"Groucho y yo" es otro de esos pocos libros que me ha ido gustando releer a lo largo de la vida. En realidad, sólo he juzgado dignos de ello a los siguientes : La Biblia, "Yo, Claudio", "El nombre de la rosa", "El Médico", "Cien Años de Soledad", las obras de Tolkien, Asimov y Lovecraft, "Mis ideas y opiniones", "La Historia Interminable", éste que nos ocupa, y algún otro que se me olvida.
Groucho Marx trata de contarnos en este libro algunas anécdotas de su vida, se supone que en plan más o menos autobiográfico. Por supuesto, todas ellas destilan humor por los cuatro costados, aunque la obra adolece de un defecto grave, que es el de haber sido hecha por encargo, lo que repercute en la coherencia interna. Por ejemplo, el arranque y la primera mitad del libro son magníficos, pero sin embargo la parte final parece poco hilvanada, como si hubiera sido acabada a toda prisa, y sin demasiadas ganas.
Los capítulos iniciales no sólo son una muestra del surrealista sentido del humor (y de la vida) de los Hermanos Marx, sino que constituyen también un documento de primera mano sobre cómo fueron los comienzos del siglo XX en Estados Unidos. De hecho, he tenido la osadía de incluir completo el capítulo 15 ("De cómo fui protagonista de las locuras de 1929") en el Aula Virtual nº 38 para que mis alumnos lean el testimonio de alguien que sufrió en sus propias carnes el Crack de la Bolsa de 1929, y además explicado de manera divertida.
Este libro, junto a "Memorias de un amante sarnoso", fueron un bálsamo para mí en una temporada que tuve que pasar en el Hospital allá por el año 1988 ó 1989. Si os gustan las películas de los Hermanos Marx, os recomiendo este libro encarecidamente. Y si no os gustan demasiado, también: tal vez después de leerlo os volváis "marxistas" como yo.
Groucho Marx trata de contarnos en este libro algunas anécdotas de su vida, se supone que en plan más o menos autobiográfico. Por supuesto, todas ellas destilan humor por los cuatro costados, aunque la obra adolece de un defecto grave, que es el de haber sido hecha por encargo, lo que repercute en la coherencia interna. Por ejemplo, el arranque y la primera mitad del libro son magníficos, pero sin embargo la parte final parece poco hilvanada, como si hubiera sido acabada a toda prisa, y sin demasiadas ganas.
Los capítulos iniciales no sólo son una muestra del surrealista sentido del humor (y de la vida) de los Hermanos Marx, sino que constituyen también un documento de primera mano sobre cómo fueron los comienzos del siglo XX en Estados Unidos. De hecho, he tenido la osadía de incluir completo el capítulo 15 ("De cómo fui protagonista de las locuras de 1929") en el Aula Virtual nº 38 para que mis alumnos lean el testimonio de alguien que sufrió en sus propias carnes el Crack de la Bolsa de 1929, y además explicado de manera divertida.
Este libro, junto a "Memorias de un amante sarnoso", fueron un bálsamo para mí en una temporada que tuve que pasar en el Hospital allá por el año 1988 ó 1989. Si os gustan las películas de los Hermanos Marx, os recomiendo este libro encarecidamente. Y si no os gustan demasiado, también: tal vez después de leerlo os volváis "marxistas" como yo.
6 comentarios:
Mis re-lecturas favoritas:
Réquiem por un campesino español de Ramón J Sénder, y El extranjero de Camus.
Si te gusto Yo, Claudio te gustará Juliano el apóstata, también de Graves. Eso sí, es tan tocho que vas a necesitar por lo menos un ingreso de cuatro días en el hospital para poder leerlo.
Perdón, Juliano el apóstata es de Gore Vidal, que se me cruzan los autores.
Magnífico libro, me lo leí de un tirón y me resultó sumamente entretenido. Al igual que las películas con sus hermanos, unas auténticas obras de arte. Yo por norma general no releo los libros, más por falta de tiempo que de ganas, con la excepción de "El Señor de los Anillos".
El surrealismo de Groucho hace que nos creamos todo lo que cuenta sobre su vida, porque de alguna extraña manera encaja. Qué bonito sería reinterpretar nuestra existencia desde un enfoque surrealista y con menos dramatismo.
Yo entendí la crisis del 29 (y mucho de economía) gracias a ese capítulo de ese magnífico libro que no recuerdo tan irregular como dices.
Te discutiría lo de "surrealista" pero sería ponerse estupendo y no merece la pena.
No sé si has leído el excelente "Mis memorias" de Miguel Mihura, para mí a años luz de Groucho (todo sea dicho sin menosprecio ninguno del Marxismo en el que milito).
Un abrazo.
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