Hoy acompañé a mi amigo Alberto Flecha al
Archivo Histórico Provincial, institución a la que tengo un especial cariño porque ahí pasé muchas horas tanto durante la carrera de Biblioteconomía como durante la de Historia, así como algún tiempo después, mientras hacía las prácticas del título de Especialista Universitario en Archivos de la UNED. El AHP está instalado al lado del Arco de la Cárcel, en la antigua prisión de la ciudad, que a su vez ocupaba el lugar del castillo en que residía el tenente de León. Además de saludar a los conocidos que tienen la suerte de trabajar en este Archivo, aproveché la ocasión para enseñarle a este amigo el tramo de muralla al que sólo se puede acceder desde allí, porque las vistas son bastante atípicas y muy poca gente ha podido disfrutar de ellas.
Os dejo algunas de las fotos que hice con el móvil, y después sigo con el tema de la escultura que hay en el Arco.
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Mirando hacia la Plaza de Santo Martino. |
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Todavía quedan praos en el centro de León.
Hace no muchos años eran huertas. |
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Por el adarve de la muralla. A la izquierda el patio del IES Legio VII, mi instituto de COU. |
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El adarve mirando hacia el Arco de la Cárcel. |
En el Arco de la Cárcel (también llamado Puerta Castillo), hay una réplica de una estatua representado a un personaje armado: yo siempre pensé que era
Pelayo, el iniciador de la llamada Reconquista, pero mucha gente dice que en realidad es
San Pelayo, y por lo que me cuenta Eugenio Marcos, la identidad del personaje ha sido objeto incluso de discusiones.
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Arco de la Cárcel o Puerta Castillo, con la Carretera de los Cubos. |
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Pelayo con aspecto de centurión romano y con un escudo de León. |
VERAE CLARISSIMAEQUE GOTHORUM REGUM SOBOLI
INMORTALI HISPANICAE LIBERTATIS VINDICI
FORTISSIMO DUCI
OPTIMO PRINCIPE
PELAGIO
OBSERVATAS EORUM FLORENTISSIMAM URBEM INCOLUMITATEM
FORTUNAS DEBELLATOSQUE MAUROS
DECURIONES MUNICIPES AC INCOLAE LEGIONENSES
VIA QUAE AD ASTURES DUCIT STRATA
HAEC VOTA LITANT 1759
Que traducido por el mismo Emilio Morais viene a decir lo siguiente:
Al muy poderoso jefe y excelso príncipe Pelayo, del linaje
auténtico y preclaro de los reyes godos, protector
de la libertad de la inmortal Hispania. Honradas
las riquezas de quienes hicieron incólume la
floreciente ciudad y vencieron a los sarracenos;
los senadores, autoridades municipales y
vecinos de León ofrecen sus mejores augurios en
la salida del camino que conduce a Asturias. 1759.
En la escultura hay dos anomalías: Pelayo sale con la armadura de un centurión romano (en el Barroco abundaban este tipo de anacronismos, por falta de información), y con un escudo de León. Esto último se debe a que en el s. XVIII (y antes y después) se consideraba que Pelayo había sido el primer rey de León. Y además se creía erróneamente que había sido el reconquistador de la ciudad.