"Véase á propósito de esto lo que me ocurrió entre otros en Rioconejos, pueblo del partido de Puebla de Sanabria. Conversaba con el alcalde, el pedáneo y otros cuatro o cinco hombres más: á la entrada del pueblo había yo encontrado dos mujeres que llevaban las vacas á unos prados, y preguntándolas por la casa del alcalde: vai por ende, me dice una de ellas, creo que la más joven, y a la dreita a la vuolta está la casa: esto me indicó desde luego que el dialecto debía estar allí bastante vivo; sin embargo, hablé con ellos de cosas indiferentes primero, y observé algunas palabras leonesas; hice después preguntas, y al saber mi objeto, los que hablaban antes casi á la vez, se callaron, y sólo uno, el que parecía o se tenía por más culto, contestaba negando que allí se dijese cousa, outro, me mueyo, etc., y los demás se limitaban á decir: «no, no, señor: aquí no se dice eso; eso es por ahí por la sierra; los de Cabrera sí que habran así.» Por fin pude convencerles de que nada malo significaba para elles; que su lenguaje no era de incultos, que era un dialecto tan respetable como el gallego, el catalán, etc.: entonces el alcalde, que parecía un buen sujeto, me confesó que, efectivamente, tal era el habla, si bien tendía á desaparecer".
BLÁNQUEZ FRAILE, Agustín (1908): “Límites del dialecto leonés occidental en Alcañices, Puebla de Sanabria y La Bañeza” in JUNTA PARA AMPLIACIÓN DE ESTUDIOS É INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS: Memoria correspondiente al año 1907. Madrid: Hijos de M. Tello, p. 67-78.
La madre de mi mujer dice que son "malas palabras", que se lo dijeron de pequeña en la escuela y, por más que ella las usa a menudo, no hay forma de sacarle esa idea de la cabeza.
ResponderEliminarEl mio pá vivió en Galicia esi cambio, de rapaz. Yo tamién, equí, n'Asturies, de pasar a dicir "Falar mal", a "falar como equí" a "falar n'asturianu".
ResponderEliminarPero arreyáu a esa realidá, tamién convién dicir que la xente, que ganó en consciencia, tamién foi escaeciendo'l falar, y dexó de mandase na so llingua...
Xaime
Y más que nos quieren estrangular poco a poco y lo lamentable del caso es que lo están consiguiendo.
ResponderEliminarUn abrazote utópico, Irma.-