EL ENTRECUESTO Y SUS JORNADAS EN EL BAR SOMOZA

04 marzo, 2012

Este sábado 3 de marzo han concluido las VIII Jornadas del Entrecuesto en el Bar Gastronómico Somoza, y por lo que cuentan sus organizadores ha sido un completo éxito. Y digo "completo" porque ese fue el cartel que tuvieron que poner los ocho días en que transcurrieron las Jornadas: en total han pasado más de cuatrocientas personas para degustar este delicioso manjar. El entrecuesto es como se llama en Maragatería al espinazo del gocho, e incluye la cola: va acompañado de patatas y de berzas de asa de cántaro. Lo típico es comerlo escogollándolo con una navaja (o "navaya") maragata. Es un plato que corría un grave peligro de extinción, pues hoy en día en los mataderos el espinazo se suele partir longitudinalmente con una radial, lo que imposibilita su preparación tal y como manda la tradición. 

Entrecuesto y mi navaya de Pepe Ares, el ferreiro de Valdespino
María José y su marido Fito regentan el Bar Somoza desde hace tiempo, y se plantearon salvar al entrecuesto con la organización de unas jornadas en su honor. La cosa empezó siendo una reunión de amigos, pero poco a poco el asunto fue creciendo, y decidieron añadirle un toque cultural a través de unas cortas charlas antes de la cena. Por si fuera poco, este matrimonio también se está dedicando a la recuperación de otros platos en vías de desaparición haciendo una labor que yo calificaría de gastroetnología. Además graban los resultados en vídeo, destacando su simpatía y buen hacer de una manera que me recuerda a la de Xosé Ambás con su inolvidable "Camín de Cantares". 

Fito, un servidor y Mª José
El año pasado coincidí con ellos en Lucillo durante la presentación del libro "Teleno: Señor del Laberinto, del Rayo y de la Muerte", de mi amigo Miguel Ángel González, y me hablaron de estas Jornadas por primera vez. Más tarde me propusieron participar con una charla que versara con algo relacionado con las piedras, ya que ése iba a ser el hilo conductor de este año ("Historias pétreas"). Acepté encantado,y me alegré al ver que también participarían toda una serie de amigos, como Miguel Ángel, José Vicente Casado (experto en fósiles, minerales y meteoritos que acaba de publicar un libro sobre estos últimos) y Juan Carlos Campos (el descubridor de los petroglifos de Maragatería y que también ha sacado un libro sobre el tema). Al final me tocó clausurar las Jornadas este sábado, así que hablé sobre algunas de las principales inscripciones en piedra de la historia de León: a pesar de lo "pesado" del tema, espero no haber sido demasiado aburrido...

Para no enrollarme más, tan sólo diré que me lo pasé divinamente, que disfruté enormemente de la comida y de los vinos que allí se presentaron, y que la compañía y el trato de María José y Fito son sencillamente inmejorables. Salvo imprevistos espero no faltar a las próximas ediciones de estas deliciosas Jornadas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué pinta tien esi platu!!! Otra vuelta más, l'ancestral sabiduría oculta de los cazurros, que qué calláu tenían esi platu con esta pinta!

Pa ponese como un gochu... un gochu canibal.

Esi platu tien qu'alimentar, pero supuengo qu'a partir del Mayu de Llión hasta Ochobre nun se sirva, porque col calor que fai pa to tierra.. cómo pa que te lu pongan delantre. Porque yo soi tan burru, que faigo l'esfuerzu, anque m'argayen pingues peles vidayes d'a decilitru!!!!

Un abrazu gastronómicu


Xaime

Rosa Fadón dijo...

Genial la iniciativa, enhorabuena a todos los que habéis participado en ella.

aorillasdelorbigo dijo...

No me extraña que lo pasárais bien. Con ese plato por delante y la charla entre amigos, tienen que ser unas jornadas estupendas.
Lo que no había oído nunca es el nombre que le dan al espinazo en Maragatería:"entrecuesto". No está mal. Parece que solo oirlo dan ganas de comerlo.
Saludos, Ricardo.