LA ÚLTIMA CLASE DE D. VICENTE GARCÍA LOBO

07 diciembre, 2017

El pasado 29 de noviembre  el catedrático de Paleografía y Diplomática de la Universidad de León, Vicente García Lobo, impartió su última lección en el Aula Magna de la Escuela Universitaria de Trabajo Social, de la que fue director un buen puñado de años. Haciendo un juego de palabras, la tituló "Alma Mater o Mater ‘Dealmata’".
Por una serie de casualidades nunca tuve a D.Vicente como profesor en la ULE, ni en la carrera de Biblioteconomía ni en la de Historia, pero sí que fui su alumno en los cursos de Paleografía que impartía la Fundación Sánchez Albornoz. 

Este es su perfil biográfico:  Vicente García Lobo es asturiano de nacencia: nació en Casorvida (Lena, el 1 de abril de 1947. Hijo de Celso García ,Fernández y María Purificación Lobo Pérez . En 1958 ingresó en el Seminario Menor de Covadonga donde estudió dos años Humanidades. Estudió en la Universidad Pontificia de Salamanca, donde completó la especialidad de Historia. Impartió clases de Paleografia y Diplomática en la Universidad a Distancia. Se casó con Carmen Morilla Rodríguez, y tuvieron cinco hijos. En 1.982 ganó por oposición la cátedra de Paleografia y Diplomática de la Universidad de León. 

García Lobo ha desarrollado una larga trayectoria docente e investigadora en la ULE. Fundador de la Escuela Española de Epigrafía Medieval, de la que hoy es reconocido como creador y su principal contribuyente desde el punto de vista metodológico y divulgativo, cuenta con más de 150 publicaciones en su haber. 

Académico de la Real Academia de la Historia desde 1990, se inició en las tareas investigadoras de la mano de Marín Martínez, con quien realizaría una de las principales aportaciones a la historia de la provincia de León con su estudio doctoral sobre el Monasterio de San Miguel de la Escalada. 
Creador del proyecto de investigación Corpus Instriptionum Hispaniae Mediaevalium, reconocido internacionalmente y participado por las universidades de León, Burgos, Valladolid, Complutense de Madrid, Poitiers, Siena Lisboa, se le sitúa como uno de los padres de la Epigrafía Medieval en España.

Como él mismo nos dijo en el programa, en total lleva 50 años en el mundo universitario, contando desde sus tiempos de estudiante. Es muy conocida su pasión por San Miguel de Escalada, a quien dedicó su tesis y un buen montón de publicaciones. 

Tal y como reflejó la ULE en la nota de prensa sobre el acto, entre sus trabajos se pueden destacar los que se relacionan a continuación:

- Como referente de la Historia de León sus estudios sobre ‘Santa María de Arbas: proyección social, religiosa y cultural de una canónica’. 
- Artículos sobre San Miguel de Escalada como ‘El scriptorium’ de San Miguel de Escalada y su relación con el Obispado de Astorga’, o ‘La asistencia social de la Iglesia durante la Edad Media: la hospitalidad monástica’. 
- De epigrafía cisterciense: ‘Las inscripciones del monasterio de Carracedo’, o ‘Las inscripciones diplomáticas (siglos VI a XII)’. 
- De Epigrafía Medieval: ‘Introducción y álbum’, en colaboración con su discípula, María Encarnación Martín López. 
Su dedicación investigadora fue pareja a su vocación universitaria, que le llevó a ocupar diversos cargos en la Universidad de León, como Vicerrector de Estudiantes, Vicedecano de la Facultad de Filosofía y Letras, Director del Departamento de Patrimonio y de la cultura escrita, o Director del ‘Colegio Mayor San Isidoro’. 

Finalmente hay que reseñar que, como Director de la Escuela Universitaria de Trabajo Social, Vicente García Lobo adecuó los estudios a las exigencias europeas, metiendo la escuela de lleno en el siglo XXI, haciendo posible la formación acreditada de varias generaciones de trabajadores sociales y facilitando su acceso al mundo laboral. 


HOMENAJE A JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS, UN LEONESISTA SALMANTINO

04 diciembre, 2017

Como en ocasiones anteriores,  Miguel Ángel Diego (Zacut) ha decidido colaborar con este blog, y en esta ocasión para volver a hablar del salmantino José Sánchez Rojas, un regionalista leonés que falleció en 1931. Espero que os preste.. 
 
Un año más queremos recordar y rendir homenaje a José Sánchez Rojas en el aniversario de su muerte, el 31 de diciembre de 1931.

José Sánchez Rojas no es solamente un  enamorado de su Alba de Tormes natal, ni de la provincia de Salamanca, sino que siente y reivindica el reino de León y el espíritu leonés que descubre en Salamanca, Zamora, León, Toro, Peñaranda o en la montaña leonesa. Así lo manifiesta en sus textos y nos lo transmite sin rodeos. Comparte con nosotros, a pesar del tiempo y la historia, sus percepciones sutiles, sus revelaciones, sus descubrimientos. Con la certeza de Antonio Machado en cuanto a cultura, entiende que lo que se guarda se pierde y lo que se da se gana. Sánchez Rojas nos regala todo cuanto tiene, todo lo que acopia en sus idas y venidas por la geografía de la región leonesa, por España y por el mundo. Y nos maravillan su sensibilidad, sus dotes perceptivas, su fidelidad a la realidad que hace suya y nos transmite directamente con sencillez y elegancia. A través de todos sus sentidos capta multitud de detalles y construye un cuadro de conjunto revelador.

En 1918, cuando se lanza desde Burgos el ‘Mensaje de Castilla’ contrario a la autonomía de Cataluña, Sánchez Rojas publica ‘La mascarada regionalista’ donde afirma que ‘Castilla no pasa hoy de ser una mera nomenclatura geográfica, que no tiene personalidad’, y subraya ‘Ante todo, Castilla, geográficamente, no está delimitada todavía. Frente a Burgos, León sostiene a su modo, una personalidad regional, la del antiguo reino de su nombre, harto confusa y borrosa.’

Sánchez Rojas, en multitud de artículos, se dedicará a desentrañar la personalidad leonesa de las ciudades, comarcas y provincias del reino de León. En 1919, a modo de conclusión señala las diferencias reales entre los reinos de León y Castilla: ‘Salamanca, León y Zamora participan, en su espíritu y en sus piedras, de la gracia gallega, de la sutileza astur, de la mansedumbre lusa y de la sequedad de la meseta. Estos cuatro factores integran el sentido leonés dentro de la historia nacional’.

Resume así su experiencia vital por tierras de España. Confiesa también que ‘He advertido en Palencia un secreto recelo hacia Valladolid. De la misma dolencia padece también un poco Salamanca, y hasta León, aunque León explique su reconcomio con graves disertaciones eruditas acerca de las diferencias regionales, más profundas de lo que parece, que separan a leoneses y castellanos.’

¿Y qué escribe desde 1919? Leamos principiando por el Sur, por ejemplo por Peñaranda:

‘En Peñaranda, tierra de paso, primero mesón y luego feudo de los Bracamontes, acaba el reino leonés para comenzar la altiplanicie de la vieja Castilla. Es tierra fronteriza Peñaranda como Aldeaseca y Zorita, y bien colocada, centro de un mercado natural de granos de una comarca feracísima y rica.’

En su cercanía, ‘Cantalapiedra, Palacios Rubios, Paradinas, pueblos ricos, iglesias de sillería, casonas labradoras anchas y sonoras de portón de roble, campanarios graciosos, espigas de piedra que recuerdan al cielo el dolor del llano… Es un oasis esta altiplanicie fronteriza del viejo reino de León.’

La Semana Santa, en la ciudad charra, le impulsa a afirmar: ‘En la catedral vieja de Salamanca se venera estos días, encuadrado en un altar, más que barroco, churrigueresco, el Santo Cristo de las Batallas (…) este Cristo, tan viejo como el habla leonesa y como la fábrica de su primera iglesia mayor.’

Es en la ciudad de Zamora donde encuentra concentrado el espíritu leonés, y también en su provincia, como nos describe en un artículo de 1929: ‘Recientemente he visitado Toro de nuevo, y fue tan honda la impresión que me produjo, que en estos días no sé pensar en otras cosas.
(…) Y en su Colegiata está todo León. Dejemos a un lado la riqueza de su fábrica y la maravillosa policromía de la portada de la Gloria. La Colegiata no es el palacio de Dios, sino la casa leonesa que se ha levantado a la orilla de la vega, sobre la peña ingente, para adorarle.
  (…) Conocía yo todas las ciudades leonesas, menos Toro, y al asomarme hace pocas tardes al Duero, desde el Espolón, tuve la clara visión de conjunto de estas tierras. Sin Toro, faltaba una de las facetas más características y nobles de la comarca: la del tipo de ciudad que mira a Castilla, que la vigila, que tiene que defenderse de Medina y de su Mota, y de los mercados formidables de los castellanos.
  (…) ¡Suaves tierras estas queridas tierras de León!

De la catedral de León dirá ‘Esta iglesia tiene su perfume, su encanto, su alegría, su optimismo, su niñez perenne. No tiene paredes, no tiene muros, no tiene cimientos la catedral de León. La piedra en ella no es fruto ni flor. No es siquiera piedra. Es anhelo, gloria, ansia de eternidad y de vida.
(...) yo me he saturado de pureza dentro de  estas naves, y mi espíritu no percibe las estridencias de la tierra y sueña despierto, con los ojos abiertos, por las calles de la vieja capital del reino de León.’

Y en la montaña leonesa: ‘Yo creo que la diferencia fundamental que separa a un campesino castellano del gallego o del astur es que el primero es, racialmente, terrícola o labrador, y los otros, ante todo y sobre todo, ganaderos. (…) Así el labrador de Castilla es receloso y desconfiado. Lo espera todo del azar. Es siempre fatalista.
(…) El ganadero gallego, astur o del Norte de la provincia de León ya es de otra suerte. Tiene su porvenir atado al de la vaca. Su vientre es siempre más fecundo y da más sorpresas agradables que el de la tierra.
(…) Y el amor que sentía Josué Carducci por el buey piadoso
io t’amo, oh pio bove!,
es el mismo que yace soterrado en el corazón de nuestros campesinos ganaderos.’

En el día de Navidad de 1931, pocos días antes de su fallecimiento, aparece publicada una nueva colaboración de Sánchez Rojas, que exclama su invitación y su llamada:

‘¡Hacia Oriente y hacia el Portal, amigos! La noche es clara; el sendero está perfumado de flores; el lucerito de Oriente brilla sobre nuestras cabezas, curtidas en todos los temporales. Ya se parará algún día la estrella; tal vez sobre nuestra tumba, que es donde cesará nuestro sendero hacia lo desconocido. Porque la vida es eso: una senda y una estrella.’

Miguel Ángel Diego Núñez
Diciembre de 2017 

EL ARTE MOZÁRABE CON FERNANDO REGUERAS GRANDE

30 noviembre, 2017

En el programa de este martes hemos hablado sobre el arte mozárabe tomando como excusa la conferencia titulada "Promotores, clasicismo y estilo en el arte mozárabe leonés", que pronunció Fernando Regueras ese mismo día en el Museo de León a las 20 horas. Dicha conferencia se encuadró dentro del ciclo “Dentro del Fuero:estampas de la vida en León hace mil años”, en el que tuve el honor de participar. En la entrevista repasamos algunos aspectos poco conocidos del arte mozárabe, como la clara influencia bizantina de muchos de los capiteles.

Podéis escuchar la entrevista en este enlace. Os dejo aquí la información sobre el conferenciante y sobre la conferencia que viene en el folleto del ciclo.

Fernando Regueras Grande es el presidente del Centro de Estudios Benaventanos "Ledo del Pozo", al que algún día tendremos que dedicar un programa entero. Catedrático de Historia de Bachillerato jubilado, con treinta años como profesor, asiduo colaborador de los Museos de León y Palencia y de las Universidades de Valladolid y León, con los que ha editado varios libros. Ha comisariado varias exposiciones, organizado coloquios y jornadas de estudio y participa en congresos de su especialidad. Sus áreas de investigación y publicación tratan de la historiografía monumental, la historia de Benavente y su tierra, las villas romanas y los artes prerrománicos, especialmente visigodo y mozárabe.

EL MOZÁRABE ES un arte plural y mestizo una de cuya manifestaciones más expresivas se desarrolló en la Meseta leonesa (y ultrapuertos) a lo largo del siglo x. Un papel clave en esta experiencia artística la desempeñaron los promotores monásticos, desde la monarquía al episcopado. Sahagún, “monasterio ejemplar”, al decir de Gómez-Moreno, vinculado en origen al rey Alfonso III. San Salvador de Palat de Rey (León), capilla palatina de Ramiro II (931-951) que acabó convirtiéndose en panteón real hasta que Alfonso V, a principios del siglo xi lo trasladó al futuro San Isidoro. Obispos que, retirados de sus diócesis, pasaron el resto de sus días en el alejamiento de los cenobios por ellos fundados: Fruminio de León, fundador de Bamba, Rosendo de Mondoñedo, creador de Celanova, o sobre todo Genadio de Astorga, a quien se debe Peñalba y la consagración de Escalada. A lo que habría que añadir la reconstrucción de Hornija, a la vista de su arredo constructivo y significado histórico (tumba del rey Chindasvinto), o Mazote, cuyo tamaño, planimetría compleja y rica decoración (capiteles) replantea su origen y alto patronazgo.

En todos los casos encontramos una continuidad clasicista, aun deturpada, en la definición de trazas, en el uso del mármol, arcos de herradura, diseño de modillones, el gusto por el corintio, frisos y tableros relivarios, los registros pictóricos y su técnica de ejecución “a la romana” sistematizada, sin embargo, según la tradición andalusí (Peñalba). Una tradición que probablemente a los ojos de nuestros repobladores cristianos era la quintaesencia del clasicismo, fascinados como estaban por el arte cordobés. No solo inercia,había también una decidida voluntad de reutilizar materiales antiguos (spolia) procedentes de villae (Mazote) y de ciudades como Lancia (Escalada), instalada sobre un viejo hábitat tardorromano, si no acarreados de centros más lejanos. Ese interés retrospectivo se plasma sobre todo en el repertorio de los denominados “capiteles mozárabes”, de un bizantinismo explícito, grupo homogéneo de altísima calidad cuya concentración, similitud y diferencia del resto de las producciones hispánicas solo puede entenderse a tenor de uno o varios talleres próximos durante un corto periodo de tiempo, respondiendo a un llamado común, la repoblación del Duero promovida por la monarquía leonesa.

De este haz de circunstancias resulta un estilo de gran variedad formal, promiscuo, insólito en la Europa de la época y el de mayor originalidad del prerrománico hispano.

Arte mozárabe: el arte mozárabe (del árabe musta 'rab 'arabizado') se refiere al arte desarrollado por los cristianos hispánicos que vivieron en territorio musulmán en el período que abarca desde la invasión musulmana (711) hasta finales del siglo XI conservando su religión y una cierta autonomía eclesiástica y judicial.

Concluida la primera fase del proceso artístico que se engloba generalmente en el amplio concepto de «prerrománico» y que se corresponde con el arte hispano-visigodo, se inicia en España otra corriente estilística, heredera en muchos aspectos de la anterior, que se conoce como «arte asturiano» y que se identifica con las realizaciones artísticas que fueron produciéndose durante el siglo IX en los llamados «núcleos de resistencia», en concreto en los territorios que conformaron el reino de Asturias. Pero la actividad artística, en general, y arquitectónica, en especial, no se redujo a esa zona ni a ese siglo, sino que abarcó todo el norte peninsular y tuvo continuidad durante el siglo siguiente.
El desplazamiento de la frontera cristiano-musulmana a la cuenca del Duero impulsó la construcción de nuevos templos (obras en las que se concentraba toda la capacidad artística disponible) a demanda de las necesidades de repoblación. Los pujantes reinos septentrionales estaban en condiciones de abordar aquella tarea, como así lo venían haciendo, sin depender de las hipotéticas contribuciones de los incorporados mozárabes, por lo que no cabe pensar que todas las edificaciones religiosas y todas las realizaciones artísticas se debieran a estos inmigrados mayoritariamente rurales que, por otra parte, llegaban en precariedad de medios y de recursos. No parece que estuvieran en condiciones de llevar a cabo grandes logros artísticos quienes apenas habían dejado alguna muestra de ello en su lugar de procedencia.


LA RESTAURACIÓN DE UN MOSAICO ROMANO EN ASTORGA

22 noviembre, 2017

En el programa de ayer hablamos con Mª Luisa López, de la empresa Uffizzi, acerca de la restauración y próxima exposición del mosaico romano que fue hallado el mes de abril del pasado año en unas excavaciones en el solar número 8 de la calle San José de Mayo. Este mosaico, datado en la segunda mitad del s. I d.C., fue usado como pavimento de una casa durante cientos de años. Dado su gran tamaño, las tareas de extracción fueron caras y complicadas, pero a partir de hoy podremos ver y escuchar todo el proceso en la Biblioteca Municipal. 

Podéis escuchar la interesante entrevista en este enlace, y aquí os dejo la información para poder asistir a las explicaciones:

La sala de exposiciones de la biblioteca Municipal de Astorga abre sus puertas, el próximo miércoles 22 de noviembre, a todo el público, con la finalidad de dar a conocer el proceso de restauración que se está llevando a cabo en el mosaico romano hallado en las excavaciones arqueológicas, realizadas durante el mes de abril del pasado año, en el solar número 8 de la calle San José de Mayo.
Estos trabajos, iniciados en el mes de agosto y realizados por la empresa salmantina UFFIZZI S.L., se explicarán a quienes se interesen por las distintas fases de restauración, necesarias para la puesta en valor de dicho bien, tales como la extracción, limpieza, nuevos soportes y consolidación del mosaico. Una persona del equipo de restauradores, realizará una pequeña muestra con algunos fragmentos en diferentes momentos de la intervención para mejor entendimiento de todo el proceso.
Las personas interesadas en la visita del día 22 de noviembre, podrán hacer su reserva llamando al Museo Romano (teléfono 987 616 937) de martes a sábado en horario de 10 a 14 y de 16 a 18 horas.
El aforo por cada pase será de 10 personas máximo por visita y las explicaciones tendrán una duración aproximada de 15 minutos. Horarios: CADA MEDIA HORA

 Foto: Astorgaredaccion.com