PUNTO DE LECTURA (IV): "Historia Compostelana"

31 mayo, 2007

Hoy le toca el turno a la última crónica medieval que he leído. La "Historia Compostelana" es, precisamente, una de las crónicas medievales más atípicas que existen. En primer lugar, porque en lugar de centrarse en los reyes, toda la obra gira entorno a un único personaje: Diego Gelmírez, el obispo de Santiago de Compostela que llegó a conseguir el arzobispado para su sede en el año 1120.

De éste personaje ignoramos la fecha de su nacimiento, pero sabemos que antes de ser nombrado obispo (1 de julio del año 1100), tuvo un papel de cierta relevancia en la corte del rey leonés Alfonso VI (1065-1109), pero será con la reina Urraca (1109-1126) y con su sucesor, Alfonso VII (1126-1157) cuando este gallego cobre toda su importancia.

Pero volviendo a la "Historia Compostelana", otro de los rasgos que la convierte en atípica es su amenidad, ya que está narrada de una manera expositiva más acorde con nuestros gustos actuales que el resto de las, por lo general, áridas crónicas medievales. Se introducen pasajes narrativos, diálogos, discursos, etc. También introduce documentos que aumentan su valor histórico.

La obra fue escrita por gente del entorno de Gelmírez, por lo que no es de extrañar el tono hagiográfico y laudatorio que predomina en ciertas ocasiones, llegando en algunos momentos a extremos bastante llamativos (como cuando se intenta justificar el descarado latrocinio de reliquias portuguesas por parte del obispo).

Sabemos que la Historia tuvo varios autores: Nuño (o Munio) Alfonso; el arcediano Hugo, de origen francés; el maestro Giraldo (o Gerardo), oriundo también de Francia, o, al menos, de origen no gallego; un tal Pedro, del que no sabemos nada; y se sospecha que hubo un quinto autor desconocido. Curiosamente, a pesar de ejercer importantes cargos eclesiásticos en Galicia, algunos de ellos demuestran un profundo desprecio por los gallegos.

Como es lógico por la cantidad de autores, la Historia Compostelana se hizo de varias veces. Se sospecha que la comenzó a redactar Nuño Alfonso en el año 1107, y que se finalizó algo después de 1140, aunque la obra quedó inconclusa. Desgraciadamente, no nos ha llegado ninguna copia coetánea, y la primera de la que disponemos data del siglo XIII.

La edición que poseo es de Akal Ediciones, tiene 648 páginas, y ha sido traducida y anotada por Emma Falque, doctora en Filología Clásica por la Universidad de Sevilla, y profesora titular de Filología Latina. La traducción parece de buena calidad, si bien adolece de algunos defectines, como la parquedad en el uso de los signos de puntuación (da la impresión de que no conoce el uso del punto y coma ni los dos puntos), y como traducir "Hispania" como "España", o llamar "Viadangos" al lugar de una batalla en vez de Villadangos. También es un error que en ocasiones denomine "rey de Castilla" o "castellano" a Alfonso VII, pero es una equivocación harto extendida.

Como colofón, os recomendaría la lectura de esta obra si alguna vez queréis aproximaros a las crónicas medievales, porque su lenguaje ameno y directo la convierte en accesible para todo el mundo.

4 comentarios:

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Buenas Richard, ya que de vez en cuando me paso por tu blog, pues que menos que dejarte la dirección del mío (de muy reciente creación), para que cuando tengas un ratillo te pases si quieres.

Ésta es la dirección:

http://templojade.blogspot.com/

¡Un saludo!

P.D. El mensaje anterior es el resultado de una prueba que hice.

Anónimo dijo...

Lo de mentar a Alfonso VII como rey de Castilla no debe extrañarnos...no es el único rey al que denominan como tal.No hay más que darse una vuelta por la Wykipedia y comprobarlo.
Saludos.

Silvia dijo...

Muy interesante. Gracias por la recomendación.
Saludos