Mapas antiguos de España (XXIV)

20 diciembre, 2005

Mapa de 1720 en el que sólo aparece el cuadrante Noroeste de la Península Ibérica. Los autores son I. y R. Ottens, de Amsterdam. Resulta curioso observar cómo desaparece Cantabria en todos estos mapas, absorbida por Asturias y, sobre todo, Vizcaya. Este hecho parece contradecir la costumbre de incluir la provincia cántabra en Castilla la Vieja, que, como veremos, es más reciente de lo que algunos imaginan. En cuanto al Reino de León, su límite con Galicia sigue estando en el Burbia y la Cabrera, y algunos pueblos sanabreses entran dentro de los límites gallegos. La ciudad de Palencia sigue en zona leonesa, pero Valladolid, como siempre, aparece en Castilla la Vieja.
Llama la atención la forma en que aparecen los nombres de algunos pueblos del norte de Cáceres: así, Robledillo figura como "Robrailla", Descargamaría como "Decanamana"(posiblemente debido a una mala lectura del mapa original), etc. Lo que más me sorprende es el nombre de la Sierra de Gata: "Sierra de Torras Vaccas". Por lo visto, no aparece ningún pueblo de las Hurdes. La verdad es que hay muchos errores en la transcripción de los topónimos, pero es algo comprensible, al ser extranjeros sus autores. Ya os habreis dado cuenta de que apenas hay mapas españoles en esa época.
1720

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Ricardo,
Este fin de semana estuve en el Museo de Ciencias Naturales en Madrid viendo una magnifica exposición sobre sobre Alejando von Humboldt. En ella aparecía el primer mapa mundi en el cual el continente americano era denominado como "America". El mapa es de 1507. Lo curioso es que sobre el mapa se señalan los diferentes países con sus banderas resepctivas. Pues bien, en America los territorios españoles aparecen con la bandera de España, que en aquella epoca era como la actual de Castilla y León. Lo que m sorprendió es que el autor sitúa al león en el lado superior izdo en vez de en el derecho. Es un error del autor o era así?
Un saludo,

Daniel Marcos

Ricardo Chao Prieto dijo...

En principio es un error, aunque a partir de los Reyes Católicos no fue raro situar al león en el cuartel superior izquierda (que es el que tiene la preponderancia según la heráldica) en los territorios del Reino de León (e incluso de su Corona). Lo que me llama la atención es que ya se denomine "América" a ese continente en una fecha tan temprana como 1507, ya que quiere decir que fue uno de los primeros mapas en hacerlo. Sobre el nombre de "América", os copio un magnífico artículo sacado de http://www.artehistoria.com/historia/contextos/1500.htm
"Unos meses antes de morir Colón, corría ya por Europa el nombre del continente que había descubierto: América. El hecho de que fuera bautizado así es bastante peregrino, como veremos. De las Indias halladas por los españoles había abundantes noticias en Europa, contra lo que tradicionalmente se afirma, pues aparte de la Carta de Colón de la que ya hablamos, resultó que Pedro Mártir de Anglería estuvo haciendo de corresponsal en España, difundiendo sus hechos más notables. Pero todo eran eso, noticias de indias, de las Indias de Asia, a cuya antesala habían llegado los españoles. Lo que nadie sabía, al menos en 1506, es que aquellas Indias no eran las de Asia, sino otras, que formaban continente aparte. Fue lo que vino a decir Amerigo Vespucci, cuyo nombre recibió dicho continente. Anteriormente hablamos de Vespucci y de sus hipotéticos cuatro viajes. Al regresar a Lisboa del último de ellos, en el que recorrió la costa brasileña y quizá la argentina (algunos suponen que llegó hasta los 52° de latitud sur), escribió a su amigo Pier de Soderini el 4 de septiembre de 1504 informándole "Llegué a la parte de las Antípodas, que por mi navegación es la cuarta parte del mundo", añadiendo "Yo he descubierto el continente habitado por más multitud de pueblos y animales que nuestra Europa, o Asia o la misma África". La carta a Soderini, conocida como Cuattro Viagi, se difundió ampliamente por Europa, llegando un ejemplar de la misma al Gimnasio del Vosgo, donde un grupo de intelectuales protegidos por el duque de Lorena trataba de publicar la Geografía de Ptolomeo. La introducción a esta obra corrió a cargo del clérigo Martín Waldseemüller, quien estaba trabajando en ella cuando recibió una copia de la Carta a Soderini. Quedó encantado con lo que se decía en ella, pues era nada menos que la noticia de que existía otro nuevo continente, distinto de los tradicionales que se anotaban en la obra de Ptolomeo: una cuarta parte, un Mundo Nuevo, además de Europa, Asia y África. Decidió transcribir al latín la "Lettera" y la agregó como epilogo a su prólogo, anotando: "Mas ahora que esas partes del mundo han sido extensamente examinadas y otra cuarta parte ha sido descubierta por Arnerigo Vesputio -como se verá por lo que sigue- no veo razón para que no la llamemos América; es decir, la tierra de Americus, ricos, por- Américo, su descubridor". Waldseemüller completó su obra con un nuevo mapa del mundo, un planisferio, que añadió a su Introducción, en el que perfiló ya el nuevo continente. En la parte superior puso dos medallones con las efigies de Ptolomeo y Vespucci. Allí apareció por primera vez el nombre de América, junto con los de Asia, Europa y África. Los ocho libros de la "Geografía" de Ptolomeo se vendieron tan bien, que en 1507 se habían hecho ya seis ediciones de la misma. Europa se enteró por ella que existía América como continente, ignorando por completo que su verdadero descubridor, Cristóbal Colón, acababa de morir hacía apenas unos meses en el más completo anonimato. América se llamó así desde entonces, justa o injustamente. Los españoles, apegados a sus tradiciones, siguieron arrastrando el nombre colombino de las indias hasta bien entrado el siglo XVIII."

Anónimo dijo...

Te confirmo que el mapa expuesto en la exposición de Humboldt es de Martín Waldseemüller en 1507. Y sí, allí la reseña aludía a él como el primer mapa en que aparecía el nombre de America para designar al nuevo continente.

Miguel dijo...

Llevaba quizás diez mapas callándome esto, pero la mención a Cantabria me ha animada definitivamente.

Resumen: ¿es necesario, de verdad, decir en voz alta, que el método de "acopiar mapas" no es exactamente infalible, ni científico?

Durante siglos enteros, autores muy mayoritariamente extranjeros, que se basaban en descripciones textuales y, sobre todo, en mapas previos, vacilaron continuamente en la "regionalización" de los mapas hispanos.

De igual modo que León pasa de ser prácticamente la provincia actual a incorporar el principado de Asturias (lo que no es ninguna locura), o que Extremadura aparece y desaparece, o que el Algarve se representa desgajado de Portugal, La Montaña aparece sistemáticamente como parte de Asturias, como parte de Vizcaya, o dividida entre ambas.

Y la razones son tan simples como que se trataba de un territorio pequeño, muy poco poblado, desconocido, poco importante (lo siento, es así) que por su nombre más común (Asturias de Santillana) parecía formar parte de Asturias (a oídos extranjeros) y que por las teorías vascocantabristas de aquellos tiempos, se pensaba podía incluirse en Vizcaya.

Además, y para más inri, todo estos mapas seguían en esto la costumbre sentada por los primeros, allá por el siglo XVI y principios del XVII. Inercia cultural.

Y sin embargo se encuentran referencias a La Montaña (más aún que a Cantabria, término recuperado sobre todo desde el tercio final del XVIII) en poemas de Lope de Vega o en legajos de la Casa de Contratación de Sevilla, que nos informa de los "montañeses" que fueron pasando a América, por poner sólo dos ejemplos de entre una lista numerosísima.

Estos mapas, casi todos ellos, no reflejan en realidad la organización político-administrativa, ni religiosa, ni fiscal, ni militar, ni de derecho civil y penal de los territorios hispanos/ibéricos. Que de por sí era complicadísima durante el Antiguo Régimen.

Hoy en día, por ejemplo, por mor de la creciente importancia demográfica y económica de la costa en detrimento del interior, y del paralelo proceso de afirmación de las burguesías costeras (que viene del XVIII al menos) asistimos a la presencia de una Comunidad Autónoma de Cantabria, cuyo territorio se reduce sin embargo a la provincia de Santander, que afirma agresivamente su identidad hasta extremos, en mi opinión, insostenibles histórica y antropológicamente.

Ni se puede negar la existencia de la región histórica y natural de La Montaña, ni se puede pasar a la "Nación Cantabra" en la que algunos ya se mueven, no sólo secesionista respecto a Castilla, sino incluso a España (quien no me crea, que lo investigue y verá cuán real es lo que digo). La influencia aranista es fuerte.

Pero volviendo al comienzo: hay que ser conscientes de los límites del método de "acumulación de mapas", muy deficiente, precisamente, en el caso hispano-español.