Mapa de los pueblos prerromanos del Noroeste

22 febrero, 2006

Hoy voy a hacer un alto en la presentación de mapas antiguos, y os voy a presentar uno que he hecho yo. En realidad es la traducción al español del original, que confeccioné para colocarlo en el blog Kingdom of Leon .Me gustaría que me dejarais un comentario con vuestra opinión (si os gusta o no, aspectos que pueden ser mejorados, etc.)

Los límites dibujados son más que dudosos, ya que los desconocemos en su mayor parte. La silueta blanca corresponde a la del Reino de León (o Región Leonesa, o País Leonés; hay nombres para todos los gustos). Las flechas rojas representan los ataques que eran más frecuentes de un pueblo prerromano a otro.

PD: También os agradecería que me votarais en el Toprank de León. Podéis hacerlo pinchando en el recuadro final de la columna derecha de la página (debajo de las noticias y los enlaces a mi Flickr y al Anillo Leonés) No hay premios ni nada, pero siempre ayudará a la divulgación de mi Cuaderno de Notas. Se puede votar una vez cada 24 horas. Gracias.

Mapas antiguos de España (XXVII)

17 febrero, 2006

El presente mapa se titula "A map of the Kingdoms of Spain and Portugal from the latest & best Observations" ("Un mapa de los Reinos de España y Portugal a partir de las más recientes y mejores observaciones"), lo que demuestra que el márketing y la publicidad ya existían en pleno siglo XVIII. Los autores son Nicholas Tindal, y Paul Rapin de Thoyras (1661-1724). El grabador fue Richard William Seale. Se ha deducido que fue realizado en Londres entre los años 1744 y 1747, ya que fueron los años durante los que Richard trabajó para los autores. Sus dimensiones originales son 38 x 46,6 cm, y la escala, expresada en millas inglesas, equivale a 1:2.849.000.
Este mapa abandona la costumbre de utilizar colores para definir los límites y territorios de los distintos reinos hispanos, por lo que su apariencia recuerda a los de los siglos anteriores. Territorialmente, no aporta nada nuevo respecto a los anteriores: eso sí, sigue extendiendo artificialmente el límite entre Galicia y el Reino de León hasta las cercanías de Ponferrada.

1744-47

EL PP HA DECIDIDO ASESINAR A LÉON

11 febrero, 2006

Ya sabéis que no me gusta hablar de política en este Cuaderno de Notas, pero las burradas que ha rebuznado el Sr. Herrera en el mitin que organizó ayer el PP en León me han INDIGNADO. Os transcribo la noticia según ha sido publicada en El Mundo- La Crónica de León:

"Juan Vicente
Herrera exige fondos para todas las provincias

El presidente regional del PP, Juan Vicente Herrera, fue el encargado de dar el paso a Rajoy en el acto público. / M. MARCOS / SECUNDINO PEREZ

LEON.— El presidente de la Junta y del PP de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, no está dispuesto a consentir que los fondos de cohesión se repartan sólo entre las provincias de León, Zamora, Salamanca y Avila. Herrera advirtió ayer que no consentirá ese reparto porque exige que esos fondos sean para todas las provincias de la Comunidad.


Ese fue el m
ensaje más claro que lanzó el presidente regional del PP en su intervención en el acto público convocado por el partido en el Auditorio de León.

Herrera considera que el reparto propuesto por el Gobierno, que sólo incluye a cuatro provincias, no es justo porque busca la confrontación territorial y él, como presidente de la Junta, no puede consentirlo porque estima que todas las provincias deben recibir fondos de cohesión para acabar con los desequilibrios territoriales.

En opinión del presidente de los populares de la región la política que sigue el Gobierno central, repartiendo inversiones en función de la riqueza, vulnera los principios de soberanía y solidaridad. Por eso apuesta porque esas inversiones se repartan bajo los criterios de territorio, dificultad y necesidades."

¿Qué significa todo esto? Que al señor Herrera le parece muy mal que el PSOE siga adelante con el Plan Oeste, un Plan que consiste en asignar partidas presupuestarias extraordinarias a las tres provincias leonesas, que, curiosamente, son las más depauperadas y atrasadas de esta condenada autonomía. EL Sr. Herrera pretende que lo mejor es distribuir esas ayudas con las provincias castellanas, que, salvo el caso de Ávila, superan o se aproximan mucho al margen de convergencia con Europa. El Sr. Herrera, y el PP, lo que quieren es que León desaparezca, y por eso están tardando tantos decenios en hacer la autovía de la Plata, por eso desvían los fondos MINER para hacer obras en Valladolid, por eso bloquean el Circuito de la Bañeza, por eso bloquean el proyecto de la Estación de Esquí de San Glorio, por eso impulsan el aeropuerto de Valladolid e ignoran el de León (salvo para pagar un ernorme cartel con la leyenda "BIENVENIDOS A CASTILLA Y LEÓN" y con el escudo), y por eso boicotean cualquier iniciativa del Gobierno que tienda a ayudar a la región leonesa. ¿Y qué hace el PSOE ante estas afrentas? Nada. Y la verdad es que también empieza a oler a chusco asuntos paralizados como el Inteco (¿para cuándo?), la anulación de los peajes de las autopistas leonesas, etc., etc. Hay que ser fato para no darse cuenta de que las ayudas del Plan Oeste nunca llegarán a la región leonesa a no ser que ésta cuente CON UN MARCO ADMINISTRATIVO PROPIO.

Pero la culpa de todo, no nos engañemos, LA TENEMOS LOS PROPIOS LEONESES. Por ejemplo: no logro entender cómo el público no abucheó a Herrera cuando dijo lo de los fondos del Plan Oeste, o por qué Amilivia o cualquier leonés del PP del estrado no le tapó la boca con el sentimiento de vergüenza ajena. Ya empiezo a desesperar de esta tierra, y creo que no despertará jamás. ¿El león duerme, o es que está muerto?

BELLIDO DOLFOS, HÉROE DE ZAMORA (III)

01 febrero, 2006

Para cerrar este ciclo dedicado a reflejar la verdadera figura de Bellido Dolfos en la cronística medieval, os voy a transcribir un fragmento de la mal llamada Crónica Silense, que es la más próxima a los hechos que se narran, ya que el cerco de Zamora tuvo lugar en el año 1072, y esta crónica se escribió en torno al año 1115.

“Semurenses etenim ea tempestate inmobiles permansere; qui profecto Semurenses, Adefonsi regis presidio muniti, repulsam domini sui non ferentes, misso magne audacie milite, dum circumsederet eos, Sancium regem dolo interfecerunt. Qui nimirum ab eo lancea inopinate ex adverso perfosus, vitam pariter cum sanguine fudit. Idem uero qui eum tam audaciter percussit, sicuti consilium fuerat, cursu rapidissimi equi, apertis portis, ab opidanis incolumis receptus est. Sed interempto rege, tunc cerneres ex tanta audacia, tantaque letitia, dispersio quanta, quantaque tristitia in illo tanto tanque nobili exercitu fuerit”. (Edición de Pérez de Urbel y González Ruiz-Zorrilla, Madrid, 1959)

La traducción me la ha realizado muy amablemente D. Maurilio Pérez, catedrático de Latín que ha sido sometido recientemente a una operación, y a quien deseo una pronta recuperación. Margarita Torres también ha colaborado con una versión previa, y yo mismo he puesto mis granitos de arena (si hay algún error, la responsabilidad es exclusivamente mía):

"Entre tanto, los zamoranos permanecieron inmóviles en medio de aquella tempestad. Sin duda estos zamoranos, cuyas defensas habían sido fortificadas con el auxilio del rey Alfonso, al no soportar la derrota de su señor, mataron mediante la astucia al rey Sancho mientras les asediaba gracias al envío de un caballero de gran audacia. En efecto, el rey, inesperadamente atravesado por la espalda con una lanza por él, perdió la vida junto con su sangre. El mismo que lo abatió tan audazmente, según se había planeado, montado en un rapidísimo caballo fue recibido incólume por los ciudadanos, una vez abiertas las puertas de la ciudad. Y, muerto el rey, hubieras podido ver cuánta dispersión y cuánta tristeza hubo en vez de tanta audacia y tanta alegría en aquel ejército tan grande y tan excelente"

Este texto es muy interesante por varias razones: en primer lugar, dice que Alfonso había reforzado las murallas de Zamora, lo que indica que, como Rey de León, era su señor superior, incluso por encima de Urraca, a quien le correspondía el señorío de la ciudad (aunque, por cierto, la Crónica Silense no la cita como presente en el cerco). En segundo lugar, que los zamoranos permanecieron fieles a Alfonso (otra posible traducción para "inmobiles" es, precisamente, "fieles"), y que por ello se enfrentaron al usurpador Sancho. Tercero: contra lo que afirma Pérez de Urbel, el cronista simpatiza con Bellido y con los zamoranos: al primero lo califica de "audaz" en dos ocasiones, y está clara la intención irónica cuando el cronista cambia a la segunda persona en la parte final: ese "hubieras podido ver..." parece reflejar una mueca de total ironía por parte del autor ante la desbandada de los asediadores.
Como ya dije en otro momento, el plan urdido por los zamoranos y ejecutado por Bellido tiene toda la apariencia de las acciones de los comandos del siglo XX: actúa dentro de las líneas enemigas, da un golpe maestro, y regresa sano y salvo a la base.
Por cierto: según me ha informado Margarita Torres, se puede rastrear documentalmente la existencia real de Bellido Dolfos y de su hijo: al parecer fueron señores de amplios territorios en la zona norte de Zamora, con lo que el título de "héroe zamorano" se le puede aplicar sin ningún reparo. Ambos vivieron tranquilamente durante el reinado de Alfonso VI, y Bellido no fue mandado descuartizar como afirman los antihistóricos cantares de gesta.
La razón por la que los zamoranos no podían soportar la derrota de su señor Alfonso la veremos otro día, ya que las crónicas reflejan que ni Sancho ni el Cid fueron precisamente unos santos, y que , si alguien merece el apelativo de traidores, son precisamente estos dos personajes.
Si alguna lección podemos sacar de estos episodios, es que no se puede hacer Historia partiendo de cantares de gesta que fueron acuñados en Castilla y por castellanos más de un siglo después de los hechos.

UN FRAGMENTO DE LA CRÓNICA DE ALFONSO EL EMPERADOR

29 enero, 2006

Ilustración de Álex Fdez. Giraldo. Color y retoques: R. Chao
Florida milities post hos urbis Legionis/ portans uexilla prorumpit more leonis./ Hec tenet Hispani totius culmina regni, (...) Ut leo deuincit animalia queque decore,/ sic cunctas urbes hec uincit prorsus honore.(...)Sunt in uexellis et in armis imperatoris/ illius signa, tutantia cuncta maligna;/ auro sternuntur quotiens ad bella feruntur”(1)

Traducción:
"La florida caballería de la ciudad de León, portando los estandartes, irrumpe como un león/ Ésta ocupa la cima de todo el reino hispano (...) Como el león supera a los demás animales en reputación,/ así ésta supera ampliamente a todas las ciudades en honor.(...). Sus distintivos, que protegen contra todos los males, están en los estandartes y en las armas del emperador; se cubren de oro cuantas veces se llevan al combate”(2).

(1)Prefatio de Almaria. Corpus Christianorum. Continuatio Mediaevalis, LXXI. Turnhont, 1990

(2) PÉREZ GONZÁLEZ, Maurilio: Crónica del Emperador Alfonso VII. En: El Reino de León en la Alta Edad Media, T. IV, La Monarquía (1109-1230)

BELLIDO DOLFOS, HÉROE DE ZAMORA (II)

24 enero, 2006

En esta ocasión, el fragmento que os presento pertenece a la "Crónica de España" de Lucas, obispo de Tuy, conocido por lo general como "El Tudense".La crónica fue realizada en el siglo XIII, y se suele datar en el año 1236. Está escrita en latín, pero os pongo la versión romanceada del siglo XV que publicó Julio Puyol en 1926:

"Mas los çamoranos, no podiendo sofrir el destierro de su señor el rey Alfonso, en ese tiempo porfiaron muy non vencidos, y alçaron sobre sí principe a Arias Gonçalez, que auia criado a essa Vrraca, asi como la noble Urraca auia establecido. Y mientras quel rey Sancho estudiese en essa çerca, salio de essa çibdad vn cauallero de gran osadia, que auia nombre Vellido Arnolfo, que ferio, sin sospecha, de traues a esse rey Sancho con vna lança, el qual rey, llagado con la lança por el pecho, derramó juntamente la vida con la sangre; fuió [huyó] esse cauallero que tan osadamente le ferió, e con arrebatado correr de cauallo se metio en Çamora"

Otra muestra de que la historia de la España medieval se ha escrito mal y de cualquier manera. Vaya, ya son dos las crónicas que reflejan este episodio de una forma muy diferente a la que nos han estado machacando toda la vida. Ahora resulta que, en vez de un traidor, Bellido Dolfos empieza a aparecer entre las tinieblas de la Historia, y se revela como un audaz caballero que actuó a la manera de los actuales comandos. Es un caso singular que un asediado salga en solitario al campamento enemigo, y mucho más que consiga acabar con la vida del rey enemigo. Si eso no es ser un héroe (y además, en todo su sentido clásico), ¿qué hay que hacer para serlo? Y, si tras matar a Sancho, Bellido huye, demuestra su inteligencia porque, ¿qué clase de imbécil se hubiera quedado a luchar él solo con todo un ejército enemigo? En fin, que nunca se ha mostrado un acierto mayor que la calle que le ha dedicado el Ayuntamiento de León a este personaje con el nombre de "Calle del Héroe Bellido Dolfos". Ahora sólo queda que así lo reconozcan los zamoranos, quienes, por cierto, en lugar de restaurar su memoria, dedican hoteles, calles, etc. a Sancho I de Castilla (Sancho II en la numeración al uso), que fue quien casi aniquiló su ciudad (algo así como si en León le dedicásemos una calle a Almanzor o a la Junta)


POR QUÉ LA ASTROLOGÍA ES UNA CHORRADA

22 enero, 2006

(Este artículo fue publicado en la Revista del Diario de León el 19 de febrero de 2006)
Hoy en día, en pleno siglo XXI, todavía es frecuente encontrarse con gente que confunde términos tan contrapuestos y antagónicos como “Astronomía” y “astrología”. Así, no es rara la ocasión en la que, cuando afirmo que me gusta observar las estrellas con mi telescopio, mi interlocutor me pregunte si soy un aficionado a la astrología. Por desgracia, tampoco es raro encontrase con titulares de periódicos que engloban noticias relativas a las misiones espaciales o a descubrimientos astronómicos dentro de la sección “Astrología”. Una muestra más de que, a pesar de vivir en una sociedad que pone a nuestro alcance conocimientos inimaginables para nuestros antepasados, muy poca gente se molesta en adquirirlos (y los periodistas no son una excepción).

Veamos lo que nos dice el Diccionario de la Real Academia sobre cada una de estas palabras:

  • Astrología: "estudio de la posición y del movimiento de los astros, a través de cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de los hombres y pronosticar los sucesos terrestres.” Es decir, es una pseudociencia que carece de cualquier fundamento empírico o científico. Debido a ello, es de carácter hermético, ya que sólo saben interpretar estas cosas un selecto grupo cerrado de iniciados.
  • Astronomía:"Ciencia que trata de cuanto se refiere a los astros, y principalmente a las leyes de sus movimientos”. O sea, que es una CIENCIA cuyos trabajos se basan en estudios empíricos y demostrables al alcance de cualquier persona normal que se lo proponga.

Podrían presentarse multitud de pruebas en contra de la Astrología, pero hoy quiero centrarme en sólo una, que consiste en demostrar la falsedad de los Signos del Zodíaco en la actualidad. Me refiero al curioso hecho de que la Astrología divide a toda la Humanidad en doce tipos de personas dependiendo de en qué signo zodiacal estaba el Sol en el momento de su nacimiento. Pero llegados aquí he de hacer una puntualización: en los cursos de Astronomía que impartimos en la Asociación Leonesa de Astronomía, es frecuente que alguien pregunte cómo se sabe en qué constelación se encuentra el Sol, si de día no se ven las estrellas. La respuesta es sencilla: atendiendo a las constelaciones que se ven por la noche, es fácil colegir cuáles oculta el brillo diurno, y en qué posición respecto a ellas se encuentra el Astro Rey. Volviendo al “razonamiento” astrológico, si una persona nace el 24 de mayo, es Géminis, porque, en teoría, ese día el Sol se encuentra en la Constelación de Géminis. Pues bien: esto podía ser cierto en el siglo V antes de Cristo (época en la que se fundó la astrología tal y como la conocemos hoy en día), pero en el presente ello es totalmente falso. ¿Por qué? Porque la astrología, como pseudociencia que es, prescinde del estudio científico del cielo, y desconoce un concepto tan básico como es el movimiento de la precesión de los equinoccios. ¿En qué consiste este movimiento? Bien; todos hemos oído decir en el colegio que la Tierra tiene dos movimientos: la rotación sobre sí misma (que marca la duración del día), y la traslación alrededor del Sol (que marca la duración del año). Pero la realidad es bastante más compleja: la Tierra sufre más de quince movimientos distintos. El más importante de ellos, después de los dos descritos, es el de la precesión: consiste en que el eje de la nuestro planeta no se está quieto, apuntando inmutable a la Estrella Polar, sino que completa un círculo a lo largo de 25.765 años. Así, dentro de unos miles de años, será la brillante estrella Vega la que señale el Norte, mientras que en la época de los faraones era Thuban la que cumplía esta tarea. Este movimiento provoca que las estaciones del año vayan cambiando de fecha a lo largo de los siglos, y así se dará la situación de que, con el transcurrir de los milenios, las estaciones estarán al revés de como están hoy (el 21 de diciembre comenzará el verano, el 21 de junio el invierno, etc.). Estos cambios, que pueden parecer muy lentos, son muy perceptibles a lo largo de unos pocos siglos, lo que conlleva que también cambian de posición aparente las constelaciones de una fecha determinada. Volviendo al ejemplo, sí que es correcto que el Sol estaba en Géminis cuando alguien nacía el 24 de mayo del año 500 a.C., pero, debido a este movimiento de precesión, las cosas han cambiado mucho, y cuando hoy en día alguien nace ese mismo día y ese mismo mes, en realidad el Sol está en el medio de la constelación de Tauro. Y aquí algunos os preguntaréis cuál es vuestro verdadero signo del zodiaco. Para que lo veáis, os incluyo este cuadro:

LOS SIGNOS CLÁSICOS (ASTROLOGÍA)

LOS SIGNOS HOY EN DÍA (ASTRONOMÍA)

Aries: 21 marzo-20 de abril

Tauro: 21 abril-20 mayo

Gemini: 21 mayo-21 junio

Cáncer: 22 junio-22 julio

Leo: 23 julio-22 agosto

Virgo: 23 agosto- 21 septiembre

Libra: 22 septiembre- 22 octubre

Scorpio: 23 octubre-21 noviembre

Sagitario: 22 noviembre-22 diciembre

Capricornio: 23 diciembre-21 enero

Acuario: 22 enero- 22 diciembre

Piscis: 22 febrero-20 marzo

Aries, 18 de abril al 13 de mayo

Tauro, 13 de mayo al 20 de junio

Gemini, 20 junio al 19 de julio

Cancer, 19 julio al 9 agosto

Leo, 9 agosto al 15 septiembre

Virgo, 15 septiembre al 30 de octubre

Libra, 30 octubre al 22 noviembre

Scorpio, 22 noviembre al 29 noviembre

Ophiuchus, 29 noviembre al 15 diciembre

Sagitario, 15 diciembre al 19 enero

Capricornio, 19 enero al 16 febrero

Acuario, 16 febrero al 11 marzo

Piscis, del 11 de marzo al 18 de abril

Como podéis ver prácticamente todos los signos han cambiado de fecha, a pesar de lo cual la astrología sigue ignorando este hecho científico, y continúa distribuyendo los signos exactamente igual que hace 2500 años. Además, debido a la precesión y a las redistribuciones de los límites de las constelaciones que se hicieron en el siglo XX, el Sol en la actualidad pasa por una constelación más que en la Antigüedad (Ofiuco).
Este asunto es más importante de lo que parece, ya que, aún aceptando que la astrología tuviera algún fundamento real, demuestra que TODOS los horóscopos que se hacen en la actualidad están equivocados, porque lo que pronostican para un Géminis en realidad debería ser aplicable a los Tauro, lo de Acuario para los Capricornio, etc.
En conclusión: si está demostrado que los signos del zodíaco son un camelo, y éstos constituyen la más básica de las creencias astrológicas, ¿qué demonios es la astrología? Pues precisamente lo que digo en el título del artículo. Lo siento, Rappel.

Mapas antiguos de España (XXVI)

Este mapa de la década de 1730 también está realizado por G. de l´Isle sobre las descripciones de Rodrigo Méndez Silva, por lo que en realidad poca cosa nueva se puede contar respecto al anterior. Santander aparece como St.Andero entre Asturiae y Biscaia. Andalucía continúa dividida entre Andalusiae Vandalitiae Regnum, y el Granatae Regnum.

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BELLIDO DOLFOS, HÉROE DE ZAMORA

14 enero, 2006

Desde hace unos meses hay un debate abierto sobre la figura de Bellido Dolfos entre la gente que lo señala como arquetipo del traidor, y los que le proclaman como el héroe que consiguió salvar a Zamora y, por ende, a todo el Reino de León, de las manos de Sancho I de Castilla. Hoy en día predomina la versión que nos han legado los cantares de gesta y la Crónica Najerense: en dichas obras se nos transmite la idea de que Bellido, tras fingir que abandona la ciudad, se pasa a las filas castellanas, consigue hacerse amigo de Sancho para después matarlo de forma ignominiosa a traición y por la espalda mientras el egregio monarca se encuentra defecando en un lugar apartado. La historiografía actual, a pesar de que los cantares y la Najerense presentan graves (gravísimos) errores históricos, ha aceptado sin reservas esta tesis, y la ha divulgado con tal éxito que la mayoría de la gente desconoce las demás versiones. Hoy os quiero incluir el pasaje de la Historia de los hechos de España de Rodrigo Jiménez de Rada (crónica contemporánea al Cantar del mío Cid) para que juzquéis por vosotros mismos:

"Y aparejados los batallones a su mando, [Sancho] atacó la ciudad de Zamora y, luego de rodearla por completo, inició un duro asedio. Pero Arias González, del que he hablado, y los demás asediados se defendían bravamente y el agresor no pudo conseguir lo que pretendía. Mientras se llevaban a cabo los enfrentamientos por uno y otro lado, saliendo de la ciudad un caballero llamado Bellido Ataúlfo, sin pensárselo dos veces atravesó con su lanza al rey que paseaba por el campamento y se volvió a la ciudad con la misma rapidez con que había salido. Mas Rodrigo Díaz el Campeador, llevado por su lealtad al rey muerto, lo persigue al punto y estuvo a pique de darle muerte en las mismas puertas de la ciudad, pero no pudo atajar la velocidad de Bellido. Con la herida perdió el rey Sancho lo que poseía y lo que ambicio­naba, su vida y sus reinos, y surgida una gran confusión en el ejército, se puso fin a la porfía entre asediados y asediadores; y huyendo unos a las claras, otros buscando caminos poco frecuentados, cayeron en las redes de la muerte o del cautiverio"

Y bien: ¿dónde ha quedado la tan famosa traición? ¿No fue Bellido un auténtico héroe al realizar tan osada salida al campo enemigo? Además conviene remarcar que Jiménez de Rada no puede ser sospechoso de "leonesismo": fue un importante personaje de la corte de Alfonso I de Castilla (Alfonso VIII según el uso establecido), y en sus escritos se denota su castellanismo, si bien por lo general suele ser un autor de los más objetivos de la edad media. Escribe su crónica unos años después del Cantar del Mío Cid, por lo que resulta más significativo que no incluya la versión "cidiana" de la muerte de Sancho.

El superbólido del 04/01/2004 y el meteorito Villalbeto

10 enero, 2006

Como el día 4 de enero fue el segundo aniversario del paso del superbólido por el cielo leonés, os incluyo el artículo que escribí para "LEO", la revista de la Asociación Leonesa de Astronomía, explicando las aventuras y desventuras que sufrimos los voluntarios que iniciamos la ardua tarea de la búsqueda de meteoritos, y las no menos duras actividades que realizamos para que los científicos pudieran trazar su órbita, establecer su peso, su lugar de origen, etc. También incluyo algunas variaciones y anotaciones nuevas que no existían en al artículo original, ya que de aquella no se nos había permitido la divulgación de los detalles (lugar exacto de la caída, etc.) Es bastante largo, pero espero que os preste.

Toda esta historia comenzó la tarde-noche del domingo 4 de enero, cuando al llegar a casa mi madre me recibió contándome que mi padre y otros espectadores del partido de la Cultural habían avistado una enorme bola de fuego que atravesó parte del cielo leonés en pocos segundos. Gratamente sorprendido por la noticia, desde el primer momento fui consciente de que la casualidad había elegido a León como destinatario de un bólido (fenómeno que se produce cuando un cuerpo de origen extraterrestre de cierto tamaño penetra en la atmósfera de nuestro planeta): dado que éste había brillado con una fuerza inusitada a pleno día, imaginé que había sido provocado por un objeto de grandes dimensiones.
Mi padre coincidió conmigo en esta apreciación, aunque al parecer muchos de los espectadores pensaron que el responsable del espectáculo había sido un avión. Lo primero que hice fue llamar a mi buen amigo Saúl Blanco, quien además de ser el Secretario de la Asociación, comparte conmigo la afición por estos fenómenos astronómicos. Aunque no sabía nada al respecto, conectó la radio y pronto escuchó que el objeto había atravesado la Península de NO a SE y que un fragmento podía haber caído en el pueblo leonés de Renedo de Valderaduey, muy cerca de la frontera con Palencia. Nada más oír la noticia, nos pusimos de acuerdo de inmediato para visitar juntos la zona la madrugada del día siguiente. Mientras tanto, llamamos a la Guardia Civil y les informamos de la auténtica naturaleza del fenómeno, ya que estaban recibiendo cientos de llamadas de testigos preocupados por la posibilidad de que fuera un OVNI o un avión en llamas.
En Renedo el día 5
Así que el día 5 nos presentamos en Renedo a las ocho de la mañana, mucho antes de que llegaran los medios de comunicación que posteriormente invadirían este pacífico y encantador pueblo. Tras haber hablado con varios habitantes acerca de cómo habían percibido el bólido (altura aparente, zona del cielo que había atravesado, ruido, etc.), aparecieron varios coches de la Guardia Civil, por lo que aprovechamos para identificamos ante los agentes como miembros de la Asociación y gestores del Observatorio Municipal Pedro Duque. Una vez que comprobaron nuestras credenciales (nuestros sencillos carnets de la ALA), nos permitieron acompañarles a la zona donde, según algunos testimonios, parecía haber caído al menos un fragmento del bólido. Emocionados ante la perspectiva de que hubieran caído meteoritos, nuestras expectativas se vieron truncadas cuando comprobamos que aquella área era en realidad un vastísimo bosque de pinos cubierto de una cerrada vegetación que prácticamente impedía el paso. Mientras esperábamos la llegada del helicóptero de la Guardia Civil que iba a rastrear la zona desde el aire, se nos ocurrió hojear el último ejemplar de Leo, y comprobamos que para el día 4 se había predicho que tendría su máximo la lluvia de estrellas Cuadrántidas, por lo que lanzamos a los medios de comunicación allí presentes la hipótesis de que en realidad el bólido había sido causado por una cuadrántida de un mayor tamaño de lo habitual. Posteriormente también descubrimos que ese mismo día la Constelación de Bootes (radiante aparente de esta lluvia de estrellas) estaba en el NO, muy cerca del horizonte, lo que parecía corroborar la trayectoria dada en los primeros momentos por la radio y la televisión. Desvanecida por el momento la posibilidad de recuperar meteoritos, regresamos a León, donde seguimos ávidamente todas las noticias relacionadas con el suceso.

El día 6 me encontraba pasando al ordenador unas bonitas fotografías que había realizado de la puesta de sol del día 4 desde el Monasterio de la Virgen de la Peña (Congosto), cuando me asaltó una idea de manera repentina: ¿no podría haber quedado reflejada en las imágenes la estela persistente que sobrevivió al bólido y que había durado hasta la caída de la noche? Rápidamente miré la hora en que la cámara digital había registrado las fotos, y comprobé que no habían pasado ni cinco minutos del acontecimiento en el momento en que tomé la primera. Tomando como referencia el sol poniente, encontré una única estela que atravesaba el cielo en dirección NO-SE, y la identifiqué como la perteneciente al bólido, si bien no se diferenciaba demasiado del resto de estelas producidas por los numerosos aviones que sobrevuelan habitualmente El Bierzo.

Así que, tras notificárselo a las instituciones científicas, y tras señalar la estela con unas flechas, la Asociación convocó una rueda de prensa en el Observatorio para el día siguiente.
Foto de Salvador Díez en las Hoces de Valdeteja
En ella dimos cuenta del presunto descubrimiento, y advertimos de la imposibilidad de encontrar restos meteoríticos debido a la difícil orografía del terreno de Renedo. Cedimos gratuitamente las imágenes a los medios de comunicación, con la única condición de que mencionaran a la ALA como fuente. Mientras, en los medios locales y nacionales habían ido apareciendo distintas fotos que algunas personas habían conseguido tomar del bólido, e incluso un impresionante vídeo grabado con motivo de una cabalgata de Reyes celebrada en el leonés barrio de El Ejido.

Foto de María Maximina Ruiz en Santa Colomba del Curueño

Vídeo de Luis Alfonso Fdez.

Pocos días después de la rueda de prensa entramos en contacto con la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos (también conocida como SPMN), y pronto uno de sus integrantes, Josep María Trigo, nos desveló que, gracias al análisis pormenorizado del vídeo, habían descartado la trayectoria indicada por los medios. El porqué era muy sencillo: en el vídeo aparecía la Luna muy cerca del bólido, lo que indicaba, sin lugar a dudas, que éste se desplazó en dirección NE, y no SE. Esto eliminaba la posibilidad de que la estela que aparecía en mis fotos fuera producto del fenómeno, por lo que concluimos que en realidad fue producida por un avión normal y corriente. Pronto comenzamos a intercambiar emails con su equipo, ya que fueron los únicos científicos que parecían tomarse muy en serio el estudio del fenómeno. Nos pasaron los formularios con las preguntas que había que realizar a los testigos para conocer en profundidad el mayor número de datos acerca de la trayectoria y posible final del objeto, así que Saúl y yo decidimos volver a desplazarnos a Renedo en cuanto tuviéramos ocasión.

El objeto de Villalobar.
El día 10 de enero, los acontecimientos tomaron un giro inesperado cuando recibimos una llamada de una periodista que nos informaba de primera mano del hallazgo de un posible fragmento de meteorito en los Viveros Sofía de Villalobar. Rápidamente nos dirigimos al lugar, aunque durante el viaje nos mostramos bastante escépticos acerca de la autenticidad de los restos. Pero nuestras dudas prácticamente se evaporaron al llegar a la escena del suceso: en el suelo, incrustado en unos plásticos semifundidos, yacía algo que tenía toda la apariencia de ser un meteorito. El plástico del techo estaba claramente perforado en un punto cercano, y mostraba así el ángulo de entrada del objeto. Por si esto fuera poco, el agujero del techo tenía los bordes levemente quemados, lo que parecía eliminar por completo la hipótesis del fraude. Tras realizar las pertinentes fotografías, procedimos a recoger la muestra siguiendo el protocolo que nos había indicado Francisco Miguel Galindo, destacado miembro de la Agrupación Astronómica Palentina, y coordinador voluntario del SPMN. Finalmente, entregamos el fragmento a la Guardia Civil. Este episodio tuvo una amplísima difusión en todos los medios de comunicación, y Saúl llego a aparecer en la portada del Diario de León sosteniendo el presunto meteorito para introducirlo en una bolsa isotérmica.

Por casualidades de la vida, esa misma noche conocimos a José Vicente Casado, experto leonés en fósiles y meteoritos que posee una amplísima colección de rocas espaciales, y que por aquel entonces estaba muy interesado en formar parte de la ALA. Cuando le mostramos las fotografías del objeto, nos informó de que, casi con toda seguridad, era un meteorito, ya que presentaba una marcada costra de fusión. De todas formas, para salir de dudas necesitaba realizar un examen visual de la muestra, por lo que nos las arreglamos para que tuviera acceso a ella. La decepción fue enorme: José Vicente, visiblemente contrariado, nos explicó que no era un meteorito, sino un trozo de chatarra espacial. Este dictamen fue corroborado por el CSIC dos días después, si bien los científicos no se atrevieron a confirmar abiertamente la hipótesis de la basura espacial. Todo ello nos llevó a replantear la naturaleza misma del fenómeno del 4 de enero, si bien el tiempo se encargaría de descartar su posible origen artificial.


Interrogatorios en Renedo.
El día 13, apenas recuperados de este planchazo, Saúl y yo regresamos a Renedo en compañía de José María Pérez, y allí nos encontramos con Francisco Miguel Galindo: juntos realizamos los interrogatorios de los testigos, y tomamos algunas cotas con un teodolito prestado por el Instituto Padre Isla. Gracias a las indicaciones de Josep María Trigo, en esta ronda de entrevistas prestamos más atención al tiempo transcurrido entre la visualización del fenómeno y el sonido de la explosión, y pudimos concluir que al menos habían pasado tres minutos entre ambos sucesos, lo que indicaba sin duda que el bólido había explotado mucho más lejos de Renedo, en dirección Palencia-Santander. Ese día descartamos definitivamente la posibilidad de que aparecieran restos meteoríticos en León, si bien se abría ante nosotros una nueva dirección de investigación. Los compañeros de la Agrupación Astronómica Palentina comenzaron a entrevistar a testigos en varios pueblos del Norte de su provincia, y pronto resultó evidente que allí era donde había que buscar meteoritos, ya que el día 4 algunas personas llegaron a escuchar claramente la caída de varios fragmentos. Además, la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos trazó una trayectoria provisional de la fase final del bólido, por lo que pudieron delimitarnos una amplia zona de búsqueda centrada en la comarca de La Peña. Pero el mal tiempo y la nieve impedían cualquier tentativa de rastreo, así que decidimos visitar el área en cuanto fuera posible.

Mientras, Josep María Trigo nos indicó la necesidad de realizar una serie de astrofotografías desde los sitios en que se habían tomado imágenes del bólido para poder realizar un estudio de la trayectoria exacta: en el caso del vídeo era imprescindible encontrar el emplazamiento, apagar el alumbrado público, y hacer las fotos con un tiempo mínimo de exposición de tres minutos tomando nota de la hora del comienzo y del final de cada una de las fotografías. Para ello nos pusimos en contacto con Luis Fernández Arenas y su mujer Carmen Blanco, autores del vídeo, quienes muy amablemente nos indicaron el lugar desde donde lo habían grabado. Una vez obtenido el pertinente permiso del Servicio de Alumbrado del Ayuntamiento para apagar la iluminación pública, intentamos realizar la calibración por primera vez la noche del 20 de enero, si bien los resultados fueron muy pobres debido a la luz de los enormes focos instalados en el aparcamiento de camiones de las cercanías. Tampoco tuvimos mejor suerte con la tentativa realizada en las Hoces de Valdeteja (localidad en la que Salvador Díez García había obtenido una espectacular foto), ya que no encontramos el sitio exacto. Saúl y yo guardamos todavía un recuerdo muy fresco de esa noche en las montañas, entre la nieve, a 13º bajo cero, con una cámara cuyo objetivo no dejaba de empañarse.

Un par de días después saltó la noticia bomba: habían aparecido pequeños fragmentos de meteorito en un camino de un pueblo de Palencia, y el CSIC confirmaba su autenticidad. En realidad, la noticia ya era algo vieja, pero el poseedor de los restos no había querido hacerla pública antes. Decidimos que no podíamos esperar más, ya que parecían confirmarse las sospechas del SPMN de que la comarca estaba llena de fragmentos, y, además, empezaron a llegarnos inquietantes rumores acerca de la presencia de cazadores de meteoritos extranjeros en la zona. Así que los días 23 y 24 organizamos sucesivas expediciones al área donde parecía más probable hallar fragmentos, en torno a los pueblos de Villalbeto y Tarilonte, aunque no obtuvimos resultados. Dirigidos por José Vicente, recorrimos decenas de kilómetros en coche y a pie, pero la orografía de la zona era muy difícil, y cada vez nos íbamos desanimando más y más.

Atollados en un camino.
Por si fuera poco, la nieve se había fundido y los caminos se habían convertido en tremendos barrizales, por lo que en algunas ocasiones tuvimos serios problemas con la furgoneta de José Vicente (eso por no hablar del estado en que quedaban nuestra botas y nuestra ropa). El día 25, otro equipo del SPMN dirigido por el Dr. Javier García Guinea (del Museo Nacional de Ciencias Naturales) encontró varios trozos muy cerca de donde habíamos rastreado, lo que nos sirvió de acicate para sucesivas búsquedas.

El 27 de enero organizamos otra expedición, aunque en esta ocasión sólo estábamos José Vicente y yo de la ALA, y Francisco Miguel y Stanislaus J. Th. Erbrink (Stan) de la Agrupación Palentina. El día fue especialmente duro, ya que quedamos atollados en dos ocasiones, y en una de ellas fue preciso requerir la ayuda de algunos de los habitantes de un pueblo cercano. Tras una jornada agotadora, cuando ya estábamos a punto de montar en los coches para regresar a nuestros respectivos hogares, Stanislaus le mostró a José Vicente una piedra que había encontrado en las proximidades de los vehículos:
Stan y su fragmento
cuando éste comenzó a gritar alborozado, los demás pensábamos que nos estaba tomando el pelo, pero al final se impuso la evidencia: ¡habíamos encontrado nuestro primer fragmento de meteorito! Tras la inmensa alegría de los primeros momentos, Francisco Miguel nos recordó el protocolo que debíamos seguir: había que fotografiar el lugar de impacto, tomar las coordenadas GPS, presentar las muestras a la Guardia Civil, y después enviarlas a un laboratorio. En estos momentos apreciamos enormemente la labor de Saúl Blanco, quien se había preocupado de leer toda la legislación vigente de Patrimonio para conocer los pasos que había que seguir en un caso como este: sus preocupaciones nos ahorraron un montón de quebraderos de cabeza legales. Mucho más animados, continuamos organizando sucesivas expediciones de rastreo, y la verdad es que la Fortuna comenzó a sonreírnos, ya que rara fue la vez en que no encontramos alguno.



Minutos antes de comenzar la conferencia.
Mientras tanto, dado el interés mediático que había despertado el bólido, decidimos que era un buen momento para organizar una conferencia acerca de estos fenómenos. Para ello contamos con la desinteresada colaboración de José Vicente y del Ayuntamiento de León, y así el acto pudo celebrarse el 3 de febrero en su Salón de Actos con el título "Cazadores de meteoritos: tras la pista del bólido de León". A pesar de la escasa publicidad que tuvo en algunos medios de comunicación, a la conferencia acudieron unas 150 personas, por lo que, aunque no cumplimos las expectativas, pudimos considerarla un éxito. Los meteoritos que llevó José Vicente causaron una gran expectación, aunque nos fue imposible presentar el hallado por Stanislaus al estar siendo sometido a las pruebas de laboratorio.

El 4 de febrero volvimos al trabajo de campo, y esta vez fue José Vicente quien tuvo la suerte de encontrar el fragmento del día. Para cubrir más terreno que en las ocasiones anteriores, las dos asociaciones decidimos reclutar el mayor número de participantes posibles, por lo que en el curso de astronomía de los jueves pedimos voluntarios para organizar una batida ese mismo sábado. Así que el día 7 nos reunimos Jesús San José, Isidro Fernández, Sergio Valbuena, Saúl Blanco, José Vicente Casado y un servidor por parte de la ALA, y Stanislaus, Francisco Miguel y Oscar Díez Higuera por parte de la Agrupación Palentina. Manuel Fernández, músico y fotógrafo aficionado. Mientras tanto, aparecieron nuevas fotos del superbólido tomadas desde el pueblo de Santa Colomba del Curueño, lo que hizo necesaria nuestra presencia allí para realizar las pertinentes calibraciones.
Isidro y su fragmento.
Fue un día fructífero, ya que Isidro, Saúl, y Francisco Miguel encontraron sendos meteoritos, y, por si fuera poco, el de Isidro, con más de 120 gramos de peso, resultó ser el más grande de los hallados por nuestro equipo: éste es el fragmento que se nos ha permitido conservar para ser expuesto en León, aunque de momento el Ayuntamiento no ha demostrado ningún interés por exponerlo al público leonés. La alegría fue enorme, ya que tantos hallazgos hacían casi seguro el que las dos asociaciones pudieran quedarse alguno de los fragmentos para exponerlos al público. Por desgracia, las sucesivas visitas no serían tan afortunadas, y tras una serie de rastreos sin hallazgos en nuevas zonas, y de concienzudos re-rastreos de las zonas ya batidas, tiramos la toalla con la satisfacción del deber cumplido. Todavía nos llevó unos meses a Saúl y a mí acabar con las calibraciones fotográficas, pero en la última, llevada a cabo en Aguilar de Campoo, recibimos la inestimable ayuda de un miembro de la ALA reenganchado.

Finalmente, os contaré el destino de las tres piezas que fueron halladas por gente de la ALA: el fragmento de Saúl fue donado a la Universidad de Barcelona en agradecimiento por los análisis químicos. El de José Vicente se donó al Museo de Ciencia de Valladolid, donde está permanentemente expuesto junto a unos paneles explicativos (allí sí que se preocuparon por conseguir el expositor). El de Isidro sigue a la espera de que el Ayuntamiento decida de una vez si quiere exponerlo o no. Ya hemos recibido distintas ofertas de varios museos, y es muy probable que acabemos aceptando una. [Actulización: ahora es la primera pieza en el recorrido del Museo Histórico Provincial de León, edificio Pallarés]

Como conclusión, os diré que todo el asunto es lo más parecido a una aventura que he tenido en mi vida, aunque el gasto en tiempo y en dinero que conllevó fue considerable. Saúl y yo, en colaboración con más gente, publicamos un artículo en la revista "Astronomía" nº 67 (enero de 2005). Los científicos (Jordi Llorca, Josep María Trigo y otros) ya han publicado la primera parte del estudio científico y, dicho sin modestia, gracias a la dura (en ocasiones durísima) tarea que realizamos aficionados como Saúl Blanco, José Vicente Casado o yo mismo, han podido precisar casi todos los datos del meteorito: su trayectoria exacta, su masa, su altitud en el momento de la explosión, su composición, el momento en el que abandonó el cinturón de asteroides (hace más de 40 milllones de años), la parte del cinturón de la que partió, su edad (más de cuatro mil millones de años), etc.