemplares de periódicos incluso del siglo XIX; el "Foro de Discusión", aunque últimamente parece un poco parado; los "Documentos de interés" (homenajes a personajes de la zona, lápidas vadinienses, la espada de Sabero, Sabero y la Inquisición, etc., etc); y, sobre todo, la sección "Temas Curiosos", que incluye aspectos casi etnográficos, y docenas y docenas de curiosidades sobre Sabero y su comarca, e incluso cosas generales sobre León.

En fin: una página imprescindible para los oriundos de la zona, y para todos aquellos que quieran conocer un poco mejor algunos aspectos de nuestra provincia. Os podéis descargar el programa desde este enlace.

INTERESANTÍSIMO DOCUMENTO CON RETRATOS DE ALFONSO VII, FERNANDO II, SANCHO III Y EL CONDE PONCE DE CABRERA

22 febrero, 2010

Este domingo, de forma totalmente inopinada, me he encontrado en Internet con la foto de un documento interesantísimo, con la siguiente signatura: The Hispanic Society of America, New York, B.16.  Su interés radica en el dibujo con que finaliza: un auténtico retrato de la familia real de Alfonso VII, algo totalmente atípico en la diplomática leonesa, aunque recuerdo un documento en el que aparece Sancha, la hermana del Emperador . 

En la ilustración aparece en el centro el abad Willelmus, recibiendo la donación de manos del Emperador, quien figura a la derecha, portando una especie de rama que me recuerda mucho a esa especie de Árbol de la Vida que tanto abunda en las monedas leonesas de la época (en ocasiones flanqueado por sendos leones). A Alfonso lo protege uno de los principales personajes de su corte: el conde Ponce de Cabrera, de origen catalán, que fue su mayordomo, y que también ostentó el título de Príncipe de Zamora, como puede leerse en este interesantísimo artículo de En el Ángulo Oscuro. A la izquierda del abad, casi como si de dos gemelos se tratase, podemos ver los dos hijos del Emperador: Sancho III, futuro rey de Castilla, y Fernando II, futuro rey de León. Si os fijáis, Sancho está abrazando con su brazo izquierdo a su hermano: pueden verse los dedos de la mano agarrando su hombro.

El interés iconográfico de esta representación es múltiple. En primer lugar, se puede apreciar que es de estilo románico, lo que prácticamente garantiza que, independientemente de su autenticidad, nos encontramos ante un documento de la época. 

En segundo lugar, aporta un dato de gran interés para la historia de la Heráldica, ya que el conde Ponce, el mayordomo, porta un escudo protoheráldico con el signo parlante de su linaje: una cabra. Además, el animal está dispuesto en una postura casi rampante, para ocupar el mayor campo del escudo de armas del conde. El documento figura como concedido en el año 1148, es decir, en los albores del surgimiento de la disciplina heráldica.

Otro aspecto iconográfico de interés lo constituye la rama que portan tanto el Emperador como su hijo Fernando: ¿Simboliza sencillamente el acto de la donación? ¿O es tal vez un símbolo de poder? En  cualquier caso, ¿por qué lo lleva Fernando en lugar de Sancho, que era el primogénito? Sobre este tema me gustaría hacer una reflexión: Muchas veces se piensa que Alfonso concedió Castilla a su hijo Sancho por ser el principal reino, pero esa teoría rechina demasiado con otros aspectos. Después de todo, Fernando recibió León, la prestigiosa capital del Imperio, así como la mayor parte del aparato estatal de su padre: por ejemplo, también heredó al conde Ponce de Cabrera como mayordomo, así como a los mejores notarios y escribanos del reino (aspecto este muy bien estudiado en la obra "El latín de la Cancillería de Fernando II"). También conviene recordar que durante gran parte de su reinado, Fernando fue el principal rey de la Hispania cristiana, y que se intituló "Rex Hispaniarum" (Rey de las Hispanias) y "Rex Hispanorum" (Rey de los Hispanos). Tal vez lo que hizo Alfonso fue simplemente repetir el reparto territorial de su bisabuelo Fernando I, quien al parecer se limitó a seguir la costumbre navarra de conceder al hijo el primer territorio que había recibido de su padre, Sancho Garcés III.

Otra cosa que me llama la atención es el dibujo de Alfonso VII, ya que se encuentra en una postura bastante extraña, dando la sensación de que el dibujante se basó en otra ilustración en la que el rey aparecía sentado en un trono. Por otra parte, el retrato del abad recuerda mucho a las lápidas y altorrelieves abaciales que todavía pueden verse en algunos monasterios (vg: el de Moissac)

En cualquier caso, las tan numerosas peculiaridades me hacen pensar que nos podemos encontrar ante la copia del documento que realizaron en el monasterio benedictino o cisterciense que se benefició de la donación, ya que es muy diferente de los emitidos por la cancillería imperial. El diploma aparece como confeccionado en Toledo, pero es muy extraño porque aparece fechado tanto en Era Hispánica como según el Año de la Encarnación, uso este último totalmente ajeno tanto al reino de León como al de Castilla, y que podría apuntalar la tesis de un origen extranjero del escriba y/o ilustrador. Además, y por si fuera poco, la fecha dada en Era Hispánica y la de la Encarnación no coinciden: la primera dice "Era millesima centesima octogesima VIIIª" (año 1150), mientras que la segunda da el año 1148 ("Anno ab incarnatione Christi millesimo centesimo XLº VIIIº"). En fin, un documento que valdría la pena investigar.
 

Viaje A Donde Sí Se Habla Leonés (I): Cabreira

19 febrero, 2010

El domingo pasado apareció un espléndido reportaje sobre la lengua de Cabreira (La Cabrera) en la Revista del Diario de León, y que venía firmado por el periodista Emilio Gancedo y el bañés Jonatan Rodríguez. Por desgracia, los contenidos de la Revista no se suelen colgar en la web del periódico, aunque en esta ocasión sí que es posible leer el reportaje en línea
En cualquier caso, os lo copio entero tal y como apareció en el blog Tierra Alantre la mesma Fala. La foto es de Norberto.


Durante estos últimos meses, y por razones que, la mayor parte de las veces, muy poco tienen que ver con la filología y sí mucho con la política, el tema del leonés ha sido llevado de un lado para otro, como en volandas, entre despachos políticos y titulares de prensa. Y por eso la pregunta que se impone ahora es la siguiente: ¿No sería buena cosa acudir a las -ya escasas- zonas en las que aún se habla para ver qué es y cómo es esta lengua? El Diario inicia aquí una miniserie de reportajes que se adentra, pues, en los lugares en los que sí se «fala». El primero: La Cabrera/Lla Cabreira. 

-¿Quéi tal? 

-Home... ¡menos mal que se te vei el pelu! 

Esto es la Cabrera, concretamente, el pueblo de La Baña. La Cabrera es una comarca de unos 900 kilómetros cuadrados ubicada en el extremo suroccidental de la provincia de León, colindante con Orense y con Zamora. Tradicionalmente se ha venido dividiendo en Cabrera Alta (que corresponde con la cuenca alta del río Eria, es decir, el municipio de Truchas); y la Cabrera Baja (valle del río Cabrera con sus afluentes, equivalente a los municipios de Benuza, Encinedo y Castrillo de Cabrera). En tiempos del Reino de León, la comarca se subdividía en tres entidades jurídicas de sugestivo nombre: Ribeira (Ribera), Llouxada (Losada) y Cabreira (Cabrera), también llamada Merindad de Peñarramiro. 

La Cabrera es un territorio muy montañoso, está inscrito en pleno macizo galaico-leonés y lo enmarcan cumbres que rozan los 2.200 metros (Teleno, 2.188 metros; Peña Trevinca, 2.127; Las Portillinas, 1.956, El Morredero, 1.762...). El paisaje enlaza lo atlántico con lo interior y, pese a su gran riqueza natural, hecha de pastos, brezales, robledales y bosques de ribera, resulta de escasa rentabilidad agrícola, por lo que los cultivos de subsistencia y la diversificación componían, hasta los años setenta del pasado siglo, una presencia humana que siempre consideró muy dura la supervivencia en estos valles. El gran aislamiento geográfico y la lejanía con respecto a las grandes vías de comunicación hizo el resto, creando el mito -y el tópico- de la Cabrera como lugar apartado y atrasado (no en vano, Ramón Carnicer llamó «Donde las Hurdes se llaman Cabrera» a la obra que recoge su viaje por la comarca, editado en 1970). El centeno, las huertas, una ganadería de vacas, ovejas y cabras y hasta viñas en las laderas soleadas era el panorama que tradicionalmente podía verse aquí hasta que la despoblación, como en tantos otros lugares, vació estos pueblos, algunos de ellos casi por completo. 

-¿Fuste güei a trabayá? 

-Nu... ando un poucu malu... y amás güei nu yía día d'andá pulla caleya... 

Es decir, que «hoy no es día de andar por la calle», responde un paisano de La Baña a la respuesta de si fue hoy a trabajar. Las canteras de pizarra que se establecieron, sobre todo en esta localidad, han supuesto una amplia fuente de trabajo y casi el único sustituto -junto al muy incipiente turismo rural- a unas agricultura y ganadería ya meramente testimoniales. La contrapartida viene dada por la vista de laderas enteras cubiertas de restos y escombros procedentes de la extracción, tratamiento y laminado de una pizarra que, mayoritariamente, servirá para techar casas y edificios de Centroeuropa. Gallegos, portugueses, zamoranos y leoneses, y gentes de muchas otras procedencias trabajan en alrededor de catorce explotaciones. La Cabrera, junto con las comarcas vecinas de El Bierzo y la gallega de Valdeorras, conforma el primer productor de pizarra a nivel mundial. 
    -¿Cúmo van los tous rapaces? 
    -Bien, están agora ñu colexiu, ña escuela. 
    Cerca de donde dos vecinos se preguntan por el trabajo, una señora le pregunta a otra por cómo marchan sus hijos. En la Cabrera se habla cabreirés. Y las gentes de estos pueblos mantienen posiciones un poco ambivalentes con respecto a su habla propia. Para unos es algo tan exclusivamente diferente y propio de cada lugar que hasta llega a recibir sólo nombres locales (en La Baña, uno de los lugares donde mejor se conserva, dicen que hablan bañés); otros, en cambio, lo explican como si fuera una mezcla de gallego y castellano, incluso «hablar mal», «hablar de pueblo» o «como antes», y le aplican nombres despectivos como «chapurriáu» o «falotas». 
    Pero el cabreirés no es, en realidad, ninguna mixtura de lenguas ni ningún síntoma de ignorancia. Más bien al contrario. El cabreirés es, sencillamente, leonés; y la Cabrera es una de las dos comarcas de la provincia donde mejor se conserva, por no decir que es una de las dos comarcas (la otra sería el Alto Sil), donde el leonés sigue estando vivo socialmente, donde puede oírse en la calle. 
    -Fuei al médicu ayeri, y yía un médicu buenu... 
    -Pues you ando mala d'esta pierna... 
    -Pa qu'andará una pulla vida, pueis namás que pa sufrir. ¡Ay Señor, cuando t'alcurdarás de mí! 
    Sin embargo, el cabreirés, el leonés de la Cabrera, a pesar de seguir vivo, está completamente ausente de la vida oficial e institucional. Desde el hecho de que algún presidente de junta vecinal ha querido desterrar la lengua hasta del callejero (castellanizando «Eras» por «Eiras», por ejemplo) hasta su inexistencia en espacios culturales de la comarca (casas de cultura, Museo de la Cabrera en Encinedo); ni documentos oficiales, ni clases optativas en la escuela, ni cursos, ni talleres... en ese sentido, nada de nada. Es célebre la anécdota del niño que, en clase, no entendía por qué el dibujo de ese animal nocturno que ulula aparecía al lado de la letra «L». Para él, ese ave se llama «curuxa» (la coruja de otras zonas de León) y nunca había oído lo de «lechuza». 
    Es decir, que el cabreirés, el leonés de esta comarca, es una verdadera joya lingüística, un tipo de patrimonio que sumar a los valores naturales, a la música (gaita de fole, y chifla y tamborín, ambos conjuntos instrumentales conviven en armonía aquí), a la arquitectura tradicional (las sugerentes casas de patín, corredor cerrado, piedra y losa, llouxa, que, inexplicablemente, están siendo destruidas y sustituidas por extraños chalets impersonales y desnaturalizados) y a las costumbres ancestrales, pero que, a diferencia de estos otros, aún no se sabe cómo dar a conocer, cómo poner en valor. Se han escrito libros (la traducción del Principito, el clásico de Saint-Exupéry, «El Prencipicu»), diccionarios (el Vocabulario de La Baña) o la nueva literatura de ficción basada en gran parte en esta variante («Epífora», «Breve hestoria d'un gamusinu», de Xosepe Vega) que se suman a los clásicos (la novela costumbrista «Entre brumas», de José Aragón, con abundantes pasajes en cabreirés) o el técnico «El habla de la Cabrera Alta» de Concha Casado... y, no obstante, todavía no se ha impuesto con plena convicción la verdad, el hecho de que falar cabreirés constituye uno de los más originales, importantes y decisivos valores sociales y culturales de esta comarca, ya que proporciona una insustituible información sobre la evolución del latín al romance, además de ser vehículo de expresión de una comunidad humana concreta que en sólo sobre el orgullo de su pasado, raíces y tradiciones, puede construir un futuro pleno y verdaderamente consciente de su lugar en el mundo. 
    Y con eso, «buenas ñueites, y cun un burru t´acoches siete ñueites». 
    Rasgos lingüísticos 
    El cabreirés, además, posee rasgos propios dentro de lo que es todo el dominio lingüístico astur-leonés. Por ejemplo, la palatalización (que es uno de los fenómenos que sirven para singularizar esta lengua con respecto a las de su entorno; llobu frente a lobo, llágano frente a légamo, lluna frente a luna) es realmente acentuada y afecta también a la «ene» (ñalga, ñiñu, ñariz, ña -en la-, ñueite -noche-, etc.), como pasa o pasaba en otras comarcas leonesas y asturianas aunque de una manera más extrema todavía (y así, a veces afecta incluso a los artículos, Lla Baña). También hay que apuntar que el cabreirés varía ligeramente en cada valle. Por ejemplo, en Corporales la tercera persona singular del presente de indicativo del verbo ser es «ye» (como en el asturiano central actual, o como en el León central -la Cepeda, Órbigo- antes de que se difuminara a lo largo del siglo XX), mientras que en el municipio de Encinedo sería «yía», como en el occidente de León y Asturias. Otra forma curiosa es el conjunto -uei- donde normalmente el asturleonés occidental hace -ui- (mueito, mucho; trueita, trucha). 
    La leyenda de Xuanicu L'Osu 
    Yérase un matrimoniu de recién casaos que vivía ñu monte, cuidando'l fatu p'ahí p'arriba, pa lla fonte pioyosa, xunto al Valdebuercu. Un día, el maridu, que chamábase Xuan, hubo de baxare a Lla Baña deixando sola a lla muyer. Tenía que volvere pa lla cena, peru pasóu´l tiempu, chegóu lla ñueite y el maríu ¡quei ñun chegaba!. Fasta que ya mui tarde, cuandu sólu andaban pol mundu lla lluna p´arriba y los llobos p´abaxu, chamaron ña puerta; eilla corriéu a abrire asperando vere al sou Xuan peru ¡Virxen santísima!, ñun yera´l maríu él que chamaba, siñon un osu grandísimu, l´osu que tenía atemorizadas a llas xentes de tolos puebros y aldeas d´esti llugar. Eilla corriéu asustada a ascuendese d´aqueilla fiera del diabru peru l´osu corriéu más, tomóula coñas suas manotas y llevóusela cautiva a lla sua cueva donde fícieula lla sou muyere, ¡cómu oyenlu! 
    Cuandu ya escomenzaba ll´ alboriada chegóu Xuan a lla casa y al vere que eilla ñun taba dientru corriéu esesperáu por esos montes de Dios chamándola a gritos que partían l´alma. Peru ñon encontroula enxamás y esesperáu el probín murriéu de pena al pouco tiempu. Dende ñestoncias lla muyere, que yera xoven y fresca comu una rosina, tuviéu que vivire conu osu, chorandu ñueite y día comu una madalena. Pasou´l tiempu y un día ñacieule un fiyu al que puso-ye´l ñome de Xuan, en memoria del sou padre. Yera un rapacín preciosu, peru con una fuercia... ¡ay, madre, qué fuerzota tenía lla criatura! Y cona sua madre y l´osu que llos tenía acautivaos, vivíu Xuanín, medrando y faciéndose cada vez más grandón y más fuerte. 
    Un día, que yera fiesta de Lla Baña y l´osu había salido a cazare, lla muyere sintíu ganas de baxare al baille del puebru y ñin corta ñin perezousa dixíu-ye a Xuanín: «¡Ay, mieu rapá, si pudiéramos quitare lla llouxa...!» Nestoncias Xuanín dixíu-ye que esu facíalu él cona dea pequerrina y ¡dito y feito!. Pouco después lla madre y el fiyu chegaron a Lla Baña y presentáronse ñu baille. ¡Ñaide podía creyere ñaquel milagru!. Cuandu´l osu volviéu a lla sua cueva y viéula vacía escomenzóu a ruxire; dixían que llos sous ruxios sintiéronse en mueitas lleguas ña redonda. 
    Esesperáu rompiéu lla llouxa que facía de puerta y corriéu lluegu fasta Lla Baña en busca de lla muyere y el rapacicu, peru llos homes del puebru ya taban apreparaos con grandes palos y picos y ferramentas y cuandu´l osu chegou y viéu aqueillu, asustóuse y afuyóu espantáu. Ñaide volvíu a velu enxamás de llos enxamases pola Pioyosa, el Valdebuercu ñin por denguna parte. Xuanín y lla sua madre quedárunse a vivire en Lla Baña. 
    Eilla ñunca casóuse, lla probina, peru vivíu cuidada y protexida por «Xuanín del Osu», que asína yera comu chamabanye llas xentes. Y por dalgu debía sere, creu you, porque´l mozu escontra más años tenía, más parecíase a un osu y más gustabaye triscare por esos montes ñas ñueites de lluna grande; fasta decíase que a escondidiellas alcontrábase conu osu qué encautivó a lla sua madre cuandu yera recién casada, peru esu, si yía verdá ou ñon... ¡vaiga vusté a sabere! 
    Animales, fuentes, calles y refranes 
    Preguntamos más. Por ejemplo, los nombres de los animales domésticos y salvajes. Aquí nos encontramos con pitas (gallinas), recos y furiles (cerdos y cerdines), ouveyas, marones (ovejas, castrones), xabarines (jabalíes), llobos (lobos), rollas (tórtolas), raposos (zorros), curuxas (lechuzas), toupos (topos), andurinas (golondrinas), panxulinas (mariposas)... ¿árboles, plantas? El bedul o bedulu (adebul), rebollu (roble), mazaneiru (manzano), la cereisal o cerulal (cerezo), la carqueixa (carrasquilla), el amayulín (que es la zarza) o el sanguiñu (el cornejo). 
    ¿Y qué decir de las fuentes? La Fayeda, la Llaguna´l Pilón, de la Llaguna Seca, La Fuente Santa, Fuente d'Alba, el Caballón, La Murteira, Fuente l´Acillinu, Fuente de Santa María, del Picón, la de Valdebuéis, la de Gonta o La Pioyosa. Pero el mejor, el más poético nombre es sin duda «Onde ruxe l'augua». Y, obviamente, el tan conocido Lago de la Baña es, sencillamente, El Llagu. 
    Sonoros, guapos y curiosos nombres son también los de las calles de La Baña: gran parte de ellos no existen en el callejero oficial, pero así son conocidos por la gente del pueblo: Caleya Espiernapitas, Caleya´l Outeiru, Caleya d´Ancima de Villa, Plaza de la Paneira, Plaza de La Eira Grande, Caleya del Caminu Vieyu... y un cartel verdaderamente paradójico, titulado como «Calle Cai» (es decir, «calle calle»). Caleya, Caleyu y Cai son tres nombres para designar «calle» en leonés. 
    También pedimos que nos refieran algunos refranes: «Si nu chueve n'Agostu, nu hai magostu», «El día de tolos Santos, la ñieve pullos altos, y el día de San Andrés, a la puerta la verés». «Veintiocho de Xaneiru, Santo Tirso Verdadeiru» o «El día de San Brás, la gaya pasarás» (se refiere -nos dicen- al sol al atardecer, ya que cuando pasa la gaya -rama de árbol, cima o cumbre- del pico Verdugueo, las horas de luz solar diarias aumentan). 
    Otros lugares en los que esta lengua se manifiesta, auténtica y potente, es en la manera en la que los paisanos nombran las montañas, laderas y cumbres: L'Acillinu, Fuisusanu, Murtrabeya, Fayeda, La Cebral del Llagu, el Xibriu, Valdebuéis, L'Altu las Gobernadas, El Coupetín, L´Albar... Pero la toponimia que se ha de escribir en rótulos, carteles y mapas, esa se castellaniza (El Morredero por El Morredeiru; el puerto de Carbajal por el Altu'l Carbayal...) o se galleguiza (el puerto de Fonte da Cova se llama en La Baña «Las Fontanicas»). 
    Preguntamos en La Baña por los nombres de los barrios y los prados y tierras que los rodean, otra buena forma de conocer este leonés vivo: aquí nos hablan del Barrio de Piñiella, formado por las tierras de La Barreira, La Vallina, Las Pozas, Las Eiras del Barreiro, El Barreiro, El Prau´l Rubiu, Las Piñiellas, La Barriada y la Fraugua. El Barrio de San Pedru tiene L'Outeiru, La Cru'l Outeiru y Vildéu. El Barrio de Cazaleyas está compuesto por La Funtaniella, La Solana, Las Llagunas, La Veiga y La Vallina. El Barrio de la Llama tiene El Caminu Vieyu, El Prau la Llama y Viforcos, y el Barrio de Canciella, la Sienra, La Valluerca, Veigalostrigos, El Tumbiu y Los Barriales. 
    Una excelente forma de comprobar cómo suena y se comporta el cabreirés, además de escuchar las conversaciones por la calle, es preguntarles a los vecinos por los nombres tradicionales de los pueblos de esta comarca. Éstos son algunos: Trueitas (Truchas), Trueitiellas (Truchillas), Quintaniella (Quintanilla de Yuso), Valdaviéu o Valdaviáu (Valdavido), Valleyu (equivalente al castellano «vallejo», Baíllo), Villarinu (Villarino), Encinéu (Encinedo), Robréu de Llouxada (Robledo de Losada), Ambasauguas (Ambasaguas), Santulaya (Santa Eulalia), Castrufenoyu (Castrohinojo), Llouxadiella (Losadilla), Ñugare (Nogar), Ñoceda (Noceda), Manrubiu (Marrubio), Llomba (Lomba)... Es de notar que a medida que el río Cabrera avanza camino de encontrarse con el Sil van apareciendo rasgos del gallego hasta Puente de Domingo Flórez, donde esa lengua es ya la tradicional o popular. El leonés occidental y el gallego oriental, aunque próximos y con los habituales préstamos lingüísticos que se dan entre todas las lenguas que se «tocan», pueden parecerse y presentar algunas formas similares, pero, obviamente, no son lo mismo; son dos lenguas bien estudiadas por la Filología desde hace más de un siglo. 
    La leyenda del desencanto 
    «Yiera un fríu día d'iviernu cuando un cazador salióu de la súa casa a cazá ño monte. Cerca de los Campaneirus d'Entrañu sintióu cantá a una moza, aquella voz yiera una maravilla, nunca un home había escueitáu cousa tal. Poucu a poucuu, fóise acercando a aquella voz, hasta que deixóu de suná. Entre unos leves susurros al principiu y con una crara voz lluegu, una muyier yi dicía: 'Acércate, nu téñades miedo, que'l mieu cuerpu yía una culuebra muei grande. Cuando me veyas salí tienes que escupime ña cabeza y en ese momentu you vulveréi a convertime en muyier'. El cazador, nerviosu, pero cun ganas de outiar aquella moza de tan bunica voz, esperóu paciente la salida de la culuebra. Cavilando cuál sería el tamañu del animal, de pronto vióu aparecé delantre d'él la culuebra más grande que viera nunca. Cheno de pánicu, escapóu a la carreira. Lu que nunca chigóu a sabé este cazador yiera qu'aquella culuebra tan grande escundía a una bella princesa mora que fora encantada, y que ña condición para romper l'encantu yiera ñecesario qu'un home yi escupiese ña cabeza».

EL VÍNCULO LEONÉS (VI): POR AMOR AL ARTE,... LA HISTORIA Y LA ARQUEOLOGÍA

17 febrero, 2010

En el programa de este martes en Hoy por Hoy León hablamos con Mónica Castro acerca de su blog. Nos contó que en principio lo abrió para informar a sus amigos de fuera de los horarios de visita de los principales monumentos leoneses, pero que con el tiempo fue añadiendo información, y casi se ha convertido en un referente para la gente que prepara una visita a nuestras tierras. 

A ello ayuda mucho el hecho de que trata de mantener la información lo más actualizada posible, lo que contrasta con las webs de nuestras instituciones: como ejemplo, Mónica nos contó que la Oficina de Turismo de la Junta sigue figurando en Internet como localizada en la Plaza de Regla, cuando ya lleva varios meses en el Palacio de los Guzmanes.

Por desgracia, no tuvimos tiempo para hablar de su último "invento": un mapa turístico de la ciudad de León en Google Maps, que parece de lo más útil e interesante.

Como veis, la labor de Mónica es más que meritoria, sobre todo sabiendo que vive fuera de la provincia, y que tiene que dedicar al blog parte de su tiempo libre cuando visita León.

Una vez más, los blogs se muestran como una magnífica herramienta de divulgación cultural. Os podéis descargar el programa aquí.


Ver LEON TURISTICO en un mapa más grande