Ha sido editado por Lobo Sapiens, y prologado por un viejo conocido del programa, Rogelio Blanco Martínez (Morriondo de La Cepeda, 1953), que es Doctor en pedagogía, licenciado en antropología y ciencias del hombre, en filosofía y letras, y diplomado en sociología política. Consejero de numerosas editoriales, fue director del Centro de Estudios Bibliotecario y Documental, consejero técnico en los Ministerios de Cultura y de Educación, vocal asesor y, desde 2004 hasta finales de 2011, Director General del Libro, Archivos y Bibliotecas. Además, y como siempre me gusta destacar, es el principal responsable de la concesión del título “Cuna del Parlamentarismo” a León por la UNESCO en 2013.Fue elegido Leonés del Año 2019. Es autor o coautor de una veintena de libros.
Tal y como nos cuenta la Wikipedia, Ángel Pestaña Núñez (Santo Tomás de las Ollas, 14 de febrero de 1886 – Barcelona, 11 de diciembre de 1937) fue un anarcosindicalista español, secretario nacional de la CNT en varias ocasiones, fundador del Partido Sindicalista y diputado en Cortes Generales por la provincia de Cádiz.
Como curiosidad, el 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República Española, y la noche del mismo día Macià intenta que Pestaña entre en el "gobierno catalán", ofrecimiento que declina.
Durante la guerra civil es nombrado subsecretario general de Guerra, se le ofrece una cartera ministerial por la CNT, que rechaza, y posiblemente otra en julio de 1937.
EL LIBRO
El primer informe fue una Memoria presentada al Comité de la Confederación Nacional del Trabajo, publicada en el semanario Nueva Senda de Madrid en 1921. La segunda parte es de 1922, escrita en la cárcel de Barcelona y, posteriormente, las impresiones del viaje se recogen los libros publicados entre 1924 y 1925 bajo los títulos “Setenta días en Rusia. Lo que yo vi”, y “Setenta días en Rusia. Lo que yo pienso”. El primero, descriptivo, y el segundo, reflexivo. Con estos informes logra separar el anarquismo del bolcheviquismo. “La suya es la primera voz que dice la verdad sin vacilación y ni equívoco –afirma de modo animoso su biógrafo A. M. de Lera– sobre lo que estaba ocurriendo en el interior del mundo de los zares heredado por Lenin”. De igual modo lo confirma otro leonés nada pestañista, Abad de Santillán: “Cuando la Revolución rusa todos nos dejamos sugestionar y nos costó casi dos años la batalla contra esa influencia en la que fuimos alejados gracias a los informes que nos trajo Pestaña”.
Aquí podéis escuchar la interesante entrevista a Rogelio Blanco sobre este libro.