LA PERSONALIDAD DE LOS PUEBLOS DE LA CORONA LEONESA SEGÚN LAS CRÓNICAS MEDIEVALES (II)

08 agosto, 2007

Los castellanos
El cronista Jiménez de Rada demuestra sus orígenes navarros y para quién trabaja en este fragmento de su mencionada obra Historia de los Hechos de España: “Los castellanos y los navarros (…) llevando siempre a gala su innata lealtad...”.


No salen tan bien parados en la Historia Compostelana. Hablando de los castellanos, el autor dice: “Y puesto que los he mencionado, no paso por alto su cobardía militar. Ciertamente en tiempos del muy noble rey Alfonso, hijo del rey Fernando, los soldados castellanos se esforzaban mucho en el arte de la guerra y soportaban el peligro y el esfuerzo, y cuanto más frecuentemente se ocupaban de los asuntos militares, tanto más animosos y más rápidamente se precipitaban a las armas (…) Hispania los tenía por los más preclaros y no temía enviarlos como los más valientes a la guerra, pues entonces el rey Alfonso era su caudillo y príncipe y se afanaba por transferirles como muy especiales y queridos herederos el ejemplo de su valor y honradez. Él mismo se lanzaba contra los enemigos el primero, el primero derribaba las filas de los enemigos y animaba a sus soldados a hacer lo mismo, él les enseñaba a ir contra los agarenos y esforzarse valerosamente en el ejercicio militar siguiendo su ejemplo. Pero, muerto el rey Alfonso, que era modelo de honradez y escudo de los castellanos, todo en aquéllos cambió a peor: los castellanos se entregaron a la desidia y a la pereza; el lujo y la codicia destruyó su valentía y el anterior valor quedó oculto por el miedo que se iba apoderando de ellos, y cuanto más os invitaba la necesidad al estrépito de la guerra, tanto más deseaban alejarse del combate y esconderse lo más lejos posible; no se afanaban ni en defender lo suyo, ni en conseguir luchando lo ajeno. (…)En modo alguno latía en ellos el antiguo valor. (…) Les llamaban soldados afeminados (…) pues cedían mil ante quinientos y triunfaban cien ante doscientos.” (págs. 200-201).

“[La reina Urraca] consideraba que los castellanos, que anteriormente eran valientes en el combate y poderosos por su virtud., ahora eran cobardes y no se enardecían casi por ninguna alabanza de honradez” (pág. 202).

“Los castellanos, cobardes e incapacitados para toda clase de guerra, eran enemigos y devastaban por todas partes el reino” (pág. 203).

“Los soldados castellanos (…) en otro tiempo habían aprendido por experiencia con qué impetuosa audacia se dirigían los aragoneses a la guerra, y por ello procuraban apartarse de tan gran esfuerzo. ¡Dios mío! Los valientes caballeros de Castilla ven que los enemigos atacan sus tierras y, aun apoyados en la protección de otros, temen hacerles frente” (págs. 210-211)

“¡Oh, vergüenza! Los castellanos necesitan de fuerzas ajenas y son protegidos por la audacia de los gallegos. ¿Qué será de esos miedosos caballeros cuando el ejército de Galicia, su escudo y protección, se haya marchado?” (pág. 216).


El Poema de Almería dice de los castellanos: “ciudadanos famosos y poderosos durante muchos siglos (…). Entre ellos no existe la pobreza, sino una gran riqueza. Ninguno es mendigo, ni débil o indolente en gran manera; todos son fuertes, seguros en el combate (…) Su lengua suena como tambores. Son muy soberbios, están enorgullecidos con sus riquezas. Las fuerzas de Castilla fueron rebeldes durante siglos (..) [El Emperador] domó a Castilla como a una asnilla, imponiendo nuevos pactos legales a su indómita cerviz (…) Permaneciendo en su valor inquebrantables, la fuerte Castilla avanza a guerras nada entrañables”. Lo de "su lengua suena casi como tambores" lo he puesto en cursiva porque no hay seguridad de cómo traducir el término "tympanotriba": en principio haría referencia a un tipo de tambor, pero el traductor de la Chronica dice que es un término griego que sólo aparece en un texto de Plauto para hablar de un tipo de tambor que sólo tocaban los sacerdotes de Cibeles. Y como estos sacerdotes estaban castrados, el traductor entiende que el autor quería decir "su lengua suena como afeminada", aunque a mi personalmente me parece un argumento demasiado rebuscado.


Por último, el Libro Quinto del Códex Calixtinus define de la siguiente manera a las tierras y hombres de Castilla y Tierra de Campos: "Es una tierra llena de tesoros, de oro, plata, rica en paños y vigorosos caballos, abundante en pan, vino, carne, pescado, leche y miel. Sin embargo, carece de arbolado y está llena de hombres malos y viciosos".

8 comentarios:

Electrika dijo...

Me encantan tus artículos!

No dejes de escribir!

Un abrazo,

Alicia

Anónimo dijo...

En primer lugar, felicitar a Chao por sus páginas y sus blogs. Soy historiador medievalista y lo de la fuente visigótica me ha parecido una pasada.
Pero no quiero dejar pasar la oportunidad, hablando de todo un poco, de mis ideas sobre las autonomías. Trabajo en la Administración y cerca del poder, y a mis cerca de cincuenta años estoy desengañado de todo lo que significa la política.
No soy, en absoluto, leonesista, aunque tengo amigos que lo son y respeto sus ideas porque hasta ahora, el leonesismo no ha degenerado como lo ha hecho el nacionalismo vasco. Tengo que decir que, exceptuando los típicos cenutrios, en general son buena gente.
¿Autonomía leonesa? Por razones históricas, León merecería una autonomía. Pero cuales serían sus límites. No olvidemos que parte de las provincias de León y Palencia pertenecieron a León y así estas provincias figuran incluidas en León en algunas delimitaciones regionales, con carácter “oficial”. Debería incluir en puridad también a Asturias y Galicia.
Pero una cosa es la Historia y otra cosa es la realidad actual, aunque esta sea heredera de aquella.
El nacionalismo vasco quiere la anexión de Navarra, o sea la unión. ¡Y nosotros la separación! Y ellos, por supuesto, frotándose las manos. A veces les salió bien, como cuando apoyaron las autonomías uniprovinciales de La Rioja y Cantabria. No les interesa una España fuerte que impida su proyecto nazi, sino ridículos reinos de taifas. ¿Estoy exagerando? Léanse los escritos de Sabino Arana … si es que se logran conseguir, ya que no son muy políticamente correctos.
Por otra parte, leo páginas web del Bierzo insultando a León y pidiendo su separación. También leo (y alucino) que Almería no es Andalucía. Todas estas cosas son unos disparates propios del carácter español. Como dijo Pío Baroja, España está enferma de particularismo, ya cada uno sólo se siente identificado por el campanario de su pueblo.
Volvamos a la autonomía leonesa. ¿León necesita autonomía? Yo creo que más bien lo que necesita es dinero y atención. Y el dinero se va en diecisiete autonomías. ¿Alguien se ha parado a pensar el inmenso coste que esto supone? España ha progresado a pesar de las autonomías, pero nunca por ellas. ¿Y qué se ganaría? Banderas, himnos, sentirse distinto, con lengua distinta. Símbolos, que en sí, no son nada malo, pero que utilizados por mentes obtusas han regado de sangre y dolor la Historia de la Humanidad.
Nací en Valladolid, he vivido en Madrid y ahora en León, donde es muy posible que me quede. Soy castellano, soy leonés, pero si hay algo con lo que me siento de verdad identificado es el ser español, para bien o para mal (muchas veces pienso en esto último).
Cuando Euskadi accedió a la autonomía el euskera se hallaba fraccionado en varios dialectos y sólo lo hablaba el 3 %. Lo correcto hubiera sido subvencionar su estudio y protección allí donde se conservase. En vez de esto, se creó una lengua artificial, el esker batua, o euskera unificado, y se impuso como lengua única. Una normalización que ha costado hasta ahora un billón de pesetas (con b), pagadas en su mayor parte por el resto de los españoles, gracias al sistema de cupo.
Una de las primeras acciones de la Revolución Francesa fue suprimir todos los fueros de las regiones de Francia, para que todos los franceses fueran iguales. Esto es auténtico progresismo. Sin embargo algunos pensaran que soy un intolerante porque quiero que todos los españoles nazcan libres e iguales.
Y no me he metido con la “sacrosanta” autonomía local, frecuente nido de caciquismo e intereses bastardos de la peor especie.
¿Mi doctrina? Proteger la cultura leonesa con apoyo económico y supresión de todas las autonomías (evidentemente de forma democrática). Los catalanes y los vascos que hagan lo que quieran (son muy dueños y muy libres de hacerlo), pero los españoles tenemos que estar unidos, sino poco bien nos va a ir. Poder político sólo en Madrid (¡fuera gobiernitos caciquiles que no representan a nada ni a nadie!). Auténtica descentralización administrativa provincial, que no se ha hecho en las autonomías (¡tiene cojones!). Con el dinero que se ahorre de toda esta supresión de mamandurrías, que se apoye a las provincias más desfavorecidas (como León) con inversiones en infraestructuras, etc. y mejora de la calidad de vida de los ciudadanos (que los piños entren en la Seguridad Social, ¿por qué esto nadie lo pide? ¿somos todos tan ricos?).
Para quien esté pensando que soy un fascista, le advierto que este sistema fue creado por la Revolución Francesa y es el sistema de departamentos que funciona en la progresista Francia.
Sé que mis ideas están llenas de pesimismo, pero a estas alturas de la Historia se me hace difícil creer en cuentos románticos. Piensan muy pocos como yo, pero aunque pensaran casi todos como yo, este sistema jamás se podría implantar en España. Los políticos (¡todos!) ya saben que todos pueden disfrutar de gobiernitos y acomodados en sus poltronas lo que menos quieren es dar marcha atrás.
Con esto finalizo, reiterando mis felicitaciones al trabajo (histórico, no político) de Chao, agradeciéndole además la oportunidad de expresarme en su magnífico blog y pidiendo perdón a todos los que me han leído por haber sido un poco plasta, pero quiero que comprendan que no es fácil sintetizar todo lo que he dicho en poco espacio.
Un saludo a todos

Anónimo dijo...

Fe de erratas de mi anterio comentario (me he dado cuenta al repasarlo):

Donde dice:

"No olvidemos que parte de las provincias de León y Palencia pertenecieron a León y así estas provincias figuran incluidas en León en algunas delimitaciones regionales, con carácter “oficial”.

Debe decir:

"No olvidemos que parte de las provincias de Valladolid y Palencia pertenecieron a León y así estas provincias figuran incluidas en León en algunas delimitaciones regionales, con carácter “oficial”.

Evidentemente la provincia de León (con el Bierzo incluído) siempre formó parte del Reino de Léon.

Perdón por mi torpeza, ¡pero es que un comentario tan largo es lo que tiene!

Silvia dijo...

Buen artículo, como siempre. Saludos

Taliesin dijo...

Jacobino, León necesita autonomía. Te digo más, España, por coherencia, necesita una autonomía leonesa. Si España ha optado por una configuración autonómica, ésta debe hacerse con rigor de forma que los principios que enuncia la Constitución se apliquen debidamente.
Si la Constitución dice que las regiones y nacionalidades españolas tienen derecho a la autonomía, no es coherente que un territorio que no es una región (algo que se llama "Castilla y León" pone claramente en evidencia que no se trata de una sino de dos regiones, o dicho de otra forma, el mínimo requisito exigible a cualquier región es tener, al menos, UN nombre propio) se ampare en un derecho constitucional que legítimamente corresponde a las regiones históricas de León y Castilla la Vieja.
Además, si la Constitución proclama su voluntad de proteger el patrimonio histórico, cultural y artístico DE LOS PUEBLOS DE ESPAÑA, y establece como mecanismo para este fin las comunidades autónomas, no es normal que el correspondiente al PUEBLO LEONÉS quede desamparado en beneficio de un inventado PUEBLO CASTELLANOLEONÉS.
Sobre la delimitación de la región leonesa, podríamos hablar largo y tendido. Tu dices que las provincias de León y Palencia pertenecieron a León. Yo te digo que León, propiamente dicho, no superó el Cea y el Duero. En todo caso, recuerda que la Constitución reconoce el derecho a la autonomía a las regiones españolas y concreta los requisitos para optar a la autonomía en el artículo 143: autonomías uniprovinciales que constituyan una entidad regional histórica (que podría aplicarse sin problemas a la provincia de León) y autonomías pluriprovinciales con características históricas, culturales y económicas comunes cuyos municipios aprueben mayoritariamente esta opción. Las nueve provincias de la actual C.A. de Castilla y León no cumplen esta condición, ya que es precisó enumerar dos entidades históricas (León y Castilla) que las aglutinen. León, Zamora y Salamanca (e incluso Palencia y Valladolid) podrían aspirar a autonomía pero dudo mucho que sus municipios aprobasen vincularse a una autonomía leonesa. En mi opinión, autonomía uniprovincial.

Un saludo

Anónimo dijo...

Taliesin, tienes razón, como la tienen en el fondo los leonesistas. Y además, ves clara la realidad, León sólo puede aspirar a la autonomía uniprovincial, ya que las provincias de Zamora y Salamanca son en este aspecto pasivas. No se sienten castellanos, ni leoneses, en principio, tan sólo españoles a secas (como me siento yo). Sobre la delimitación del reino de León ¡buf! se podrían escribir enciclopedias, teniendo en cuenta además que la división provincial fue artificial y Portugal es ahora otro estado.
Si León no es Castilla, al menos es madre de ésta. Y madre de España, junto con Asturias, Y por esto merece reconocimiento y es coherente que se reconozca a León como una de las raíces de España (León-Asturias, Asturias-León, Reino astur-leonés, que más da, estamos hablando de una realidad muy cercana).
Pienso que en todo caso, los pobrecitos de España tenemos que estar unidos, porque sino recibiremos palos de todos los lados: los pobres leoneses, castellanos, asturianos, extremeños, somos pobres y humildes hasta para pedir. En otras regiones se pelean por la riqueza y nosotros nos pegamos por la pobreza. Si la provincia más rica es Valladolid, se ha ido todo a la capital y tiene unos pueblos que dan pena. Yo tengo familia en uno de ellos y es el mismo panorama rural desolador de las dos mesetas: atraso y embrutecimiento.
Es cierto que la Constitución debe proteger el patrimonio histórico, cultural y artístico. Si perdemos esto España pierde su identidad, que no es otra que la de los pueblos que la componen. Pero pienso que la cultura y la identidad es una cosa y el poder político es otra y el poder corrompe. Esta reflexión es quizá algo amarga y pesimista, pero quisiera poder pensar otra cosa.
También es cierto que mis ideas jacobinas, hoy por hoy, son irrealizables y hay que tragar con el estado autonómico. Y bendito fuera si consiguiera acabar con todas las rivalidades entre españoles, pero me temo que está consiguiendo todo lo contrario.
Una posible solución sería la federación de autonomías. No sería difícil en este caso que León accediera a la suya. Pudiera ser posible una conexión y objetivos futuros entre León, Castilla, Cantabria, Asturias, Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura y quien se quisiera unir. Pero la Constitución lo prohíbe en su artículo 145. Había mucho miedo en el legislador de que ocurriese igual que en la Guerra Civil en Estados Unidos. Además esto es completamente imposible debido a los politicastros que tenemos. Como se va a tratar de igual a igual uno de un partido (me da igual el que sea) con otro (de otro partido que también me da igual).
Estamos metidos de lleno en un laberinto del que es difícil salir y más con el ruido de fondo de unos políticos sedientos de poder. En todo caso, tampoco sería el mayor de los problemas que León accediera a la autonomía. Ya dije en el anterior comentario que el leonesismo es una doctrina que se ha comportado en general con respeto y tolerancia. Mi única objeción es mi sentimiento antiautonómico, y este nace, ya digo, no de razones históricas, ni jurídicas, sino en mi desconfianza en los políticos actuales y en el sentimiento tan marcadamente individualista del español.

Un saludo

Anónimo dijo...

Jacobino ¿eres leonés o almeriense?, lo digo porque pareces conocer ambos temas. Para mí, Almería no es andaluza, es murciana y no pongo en duda la autonomía de León, además, no considero que si, históricamente, al reino de León pertenecía Asturias y Galicia, ahora habrían de integrarlo también porque por ejemplo, al de Aragón pertenecían Cataluña, Valencia y Baleares y actualmente constituyen cuatro autonomías. Las autonomías actuamente tienen que ser más pequeñas para que no se centralice un vasto territorio en un sólo punto y especialmente cuando no está céntrico porque, al menos, Valladolid lo está pero Sevilla... Almería tiene que pasar por dos provincias antes de llegar a la de su capital autonómica, eso no ocurre con ninguna otra provincia de España, además de las diferencias abismales en habla, acento, léxico, fonética, trajes típicos, costumbres... todo resultado de las repoblaciones distintas en origen.
Saludicos.

Anónimo dijo...

Jacobino, é você um fascista imperialista espanhol.
Galiza será livre. A vossa Espanha ninguêm a quer romper mas Galiza, EH e PPCC nom som Espanha.