TRAILER "PARLAMENTUM"

28 noviembre, 2013

Este próximo martes 3 de diciembre con el Diario de León regalan un documental sobre el nacimiento del parlamentarismo en León en 1188 titulado "Parlamentum". Aquí os dejo el tráiler. Ahora bien, os propongo un juego: buscadme entre todas las caras...

Y éste es el avance (gracias, Mr. Weedman): 

LAS CAMPAÑAS DE ALMANZOR CONTRA EL REINO DE LEÓN

27 noviembre, 2013

En el programa de hoy hemos hablado de los ataques al reino de León por parte de Almanzor. Ya hace tiempo que escribí un laaargo artículo sobre el tema, con algunas reflexiones mías que creo originales sobre estas campañas, así que os aconsejo escuchar la entrevista para abrir boca, y , si os presta, leer después el post. 

Podéis descargaros la entrevista en mp3 en este enlace.

HISTORIA DE IBERIA VIEJA: LOS 100 MOMENTOS MÁS IMPORTANTES EN LA HISTORIA DE ESPAÑA

25 noviembre, 2013

Este fin de semana me han dejado el monográfico de la revista "Historia de Iberia Vieja" dedicado a los (en su opinión) "100 momentos más importantes en la historia de España". Que vaya por delante que reconozco a la revista su total libertad de elección a la hora de seleccionar estos eventos (¡faltaría más!). No voy a entrar a realizar un análisis de estos "momentos", pero sí que quería mostrar mi descontento como historiador y como leonés cuando acudí a la parte de la Edad Media: en ella, el reino de León sólo recibe el momento 23, que es la semilegendaria Batalla de Clavijo. Y nada más. 

Ahora bien, el Cid no puede quejarse: le dedican nada menos que tres "momentos": el 29 (de dos páginas completas), el 31 (la conquista de Valencia), y el 32 (Poema de mío Cid). Me parece una selección medieval cuando menos polémica. Por ejemplo: ¿qué importancia real tuvo la toma de Valencia por el Cid? El castellano tomó la ciudad en 1094, sí, pero no fue un hecho realmente trascendente para la historia de España, porque Valencia retornó a manos musulmanas en 1102, tan sólo ocho años después. En este sentido, fue muchísimo más importante la toma de Toledo por Alfonso VI de León en 1085: a pesar de provocar la invasión de los almorávides y sufrir varios cercos a manos de éstos, la ciudad del Tajo nunca retornó a al-Ándalus. Nadie negará la importancia histórica del Cid, pero tampoco creo que sea necesario dejarse llevar por el entusiasmo. 

Como decía, el reino de León no merece ningún "momento" propio, salvo la mencionada Batalla de Clavijo: ni las Cortes de 1188 (las primeras de Europa Occicental, que han recibido el reconocimiento internacional como Cuna del Parlamentarismo), ni la coronación imperial de Alfonso VII en 1136 (reconocida como tal por todos los reyes hispanos y por buena parte de Francia), ni la Batalla de Simancas, ni el Fuero de León de 1017 (el primero de Hispania y del que surgieron todos los demás), etc. Parece que el autor (o autores) de la selección tenía alguna predilección por Valencia (el momento 28 es "El Santo Grial llega a Valencia") y la Corona de Aragón en general, lo que no es ningún delito, por otra parte, aunque llama la atención. Tampoco entraré a analizar las incorrecciones histórico-geográficas que plagan la revista, como llamar "Castilla" al reino de Alfonso VI, Urraca y Alfonso VII, y toda la variedad de anacrónicas intitulaciones que ello conlleva. Y eso que los reyes leoneses sólo salen como comparsas del Cid, Alfonso I el Batallador, o citados marginalmente en otros "momentos". 

La parte del reino de Asturias no sale mejor parada: sólo merece el momento 22, con la "Batalla de Covadonga". Ni una mención al descubrimiento del sepulcro de Santiago en época de Alfonso II (año 813), que fundó el Camino de Santiago, de vitalísima importancia para el futuro de los reinos cristianos de la Península. Etcétera.

Como dije, los editores son libres de escoger los "momentos" que quieran, pero este monográfico no es más que otra muestra del olvido al que se ha sometido y se somete al reino de León, que conjuntamente con el asturiano (porque en realidad fueron un mismo reino) representa medio milenio de la historia de España y (no lo olvidemos) Portugal. 

LA PUERTA CASTILLO EN LA MURALLA DE LEÓN Y LA ESCULTURA DE PELAYO

21 noviembre, 2013

Hoy acompañé a mi amigo Alberto Flecha al Archivo Histórico Provincial, institución a la que tengo un especial cariño porque ahí pasé muchas horas tanto durante la carrera de Biblioteconomía como durante la de Historia, así como algún tiempo después, mientras hacía las prácticas del título de Especialista Universitario en Archivos de la UNED. El AHP está instalado al lado del Arco de la Cárcel, en la antigua prisión de la ciudad, que a su vez ocupaba el lugar del castillo en que residía el tenente de León. Además de saludar a los conocidos que tienen la suerte de trabajar en este Archivo, aproveché la ocasión para enseñarle a este amigo el tramo de muralla al que sólo se puede acceder desde allí, porque las vistas son bastante atípicas y muy poca gente ha podido disfrutar de ellas.

Os dejo algunas de las fotos que hice con el móvil, y después sigo con el tema de la escultura que hay en el Arco.

Mirando hacia la Plaza de Santo Martino.
Todavía quedan praos en el centro de León.
Hace no muchos años eran huertas.
Por el adarve de la muralla. A la izquierda el patio del IES Legio VII, mi instituto de COU.
El adarve mirando hacia el Arco de la Cárcel.
 En el Arco de la Cárcel (también llamado Puerta Castillo), hay una réplica de una estatua representado a un personaje armado: yo siempre pensé que era Pelayo, el iniciador de la llamada Reconquista, pero mucha gente dice que en realidad es San Pelayo, y por lo que me cuenta Eugenio Marcos, la identidad del personaje ha sido objeto incluso de discusiones.

Arco de la Cárcel o Puerta Castillo, con la Carretera de los Cubos.
Pelayo con aspecto de centurión romano y con un escudo de León.
Bueno, pues para solucionar la duda tiré de Google, donde encontré un interesantísimo artículo de Emilio Morais Vallejo en PDF que desvela todos los detalles de la mencionada Puerta. En él se incluye la inscripición que figura al pie de la estatua: 

VERAE CLARISSIMAEQUE GOTHORUM REGUM SOBOLI
INMORTALI HISPANICAE LIBERTATIS VINDICI
FORTISSIMO DUCI
OPTIMO PRINCIPE
PELAGIO
OBSERVATAS EORUM FLORENTISSIMAM URBEM INCOLUMITATEM
FORTUNAS DEBELLATOSQUE MAUROS
DECURIONES MUNICIPES AC INCOLAE LEGIONENSES
VIA QUAE AD ASTURES DUCIT STRATA
HAEC VOTA LITANT 1759

Que traducido por el mismo Emilio Morais viene a decir lo siguiente:

Al muy poderoso jefe y excelso príncipe Pelayo, del linaje
auténtico y preclaro de los reyes godos, protector
de la libertad de la inmortal Hispania. Honradas
las riquezas de quienes hicieron incólume la
floreciente ciudad y vencieron a los sarracenos;
los senadores, autoridades municipales y
vecinos de León ofrecen sus mejores augurios en
la salida del camino que conduce a Asturias. 1759.

En la escultura hay dos anomalías: Pelayo sale con la armadura de un centurión romano (en el Barroco abundaban este tipo de anacronismos, por falta de información), y con un escudo de León. Esto último se debe a que en el s. XVIII (y antes y después) se consideraba que Pelayo había sido el primer rey de León. Y además se creía erróneamente que había sido el reconquistador de la ciudad. 

JUAN DE FERRERAS Y GARCÍA, EL BAÑEZANO QUE IMPULSÓ LA R.A.E.

20 noviembre, 2013

En el programa de historia de Hoy por Hoy León hemos tratado de uno de esos personajes leoneses que tuvieron una gran importancia en la historia de España, y que sin embargo son prácticamente desconocidos en nuestra tierra. Se trata de Juan de Ferreras y García (1652-1735), un bañezano de origen converso: su familia provenía de Portugal y parece que sus antepasados fueron judíos sefardíes que huyeron de España. Fue un auténtico polígrafo ilustrado, con cientos de obras en su haber, y participó activamente en la vida política e intelectual de la época. 

Nos habló de este personaje el archivero Alejandro Valderas, que además de bañezano y procurador en las Cortes de Castilla y León por la UPL, hizo la tesis sobre la obra y figura de Juan de Ferreras. Alejandro nos desveló multitud de detalles jugosos sobre la vida de este ilustrado (e ilustre) leonés: sufrió varios procesos por parte de la Inquisición (y acabó formando parte de ella), introdujo un impuesto sobre el tabaco para financiar la naciente Biblioteca Nacional, acompañó a Felipe V durante la Guerra de Secesión, etc. De todas formas, nos centramos en un aspecto de su vida muy de moda en estos días, ya que fue uno de los impulsores de la creación de la Real Academia Española de la lengua hace ahora trescientos años. En los libros siempre figura Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena y duque de Escalona, como fundador de la RAE, pero según nos desveló Valderas en realidad fue quien puso el dinero, y el verdadero “alma mater” (o “pater”) fue nuestro Juan de Ferreras, que ocupó el sillón B (es decir, el segundo, tras el sillón A de Fernández Pacheco) de tan magna institución. También fue el encargado de introducir los primeros leonesismos en el Diccionario de Autoridades: recordemos que el diccionario de la RAE (DRAE) incluye una gran cantidad de vocablos procedentes del leonés. 

Alejandro Valderas también nos aclaró la razón por la cual este intelectual y literato (y en realidad casi todos sus coetáneos) ha caído en el olvido: tras la invasión francesa de 1808, se vio a todos los ilustrados del siglo pasado como unos afrancesados a los que había que evitar como a la peste, por lo que no ha de extrañarnos esa especie de agujero que constituye el s. XVIII en la historia de la literatura.

Todos estos detalles y muchos más podéis escucharlos si os descargáis la entrevista en este enlace.

ALFONSO JORDÁN, EL NIETO DE ALFONSO VI QUE FUE CONDE DE TOLOSA Y MARQUÉS DE PROVENZA

15 noviembre, 2013

Alfonso Jordán en el Cartulaire de la
Cité de Toulouse, ciudad a la que
concedió una especie de fuero
Hace algún tiempo os hablaba de Elvira de León, una hija de Alfonso VI que llegó a ser reina de Sicilia.  Hoy os quiero hablar de Alfonso Jordán, hijo de la otra Elvira que también fue hija de Alfonso VI. Por alguna razón, es un personaje prácticamente desconocido en nuestra tierra (ni siquiera tiene una entrada propia en la Wikipedia en español), a pesar de que aquí realizó buena parte de su actividad política y militar, y de que tuvo una vida digna de una película de Hollywood: nació en Tierra Santa durante la Primera Cruzada, llegó a ser señor del sur de Francia, destacó como valiente y osado caballero, y fue un aliado inestimable para su primo Alfonso VII.

Sus padres: Elvira y Raimundo IV.

Elvira Alfónsez (mal llamada hasta hace poco “Elvira de Castilla", ya que nunca aparece con semejante apelativo en las fuentes de la época), era hija ilegítima de Alfonso VI y su amante o concubina Jimena Muñoz, una noble berciana que prácticamente tuvo la consideración de esposa del rey leonés: como ejemplo de ello, baste decir que de 1093 hasta 1108 fue la señora del Castillo de Cornatel. Jimena y Alfonso tuvieron dos hijas: Teresa de León, que sería la madre de Alfonso Enríquez o Alfonso I, el primer rey de Portugal (aunque en algunas crónicas, como la “Historia Compostelana”, ella ya recibe el título de reina de Portugal); y la ya mencionada Elvira Alfónsez, que nació en torno a 1079. Nada sabemos de su vida hasta que es dada en matrimonio al poderoso Raimundo IV, conde de Tolosa y marqués de Provenza, y que por tanto controlaba el sur de la Francia actual. Raimundo había apoyado militarmente al reino de León, por lo que es posible que Alfonso VI lo recompensara con la mano de su hija, a pesar de ser ilegítima. Para el tolosano supuso su tercer matrimonio, pero fue el primero y único que no fue condenado por la Iglesia. No sabemos la fecha de la boda, aunque tuvo que ser en torno a 1094, porque se conserva un documento de Raimundo del 28 de julio de ese año que viene confirmado y firmado por “Alvira comitissa”

La Primera Cruzada.

Poco después de la boda, en noviembre de 1095, se produjo en Clermont el llamamiento a la Cruzada del papa Urbano II (1088-1099), y Raimundo IV fue de los primeros en responder y acudir con sus tropas, siendo uno de los dirigentes más importantes e influyentes que participó en la Primera Cruzada. Elvira lo acompañó en esta aventura por toda Tierra Santa, y no puede descartarse que lo hiciera secundada por cruzados leoneses, pues su presencia al menos consiguió un “efecto llamada”: en La Historia Compostelana hay varias cartas del papa Pascual II (1099-1108) prohibiendo taxativamente a Alfonso VI que sus súbditos fueran a la Cruzada: 

“velando por tu reino, y por las fronteras de tus aliados, hemos prohibido que vuestros soldados, a los cuales hemos visto, vayan a Jerusalén”.

El 15 de julio de 1099 la ciudad de Jerusalén cayó en manos de los cruzados tras un asedio, gracias en gran medida al esfuerzo y dirección de Raimundo IV. Las tropas cristianas le ofrecieron la corona real a él y a su mujer, con lo que se habrían convertido en los primeros reyes de Jerusalén, pero ambos declinaron el ofrecimiento, porque les parecía casi blasfema la idea de que hubiera un monarca en Tierra Santa, donde había vivido y muerto el mismísimo Jesucristo. Años más tarde, Raimundo construyó un castillo en el Monte Peregrino para atacar Trípoli. En esa fortaleza nació el que sería conocido como Alfonso Jordán o Alfonso I de Tolosa en 1103. Elvira y Raimundo eligieron el nombre en honor a Alfonso VI de León, y añadieron “Jordán” cuando lo bautizaron en el río homónimo. 

El conde niño. 

Raimundo IV murió dos años después, a consecuencia de un incendio en el castillo de Monte Peregrino, y es considerado el fundador del Condado de Trípoli.

Wikipedia

Como Alfonso Jordán apenas era un niño, se escogió como sucesor en este territorio a Guillermo Jordán, hijo de Guillermo I de Cerdaña. En 1108 Alfonso fue llevado a Francia, posiblemente en compañía de su madre. A pesar de ser todavía un niño, su medio hermano Bertrand (o Beltrán) lo nombró conde de Rouergue antes de partir a Trípoli para deponer al usurpador Guillermo Jordán, lo que consiguió en junio del año siguiente. Bertrand falleció en el año 1112, y fue sucedido en el condado de Trípoli por su hijo Pons (Ponce), y en el de Tolosa y el marquesado de Provenza por Alfonso Jordán. 

A pesar de su juventud, o precisamente debido a ella, en 1114 Alfonso sufrió la invasión de sus territorios por el duque Guillermo IX de Aquitania, que en teoría actuaba como regente. Pudo recuperar parte de su herencia en 1119, y la totalidad en 1123, pero en ese momento fue excomulgado por el papa Calixto II por haber expulsado a los monjes de Saint-Gilles, que se habían pasado al bando de Guillermo. Seguramente fue en esta etapa de su vida cuando su madre Elvira regresó a León, pues sabemos que en 1117 se casó por segunda vez en el seno de la Corte leonesa, con Fernando Fernández de Carrión, de quien se separó antes de 1121 tras haberle dado tres hijos. 

Alfonso Jordán también tuvo que hacer valer sus derechos sobre Provenza mediante las armas: su rival fue el conde Ramón Berenguer III de Barcelona, a quien acabó imponiéndose en 1125, convirtiéndose así en dueño y señor de los amplísimos territorios comprendidos entre los Pirineos al occidente, los Alpes al oriente, Auvernia al norte, y el mar Mediterráneo al sur. No debió ser mal gobernante, porque la época de su señorío, tal y como pasó con su abuelo Alfonso VI, dejó muy buen recuerdo en las crónicas, como si hubiera sido una especie de edad dorada. 

Alfonso Jordán en el reino de León.

Apoteosis de Alfonso VII, por Jesús Ybarzábal.
El caballero de la izquierda bien podría ser
Alfonso Jordán.
En 1126 Alfonso Jordán estuvo en León, presenciando la coronación real de su primo carnal Alfonso VII. No sabemos con qué fuerzas militares vino a nuestra tierra, pero desde el primer momento se puso bajo las órdenes de su primo, ayudándole ese mismo año a sofocar la rebelión de algunos nobles en la capital del reino: entre los jefes rebeldes estaba el noble castellano Pedro González de Lara, que había sido el último amante de la reina Urraca, y que siempre se había opuesto a que fuera sucedida por Alfonso VII, envenenando las relaciones entre madre e hijo. Aunque después de ser derrotado fue perdonado por el Emperador, Pedro se rebeló de nuevo en varias ocasiones y acabó pasando al servicio del rey de Aragón. Por esas curiosidades de la Historia, en 1130 este noble castellano retó a una justa a Alfonso Jordán durante el sitio de Bayona (¿querría una revancha de lo ocurrido en León?), pero Alfonso lo venció por segunda y última vez, ya que lo hirió gravemente en un brazo, y Pedro acabó muriendo a consecuencia de las heridas.

Años después sabemos que Alfonso Jordán regresó a Francia, porque en 1134 se hizo con el vizcondado de Narbona, aprovechándose de la minoría de edad de Ermegarda, la legítima heredera, aunque se vio obligado a devolvérselo en 1143 tras haber sido derrotado y hecho prisionero en una batalla.

Dinero de Alfonso Jordán acuñado en Narbona durante
la minoría de edad de Ermegarda. ANFOS DVX|NARBONE CIVI (Wikipedia)

En 1135 Alfonso regresó a Hispania, pues la coetánea Chronica Adefonsi Imperatoris nos dice que estuvo presente en la coronación imperial de Alfonso VII en León. En compañía de otros nobles de Cataluña, Gascuña y Francia (como Guillermo de Montpellier) se hizo vasallo del Emperador leonés, con lo que el autor de la Chronica pudo decir:

"et facti sunt termini regni Adefonsi regis Legionis a mari magno Oceano, quod est a Patrono Sancti Iacobi, usque ad fluuium Rodani”

Marcabrú
Es decir, que su Imperio llegaba desde las costas del Atlántico hasta el río Ródano. A Jordán lo acompañaba una pequeña corte de caballeros y lacayos, entre los que había varios juglares y trovadores gascones y provenzales. De estos últimos destacaba Marcabrú, que desarrolló su actividad entre 1130 y 1149, y que alcanzó fama en toda Europa: en varias de sus obras cantó la figura de Alfonso VII, como podéis leer en el artículo que dediqué a este tema. Es decir, que con Alfonso Jordán comenzó la tradición de las visitas de trovadores franceses a la corte leonesa. 

En 1141 Alfonso Jordán regresó a la Península para peregrinar a Santiago de Compostela, y tuvo tiempo para actuar como mediador en un conflicto surgido entre Alfonso VII y García VI de Pamplona, poniendo las bases de los acuerdos de paz entre ambos monarcas. 

En 1145 Bernardo de Claraval (el famoso San Bernardo) le escribió una carta en la que le mostraba su preocupación por ciertas ideas religiosas que estaban surgiendo en Tolosa y que eran claramente herejes. De hecho Bernardo estaba tan preocupado que viajó a la zona para predicar la doctrina católica. Se trataba en realidad de los primeros pasos de la herejía de los cátaros, que con el tiempo se convertiría en un enemigo formidable para la Iglesia de Roma. El caso es que la actitud indolente de Alfonso le costó una segunda excomunión papal. Tal vez por ello, o sencillamente por volver a su tierra natal, Alfonso Jordán se enroló en la Segunda Cruzada en 1146, y partió hacia Tierra Santa en el verano de 1147. Tras algunas escalas, llegó a Acre en 1148. Durante el viaje se ganó muchas enemistades entre sus compañeros. Murió en Cesarea al poco de desembarcar, y enseguida surgieron voces denunciando que había sido envenenado por la famosísima Leonor de Aquitania (la mujer del rey Luis VII de Francia), aunque otras señalaban a Raimundo, conde de Trípoli.

Alfonso Jordán dejó dos hijos varones: Raimundo, que le sucedió, y Alfonso, que recibió el nombre por la tradición familiar de su abuela materna.

Detalle de Alfonso Jordań en la 1ª página del Cartulaire de la Cité (Fte.: Wikipedia)


BIBLIOGRAFÍA

-AGUILERS, Raimundi de: Historia Francorum qui ceperunt Iherusalem, RHC, Historiens occidentaux, III. París, 1866.
-CASCHIFELONE, Cafari de: De Liberatione Civitatum Orientis. Liber XXIV.
-FALQUE, Enma: Historia Compostelana. AKAL, 1995.
-LIPSKEY, G. E.: The Chronicle of Alfonso the Emperor: A Translation of the Chronica Adefonsi imperatoris, with study and notes. The Library of Iberian Resources Online, http://libro.uca.edu/lipskey/chronicle.htm
-MARTURÉ, B.A.: Histoire des comtes de Touluse, Castres, 1828.
-SIBLY, M.D y SIBLY, W.A.:The Chronicle of William of Puylaurens: The Albigensian Crusade and Its Aftermath. Boydell Press, 2003.

150 ANIVERSARIO DE LA LLEGADA DEL TREN A LEÓN

13 noviembre, 2013

Este pasado 8 de noviembre se cumplieron los 150 años de la llegada del ferrocarril a la ciudad de Léon. Para celebrarlo hoy hemos entrevistado a Javier Revilla, un historiador de Valencia de Don Juan especializado en historia contemporánea al que siempre es un placer escuchar. Ya para empezar hay cierta polémica sobre la fecha exacta del acontecimiento, pero gracias a las concienzudas investigaciones de Javier sabemos que ocurrió en la fecha citada.

A León llegó el tren gracias a las presiones de los industriales y políticos gallegos, y el proyecto de unir Palencia con la capital leonesa se llevó a cabo en apenas dos años, y eso que todavía no se usaba dinamita para facilitar los trabajos. Hubo un gran apoyo de las fuerzas vivas de León, con la excepción del obispo, que a diferencia del de Astorga siempre se mostró contrario al ferrocarril.

Fue además un proyecto internacional, con inversores y técnicos y obreros franceses, y con locomotoras escocesas. Lo que sí es un mito es que la marquesina de la estación de León (pionera para la época) fuera hecha con materiales de desecho de la Torre Eiffel, ya que según nos dijo Javier por aquél entonces monsieur Eiffel no pasaba de trabajar en fundiciones como operario. 

Todas estas anécdotas, y muchas más, las podéis escuchar si os descargáis la entrevista en formato mp3.

LAS HERMANDADES CONCEJILES DEL REINO DE LEÓN EN LA RADIO

06 noviembre, 2013

En el programa de hoy hemos abordado el tema de las Hermandades Concejiles del reino de León, a las que ya dediqué en este blog una serie de cuatro artículos (me falta el quinto y último). Enlazamos estas instituciones medievales con las actuales juntas vecinales, y comparando ambas situaciones no queda más remedio que llegar a la conclusión de que los leoneses nos hemos ido desinflando con el tiempo, y ya no queda prácticamente nada de la energía con que nuestros antepasados defendieron sus fueros y libertades frente a los nobles e incluso frente a los reyes. Hoy en día parece que predomina la galbana, lo que está aprovechando el gobierno para quitar el derecho a la existencia a las juntas vecinales, que son (o eran) las descendientes directas de los concejos medievales. 

Hicimos ésta y otras reflexiones mientras repasábamos su historia: podéis descargaros la entrevista en MP3 en este enlace.

Si os apetece profundizar más en el tema:






GRAN ÉSITU DEL II FILANDÓN BERCIANU EN TORENU

04 noviembre, 2013

Esti sábadu tuvo llugar el II Filandón Bercianu, organizáu pola asociación cultural Faceira xunto a Paco Vuelta y Santiago Ríos. Cumo'l añu pasáu en Noceda, foi un completu ésitu y l'asistencia sobrepasóu las nuesas espectativas. 

L'ambientación, conas calabazas que fueran típicas nel Bierzu.
Esti añu, amás del filandón ya'l magostu (o amagüestu) tuvimos una par d'interesantísimas charras sobre mitoloxía llocal y la Fiesta los Santos, a cargu de Nicolás Bartolomé y Miguel Ángel González (que revelóu un importante descubrimientu arqueolóxicu), miembros de Faceira

Panorámica de Tere García Montes de las charras.
El llugar yera la impresionante y tradicional Casona las Secretarias, en Torenu, qu'ayudóu asgaya p'ambientar los actos. Esti yera'l programa:


18:00 Introducción a cargo de Alejandro Díez González y Paco Vuelta.
18:15 “Tradiciones mitológicas de El Bierzo y zonas próximas“, por Nicolás Bartolomé Pérez.
18:45 “La Fiesta de Los Santos en el arte rupestre prehistórico“, por Miguel Ángel González.
19:15 Filandón.
20:00 Magosto.

Charra de Nicolás sobre Mitoloxía tradicional.

Charra de Miguel Ángel sobre'l Día los Santos.
En principiu l'aforu yera llimitáu pa unos 60 paisanos, pero al final entroron cumo unos 80. Contamos con varios gaiteiros y músicos, cumo Xairu López, Xaime (d'Asturies) y Fran Allegre. Al final tocóu'l rabel Mario González Álvarez, de La Robra, que encandilóu a todu'l mundu cono sou buen facer y simpatía.

Mario González.
Hubo castañas asgaya, vinu, oruxu, mostu y zumu pa tódolos presentes. Un día bien prestosu pa tódolos que tuvimos la suerte d'estar eillí.

El impresionante tambore.