Hoy, 23 de abril, es un día importante para el reino de León. Y lo es porque hace 783 años Alfonso IX consiguió lo que ansiaba desde hacía mucho tiempo: tomar la fortificada y magnífica ciudad de Cáceres, que le abría las puertas para conquistar la actual Extremadura y llegar hasta Sevilla, que era el teórico punto máximo de extensión del reino. La importancia estratégica de la ciudad quedó de manifiesto cuando a continuación el monarca leonés se hizo en rápida sucesión con Mérida, Badajoz y otras villas de menor tamaño.
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Las antiguas murallas de tapial de Cáceres de época almohade. |
Cáceres ya había estado en manos portuguesas durante un breve tiempo gracias a Geraldo Sempavor, un curioso y aventurero personaje que sería el equivalente portugués del Cid, aunque todavía más osado. Pronto perdió la ciudad a manos de los almohades, pero el leonés Fernando II logró tomarla en 1169 y dejó como guarnición a un grupo de monjes-soldados que serían conocidos como “los Fratres de Cáceres”, y que fueron el germen de la Orden de Santiago. Desgraciadamente los almohades lanzaron una gran ofensiva contra el reino de León en 1174 y retomaron la ciudad, pasando a cuchillo a sus defensores. La oleada musulmana llegó hasta Ciudad Rodrigo, y los ciudadanos y el ejército de Fernando II tuvieron que emplearse a fondo para evitar que también cayera esa población salmantina.
Con el paso del tiempo la frontera meridional del reino de León se estabilizó en las preciosas sierras que existen entre las actuales provincias de Salamanca y Cáceres.
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La impresionante Torre de Bujaco |
Fernando II murió en 1188 y fue sucedido (no sin problemas) por su hijo Alfonso IX, quien tardó muchos años en hacerse con las riendas del reino y en lograr sobrevivir a los ataques de todos los reinos vecinos (e incluso de Aragón). En realidad no pudo concentrarse en la expansión hacia el sur hasta la parte final de su reinado, y ello fue gracias en gran medida a la sonora victoria obtenida por las tropas cristianas en la batalla de las Navas de Tolosa (1212). A pesar de éxitos como la conquista de Valencia de Alcántara en 1221 (ayudado por la Orden de San Julián del Pereiro, futura Orden de Alcántara) o la realización de asaltos de rapiña en los alrdedores de Sevilla, Cáceres se le siguió resistiendo al monarca leonés.
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Iglesia de la Preciosa Sangre,
en la Plaza de San Jorge. |
Alfonso IX dedicó muchas campañas veraniegas a asediar la ciudad pero, como ya hemos dicho, no logró tomarla hasta el 23 de abril de 1229, festividad de San Jorge.
Hay una bonita leyenda según la cual la hija del caíd almohade que gobernaba la ciudad se enamoró de un apuesto capitán leonés (seguramente en alguna de las embajadas que se intercambiaban entre los contendientes). La mora le enseñó a su amante una poterna o un pasadizo secreto para acceder a la fortaleza desde el exterior, por lo que se multiplicaron sus encuentros amorosos. Pero el capitán tenía clara su lealtad, y finalmente le reveló a su rey el acceso secreto, con lo que prepararon un plan: el día 23 el grueso de las tropas leonesas atacó la ciudad por la Puerta del Socorro, mientras un destacamento dirigido por el capitán penetraba por el pasadizo. Con esta estratagema desbarataron a los defensores y pudieron abrir las puertas e hincar el pendón real en lo más alto de las torres cacereñas. En Cáceres también me contaron una continuación de la leyenda según la cual el caíd era practicante de la magia negra, y al descubrir el desliz de su hija la convirtió en gallina a ella y a todas sus damas de compañía.
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Escudo de la Corona de Castilla (o de España) en la iglesia de la Preciosa Sangre.
Nótese la peculiaridad de que el león ocupa los cuarteles preferentes. |
El caso es que desde entonces San Jorge es el patrón de la ciudad, y el 23 de abril son sus fiestas patronales. Por ello, y dado el especial aprecio que tengo a las tierras cacereñas, desde aquí me gustaría felicitar a los amigos y conocidos que allí tengo, y recordar a los leoneses que también debería ser una fecha importante para nosotros. Sería precioso que algún año de estos los pendones leoneses visitaran Cáceres durante estas fiestas, dado que su origen militar medieval aportaría todo un nuevo simbolismo (y vistosidad) a las celebraciones.
Os dejo algunas imágenes de la fiesta de Armando Méndez extraídas del periódico hoy.es
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Al fondo puede verse el estandarte histórico del reino de León, aunque de color rojo en lugar de púrpura. |