Esta Crónica es un batiburrillo en el que se mezclan sin tapujos datos históricos con otros muchos provenientes de la literatura épica, por lo que una importantísima parte de la información que aporta es exagerada, partidista y, en multitud de ocasiones, falsa. En ella se aprecia la dificultad que había en asignar un número a los reyes de Castilla, ya que Alfonso VIII es denominado como Alfonso IX en algunas ediciones, con lo que las confusiones entre este monarca castellano y su homónimo leonés son numerosas. Dificultades de igual tipo se encontraron los autores de las esculturas del Salón de los Reyes, y H. de Ávila, ya que en sus obras la numeración de los Alfonsos es totalmente incorrecta.Está meridianamente claro que la intención de Alfonso X fue crear una Historia propicia a sus designios, puesto que en varias ocasiones vio tambalear su trono, y llegó a temer una separación de la Corona de León a manos de su hermano Enrique. Para ello, reunió los cantares de gesta de la época, y la labor de algunos de los cronistas de Alfonso VIII, con el fin de ensalzar a Castilla como núcleo de Hispania, y revisar los hechos y reyes del pasado para dar la impresión de que todos los caminos conducían a la unión de las dos Coronas bajo la égida castellana.ACTUALIZACIÓN 15/2/2016:
Gracias a Alberto González García encontré un magnífico artículo "Sobre las numeraciones de los reyes de Castilla", de Joaquín Gimeno Casalduero, con el que me reafirmo en lo anteriormente escrito. Añado que la numeración original de las crónicas de Alfonso X produjo un orden extraño, ya que computa a Alfonso I de Aragón ("el Batallador", el marido de Urraca I de León) como Alfonso VII. Así en sus crónicas Alfonso VII “el Emperador” figura como Alfonso VIII, Alfonso VIII de Castilla es “Alfonso IX de Castilla”, y Alfonso IX de León aparece... como Alfonso IX de León. En épocas posteriores a veces incluso se elimina a este último de las listas, pasando el numeral IX al rey Sabio. Fue el agustino Enrique Flórez quien acuñó la numeración actual en el siglo XVIII, aunque este historiador diferenció entre la numeración de los reyes leoneses y la de los castellanos, aduciendo por ejemplo que Alfonso VI fue el sexto rey de ese nombre en León, pero el primero de Castilla. Así Alfonso VII de León sería Alfonso II de Castilla, Alfonso VIII sería Alfonso III de Castilla, Alfonso IX de León no tendría numeral en Castilla, y Alfonso X sería X de León y IV de Castilla. Tomó como punto de partida la existencia de Castilla como reino, a partir del reparto de Fernando I, aunque quizá sería más apropiado aplicar la numeración “castellana” sólo en el caso de los reyes privativos de Castilla. Flórez también se ve obligado a mantener el VIII del Alfonso castellano para no cambiar el ordinal de los Alfonsos posteriores. Pero la realidad es que "nuestro" Alfonso IX en realidad fue el octavo rey de ese nombre, por lo que debería haber sido conocido como Alfonso VIII de León. Aunque como digo, el precio de hacer esta reenumeración supondría cambiar de numeral a todos los Alfonsos posteriores.
Alfonso VII de León, Emperador de Hispania 
















