EL CAMINO DE SANTIAGO Y LA MONARQUÍA LEONESA (V)

02 diciembre, 2011

·Diego Gelmírez y el arzobispado.

Diego Gelmírez, por Francis de Blas.
A caballo entre los reinados de Alfonso VI (1065-1109) y Urraca I (1109-1126) hubo un personaje de capital importancia para Santiago de Compostela y por ende para el Camino: el obispo Diego Gelmírez (1059?-1139), que se hizo cargo de la diócesis jacobea en el año 1100, y que consiguió, entre otras cosas, que su sede fuera convertida en arzobispado en el año 1120. 

Por encargo suyo se escribió la Historia Compostelana, una crónica interesantísima sobre su labor como obispo y arzobispo que también aporta muchísima información de primera mano sobre lo que acontecía en el reino leonés en esa época. Está escrita en ocasiones casi como una novela, y aunque el libro está dedicado a cantar alabanzas a Gelmírez queda bastante claro que el obispo tenía pocos escrúpulos morales. Aventurero y maestro del disfraz, no dudaba en disfrazarse para escapar de motines y batallas: en una ocasión se disfrazó de soldado, en otra de lombardo, en otra de frailecillo... y siempre consiguió salir indemne de las numerosas ocasiones en que su vida estuvo en peligro. 

Un clarificador y curioso ejemplo de su falta de ética lo constituye el episodio del robo de las reliquias en Portugal. En un viaje a Braga en el año 1102 visitó varias iglesias, y dice la Historia Compostelana que

“cuando contemplaba los cuerpos de muchos santos que, semienterrados en ellas, carecían del honor debido, lloraba con piadoso sentimiento (…) y pensaba con ansia de qué manera podía sacar aquellas preciosas perlas de lugares tan inconvenientes y llevarlas a la ciudad de Compostela”

Braga fue escenario de los latrocinios 

de Gelmírez.
Así que, ni corto ni perezoso, se puso de acuerdo con los miembros de su séquito y planeó cuidadosamente el robo de toda una serie de reliquias. Y no hay que pensar que hurtó cosas pequeñas, como un dedo de un santo, o una astilla del Lignum Crucis: lo que se llevó “con piadoso latrocinio” (sic.) fueron nada menos que los cuerpos completos de San Cucufate, San Silvestre y Santa Susana, y las cenizas de San Fructuoso. La Historia Compostelana nos cuenta con todo lujo de detalles el elaborado plan que siguió Gelmírez para robar las reliquias y sacarlas de la zona de Braga para llevarlas a Santiago. Con ellas pretendía aumentar el atractivo “turístico” de Compostela, ya que durante toda la Edad Media la veneración de reliquias estuvo de moda, y no ha de extrañarnos que a su alrededor floreciera un curioso y macabro comercio con robos y falsificaciones incluidos.

Relicario de la cabeza
de Santiago  ¿el Menor?
Otro caso relacionado con Santiago y el robo de reliquias, y que también viene reflejado en la Historia Compostelana, se dio cuando Mauricio, obispo de Coímbra y muy afecto a Santiago, peregrinó hasta Jerusalén entre 1104 y 1108. Allí, de forma inesperada se encontró con una ermita o pequeña iglesia donde se veneraba la cabeza del apóstol Santiago. Mauricio se alarmó, pues se creía que en Compostela estaba el cuerpo completo del Apóstol: en cualquier caso, pensó que la cabeza estaría mucho mejor con él que en una iglesia en ruinas, así que, como buen alumno de Gelmírez que era, elaboró un plan, cogió el azadón, burló la vigilancia, excavó debajo del altar, y robó la reliquia al más puro estilo Indiana Jones. Después volvió a Hispania y la dejó en una iglesia de Carrión. La reina Urraca I se la llevó a San Isidoro de León, pero en el año 1116 se la regaló a Gelmírez, quien la recibió en Compostela con una solemne procesión entre el alborozo de la población: así ya estaba completo el cadáver del Apóstol Santiago. La cosa es que tiempo después se dieron cuenta de que el hecho de que la cabeza y el cuerpo estuvieran hasta entonces en sitios distintos no cuadraba con la historia de la traslación, así que al final se decidió que la cabeza no había sido la de Santiago el Mayor, sino la de Santiago el Menor. Y así, todos contentos. 

Otro de sus grandes logros fue la consagración de la imponente catedral románica, que había sido comenzada en 1075 por el obispo Diego Peláez, y que fue finalizada en 1122 según el Códex Calixtinus, es decir, tan sólo dos años después de conseguir el título de arzobispado, aunque lo más probable es que sólo estuviera completa la cabecera y el crucero. En su construcción participaron prisioneros musulmanes capturados con las galeras que mandó fletar Gelmírez, que siempre había tenido claro que había que devolver a al-Ándalus las incursiones piráticas con que asolaban las costas gallegas.

QUEJÉMONOS POR EL INCUMPLIMIENTO DEL ESTATUTO DE AUTONOMÍA CON EL LEONÉS

01 diciembre, 2011

La Asociación Faceira ha iniciado una campaña de quejas ante el Procurador del Común para solicitar que se cumpla el artículo 5.2 del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Os copio la versión en castellano de las instrucciones que se pueden elegir para elevar esta queja (la más rápida es por internet), pero si preferís la versión en leonés pulsad sobre este enlace.


En el año 2007 se reformó el Estatuto de Autonomía de Castilla y León cuyo artículo 5.2 quedó redactado de la siguiente forma:


“El leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso y promoción serán objeto de regulación”.


Ya han transcurrido cuatro años desde la reforma estatutaria y la Junta de Castilla y León no ha establecido ninguna medida para la protección del leonés, ni ha dictado o promovido ninguna regulación para su protección, promoción y uso. El reiterado y grave incumplimiento por la Junta de Castilla y León del artículo 5.2 del Estatuto contrasta con la protección que se otorga al gallego, que se puede estudiar como materia optativa en la enseñanza reglada de los centros de enseñanza primaria y secundaria de las zonas leonesas y zamoranas donde se habla esta lengua, y con la promoción de la enseñanza de la lengua vasca en Castilla y León, pues en marzo de 2011 se inauguró en la provincia de Burgos una escuela infantil pública donde es posible estudiar vascuence, donde ya existe otra ikastola, y en la que la Junta invirtió 600.000 €, comprometiéndose a seguir impulsando la enseñanza del euskera, lengua que no tiene ningún reconocimiento en el Estatuto de Castilla y León, a diferencia del leonés y el gallego que si son lenguas protegidas en esta Comunidad.


Desde FACEIRA, y de forma coordinada con otras asociaciones y colectivos de defensa del patrimonio lingüístico leonés, estamos presentado quejas al Procurador del Común de Castilla y León con el fin de denunciar esta situación de incumplimiento del artículo 5.2 del Estatuto, y la marginación y discriminación hacia los hablantes de leonés por la administración autonómica.


Queremos invitar a la ciudadanía a expresar su queja ante el Procurador del Común frente a la Junta de Castilla y León y para ello adjuntamos un FORMULARIO que, previamente cumplimentado con los datos personales y firmado, se puede presentar por distintas vías (aunque recomendamos por su sencillez, rapidez y gratuidad la primera de ellas):


A.- POR INTERNET:


En este caso hay que seguir unas mínimas instrucciones:

1.- Ir al formulario de queja en línea del Procurador:

2.- Rellenar los campos con los datos personales: FORMULARIO DE CONTACTO, y DATOS OPCIONALES.

3.- Copiar del formulario de queja que adjuntamos los párrafos donde se explica la queja (párrafos PRIMERO a QUINTO), y también el párrafo final donde se especifica la queja (comienza con estas palabras: SOLICITO AL PROCURADOR DEL COMÚN: …)

Pegarlo todo donde pone: “Exposición de la queja”.

4.- Leer y aceptar la política de privacidad.

5.- Presionar donde pone enviar.

6.- Las quejas presentadas por Internet deberán ser ratificadas mediante la firma del interesado. Para ello, los reclamantes recibirán en su domicilio una copia de la queja realizada por este medio para su devolución, una vez firmada, por correo ordinario (se les facilitará a estos efectos de manera gratuita un sobre prefranqueado).


B.- POR CORREO ORDINARIO POSTAL A LA SIGUIENTE DIRECCIÓN:


Imprimir el modelo de queja previamente cumplimentado y firmado y remitirlo vía postal a esta dirección:


JAVIER AMOEDO CONDE

PROCURADOR DEL COMÚN DE CASTILLA Y LEÓN

SIERRA PAMBLEY 4

24003 LEÓN


C.- PRESENTACIÓN DIRECTA EN CUALQUIER OFICINA DE REGISTRO DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN:


Imprimir el modelo de queja previamente cumplimentado y firmado y presentarlo directamente en cualquier oficina de registro de la Junta.


D.- PERSONALMENTE EN LA PROPIA OFICINA DEL PROCURADOR DEL COMÚN:


Imprimir el modelo de queja previamente cumplimentado y firmado y presentarlo directamente en la Oficina del Procurador del Común: C/ SIERRA PAMBLEY 4, 24003 LEÓN.


E.- POR FAX:


Imprimir el modelo de queja previamente cumplimentado y firmado, y enviarlo por fax a alguno de los siguientes números: 987 270 143 / 987 273 141


Agradecemos a la ciudadanía su implicación en el proceso reivindicativo para la defensa de nuestra lengua y de sus hablantes.

EL CAMINO DE SANTIAGO Y LA MONARQUÍA LEONESA (IV)

30 noviembre, 2011

·Alfonso VI (1065-1109), el gran promotor del Camino. 

Poco antes de morir Fernando I, en el año 1065, tenemos noticias de una peregrinación masiva de gentes procedentes de Lieja (actual Bélgica), encabezados por el monje Roberto. Esta llegada de un gran grupo desde un lugar tan lejano constituye una prueba de que el Camino ya estaba cobrando fama más allá de los Pirineos. 
Situación aproximada a la muerte de Fernando I.
Fernando I dejó una herencia complicada, ya que dividió el reino de León entre sus hijos: a Sancho le dio Castilla, a Alfonso (el favorito) León, y a García Galicia. No hubo problemas mientras vivió Sancha, pero al morir ésta en el año 1067 comenzaron las tensiones entre los hermanos, sobre todo por parte de Sancho, que ambicionaba hacerse con toda la herencia paterna. Para dominar Galicia se cuenta que ideó un engaño: en el año 1071 fingió hacer una peregrinación a Santiago en compañía de varios caballeros, y cuando su hermano García salió a su encuentro para darle la bienvenida, ordenó a sus hombres que lo apresaran. Posteriormente se enfrentó a Alfonso, y tras varias maniobras nada limpias lo venció y le obligó a exiliarse en el reino moro de Toledo. Finalmente, tras coronarse en León como Sancho II, murió ese mismo año de 1072 mientras cercaba la ciudad de Zamora, que se mantenía fiel a Alfonso. Éste regresó desde Toledo y se hizo con todo el territorio que habían controlado sus padres. 

Alfonso VI 
Es revelador que el primer documento que se conserva de Alfonso VI tras su vuelta del exilio toledano tenga que ver, precisamente, con el Camino de Santiago, ya que consiste en la anulación de un portazgo que se cobraba a los peregrinos en el puerto de Valcarce, al pasar de la comarca leonesa del Bierzo al reino de Galicia. Alfonso afirma en el documento que lo elimina por la prosperidad no sólo de Hispania, sino también de Italia, Francia y Alemania, es decir, que ya estaban llegando grandes cantidades de peregrinos de esas naciones. 

El rey leonés seguirá manifestando esa preocupación por el Camino a lo largo de todo su reinado, construyendo y reparando puentes, hospitales, calzadas,... y concediendo ventajosos fueros a las poblaciones que se encontraban a su vereda. 

Según la leyenda, el contenido del Arca Santa procedía
 de 
Palestina. Alfonso VI la recubrió de plata repujada.
Seguramente también estaba en la mente de Alfonso la idea de aumentar las peregrinaciones cuando el 14 de marzo de 1075, en presencia de 6 obispos abrió solemnemente el Arca Santa de Oviedo: se produce el reconocimiento oficial de unas importantes reliquias que se mantenían “desde muy antiguo” en la iglesia de San Salvador en el interior de un arca que había llegado a Asturias desde Toledo en tiempos de la invasión musulmana del 711. La apertura del arca, y la enorme cantidad de reliquias que contenía (de Jesucristo, de la Virgen, de profetas, etc. etc.), consiguieron que muchos peregrinos comenzaran a desviarse del Camino Francés en León y se dirigieran a Oviedo para venerarlas, y luego continuaran hacia Santiago desde Asturias, naciendo así el llamado “Camino de San Salvador” o "Camino de Santiago Real".

El Camino de San Salvador.
Ante la llegada de peregrinos de todas las partes de Europa, se hizo evidente la necesidad de un templo más grande: en el año 1075 el obispo Diego Peláez y el rey Afonso VI acometieron la construcción de la catedral románica sobre la tumba del Apóstol, que no sería parcialmente concluida hasta 1122 (según el Codex Calixtinus). Un ejemplo del cosmopolitismo que estaba alcanzando Compostela lo tenemos en torno al año 1094, con la noticia del primer peregrino inglés conocido, Ansgot de Burwell. 

Sto. Domingo de la Calzada
Cuando Alfonso VI obtuvo la zona de la actual Rioja en el año 1076, una de las primeras cosas que hizo fue visitar a Domingo García, un eremita que se estaba haciendo famoso por su entusiasmo en mejorar las infraestructuras del Camino de Santiago, y que andando el tiempo sería conocido como Santo Domingo de la Calzada. El rey le concedió generosas donaciones y apoyó firmemente su labor constructiva, encomendándole muchas obras a lo largo de su vida. 

Sabemos que Alfonso peregrinó a Compostela varias veces en su vida, por ejemplo entre mayo y junio de 1088. Mostró una especial predilección por Sahagún, una villa en pleno Camino Francés a la que potenció con un fuero y la cesión a Cluny del monasterio dedicado a los santos Facundo y Primitivo. Allí pasó largas temporadas, convirtiéndolo prácticamente en una capital de invierno, y allí pidió ser enterrado.

Por el Camino circularon ideas de todo tipo. Un ejemplo fue el nuevo arte románico, firmemente impulsado por Cluny, y que recibió influencias de ambos lados de los Pirineos. Pero también circularon las innovaciones religiosas: como ya hemos dicho, a diferencia del resto de Europa occidental la Península contaba con el llamado rito hispánico, es decir, tenía su propia forma de celebrar las misas y otras manifestaciones religiosas. Esto disgustaba mucho en Roma, ya que podía propiciar un cisma, por lo que el papa Gregorio VII obligó a Alfonso VI a cambiarlo por el rito romano. Desde la actual Francia y siguiendo el Camino de Santiago llegó toda una legión de monjes y religiosos que se convirtieron en los obispos, abades, canónigos y demás altos cargos eclesiásticos que se encargaron de llevar a cabo esta reforma religiosa. Y es que en época de Alfonso VI llegó por el Camino una auténtica invasión de religiosos, soldados y nobles de distintas regiones de Francia: entre ellos se encontraban los primos Raimundo y Enrique de Borgoña, que vinieron a ayudar en las luchas contra los invasores almorávides y fueron casados con Urraca y Teresa, hijas del rey leonés. 

Unido al cambio de rito llegó el cambio en la forma de escribir: hasta el siglo XI en el reino de León se usaba la escritura visigótica, pero a partir de entonces se fue introduciendo la que era propia de tierras francesas, llamada letra carolina. Ésta comenzó a entrar en el reino leonés en el siglo XI por el oriente, es decir, por Castilla, y su implantación contó con la ayuda de diversos factores, como la influencia que tuvieron en la corte leonesa las mujeres de origen francés de Alfonso, así como los monjes y soldados provenientes de más allá de los Pirineos. El Camino de Santiago también jugó su papel en la difusión de la nueva letra, ya que a lo largo de él fueron surgiendo poblaciones de francos que preferirían su propia letra a la visigótica nativa. Y por último hay que tener en cuenta el factor religioso: la letra visigótica se identificaba con el rito hispánico, por lo que Alfonso se esforzó por implantar la carolina, viéndose ayudado en esta tarea por sus aliados cluniacenses. En el año 1090 convocó un concilio en León en el que, entre otras cosas, decretó el uso exclusivo de la letra carolina en los libros litúrgicos. A principios del siglo XII ya había conseguido imponerse en todo el reino, salvo en reductos de Galicia y Portugal, donde en algunos casos siguió empleándose hasta el siglo XIII.

Gregorio VII.
Alfonso VI de León se intituló “Emperador de toda Hispania”, especialmente después de la conquista de Toledo en 1085, pero no consiguió que ese título imperial le fuera reconocido fuera de la Península Ibérica. Y quizá Santiago de Compostela fuera una de las razones por las que el papa Gregorio VII se negara a reconocérselo, ya que no le parecía muy oportuna la existencia de un imperio con una sede religiosa que podía hacer sombra a Roma, y que además seguía un rito propio (el rito hispánico, mal llamado mozárabe), en vez del rito romano del resto de Europa. El Cisma de Oriente de 1054 (separación iglesia católica/iglesia ortodoxa) todavía era una herida demasiado fresca, y además el Papa estaba luchando cada poco contra el Emperador Enrique IV en lo que se llamó “la Querella de las Investiduras”. En definitiva, no estaban las cosas para andar reconociendo más emperadores. 

Que Roma observaba con suspicacia a Santiago era algo más que evidente. Ya vimos que el papa León IX excomulgó al obispo Cresconio en 1049 por utilizar el título de “Obispo de la Sede Apostólica”. Pero la Historia Compostelana también nos transmite otro desplante que hizo un obispo de Santiago a un grupo de legados enviados por Roma: dicho obispo (del que no se dice el nombre) se negó a recibirlos y dijo:

“Id a los cardenales de esta iglesia [de Santiago] y que muestren ellos tanta obediencia y veneración a los cardenales de la iglesia romana, cuanta después los cardenales romanos hayan de proporcionarles en Roma por su parte”. 

Toda una muestra de falta de tacto diplomático que se convirtió en un escándalo. Aquello quería decir que la iglesia compostelana se veía casi con la misma categoría que la romana, lo que provocaba los lógicos recelos de los papas ante tamaña soberbia. La propia Historia Compostelana dice que fue una de las principales razones por las que se retrasó tanto la conversión en arzobispado. 

En 1105 Alfonso VI concedió a Compostela un privilegio importantísimo que en principio estaba reservado al rey: acuñar moneda. Ello supuso una nueva fuente de riqueza para el obispado, pues suponía la recaudación de nuevos impuestos. 

Como postrera muestra de amor por el Camino, Alfonso VI viajó nuevamente a Compostela en 1108 "sub habitu peregrinationis", después de haber recibido la vara de peregrino. Murió al año siguiente, dejando como sucesora a su hija Urraca. 

Alfonso se esforzó en garantizar la seguridad del Camino, y parece que lo consiguió, si creemos la afirmación de la Crónica de Pelayo, obispo de Oviedo:

“En sus tiempos una mujer podía recorrer sola los caminos, cargada de oro, sin que nadie se atreviera a tocarla”.

EL VÍNCULO LEONÉS (LXXXI): DIARIOS DE UNA BULTACO

29 noviembre, 2011

En el programa de hoy hemos hablado de uno de esos blogs que prestan por ser variados, currados e interesante. Nos ha vuelto a faltar Chechu, así que David volvió a acompañarnos en la dirección. 

"Diarios de una Bultaco" es obra de Juan Carlos Berciano, que está enamorado de las motos clásicas de esta marca española. Abrió el blog hace tres años, en diciembre de 2008, y ya lleva publicadas unas 200 entradas. Está tan implicado con la página, que tiene su propio dominio y, aunque está diseñada en Blogger, la tiene estructurada como una auténtica página web. Los accesos a las secciones principales ya nos revelan que el blog no sólo vive de Bultacos: el primero sí que está dedicado a la historia de esta marca, pero tenemos una sección dedicada al GP Velocidad de La Bañeza, otra a los Posts de fotografía, otra a Grandes inventos, y por fin las casi inevitables dedicadas al Perfil y al Email.

Juan Carlos es el orgulloso propietario de una Bultaco Alpina 250, y por eso ha dedicado tres interesantísimos artículos a la historia de esta mítica marca. También tiene varios vídeos grabados en primera persona "con el móvil de cámara on board", técnica que nos confesó que consiste simplemente en pegar el móvil con cinta adhesiva al foco de la moto: en cualquier caso, el resultado es bastante espectacular. 

La sección más visitada es la dedicada al GP Velocidad de La Bañeza, ya que cada año dedica una o varias entradas a esta espectacular prueba ("La Carrera") que toma las calles de esta ciudad leonesa. 

Otra de las aficiones de Juan Carlos es la fotografía, y tiene una sección con las entradas que ha dedicado a dar sabios y amenos consejos para hacer fotos con una réflex digital.

Como bloguero, también tiene un apartado dedicado a trucos y gadgets para Blogger, para que cualquiera pueda utilizarlos.

Por último, otra de sus grandes aficiones es viajar, y ha dedicado muchos posts a sus viajes por Alemania, Bélgica, Dinamarca, Escocia, Francia, Irlanda, Italia, Portugal, etc., y sin olvidar a León, su patria chica. En estos posts comenta sus experiencias personales, y sus comentarios resultarán de gran ayuda a las personas que estén pensando en viajar a esos países y zonas.

Os podéis descargar la entrevista en .mp3 en este enlace.

LA VERGÜENZA DE HABLAR LEONÉS

27 noviembre, 2011

Esta es una historia que por desgracia les sonará mucho a los que se dedican a encuestar distintos aspectos del leonés (lengua, toponimia...) Han pasado ya más de cien años desde que se escribió, pero la historia se repite. Desgraciadamente, la situación actual del leonés en estos pueblos de Zamora hoy es mucho peor que entonces. 

"Véase á propósito de esto lo que me ocurrió entre otros en Rioconejos, pueblo del partido de Puebla de Sanabria. Conversaba con el alcalde, el pedáneo y otros cuatro o cinco hombres más: á la entrada del pueblo había yo encontrado dos mujeres que llevaban las vacas á unos prados, y preguntándolas por la casa del alcalde: vai por ende, me dice una de ellas, creo que la más joven, y a la dreita a la vuolta está la casa: esto me indicó desde luego que el dialecto debía estar allí bastante vivo; sin embargo, hablé con ellos de cosas indiferentes primero, y observé algunas palabras leonesas; hice después preguntas, y al saber mi objeto, los que hablaban antes casi á la vez, se callaron, y sólo uno, el que parecía o se tenía por más culto, contestaba negando que allí se dijese cousa, outro, me mueyo, etc., y los demás se limitaban á decir: «no, no, señor: aquí no se dice eso; eso es por ahí por la sierra; los de Cabrera sí que habran así.» Por fin pude convencerles de que nada malo significaba para elles; que su lenguaje no era de incultos, que era un dialecto tan respetable como el gallego, el catalán, etc.: entonces el alcalde, que parecía un buen sujeto, me confesó que, efectivamente, tal era el habla, si bien tendía á desaparecer".
BLÁNQUEZ FRAILE, Agustín (1908): “Límites del dialecto leonés occidental en Alcañices, Puebla de Sanabria y La Bañeza” in JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS É INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS: Memoria correspondiente al año 1907. Madrid: Hijos de M. Tello, p. 67-78.

EL CAMINO DE SANTIAGO Y LA MONARQUÍA LEONESA (III)

26 noviembre, 2011

3.-El auge del Camino.

De Alfonso V a Fernando I (999-1065). 

Tras el ataque de Almanzor comienza a ponerse de moda peregrinar a Santiago, aunque habrá que esperar al reinado de Alfonso VI para ver una auténtica invasión de extranjeros atraídos por el santuario compostelano. Al morir el caudillo musulmán fue más seguro recorrer el Camino, ya que Santiago no fue víctima de ninguna correría más por parte de los andalusíes. Poco a poco también fueron remitiendo las incursiones vikingas y normandas, con lo que la situación se fue normalizando. El Camino, que hasta entonces había discurrido principalmente por la abrupta costa atlántica para evitar a los musulmanes, empezó a ser más frecuentado por el interior, usando las principales poblaciones como divisoras de las etapas de los peregrinos.

Fuero de León
Pero Almanzor había dejado un rastro de destrucción tras de sí, y muchas de las ciudades del reino de León quedaron despobladas. Hacía falta convencer a la gente para que volviera a habitar en ellas, y eso fue lo que hizo Alfonso V (999-1028) promulgando en 1017 el famoso Fuero de León, en el que concedía toda una serie de ventajas y privilegios a los habitantes de la capital del reino. Este Fuero fue tan bueno que fue copiado y adaptado por multitud de ciudades a lo largo y ancho de todo el reino, incluyendo a las que estaban en el que ya empezaba a ser llamado “Camino Francés”. Todos estos fueros contribuyeron a atraer población, y casi siempre incluían disposiciones dedicadas a los barrios habitados por francos (gentes provenientes de la actual Francia).

En tiempos de Vermudo III (1028-1037) el obispo Cresconio fortificó con murallas la ciudad de Santiago, y rechazó la última incursión de vikingos en tierras gallegas. Siguiendo con lo que ya era una costumbre, el joven rey leonés peregrinó a la tumba del Apóstol en 1032, cinco años antes de su desgraciada muerte en la batalla de Tamarón frente a su cuñado Fernando.

Vermudo fue sucedido por su hermana Sancha I y, por ende, por su cuñado Fernando I (1037-1065), quienes fueron los primeros reyes hispanos en establecer relaciones formales con Cluny, que era el monasterio benedictino y reformista más importante de Europa. Cluny había sido fundado en el 910, el mismo año en que García I trasladó la corte a León, con la intención de renovar la vida monástica y apartar a los monasterios del poder de los señores feudales. Fue tal su éxito que llegó a contar con más de dos mil prioratos o delegaciones por todo el continente. Desde Cluny se promocionó el Camino de Santiago, por donde fue circulando no sólo la gente, sino también el nuevo arte románico, y no siempre en un solo sentido. Fernando y Sancha establecieron un pacto de sociedad con esta abadía que comportaba el pago de un censo anual de 1000 dinares de oro.

Expansión de Cluny por Europa
También en tiempos de Fernando y Sancha el Papa León IX se mostró muy molesto por el título “Obispo de la Sede Apostólica” que utilizaba Cresconio, el obispo de Compostela, ya que sólo podía usarlo el obispo de Roma (el Papa), así que en 1049 lo excomulgó por ese motivo, aunque no consiguió erradicar la costumbre. Esta fue una de las razones por las que la Iglesia de Roma siempre se mostró reticente a la hora de conceder la conversión del obispado compostelano en arzobispado.

Los reyes Sancha y Fernando 
En esta época la ciudad de León se convirtió por sí misma en un foco de atracción de peregrinos gracias al inesperado hallazgo y traslado de las reliquias de San Isidoro desde Sevilla. En torno al añao 1064 el regio matrimonio había encargado a los obispos de León y Astorga que fueran a Sevilla a buscar los restos de Santa Justa. Una vez allí tras varios meses de pesquisas no lograron dar con ellos, pero cuando ya les invadía la desesperación San Isidoro en persona se le apareció en sueños a Alvito, el obispo de León, y le reveló que yacía enterrado cerca de la zona donde estaban pernoctando. Asimismo, también le anunció que moriría a los tres días, lo que sería una prueba de la autenticidad de la noticia. Al despertar, Alvito se lo comunicó a sus acompañantes, y juntos encontraron la tumba en el cercano lugar de Santiponce. El cadáver de San Isidoro estaba incorrupto, y tal como profetizó en el sueño, Alvito murió al tercer día. El obispo de Astorga y el resto de la comitiva regresaron a León con los cuerpos del fallecido obispo y del santo: el primero fue enterrado en la catedral leonesa, y el segundo en la iglesia de San Juan Bautista, que a partir de ese momento fue llamada la Basílica de San Isidoro. Como vemos, tanto Santiago como San Isidoro tienen parecido origen milagroso, y en ambos casos provocaron una masiva afluencia de peregrinos a sus respectivas iglesias. 

También en época de Sancha y Fernando tenemos una historia curiosa sobre Santiago Matamoros. Mientras Fernando y sus tropas cercaban Coímbra (1064), el pueblo de Santiago rezaba al Apóstol para que su rey tuviera éxito en la empresa. Pedían que, al igual que en otras ocasiones, apareciese en la batalla como un caballero, lo que provocaba las burlas de un peregrino griego que estaba en la ciudad. Razonaba este hombre que Santiago había sido pescador, y no soldado, por lo que le parecían absurdas sus oraciones. El Apóstol se le apareció en sueños al peregrino, armado como un caballero, y le recriminó su escepticismo. Para que no le quedaran dudas de la veracidad de la visión, le anunció el día y la hora en la que Fernando tomaría la ciudad contando con su ayuda. Así fue (como no podía ser de otra manera), y el escéptico griego se convirtió en un auténtico devoto de Santiago Matamoros. Ganada Coímbra, el rey don Fernando se fue para Santiago para agradecerle su intervención, y le otorgó parte del botín.

Santiago Matamoros en su famoso caballo blanco.

II BARDONIANA EN CARRIZO DE LA RIBERA

23 noviembre, 2011

¿Os acordáis de la I Bardoniana? La ASOCIACIÓN CULTURAL FACEIRA, en colaboración con el AYUNTAMIENTO DE CARRIZO DE LA RIBERA (León), celebra el próximo día 26 de noviembre a partir de las 18:00 horas en Carrizo la II BARDONIANA. Filandón de música tradicional leonesa en recuerdo de Cayetano A. Bardón.

La II BARDONIANA estará dedicada a la música tradicional leonesa y en ella intervendrán músicos e investigadores de la tradición oral leonesa.

Contamos con la participación del músico y luthier Fran Allegre y del dúo de folk leonés Tarna, que interpretarán nuevos temas de su repertorio, y también el grupo de folk lacianiego Tsuniegu.

Asimismo, tendrá lugar una lectura de poemas en leonés coordinada por el poeta Abel Aparicio, con audiovisuales del compositor zamorano de música coral Rubén García, y una mesa redonda sobre la música tradicional leonesa moderada por el folklorista David A. Cárcamo.

La II Bardoniana concluirá con un filandón y magosto con degustación gratuita de castañas asadas, organizado por el escritor y cuentacuentos Manuel Ferrero, y que estará amenizado por los músicos participantes en el evento.

Cartel en castellano



Cartel en llionés


(Información extraída de Abelius)

EL VÍNCULO LEONÉS (LXXX): BLOG DEL TAMBORITERO MARAGATO

22 noviembre, 2011

Hoy nos hemos ido hasta la Maragatería para hablar de un blog de lo más interesante: se titula "El Blog del tamboritero maragato", y fue creado por David Andrés Fernández, profesor de chifla y tamboril en la Escuela Municipal de Música Tradicional en la capital leonesa. 

El blog no llega al año de existencia, ya que data del mes de febrero de este mismo año. Sin embargo, David le ha imprimido un ritmo frenético, y ya lleva unas 118 entradas desde entonces. Al principio quiso orientarlo exclusivamente al mundo de la chifla (o flauta de tres agujeros) y tamboril, pero ha abierto la temática y ahora cubre prácticamente cualquier aspecto de la riquísima cultura maragata. Ello puede comprobarse desde el mismo momento en que se entra en la página principal y se ve las categorías en que está dividido: Antropología, Arquitectura, Arrieros, Arte, Bailes, Bodas, Bolos, Curiosidades, Enlaces, etc., todo ello usando de nexo a la comarca de la Maragatería. 

Un apartado especialmente reseñable es el de los vídeos, ya que David tiene su propio canal en Youtube, que cuenta nada menos que con 244 suscriptores y más de 800 amigos. 

En en el blog se combinan las noticias y artículos aparecidos en distintos medios con las entradas de creación propia. David colabora con el periódico El Faro Astorgano y también vuelca sus artículos en esta página web. 

Especialmente emotivas son las entradas dedicadas a personajes importantes de la Maragatería, como Pepe Vega (el "ferreiro" de Valdespino), José Callejo, el Tí Aquilino, Zacarías Fernández Pastor, Margarita Botas, etc. Gente mayor por lo general que son los guardianes de una tradición riquísima y antigua, y que nos regalan tesoros como las navajas maragatas, el cocido, los secretos del tamboril y la chifla, etc., etc.

Hay docenas y docenas de artículos curiosos e interesantes, y os animo a que paséis buenos ratos buceando en el Blog del Tamboritero Maragato.

Como siempre, os podéis descargar la entrevista en este enlace.

EL CAMINO DE SANTIAGO Y LA MONARQUÍA LEONESA (II)

20 noviembre, 2011

2.-Los modestos inicios del Camino 

El descubrimiento de la tumba.

Recordemos que la invasión musulmana del 711 había provocado el alzamiento de Pelayo once años después, pero los cristianos estaban en una posición muy difícil, y en ocasiones se veían obligados a pagar onerosos tributos por el mero hecho de seguir existiendo. El mencionado himno tal vez revela una incipiente veneración por el Apóstol en unos tiempos tan difíciles como eran los comienzos del “Astororum Regnum”. 
Descubrimiento de la tumba por Teodomiro
 según el Tumbo A
Sea como fuere, el caso es que sobre el año 813 o 814 un monje anacoreta llamado Paio (Pelayo) observó una lluvia de estrellas a lo largo de varias noches, y le dio la impresión de que caían en un mismo lugar: mucha gente dice que de ese fenómeno viene el nombre Compostela ("Campus Stellae", "Campo de la Estrella"). Tal etimología es falsa, ya que el topónimo en realidad proviene de *Compositella, es decir del latín "composita" (compuesta, bien hecha) y el diminutivo latino -ella, que en gallego quedó -ela. Hay otras dos Compostelas en Galicia que evidentemente no tienen nada que ver con lluvias de estrellas, y en León existe Compostilla, que tiene exactamente el mismo origen etimológico. En cualquier caso, Pelayo acudió a la zona, y entre la espesura de un bosque descubrió un sarcófago de piedra flanqueado por otros dos más pequeños, identificándolos con la tumba de Santiago y las de sus discípulos Teodoro y Atanasio. Acudió en busca de Teodomiro, obispo de Iria Flavia, quien tras varios días de ayuno y oraciones corroboró el feliz descubrimiento. Según la versión del descubrimiento transmitida por la Historia Compostelana (s. XII), “personas de gran autoridad” comunicaron a dicho obispo que allí se habían visto muchas veces unas “luminarias” y que en el lugar se les habían aparecido ángeles con frecuencia. Teodomiro advirtió del hallazgo al rey, Alfonso II “el Casto” (791-842), quien acudió rápidamente ante la tumba, convirtiéndose así en el primer peregrino.
Alfonso II según Francis de Blas
Dice la leyenda que durante las noches del viaje fue siguiendo la ruta marcada en el cielo por la Vía Láctea, por lo que a partir de ese momento también se le conoce con el nombre popular de “Camino de Santiago”. Como la orientación de la Vía Láctea cambia a lo largo de la noche y de las estaciones, en la Asociación Leonesa de Astronomía quisimos comprobar en qué momento sigue el eje Este-Oeste en la actualidad, y vimos que sólo sucede en las madrugadas de agosto.

Alfonso ordenó levantar en ese lugar la iglesia de Antealtares, una basílica de ladrillo de una sola nave, que fue consagrada en el 834: seis años después llegó el primer grupo de peregrinos, procedente de Asturias. Y es que durante las primeras décadas la llegada de gentes en peregrinación se produjo de forma lenta y gradual. 

Los reyes asturleoneses y el Camino. 
Ramiro I por Francis de Blas
La leyenda de Santiago tal y como la conocemos siguió fraguando a lo largo del siglo IX. Los reyes asturleoneses apoyaron decididamente la autenticidad de la tumba, e incluso surgió la noticia de que el propio Apóstol acudía a las batallas con la apariencia de un caballero para apoyar a las tropas cristianas. La primera referencia a este “Santiago Matamoros” se da en la legendaria batalla de Clavijo (23 de mayo del 844), en la que Ramiro I de Asturias (842-850) habría derrotado a Abderramán II en ese lugar de La Rioja gracias a la intervención de Santiago, que habría acudido a luchar sobre su famoso caballo blanco. En realidad tal batalla nunca tuvo lugar, ya que es casi seguro que cuando las crónicas hablan de ella en realidad mezclan elementos de otras anteriores y posteriores. Según esa leyenda Ramiro I, en agradecimiento al Apóstol concedió el llamado “Voto de Santiago”, por el que se ofrecería anualmente a su iglesia las primeras cosechas y vendimias de todo el reino, constituyéndose así en una especie de segundo diezmo que tenían que pagar los sufridos campesinos de la época. Además, como si el Apóstol fuera un caballero más, se le concedía una parte del botín que se tomara a los moros, tanto en riquezas como en siervos. Ni que decir tiene que este solemne voto convirtió a la iglesia de Santiago en la más rica del reino asturleonés. Su sucesor Ordoño I (850-866) amplió los territorios del reino, y repobló las ciudades del que con el tiempo sería llamado el Camino Francés. En esta tarea se sirvió de contingentes de bercianos, que dirigidos por el Conde Gatón fueron poblando ciudades y fundando villas y pueblos.
Aparición de Santiago en la batalla de Clavijo 

Alfonso II en el Libro de los Testamentos
 de la Catedral de Oviedo
A finales del siglo IX la sede del  obispado fue trasladada de Iria Flavia a Santiago.Urgidos por el papa Juan IX, en el año 899 se consagró una nueva basílica para albergar el sepulcro. Dicha iglesia fue realizada por el obispo Sisnando con patrocinio de Alfonso III el Magno (866-910), el último rey propiamente asturiano. Aunque, como veremos, esta basílica fue destruida por Almanzor, sus cimientos todavía son visibles gracias a las excavaciones realizadas a mediados y a finales del siglo pasado. La consagración fue considerada un asunto de la máxima importancia, por lo que asistieron los obispos de Iria, Braga, Tuy, Orense, Lugo, Britonia, León, Astorga, Oviedo, Salamanca, Coria, Huesca, Coimbra, Lamego, Viseo, Oporto y Zaragoza. 

En el 910 García I traslada la corte a León, con lo que suele considerarse que da comienzo el reino leonés, si bien no se introdujeron cambios de importancia. Los reyes siguieron favoreciendo a Santiago, y en muchas ocasiones peregrinaron hasta Compostela para pedir los favores del Apóstol, o bien para agradecerle las victorias en la luchas contra al-Ándalus. Asi, por ejemplo, tenemos noticias de que Ordoño II (914-924) dio grandes riquezas a su iglesia, y también una importante cantidad de prisioneros de guerra. En el 915 viajó hasta allí Gotescalco, obispo de Le Puy, que es el primer peregrino conocido de más allá de los Pirineos. También sabemos que Fruela II (924-925) peregrinó a Compostela en el 924, y que lo mismo hizo su sobrino Ramiro II (931-951), quien además confirmó el Voto de Santiago y toda una serie de privilegios. 
Cimientos de la iglesia construida en tiempos de Alfonso III
La peregrinación a Santiago fue una costumbre entre los monarcas leoneses, y no se puede descartar que estuviera institucionalizada. Ordoño III (966-985), al igual que varios de sus predecesores, lo hizo para dar gracias por sus conquistas. La incipiente fama del santuario sufrió un parón ante las invasiones e incursiones de vikingos y normandos: en el 968 el obispo de Compostela Sisnando murió de un flechazo mientras dirigía un ejército contra los normandos (algo que no debería extrañarnos, ya que los obispos eran unos señores feudales más y con frecuencia dirigían en persona a sus tropas) Los invasores en varias ocasiones pusieron sitio a Santiago, pero no consiguieron tomarla. Los vikingos vieron que era una ciudad tan importante que a Hispania la llamaron Jakobsland, la Tierra de Santiago.  

Otra muestra de su importancia es que Vermudo II (985-999) fue proclamado rey en Santiago en el año 982, en el marco de sus guerras civiles contra Ramiro III (966-985). Un año después, en el 983, llegó el peregrino Simeón de Armenia, el eremita, quien exorcizó de sus demonios a una hija del rey antes de partir hacia las Islas Británicas. Ello no significa que Santiago gozase de una gran fama: curiosamente, será tras la destrucción y saqueo de Almanzor cuando el santuario alcance reconocimiento internacional y los peregrinos comiencen a llegar de forma masiva. 

Planta de la iglesia de Santiago
 levantada por Alfonso III. 

Almanzor y su ataque a Compostela del 997.

Mohamed Ibn Abdalá Ibn Abu Amir, más conocido por su sobrenombre Almansur o Almanzor (“El Victorioso”) fue un caudillo musulmán al servicio del califa Hisham II que se convirtió en la peor pesadilla de los reinos cristianos de Hispania. Llevó a cabo unas 56 campañas militares entre los años 977 y 1002, casi todas victoriosas, y destruyó las principales ciudades de sus enemigos. En la 48º campaña (julio-octubre de 997) su objetivo fue la destrucción de Santiago de Compostela, auténtica capital religiosa del reino leonés y de la Hispania cristiana. Según la Historia Compostelana fue ayudado por condes gallegos enemigos de Vermudo II, como Rodrigo Velázquez. Al enorme ejército reunido por Almanzor se sumó la flota califal, que avanzó al mismo tiempo por las costas portuguesas. Las dos fuerzas fueron saqueando las poblaciones que se encontraban a su paso, llegando a Santiago el 10 de agosto. La ciudad, alertada y aterrorizada por la fama que precedía a este caudillo, estaba desierta. Sus tropas saquearon Santiago durante una semana y después le prendieron fuego. Inexplicablemente, Almanzor ordenó respetar la Tumba de Santiago: según algunos cronistas musulmanes se encontró con un anciano que custodiaba en solitario la tumba del Apóstol. “¿Por qué estás aquí?”, le preguntó Almanzor. “Para honrar a Santiago”, le respondió sin sombra de miedo. Y por esta extraña valentía el musulmán no destruyó la tumba, aunque sí saqueó y destruyó el templo levantado por Alfonso III. Se llevó las campanas de la basílica como botín a la mezquita de Córdoba para usarlas como lámparas, y las puertas se utilizarían en el artesonado de ese mismo edificio. 
Las campanas que Almanzo se llevó a Córdoba y que fueron 
devueltas a Santiago por Fernando III. Fuente.
La Historia Compostelana cuenta que la iglesia fue inmediatamente restaurada y vuelta a consagrar por Vermudo II y el obispo Pedro:

“El rey (…) vino a nuestra ciudad con intención de verla y junto con el mismo obispo don Pedro y con la ayuda de Dios restauró la iglesia del Apóstol, que encontró derrumbada”. 


NOTA: Quisiera mostrar mi agradecimiento al profesor Fernando Álvarez-Balbuena por su ayuda a la correcta interpretación del topónimo "Compostela". La verdad es que uno acaba harto de falsas etimologías eruditas, pero siempre acabamos repitiendo algunas simplemente porque "suenan bien", como la del caso Campus Stellae. 

EL CAMINO DE SANTIAGO Y LA MONARQUÍA LEONESA (I)

18 noviembre, 2011

El pasado sábado 12 de noviembre di una conferencia en el Museo Etnográfico Provincial de León (Mansilla de las Mulas) a petición de la Sociedad para el Fomento de la Cultura Amigos del País de León (SOFCAPLE) El salón de actos se llenó, y aunque tuve que recortar algunos contenidos quedé bastante satisfecho del resultado de la misma. En cualquier caso, iré publicando la conferencia por partes: espero que os preste. 

1.-La figura histórica de Santiago y su vinculación con Hispania.

El nombre original de Santiago era Ya'akov (יַעֲקֹב), es decir, Jacob, que en hebreo significa “sostenido por el talón”. Es un nombre propio que ha dado lugar a muchas variantes, como Yago, Diego, Jaime... e incluso el propio Santiago (Sant Yago). Debido a ese origen, es frecuente aplicar el término “jacobeo” a cualquier cosa referente al Camino de Santiago, o a la figura del Apóstol. 

Santiago el Mayor era hermano de Juan, el supuesto autor de uno de los Evangelios y del Apocalipsis. Ambos eran hijos de Zebedeo y Salomé, y debían tener una personalidad muy fuerte, porque el propio Jesús les impuso el sobrenombre de “Bnéy Ré'em” (בני רעם “Hijos del Trueno”), que por alguna razón en las traducciones al español ha quedado como “Boanerges”. Según los cuatro Evangelios, los dos participaron en los principales momentos de la llamada “vida pública” de Jesús (transfiguración, oración del Monte de los Olivos, pesca milagrosa tras la resurrección, etc.), por lo que se deduce que formaban parte de su círculo más íntimo. Además, el libro de los Hechos de los Apóstoles relata que Santiago murió martirizado “a filo de espada” (degollado) por Herodes en el año 43 ó 44 d.C. Este dato tiene su importancia, porque como veremos su cabeza dio mucho que hablar en el reino de León en el siglo XII.

"Martirio de Santiago" por Zurbarán
Ningún libro del Nuevo Testamento canónico dice que Santiago viajara a Hispania antes de morir para evangelizarla: éste es un dato que aporta la tradición católica, que afirma que Santiago vino a la Península nada más resucitar Jesús, en torno al 33 d.C, y que pasó varios años recorriéndola antes de regresar a Jerusalén y ser ejecutado. Otra tradición dice que la Virgen antes de su Asunción pidió ver a todos los apóstoles, y que Dios le concedió la posibilidad de aparecerse ante cada uno de ellos independientemente del lugar donde se encontrasen. María se apareció ante Santiago y sus discípulos en Zaragoza, sobre una columna, y de ahí viene la famosísima Virgen del Pilar.

Aparición de la Virgen a Santiago
También según la tradición tras el martirio el cuerpo de Santiago fue trasladado por sus discípulos desde Judea hasta las costas de la actual Galicia, para ser finalmente enterrado en Compostela. Desde ese momento no hubo más noticias sobre el Apóstol hasta que en el siglo VIII aparece un himno litúrgico titulado “Oh Dei Verbum ore proditum” que entre otras cosas dice lo siguiente: 

... Quedan los grandes hijos del Trueno
que, a ruegos de su generosa madre, 
han conseguido con razón el honor supremo
de regir Juan solo toda Asia 
y su hermano apoderarse de Hispania 
(…) 
¡Oh apóstol santísimo y digno de alabanza,
cabeza refulgente y dorada de Hispania,
defensor nuestro y patrono nacional, 
sé nuestra salvación celeste contra la peste
y aleja de nosotros toda enfermedad, llaga y maldad! 

Sé piadoso con la grey que te ha sido encomendada 
y buen pastor para el rey, el clero y el pueblo,
para que con tu ayuda consigamos los gozos eternos, 
nos revistamos de gloria en el reino conquistado 
y no caigamos en el infierno eterno. 

 (Traducción de Miguel C. Vivancos Gómez, OSB, prior de Montserra) 

Sabemos que este himno fue compuesto en tiempos del rey asturiano Mauregato (783-788), ya que los versos son acrósticos y forman la frase “Rey de reyes, escucha al piadoso rey Mauregato y dale bondadosamente con tu amor lo que te pide”. Ello lo convierte en el primer testimonio del patronazgo de Santiago sobre Hispania, y además es especialmente valioso al haber sido escrito con anterioridad al descubrimiento de su tumba.