La razón más sencilla es porque me gusta. Creo que la idea de empezar me surgió cuando leí por vez primera “El Señor de los Anillos”, allá por el año 1992. Sin embargo, a pesar de que durante una temporada ya había fumado puros a escondidas en los recreos del colegio, creo que lo que me echó para atrás fue el precio de las cachimbas (las más baratas valían unas 3000 pesetas, es decir, unos 18€), y la certeza de que mis padres se opondrían frontalmente a verme fumar en uno de tales artilugios.
Así que el proyecto de comenzar a fumar en pipa durmió el sueño de los justos hasta que, cuando ya había empezado Biblioteconomía, y ya había leído “El Señor” unas cuatro o cinco veces, se me ocurrió un plan para evitar el rechazo paterno: compré una pipa en un estanco (una “Bruyere” baratina), y se la dí a un amigo con el encargo de que me la “regalase” amablemente. La maquinación funcionó, y tras varias pruebas previas (y si mal no recuerdo), oficialmente comencé a fumar en pipa la Nochevieja de 1996. Los inicios fueron muy frustrantes: la pipa se me apagaba cada poco, y tan sólo me duraba una escasa media hora. Eso sí; me encantaba el sabor de los tabacos con los que experimentaba (Borkum Riff Ultra Light, y las variedades de vainilla y whisky), aunque a cambio obtuve unos mareos de campeonato. En el estanco donde me vieron la pipa y el tabaco me regalaron un atacador, pero en mi ignorancia pensé que sólo servía para limpiar de ceniza la cazoleta. Durante muchos años ignoré la existencia de algo tan básico y necesario como las escobillas limpiapipas, unas varillas de alambre fino recubiertas de una especie de algodón que sirven para retirar la humedad del interior de la pipa mientras se fuma. A causa de este desconocimiento, mi primera y veterana pipa se fue desconchando y adquirió un aspecto sencillamente cochambroso.
Pero algunos años después, gracias a la página del Barcelona Pipa Club , tuve la suerte de entrar en contacto con “La Pipalista”, una lista de correo electrónico en la que cientos (tal vez miles) de fumadores de pipa intercambian sus experiencias, pruebas de tabaco, etc., etc. Sus correos inundaban mi Outlook, ya que llegaban varias docenas al cabo del día, pero allí aprendí todo lo necesario para conseguir unas fumadas largas y satisfactorias. Gracias a esta lista aprendí que el tabaco se puede usar como ingrediente de cocina; descubrí que existe un tabaco casi prohibido con el exótico nombre de Latakia (y tuve mis escarceos con él); sufrí con el Pipa Club de Barcelona cuando sus caseros intentaron echarlos de su magnífico club social, etc.
En la actualidad, he desterrado los Borkum de mi repertorio, y se podría decir que mi marca favorita es MacBaren, aunque mis tabacos favoritos son el Springwater y el Calumé (en este orden). Por desgracia llevo meses sin probar el primero, porque no consigo encontrarlo en ningún estanco leonés.
Pero no vayáis a pensar que me paso el día con la pipa en la boca: aunque siempre llevo una conmigo en mi inseparable zurrón, tan sólo la utilizo los fines de semana, y no todos. Quizás por eso la utilizo más frecuentemente en vacaciones.
Algo que he comprobado en estos años es que fumar en pipa no es adictivo, ya que puedo pasarme semanas sin fumar y sin sentir el “mono” que tuve tras abandonar los cigarrillos (la escasa semana que los fumé). Me imagino que este hecho se debe a varios factores: en primer lugar, a que, como en el caso de los puros, no se traga el humo (sólo se saborea). En segundo lugar, porque, al parecer, el tabaco de pipa lleva menos aditivos que el de los cigarrillos. Y, en tercer lugar, porque fumar en pipa requiere tranquilidad y sosiego, mientras que encender un cigarrillo es rápido y sencillo.
Contra lo que pueda parecer, existe una mayor variedad de tabacos de pipa que de cigarrillos: a la gran diversidad de marcas (Borkum Riff, MacBaren, Gravina, Amsterdamer, etc.) hay que sumarle toda la plétora de sabores que ofrece cada una de ellas (vainilla, cereza, mango, etc., pasando por la Latakia –de horrible olor- y el tabaco puro sin aditivos).
Si tengo tiempo y ganas, os irá enseñando poco a poco mis diferentes pipas, y mis tabacos favoritos. En el próximo artículo sobre el tema, explicaré el procedimiento a seguir para preparar, encender y fumar una pipa.
Así que el proyecto de comenzar a fumar en pipa durmió el sueño de los justos hasta que, cuando ya había empezado Biblioteconomía, y ya había leído “El Señor” unas cuatro o cinco veces, se me ocurrió un plan para evitar el rechazo paterno: compré una pipa en un estanco (una “Bruyere” baratina), y se la dí a un amigo con el encargo de que me la “regalase” amablemente. La maquinación funcionó, y tras varias pruebas previas (y si mal no recuerdo), oficialmente comencé a fumar en pipa la Nochevieja de 1996. Los inicios fueron muy frustrantes: la pipa se me apagaba cada poco, y tan sólo me duraba una escasa media hora. Eso sí; me encantaba el sabor de los tabacos con los que experimentaba (Borkum Riff Ultra Light, y las variedades de vainilla y whisky), aunque a cambio obtuve unos mareos de campeonato. En el estanco donde me vieron la pipa y el tabaco me regalaron un atacador, pero en mi ignorancia pensé que sólo servía para limpiar de ceniza la cazoleta. Durante muchos años ignoré la existencia de algo tan básico y necesario como las escobillas limpiapipas, unas varillas de alambre fino recubiertas de una especie de algodón que sirven para retirar la humedad del interior de la pipa mientras se fuma. A causa de este desconocimiento, mi primera y veterana pipa se fue desconchando y adquirió un aspecto sencillamente cochambroso.
Pero algunos años después, gracias a la página del Barcelona Pipa Club , tuve la suerte de entrar en contacto con “La Pipalista”, una lista de correo electrónico en la que cientos (tal vez miles) de fumadores de pipa intercambian sus experiencias, pruebas de tabaco, etc., etc. Sus correos inundaban mi Outlook, ya que llegaban varias docenas al cabo del día, pero allí aprendí todo lo necesario para conseguir unas fumadas largas y satisfactorias. Gracias a esta lista aprendí que el tabaco se puede usar como ingrediente de cocina; descubrí que existe un tabaco casi prohibido con el exótico nombre de Latakia (y tuve mis escarceos con él); sufrí con el Pipa Club de Barcelona cuando sus caseros intentaron echarlos de su magnífico club social, etc.
En la actualidad, he desterrado los Borkum de mi repertorio, y se podría decir que mi marca favorita es MacBaren, aunque mis tabacos favoritos son el Springwater y el Calumé (en este orden). Por desgracia llevo meses sin probar el primero, porque no consigo encontrarlo en ningún estanco leonés.
Pero no vayáis a pensar que me paso el día con la pipa en la boca: aunque siempre llevo una conmigo en mi inseparable zurrón, tan sólo la utilizo los fines de semana, y no todos. Quizás por eso la utilizo más frecuentemente en vacaciones.
Algo que he comprobado en estos años es que fumar en pipa no es adictivo, ya que puedo pasarme semanas sin fumar y sin sentir el “mono” que tuve tras abandonar los cigarrillos (la escasa semana que los fumé). Me imagino que este hecho se debe a varios factores: en primer lugar, a que, como en el caso de los puros, no se traga el humo (sólo se saborea). En segundo lugar, porque, al parecer, el tabaco de pipa lleva menos aditivos que el de los cigarrillos. Y, en tercer lugar, porque fumar en pipa requiere tranquilidad y sosiego, mientras que encender un cigarrillo es rápido y sencillo.
Contra lo que pueda parecer, existe una mayor variedad de tabacos de pipa que de cigarrillos: a la gran diversidad de marcas (Borkum Riff, MacBaren, Gravina, Amsterdamer, etc.) hay que sumarle toda la plétora de sabores que ofrece cada una de ellas (vainilla, cereza, mango, etc., pasando por la Latakia –de horrible olor- y el tabaco puro sin aditivos).
Si tengo tiempo y ganas, os irá enseñando poco a poco mis diferentes pipas, y mis tabacos favoritos. En el próximo artículo sobre el tema, explicaré el procedimiento a seguir para preparar, encender y fumar una pipa.
14 comentarios:
Uff... Esta Web es leonesista o de tu vida personal Chao?
Porke cuando me meto en tu pagina busco informacion sobre mi tierra... y ke me encuentro PORKE FUMO EN PIPA, a los leonesistas no nos importa porke fumen en pipa, asike si no kieres ke digamos chao a tu web centrate en el Pais Leones
Espero que ese comentario haya sido hecho de cachondeo. Este es MI blog, y escribo en él LO QUE ME DA LA REAL GANA. ¿O es que no ha visto el panel lateral con los principales temas que trato?
Tranquilo Ricardo, dentro del leonesismo (como en todas partes) siempre hay algún radical "despistao".
A mí me ha encantado tu artículo sobre las pipas, unos "artilugios" que sinceramente apenas sé nada de ellos. Me ha sorprendido especialmente el que haya tantas marcas diferentes de tabaco para pipas.
Tú sabes cuantos fumadores en pipa se estima que hay en España? Pq yo al único fumador de pipa que conozco es a tí.
Un saludo
Recuerdo de pequeña a mi padre fumando en pipa y la verdad es que me molestaba menos que cuando fumaba cigarrillos.
Saludos
¡Pero, hombre por Dios!, ¿cómo eres tan osado de escribir en tu blog personal cosas personales sin consultar al Comité de Expertos del Leonesismo Cibernético? Ay, ay...
¡Ánimo Ricardo! Hay por ahí cada elemento...
Salud.
Yo personalmente nunca me creí la diferencia entre tragar o no tragar el humo, pues fisiologicamente sólo hay una vía en la inspiración, que es hacia los pulmones. Se podria decir como mucho que se inhala más o menos humo según lo fuerte que sea la inspiración. Al impertinente del primer comentario le recomiendo que si no le gusta diga chao al blog.
Acabo de tropezar con tu página, soy licenciado en historia, arqueologo de profesión y fumador de pipa al igual que tu. Has probado los latakiados y aun sigues con aromáticos?, dales otra oportunidad... quizá un dunhill early morning que es mas suave.
Un saludo desde Córdoba.
Hombre, perdona por escribir un comentario con 1 año de atraso, jeje. De veras que me ha gustado este post, es muy genuino y me identifico muy bien con lo aquí escrito, pues fueron más o menos mis orígenes como pipafumador. También aprendí mucho con la web del BPC, y definitivamente..soy un latakia-adicto, eso sí. Aprovecho y pongo a vuestra consideración mis experiencias piperiles (aunque en mi blog, la pipa es más bien un pretexto.)..ya veréis, espero lo disfruten. Un saludo desde Cuba, y buenos humos
Gabino
www.gabinocid.blogspot.com
Hola, he encontrado tu artículo buscando información sobre cómo empezar a fumar en pira (sí, también inspirado por el maestro Tolkien), y la verdad es que es un poco difícil. ¿te importaría darme unas pautas inciales (marcas, maneras...)? Quizá algún día me acerque a León para disfrutar juntos de una pipa...
saulvillalba@hotmail.com
Un saludo!!
Bueno amigo, fumo muy poco en pipa, es más hacia algunos años que no la cogía. Como no sabía si realmente lo hacia bien me puse a buscar por este medio y encontré tu blog. Como sólo tengo una y es necesario tener unas cuantas para darles reposo tengo pensado adquirir al menos otras dos. La que uso es exacta a una de las que tenéis en la foto, adquiriré otra igual y otra aún más curvada no me gustan las rectas. La cargo en tres fases y apretando la siguiente más que la anterior. Espero que pronto no des más detalle en este tu blog, de tu esperiencia. Suerte
Hola, pues a mi me regalaron mis amigos una pipa justo antes de empezar el camino de Santiago hace unos meses. Intenté fumar pero desistí por ignorancia y falta de paciencia. Este fin de semana he estado en mi pueblo, donde he encontrado la pipa casi sin estrenar, con sus complementos y un tabaco como de vainilla. Admito que, al igual que en tu caso, han sido Pippin, Merry o Gandalf los que me han animado (este verano me he empachado de Señor de los Anillos - libros y pelis-) a reintentarlo, con mejor resultado que la primera vez. Y así, decidido a aprender a fumar en pipa he dado con tu blog. Muy ilustrativo. Gracias!
Hola, me ha encantado el artículo, yo fumsba en pipa hace treinta años y luego deje todo el tabaco, ahora acabó de compra me una pipa curva y estoy deseando estrenarla. Soy de Córdoba, como el arqueólogo, que va lo mejor es Jerónimo, que es el único que conozco. Ánimo y regala nos más artículos del arte de fumar en pipa.
Hola Ricardo, al igual que tu tb soy de Leon y disfruto fumando en pipa, aueria preguntarte donde compras el tabaco porque es dificil encontrar buenos tabacos aqui, un saludo y gracias
Yo lo compro siempre en el estanco de la calle Burgo Nuevo, al lado del Café Cristal. Que yo sepa es el que tiene más variedad de toda la provincia.
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